El aumento de la tasa de los bonos en EEUU es otra variable en los cálculos de los mercados
La crisis que vino de Estados Unidos por el informe del Departamento de Agricultura (USDA) sobre la nómina de empleos agropecuarios contagió a toda la región y la Argentina, esta vez, no salió indemne.
De hecho, el viernes el mercado financiero estuvo vendedor pero, al ver como crecía en la región el impacto externo, se volvió comprador y cuando el contado con liquidación (CCL) llegó a $1.195 salió el BCRA a intervenir con cerca de USD 85 millones para que cerrara en 1.185 pesos.
Los traders de la mesa de dinero de ConoSur se asombraron. “Hace mucho que no teníamos un día tan rojo para los bonos soberanos; cerraron con bajas de 1.40%, de la mano de los emergentes, que también fueron castigados”, señalaron. El riesgo país subió 30 unidades (+3,6%) a 580 puntos básicos.
La sorpresa estuvo en los bonos provinciales o sub-soberanos. Los de la provincia de Buenos Aires que vencen en 2037 se mantuvieron firmes en 69 dólares. El Santa Fe 27 ni se enteró de la caída y cerró a 96 dólares. También siguió el interés por Entre Ríos 28 y CABA27 que opera sobre la par, a 101 dólares. La demanda apareció a dos horas de finalizar la rueda, cuando los inversores se dieron cuenta de que ante la fuerte baja de precios, apareció la oportunidad de ingresar a acciones y bonos. Así pudieron recortar las caídas iniciales.
Lo que sucedió el viernes no incidió en el panorama de las principales consultoras.
FMyA hace hincapié en que el proceso de desinflación en EEUU encuentra obstáculos y que a eso se suma el riesgo de que la agenda de Trump (en especial, políticas vinculadas al comercio exterior) de implementarse generen un aumento temporal de la inflación. En este contexto, la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años trepó hasta 4,7% (máximo desde abril). En Brasil, el real recuperó y volvió a 6 unidades por dólar.
Sigue el rebote
La consultora de Fernando Marull señala que la actividad siguió rebotando en diciembre y los salarios formales recuperaron casi toda la caída de los primeros meses. “La semana que viene sale la inflación de diciembre; el REM y nosotros esperamos 2.7%; el mercado de bonos, 2.1 por ciento. El martes se definirá lo que dijo Milei de que si la inflación es de 2,5% bajarán el crawling a 1% y las tasas de interés a 27 (suponemos), desde 32% anual actual. No descartamos que esto sea mañana o el miércoles; aun si la inflación sale 2,6/2,7%%, parece probable que recorten crawl y la tasas de interés. Nuestro escenario base era que esto suceda en febrero, con la inflación de enero en 2,3%. Respecto al cepo, esta semana Milei también insistió con que si consigue USD 15.000 millones, levantará el cepo”, consignó en su informe semanal.
Milei dijo que si consigue suficientes fondos eliminará el cepo. Para eso es clave la negociación con el FMI REUTERS/Yuri Gripas/Archivo
Por lo pronto, FMyA espera que en las próximas semanas se conozcan detalles del nuevo acuerdo con el FMI, que por el acuerdo actual le debe USD 1.000 millones a la Argentina, que a su vez en 2005 tiene que pagarle USD 2.500 millones de intereses. Esos fondos, consideró la consultora, formarán parte del nuevo acuerdo. “Lo demás son rumores con poco sustento”.
En cuanto al peligro inmediato de sequía, señaló que el agro empieza a preocupar y que es “clave” que llueva en enero.
La Bolsa de Comercio de Rosario se ocupó del tema: “el mercado de Chicago tuvo una jornada movilizada a partir del nuevo reporte mensual del USDA que trajo sorpresas que impulsaron los precios del maíz y la soja. A partir de reducciones en las producciones estimadas para EEUU, los stocks finales de ese país tanto como los globales cayeron por debajo de lo esperado. El trigo no corrió la misma suerte y continúa con la presión bajista que se potenció tras informarse un crecimiento en el área sembrada de los cultivos de invierno en EEUU”, describió en un informe.
Por su parte, el equipo de Research de Adcap Grupo Financiero revisó su previsión de inflación para diciembre al 2,6%, por debajo del 2,7% a la luz de la publicación de inflación de CABA,, que fue del 3,3% en diciembre (frente a 3,2%) en noviembre).
“Mientras, los mercados están valorando una inminente desaceleración del dólar oficial bajando del 2% al 1% mensual. Creemos que el Banco Central no tomará esta medida antes de la licitación de bonos del Tesoro del miércoles y preferirán esperar hasta febrero para dar el paso”, nota AdCap. Y agrega: “si los índices de precios de alta frecuencia apoyan el escenario donde la inflación reanuda su tendencia a la baja, esperamos que el BCRA coordine una reducción del crawling y el correspondiente recorte de las tasas de interés para finales del mes. Pero la decisión final dependerá de los datos, sobre todo porque los índices semanales de inflación sugieren que la inflación se aceleró en las primeras semanas de enero, lo que refleja los precios de los alimentos afectados por una leve sequía”.
Algunos analistas ya no descartan que la Fed pueda incluso volver a subir las tasas de interés REUTERS/Joshua Roberts/File Photo
F2, de Andrés Reschini, advierte por el favorable dato del empleo agrícola en EEUU. Fortalece que, dice, “incrementa las chances de que la Reserva Federal ralentice su ritmo de reducción de tipos de interés. Tal es así que los principales bancos de inversión ahora eliminan uno de los recortes previstos para el año”. Por caso. cita, el Bank of America estima que el ciclo de recortes puede haber llegado a su fin y lo más probable es que se mantengan las tasas por más tiempo. Además, agrega que tal vez el próximo movimiento sea al alza y no a la baja. Y como si fuera poco, por sanciones a Rusia, escaló el crudo y si la presión alcista persiste aumentará la presión sobre el nivel de precios.
Según la consultora, “las monedas en el mundo y la región sufrieron el embate del dólar, que también golpea a la deuda emergente. Algo bueno para Argentina en este escenario fue la suba en las cotizaciones de los commodities energéticos que podrían ayudar a que el sector aporte más divisas. Algo parecido sucedió con la soja y maíz cuyas cotizaciones crecieron en Chicago por menores stocks finales estimados por el USDA, aunque veremos qué tan dañina será la semana con altas temperaturas y sin lluvias para la región productiva local”.
En cuanto al mercado de futuros, F2 señala que “la curva de tasas implícitas pone en evidencia la visión del mercado sobre una elevada probabilidad de que el crawl se desacelere en febrero más allá del dato del IPC de CABA” y agrega que en la última rueda los factores internacionales no lograron ser compensados por drivers locales, pero sí es cierto que aún con un escenario global algo adverso, la Argentina tiene mucho espacio para continuar avanzando. Hoy, recuerda, “habrá llamado a licitación de deuda del Tesoro para el miércoles, el martes tendremos IPC de diciembre por INDEC y el miércoles la licitación”.
Mejoras sin crédito
EconViews en su informe indica que la baja del riesgo país “no ha sido acompañada en la misma dimensión por mejoras en las calificaciones crediticias que siguen en CCC para las tres grandes calificadores, pero seguramente van a ir mejorando a medida que Argentina mejore sus fundamentals financieros. Y acota que la baja en el riesgo país es un fenómeno también observado en otros países emergentes como Pakistán, El Salvador y Ghana, reflejo de un mayor apetito de los inversores financieros por invertir en países emergentes.
FOTO DE ARCHIVO. El logo de Moody’s Corporation afuera de su sede en Manhattan, Nueva York, EEUU, el 12 de noviembre de 2021. REUTERS/Andrew Kelly
La consultora recuerda que durante el gobierno de Mauricio Macri, en octubre de 2017, el riesgo país bajó a 350 puntos, parecía que la Argentina iba directo al investment Grade (grado de inversión) “y terminó en una crisis”.
Más adelante, EconViews se pregunta “¿cuáles son las preocupaciones hoy? Por un lado, está claro que la mejora es un proceso que lleva tiempo y los inversores que se quemaron en el gobierno de Macri aprendieron que es necesario esperar a que el proceso se consolide. “Por ahora las cosas vienen muy bien y el panorama es promisorio, pero la Argentina suele ser un tren fantasma y cuando uno menos se lo espera puede aparecer el fantasma que ahuyenta (…) el principal obstáculo hoy es que las reservas internacionales netas sigan negativas (…) hay muy poco margen para enfrentar potenciales problemas en el sector externo”.
Diferencias
Eso marca una diferencia importante respecto de otros países de la región como Brasil, Uruguay o Chile donde las reservas representan más del 10% del PBI, lo que en Argentina implicaría contar con por lo menos USD 60.000 millones. De hecho, puntualiza Econviews, en la Argentina alrededor de un 55% de la deuda está en moneda extranjera, “con lo que los pagos de los servicios de intereses y de amortización de capital dependen crucialmente de que el BCRA pueda conseguir reservas para atenderlos”.
A partir de esta premisa la consultora proyecta un deterioro en la cuenta corriente en 2025, “pasando de un superávit de USD 2.500 millones a un déficit de 3.800 millones. Esto implica que nuevamente dependeremos de financiamiento fresco para que las reservas netas no se deterioren aún más.
Estos fondos pueden venir del FMI y de otros organismos multilaterales, o de nuevas alternativas como el Repo por USD 1.000 millones que hizo el Banco Central recientemente con cinco bancos internacionales”.
La consultora Equilibra, por su parte, estima que la inflación en la segunda semana del mes fue de 0,2% y cree que será de 2,2% para todo enero.
El 1,5% de mayo fue más bajo respecto a los pronósticos previos, pero será difícil que se repita este mes, porque se registra un repunte en alimentos. Caputo sacó rédito a su política de privilegiar la desinflación por sobre el fortalecimiento de reservas
La abrupta caída de la inflación de mayo a 1,5%, el menor registro en cinco años, representa un triunfo para la estrategia elegida por el ministro de Economía. Luis Caputo privilegió la estabilidad cambiaria y el estricto control de los agregados monetarios por sobre la acumulación de reservas. El objetivo de esta política fue justamente poner como prioridad la desaceleración de precios, reflejado ayer en los datos divulgados por el INDEC.
El objetivo cada vez más explícito del Gobierno es mostrar el éxito alcanzado en la lucha contra la inflación. Y sobre todo transmitir que el ajuste fiscal y el control del gasto público finalmente tienen su premio.
Lo más destacado del dato conocido ayer es que el rubro alimentos y bebidas subió apenas 0,5%, mientras que la canasta alimentaria cayó 0,4%. Se trata de datos claves, ya que la desaceleración de precios en este segmento impacta positivamente en la base de la pirámide social. Son las familias de menores ingresos las que más se ven favorecidas, teniendo en cuenta que la mayor parte de su gasto se dedica a compras en supermercados y autoservicios.
Aún con todo lo positivo, el dato de mayo tuvo algunas señales amarillas. Por un lado, la fuerte desaceleración en alimentos se explicó por fuertes caídas de precios en frutas y verduras, algo que difícilmente se repita hacia adelante. Por otra parte, la inflación núcleo -que excluye productos regulados y estacionales- se mantuvo bastante más arriba, arrojando un 2,2%.
La inflación de servicios también se ubicó bien por encima de la promedio, llegando a 2,7%, reflejando el impacto real de los ajustes de precios sobre la clase media. Aquí entran tarifas de servicios públicos, alquileres, Internet, prepagas, restaurantes y cuotas de colegios, entre otros rubros.
Con estos datos, la pregunta razonable es si semejante caída de la inflación es sostenible en los próximos cuatro meses, es decir en la previa electoral.
Existe una probabilidad alta que se mantenga efectivamente por debajo del 2% mensual. Sin embargo, es menor claro que se pueda mantener la tendencia descendente desde los niveles actuales en los próximos meses.
La consultora LCG, por ejemplo registró un fuerte repunte en alimentos en la segunda semana de junio, con incrementos de 1,7% tras haber registrado estabilidad de precios en la primera semana. Entre los productos que lideran las subas hay varios de la canasta básica: aceites aumentaron 5,9%, verduras 4% (tras la caída de junio) y carnes 1,3%. La inflación promedio para las últimas cuatro semanas en este rubro fue de 1,6%, bien por encima del registro de mayo.
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Por lo tanto, no será fácil que este mes se mantenga un nivel similar al de mayo, pero sí existe una probabilidad alta de que se mantenga por debajo del 2%. La probabilidad de que este comportamiento se mantenga hasta la medición de septiembre también aumentó considerablemente.
La expectativa del Gobierno es que mantener la inflación en niveles acotados sea clave para conseguir un buen resultado electoral en octubre. Javier Milei siempre tuvo claro que la principal demanda de la sociedad cuando asumió era la reducción de la inflación, que pasó del 25,5% en diciembre de 2023 (producto de la devaluación) a solo 1,5% en la última medición.
Que la baja se explique sobre todo en la mayor estabilidad registrada en alimentos también es una buena noticia para la Casa Rosada, ya que el impacto se siente en sectores populares, históricamente más cercanos al peronismo o al kirchnerismo.
Por supuesto que por delante quedan muchos desafíos, en particular consolidar la reactivación para que se transforme en crecimiento genuino. También la necesidad de crear puestos de trabajo para al menos compensar la destrucción de empleo de sectores como las pymes industriales. Pero posiblemente esto sean temas que figurarán en las demandas de los próximos dos años, ya pensando en la elección presidencial de 2027.
La magnitud de la inundación que afectó a las ciudades de Bahía Blanca y General Daniel Cerri impactó a toda la comunidad y también dañó gravemente al Complejo Industrial, uno de los pilares productivos de la trasportadora de gas
Después de la inundación y la tragedia que sufrió la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, y tras tres meses de trabajo intenso e ininterrumpido, la trasportadora de gas TGS anunció que su Complejo Cerri se encuentra nuevamente 100% operativo.
Se trata de una planta cuya principal actividad es la producción de líquidos derivados del gas natural —etano, propano, butano y gasolina natural— con una capacidad anual superior a 1.050.000 toneladas. “Además, allí, se realiza el fraccionamiento y envío de estos líquidos por ductos hacia la Planta Galván, también de tgs, donde se almacenan antes de su despacho al mercado local y regional”, explicaron desde la empresa cuyo 51% pertenece en partes iguales a Pampa Energía y a un grupo de inversores liderado por la familia Sielecki.
“En nombre de todo TGS, quiero agradecer profundamente a nuestros colaboradores, proveedores, contratistas, vecinos y a toda la comunidad de Bahía Blanca por su apoyo incondicional y su compromiso durante estos meses. Lo que logramos en este tiempo récord no solo demuestra capacidad técnica, sino también una enorme vocación de servicio, solidaridad y sentido de pertenencia. Gracias a todos por ayudarnos a poner nuevamente de pie una instalación clave para la energía del país, luego de lo tristemente sufrido”, afirmó Oscar Sardi, CEO de TGS.
Oscar Sardi, CEO de TGS, en el centro, acompañado por los accionistas Marcelo Mindlin (Pampa Energía) y Daniel Sielecki, en octubre del 2024, en el NYSE de Nueva York, cuando se celebraron los 30 años de cotización de la empresa en Wall Street
Desde la compañía energética destacaron que para la recuperación, trabajaron no solo colaboradores de TGS provenientes de distintos puntos del país, sino también más de 150 proveedores y contratistas de servicios y materiales, cuyo trabajo coordinado y compromiso resultaron clave para la recuperación del complejo.
“A pesar de la magnitud del evento climático y del hecho de que el complejo alberga dos plantas compresoras esenciales para el sistema de transporte de gas natural, TGS nunca interrumpió la provisión del servicio. Gracias a una rápida respuesta operativa y a la implementación de maniobras extraordinarias, la compañía logró mantener la continuidad del suministro con los más altos estándares de seguridad, garantizando así el abastecimiento de gas natural en todo momento”, cerró el comunicado de TGS.
El Ejecutivo eliminó barreras para la operación de fondos internacionales con títulos públicos y redujo las condiciones para el retiro de divisas
El Gobierno nacional avanzó con un nuevo paquete de medidas orientadas a estimular la entrada de divisas mediante la flexibilización de normas que hasta ahora limitaban la operatoria de capital extranjero en el mercado financiero local. Las decisiones, tomadas en simultáneo por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central (BCRA), apuntaron a facilitar tanto el ingreso como el egreso de fondos especulativos de corto plazo que inviertan en instrumentos de deuda emitidos por el Tesoro Nacional.
Desde el lado regulatorio, la CNV publicó la Resolución General N.º 1068, por la cual se amplió el conjunto de excepciones al límite diario de $200 millones que regía para transferencias al exterior de valores negociables por parte de inversores no residentes. A partir de esta disposición, esa restricción dejó de aplicarse en casos en los que se trate de bonos del Tesoro con vencimiento igual o mayor a 180 días desde su fecha de emisión y que hayan sido adquiridos en colocación primaria, siempre hasta el valor nominal suscripto.
El presidente del organismo, Roberto Silva, indicó que esta medida se enmarca en una política general de remoción de trabas al funcionamiento del mercado de capitales. Según el comunicado oficial, la CNV buscó avanzar con la normalización de operaciones y acompañar la estrategia general del Ejecutivo nacional, que prioriza el financiamiento en moneda extranjera sin intervención directa del Banco Central.
En paralelo, el BCRA confirmó que eliminará el plazo mínimo de permanencia de 180 días para los fondos del exterior que ingresen al país y participen en operaciones en el Mercado Libre de Cambios (MLC) o en licitaciones primarias de títulos públicos del Ministerio de Economía. Esta condición, vigente desde abril de este año tras la Comunicación “A” 8230, había sido parcialmente modificada en mayo con la Comunicación “A” 8245 para permitir la suscripción del Bonte 2030 en dólares. Ahora, la permanencia mínima se suprime completamente.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, explicó que la decisión respondió a una revisión del esquema de restricciones cambiarias vigente. Consideró que el “cepo” aplicado desde 2019 había dejado de cumplir su función original y se transformó en un obstáculo para el ingreso de nuevos fondos. Según declaraciones públicas, el funcionario sostuvo que los inversores que querían salir ya lo habían hecho y que actualmente no existían trabas relevantes que justificaran mantener el régimen anterior.
El Bonte 2030, con tasa elevada y suscripción en dólares, se volvió una herramienta central para el financiamiento del Tesoro y la compra de dólares para las reservas (Reuters)
Estas modificaciones se dieron en un contexto de estrategia coordinada entre la autoridad monetaria y el Ministerio de Economía, orientada a reforzar las reservas internacionales mediante el ingreso de divisas del exterior. Para ello, el equipo liderado por Luis Caputo activó dos mecanismos: por un lado, la firma de un acuerdo de financiamiento tipo REPO con siete bancos internacionales por un monto de US$2.000 millones; por el otro, una nueva licitación del Bonte 2030, que permite suscripción en dólares por parte de inversores locales y extranjeros.
El llamado a licitación se programó para el viernes 13 de junio y apuntó a captar US$500 millones, la mitad del monto obtenido en la primera colocación de abril, que se orientó exclusivamente a no residentes. En esta oportunidad, tanto residentes como no residentes pudieron participar en la oferta, lo que amplió el universo potencial de suscriptores.
En su debut, el Bonte 2030 ofreció una tasa del 29,5%, superior a las expectativas de mercado. Esta rentabilidad, combinada con la eliminación de las restricciones de salida, representó un atractivo importante para los fondos internacionales, que encontraron mejores condiciones para operar en el mercado local. Además, se estableció un límite mensual de US$1.000 millones para este tipo de colocaciones, lo que permitió mantener cierto grado de control sobre los flujos.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó que el menú de la licitación incluiría además letras capitalizables con vencimientos en julio, agosto, septiembre y noviembre, orientadas a captar el interés de fondos comunes de inversión. Asimismo, se pusieron en oferta dos Bonos Capitalizables (BONCAP) con vencimientos en enero y junio de 2026.
Desde el Ministerio de Economía, el subsecretario de Política Económica, José Luis Daza, consideró que estas decisiones formaban parte de un plan para anticipar el regreso a los mercados voluntarios de deuda con legislación extranjera. En declaraciones a medios, sostuvo que el programa económico avanzaba mejor de lo previsto y que la colocación de instrumentos en moneda dura reflejaba ese ritmo.
Por otro lado, el Tesoro anunció que a partir de este mes se publicará un cronograma anual de licitaciones de deuda pública. Esta medida apunta a brindar previsibilidad y permitir que los agentes financieros planifiquen su participación de forma más ordenada, tanto en moneda local como extranjera.
El objetivo del Gobierno nacional consistió en asegurar un flujo constante de divisas que le permita reforzar las reservas internacionales, cumplir los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y enfrentar el segundo semestre sin sobresaltos financieros. En este período, se proyecta una baja en la liquidación de exportaciones agroindustriales, así como un aumento en la dolarización de portafolios minoristas en vísperas del calendario electoral.
Diversos analistas interpretaron que la relajación de controles podría facilitar el ingreso de capitales de corto plazo que busquen aprovechar el diferencial de tasas. Al mismo tiempo, advirtieron sobre la posibilidad de que esos flujos generen mayor volatilidad en caso de una salida masiva o imprevista. Aunque destacaron que estas medidas podían ayudar a sostener el tipo de cambio en el corto plazo, también consideraron que podrían consolidar un nivel mínimo más alto para el dólar.
Con esta serie de anuncios, el Gobierno argentino consolidó una estrategia de financiamiento basada en el mercado voluntario local, con foco en la emisión de instrumentos que puedan ser suscriptos en dólares y liquidados en pesos. El desafío de las próximas semanas será evaluar la respuesta del mercado y la capacidad del esquema para sostener la acumulación de reservas sin necesidad de intervención directa del BCRA.