La número uno de S&P asegura que Argentina necesita una gestión política y económica “astuta”.
El triunfo de Javier Milei provocó entusiasmo en Wall Street por la posibilidad de ajustes en la economía argentina, pero también dudas ante un panorama “muy complejo” de desequilibrios y las incertidumbres sobre la implementación de las propuestas del candidato.
Lisa Schineller, managing director de S&P Global Ratings, la conocida agencia calificadora de riesgo, señaló a Clarín los desafíos que enfrenta el presidente electo y advirtió que para intentar salir de la crisis “se necesita una gestión política y económica astuta” con mensajes articulados con el electorado, la clase media, los sindicatos, las empresas y los movimientos sociales.
-¿Cuáles son las sensaciones en Wall Street tras la amplia victoria de Milei?
-Una miríada de desequilibrios económicos crea condiciones complejas para la administración Milei incluso antes de que comience. La inflación se acerca al 150% y es muy probable que aumente en los próximos meses, y el tipo de cambio paralelo más que duplica al oficial. No está claro si, ni cómo y cuándo, el presidente electo planea proceder con la dolarización formal, una promesa clave de campaña. Esto se debe, en parte, al bajo nivel de las reservas internacionales brutas, que ascienden a 21.000 millones de dólares, y negativas en términos netos, dados los desajustes macroeconómicos, afectados por la sequía histórica de este año (con una pérdida de al menos 20.000 millones de dólares en ingresos por exportaciones) y salidas de capital a pesar de las restricciones cambiarias generalizadas.
-¿Qué cree que pasará con la economía en esta etapa de transición hasta el 10 de diciembre?
-Las ya frágiles cuentas fiscales se vieron sometidas a una mayor presión en medio de un aumento del gasto preelectoral por parte de la actual administración. El presidente electo indicó que, con su victoria, Argentina inicia un período de “reconstrucción”, sin espacio para el gradualismo ni la corrupción, y que todos son bienvenidos a sumarse a su equipo. Se ha comprometido a reducir el tamaño del Estado argentino, desregular la economía, restablecer la confianza en los contratos y el estado de derecho y poner orden tanto en la política fiscal como en la monetaria. Estos planes son dignos de mención y, si se ejecutan con éxito, podrían respaldar un mayor crecimiento y prosperidad. Mientras tanto, la atención se centra en quién se unirá al equipo económico de Milei y cuáles serán los pasos políticos específicos para lograr estos objetivos.
-¿Cuáles son las dudas que generan las propuestas de Milei?
-Una vez más, Argentina está preparada para un cambio significativo de política, lo que en el corto plazo refuerza su historial de profundos cambios de política junto con cambios de gobierno, ampliando un historial de imprevisibilidad y reversión de políticas. El presidente electo enfrenta desafíos de gobernabilidad, como lo haría cualquier presidente que asumiera el cargo en medio de desequilibrios económicos generalizados. Para corregir el complejo panorama económico se necesita una gestión política y económica astuta combinada con mensajes y comunicación articulados con el electorado, incluida la clase media, los sindicatos, las empresas y los movimientos sociales.
-Muchos expertos destacan la escasa viabilidad de algunas de sus propuestas, dado su limitado margen de maniobra en el Congreso. ¿Coincide?
-Milei se beneficia de un mandato decisivo para el cambio que acaba de recibir de la población, pero esto contrasta con la falta de representación política que él y La Libertad Avanza tienen para impulsar ese cambio fácilmente en el Congreso. Su partido tendrá 38 diputados en la Cámara Baja de 257 escaños y ocho senadores en el Senado de 72 escaños que asumirán sus cargos en diciembre; ningún gobernador está afiliado a LLA. Milei y sus asesores económicos y políticos parecen dispuestos a negociar el apoyo político de parte de la coalición Juntos por Cambio, concretamente el PRO. Su oposición estará encabezada por la facción kirchnerista-peronista de “núcleo duro”, probablemente junto con algunos movimientos sociales y sindicatos. Las complejas condiciones económicas y sociales, con una pobreza que supera el 40% de la población, podrían generar un retroceso incluso desde su propia base de apoyo a medida que se manifiestan los dolorosos costos del ajuste de políticas.
Lisa Schineller, managing director de S&P Global Ratings. Foto Bloomberg
-¿Qué pasará con la deuda?
-El presidente electo ha subrayado el compromiso de respetar los contratos, pero no está claro cómo gestionará el próximo servicio de la deuda comercial, especialmente en el corto plazo. Nuestra calificación soberana ‘CCC-‘ captura el mayor riesgo para el pago oportuno de la deuda comercial argentina. El país no tiene acceso a los mercados globales de capital. No hay vencimientos sobre los bonos globales durante el resto de este año, pero el capital y los intereses por un valor de US$ 4.300 millones vencen en 2024 y US$ 9.400 millones en 2025-2026, a medida que se vayan dando los pasos adelante, el riesgo de incumplimiento es alto con o sin acceso al mercado global.
La deuda emitida localmente denominada en pesos o vinculada a la inflación o al tipo de cambio que vence durante el próximo año es del orden de US$ 100 mil millones, y hay algunos pagos que vencen hasta finales de 2023. La mayor parte de esta deuda está en manos de entidades del sector público, incluido el Banco Central y la Anses, pero todavía hay acreedores privados. Las opciones limitadas para refinanciar vencimientos considerables de deuda denominada en pesos emitida localmente en 2022-2023 pesaron sobre el sentimiento local y llevaron a la administración de Fernández a emprender varios canjes que consideramos problemáticos y equivalentes a un incumplimiento. Cualquier canje futuro, o cambio unilateral en los términos o condiciones, probablemente se considerará incumplimiento según nuestra metodología.
-¿Qué cree que va a pasar ahora con las negociaciones con el FMI? ¿Cómo será la relación?
-No calificamos la deuda contraída con el FMI, pero reconfigurar su relación con el Fondo es clave para la sostenibilidad general de la deuda de Argentina y para administrar US$ 1.600 millones en capital e intereses que vencen en noviembre-diciembre y US$ 6.700 millones en 2024 (que se adeudan desde el acuerdo stand-by de 2018). El gobierno de Alberto Fernández dio marcha atrás en sus compromisos negociados luego de los pragmáticos desembolsos del Fondo. Está previsto que el FMI lleve a cabo la próxima revisión del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) en noviembre. Esperamos que la administración Milei renegocie los términos del SAF bajo su propio marco de políticas. A partir de 2026, comenzarán los pagos de capital del SAF y el servicio de la deuda anual aumentará alrededor de 7 mil millones de dólares. Nuestra evaluación de transferencia y convertibilidad ‘CCC-‘ refleja la multitud de restricciones complejas que enfrentan los prestatarios no soberanos para acceder a divisas al tipo de cambio oficial y preferencial para mantener un servicio de deuda completo y oportuno. Milei pretende eliminar esas restricciones tan pronto como sea posible, pero las bajas reservas internacionales plantean una limitación a corto plazo.
-¿Prevén tensiones fiscales con las provincias?
-Las provincias argentinas representan aproximadamente la mitad del gasto gubernamental total del país y, por lo tanto, su interacción con la nueva administración nacional será clave dentro del proceso de corrección fiscal que viene. Las provincias argentinas en general gozan de una base fiscal más sólida que la del Estado, aunque esto será extremadamente difícil de mantener bajo las actuales distorsiones macroeconómicas, volatilidad e incertidumbre. Mientras la nueva administración perfila su plan de consolidación fiscal, existen riesgos de que se ejerza una presión adicional para las provincias mediante recortes en las transferencias no automáticas.
El 1,5% de mayo fue más bajo respecto a los pronósticos previos, pero será difícil que se repita este mes, porque se registra un repunte en alimentos. Caputo sacó rédito a su política de privilegiar la desinflación por sobre el fortalecimiento de reservas
La abrupta caída de la inflación de mayo a 1,5%, el menor registro en cinco años, representa un triunfo para la estrategia elegida por el ministro de Economía. Luis Caputo privilegió la estabilidad cambiaria y el estricto control de los agregados monetarios por sobre la acumulación de reservas. El objetivo de esta política fue justamente poner como prioridad la desaceleración de precios, reflejado ayer en los datos divulgados por el INDEC.
El objetivo cada vez más explícito del Gobierno es mostrar el éxito alcanzado en la lucha contra la inflación. Y sobre todo transmitir que el ajuste fiscal y el control del gasto público finalmente tienen su premio.
Lo más destacado del dato conocido ayer es que el rubro alimentos y bebidas subió apenas 0,5%, mientras que la canasta alimentaria cayó 0,4%. Se trata de datos claves, ya que la desaceleración de precios en este segmento impacta positivamente en la base de la pirámide social. Son las familias de menores ingresos las que más se ven favorecidas, teniendo en cuenta que la mayor parte de su gasto se dedica a compras en supermercados y autoservicios.
Aún con todo lo positivo, el dato de mayo tuvo algunas señales amarillas. Por un lado, la fuerte desaceleración en alimentos se explicó por fuertes caídas de precios en frutas y verduras, algo que difícilmente se repita hacia adelante. Por otra parte, la inflación núcleo -que excluye productos regulados y estacionales- se mantuvo bastante más arriba, arrojando un 2,2%.
La inflación de servicios también se ubicó bien por encima de la promedio, llegando a 2,7%, reflejando el impacto real de los ajustes de precios sobre la clase media. Aquí entran tarifas de servicios públicos, alquileres, Internet, prepagas, restaurantes y cuotas de colegios, entre otros rubros.
Con estos datos, la pregunta razonable es si semejante caída de la inflación es sostenible en los próximos cuatro meses, es decir en la previa electoral.
Existe una probabilidad alta que se mantenga efectivamente por debajo del 2% mensual. Sin embargo, es menor claro que se pueda mantener la tendencia descendente desde los niveles actuales en los próximos meses.
La consultora LCG, por ejemplo registró un fuerte repunte en alimentos en la segunda semana de junio, con incrementos de 1,7% tras haber registrado estabilidad de precios en la primera semana. Entre los productos que lideran las subas hay varios de la canasta básica: aceites aumentaron 5,9%, verduras 4% (tras la caída de junio) y carnes 1,3%. La inflación promedio para las últimas cuatro semanas en este rubro fue de 1,6%, bien por encima del registro de mayo.
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Por lo tanto, no será fácil que este mes se mantenga un nivel similar al de mayo, pero sí existe una probabilidad alta de que se mantenga por debajo del 2%. La probabilidad de que este comportamiento se mantenga hasta la medición de septiembre también aumentó considerablemente.
La expectativa del Gobierno es que mantener la inflación en niveles acotados sea clave para conseguir un buen resultado electoral en octubre. Javier Milei siempre tuvo claro que la principal demanda de la sociedad cuando asumió era la reducción de la inflación, que pasó del 25,5% en diciembre de 2023 (producto de la devaluación) a solo 1,5% en la última medición.
Que la baja se explique sobre todo en la mayor estabilidad registrada en alimentos también es una buena noticia para la Casa Rosada, ya que el impacto se siente en sectores populares, históricamente más cercanos al peronismo o al kirchnerismo.
Por supuesto que por delante quedan muchos desafíos, en particular consolidar la reactivación para que se transforme en crecimiento genuino. También la necesidad de crear puestos de trabajo para al menos compensar la destrucción de empleo de sectores como las pymes industriales. Pero posiblemente esto sean temas que figurarán en las demandas de los próximos dos años, ya pensando en la elección presidencial de 2027.
La magnitud de la inundación que afectó a las ciudades de Bahía Blanca y General Daniel Cerri impactó a toda la comunidad y también dañó gravemente al Complejo Industrial, uno de los pilares productivos de la trasportadora de gas
Después de la inundación y la tragedia que sufrió la ciudad bonaerense de Bahía Blanca, y tras tres meses de trabajo intenso e ininterrumpido, la trasportadora de gas TGS anunció que su Complejo Cerri se encuentra nuevamente 100% operativo.
Se trata de una planta cuya principal actividad es la producción de líquidos derivados del gas natural —etano, propano, butano y gasolina natural— con una capacidad anual superior a 1.050.000 toneladas. “Además, allí, se realiza el fraccionamiento y envío de estos líquidos por ductos hacia la Planta Galván, también de tgs, donde se almacenan antes de su despacho al mercado local y regional”, explicaron desde la empresa cuyo 51% pertenece en partes iguales a Pampa Energía y a un grupo de inversores liderado por la familia Sielecki.
“En nombre de todo TGS, quiero agradecer profundamente a nuestros colaboradores, proveedores, contratistas, vecinos y a toda la comunidad de Bahía Blanca por su apoyo incondicional y su compromiso durante estos meses. Lo que logramos en este tiempo récord no solo demuestra capacidad técnica, sino también una enorme vocación de servicio, solidaridad y sentido de pertenencia. Gracias a todos por ayudarnos a poner nuevamente de pie una instalación clave para la energía del país, luego de lo tristemente sufrido”, afirmó Oscar Sardi, CEO de TGS.
Oscar Sardi, CEO de TGS, en el centro, acompañado por los accionistas Marcelo Mindlin (Pampa Energía) y Daniel Sielecki, en octubre del 2024, en el NYSE de Nueva York, cuando se celebraron los 30 años de cotización de la empresa en Wall Street
Desde la compañía energética destacaron que para la recuperación, trabajaron no solo colaboradores de TGS provenientes de distintos puntos del país, sino también más de 150 proveedores y contratistas de servicios y materiales, cuyo trabajo coordinado y compromiso resultaron clave para la recuperación del complejo.
“A pesar de la magnitud del evento climático y del hecho de que el complejo alberga dos plantas compresoras esenciales para el sistema de transporte de gas natural, TGS nunca interrumpió la provisión del servicio. Gracias a una rápida respuesta operativa y a la implementación de maniobras extraordinarias, la compañía logró mantener la continuidad del suministro con los más altos estándares de seguridad, garantizando así el abastecimiento de gas natural en todo momento”, cerró el comunicado de TGS.
El Ejecutivo eliminó barreras para la operación de fondos internacionales con títulos públicos y redujo las condiciones para el retiro de divisas
El Gobierno nacional avanzó con un nuevo paquete de medidas orientadas a estimular la entrada de divisas mediante la flexibilización de normas que hasta ahora limitaban la operatoria de capital extranjero en el mercado financiero local. Las decisiones, tomadas en simultáneo por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central (BCRA), apuntaron a facilitar tanto el ingreso como el egreso de fondos especulativos de corto plazo que inviertan en instrumentos de deuda emitidos por el Tesoro Nacional.
Desde el lado regulatorio, la CNV publicó la Resolución General N.º 1068, por la cual se amplió el conjunto de excepciones al límite diario de $200 millones que regía para transferencias al exterior de valores negociables por parte de inversores no residentes. A partir de esta disposición, esa restricción dejó de aplicarse en casos en los que se trate de bonos del Tesoro con vencimiento igual o mayor a 180 días desde su fecha de emisión y que hayan sido adquiridos en colocación primaria, siempre hasta el valor nominal suscripto.
El presidente del organismo, Roberto Silva, indicó que esta medida se enmarca en una política general de remoción de trabas al funcionamiento del mercado de capitales. Según el comunicado oficial, la CNV buscó avanzar con la normalización de operaciones y acompañar la estrategia general del Ejecutivo nacional, que prioriza el financiamiento en moneda extranjera sin intervención directa del Banco Central.
En paralelo, el BCRA confirmó que eliminará el plazo mínimo de permanencia de 180 días para los fondos del exterior que ingresen al país y participen en operaciones en el Mercado Libre de Cambios (MLC) o en licitaciones primarias de títulos públicos del Ministerio de Economía. Esta condición, vigente desde abril de este año tras la Comunicación “A” 8230, había sido parcialmente modificada en mayo con la Comunicación “A” 8245 para permitir la suscripción del Bonte 2030 en dólares. Ahora, la permanencia mínima se suprime completamente.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, explicó que la decisión respondió a una revisión del esquema de restricciones cambiarias vigente. Consideró que el “cepo” aplicado desde 2019 había dejado de cumplir su función original y se transformó en un obstáculo para el ingreso de nuevos fondos. Según declaraciones públicas, el funcionario sostuvo que los inversores que querían salir ya lo habían hecho y que actualmente no existían trabas relevantes que justificaran mantener el régimen anterior.
El Bonte 2030, con tasa elevada y suscripción en dólares, se volvió una herramienta central para el financiamiento del Tesoro y la compra de dólares para las reservas (Reuters)
Estas modificaciones se dieron en un contexto de estrategia coordinada entre la autoridad monetaria y el Ministerio de Economía, orientada a reforzar las reservas internacionales mediante el ingreso de divisas del exterior. Para ello, el equipo liderado por Luis Caputo activó dos mecanismos: por un lado, la firma de un acuerdo de financiamiento tipo REPO con siete bancos internacionales por un monto de US$2.000 millones; por el otro, una nueva licitación del Bonte 2030, que permite suscripción en dólares por parte de inversores locales y extranjeros.
El llamado a licitación se programó para el viernes 13 de junio y apuntó a captar US$500 millones, la mitad del monto obtenido en la primera colocación de abril, que se orientó exclusivamente a no residentes. En esta oportunidad, tanto residentes como no residentes pudieron participar en la oferta, lo que amplió el universo potencial de suscriptores.
En su debut, el Bonte 2030 ofreció una tasa del 29,5%, superior a las expectativas de mercado. Esta rentabilidad, combinada con la eliminación de las restricciones de salida, representó un atractivo importante para los fondos internacionales, que encontraron mejores condiciones para operar en el mercado local. Además, se estableció un límite mensual de US$1.000 millones para este tipo de colocaciones, lo que permitió mantener cierto grado de control sobre los flujos.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, confirmó que el menú de la licitación incluiría además letras capitalizables con vencimientos en julio, agosto, septiembre y noviembre, orientadas a captar el interés de fondos comunes de inversión. Asimismo, se pusieron en oferta dos Bonos Capitalizables (BONCAP) con vencimientos en enero y junio de 2026.
Desde el Ministerio de Economía, el subsecretario de Política Económica, José Luis Daza, consideró que estas decisiones formaban parte de un plan para anticipar el regreso a los mercados voluntarios de deuda con legislación extranjera. En declaraciones a medios, sostuvo que el programa económico avanzaba mejor de lo previsto y que la colocación de instrumentos en moneda dura reflejaba ese ritmo.
Por otro lado, el Tesoro anunció que a partir de este mes se publicará un cronograma anual de licitaciones de deuda pública. Esta medida apunta a brindar previsibilidad y permitir que los agentes financieros planifiquen su participación de forma más ordenada, tanto en moneda local como extranjera.
El objetivo del Gobierno nacional consistió en asegurar un flujo constante de divisas que le permita reforzar las reservas internacionales, cumplir los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y enfrentar el segundo semestre sin sobresaltos financieros. En este período, se proyecta una baja en la liquidación de exportaciones agroindustriales, así como un aumento en la dolarización de portafolios minoristas en vísperas del calendario electoral.
Diversos analistas interpretaron que la relajación de controles podría facilitar el ingreso de capitales de corto plazo que busquen aprovechar el diferencial de tasas. Al mismo tiempo, advirtieron sobre la posibilidad de que esos flujos generen mayor volatilidad en caso de una salida masiva o imprevista. Aunque destacaron que estas medidas podían ayudar a sostener el tipo de cambio en el corto plazo, también consideraron que podrían consolidar un nivel mínimo más alto para el dólar.
Con esta serie de anuncios, el Gobierno argentino consolidó una estrategia de financiamiento basada en el mercado voluntario local, con foco en la emisión de instrumentos que puedan ser suscriptos en dólares y liquidados en pesos. El desafío de las próximas semanas será evaluar la respuesta del mercado y la capacidad del esquema para sostener la acumulación de reservas sin necesidad de intervención directa del BCRA.