Después de los festejos en la Argentina, donde fue ovacionado a cada paso, volvió al Parque de los Príncipes y fue silbado por los ultras en la previa del partido con Lyon. Para colmo, Barcelona metió la cola.

Quizá este momento de Lionel Messi haya que explicarlo con sus propias palabras. Hace apenas dos semanas, cuando habló ante el Monumental estallado de hinchas, brindó un discurso que pareció escrito con la tinta de su corazón.

“Todo el recorrido, todo lo que hicimos. Sufrí mucho en todo el camino, no fue fácil. Me acuerdo de venir a jugar a Argentina y pasarla mal también porque no salían las cosas. Pensar en las finales perdidas que por pequeños detalles no se nos dio. Esto deja un poco atrás lo que tuvimos que pasar”, soltó el crack rosarino.

Sí, Messi la pasó mal en su propio país y hasta fue silbado en la Copa América de 2011. Era feliz en Barcelona, donde jugaba con la sonrisa a flor de piel, y lo dominaba el gesto adusto con la camiseta celeste y blanca. Y la historia se dio vuelta casi al mismo tiempo en la Selección y en el PSG.

Messi pasó a ser el argentino más venerado en su tierra, potenciado por la copa dorada que persiguió durante toda su carrera. También, el extranjero más reprobado en París. Este domingo, sin ir más lejos, los ultras del equipo galo lo silbaron antes, durante y después del partido que terminó con la victoria del Olympique de Lyon, conjunto en el que milita otro campeón del mundo: Nicolás Tagliafico.

Cuando desde los altoparlantes se escuchó la lectura de la formación del PSG, un coro de silbidos bañó a Leo. Y en algunos pasajes del partido, también se oyó el abucheo. El aliento selectivo de los hinchas parisinos es llamativo. Si un jugador no les cae bien, ¿no es mejor ignorarlo que generar un clima hostil y contraproducente para su equipo?  Es cierto que Messi está jugando en el país al que Argentina le arrebató el bicampeonato mundial. También, que había generado altas expectativas. Pero ni siquiera en este segundo año, en el cual tuvo registros muy superiores al pasado, es valorado. Y los rumores de su salida al Barcelona tampoco ayudan.

🚨La bronca du Parc des Princes pour Messi
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— ParisSG INFOS (@Paris_SGINFOS) April 2, 2023

El sábado, tras la goleada (4 a 0) del puntero de La Liga española ante el Elche de Sebastián Beccacece, el director deportivo del club catalán, Mateu Alemany, manifestó: “Es un jugador que representa mucho para el club y para la historia del fútbol… Nosotros estamos centrados en el equipo porque Leo está ahora en otro club. El futuro dirá”.

No será fácil un regreso de Messi al Barcelona. Más allá de la relación con Xavi, su ex compañero y con quien habla regularmente, y el deseo de su familia de regresar a la Ciudad Condal, también es cierto que su vínculo con Joan Laporta quedó resquebrajado. En definitiva, el presidente priorizó la coyuntura económica y el Fair Play financiero.

Thierry Henry respaldó a su ex compañero. “Messi tiene que volver al Barcelona por amor al fútbol y porque no se fue como debía de allí. Da vergüenza escuchar los silbidos. No se puede pitar a uno de los mejores jugadores del equipo con 13 goles y 13 asistencias en la Liga, más otros 4 goles en la Champions”, dijo el francés.

Leo no le dio el “sí” al PSG. Su contrato vence el 30 de junio y no está cómodo con los hinchas, quienes soñaban con la Champions, hartos de ganar la Ligue 1. Su padre, Jorge, viajó a Arabia Saudita, donde los jeques ven con buenos ojos reeditar el viejo clásico con Cristiano Ronaldo. Miami es otro destino seductor.

Messi, en tanto, este domingo no tuvo un buen partido, se mostró impreciso.

Lo mejor fue una pared -taco mediante- con Mbappé que el astro francés resolvió mal. Lo pudo perder antes PSG, pero Alexandre Lacazette falló un penal. En el segundo tiempo, Lyon se puso en ventaja con un gol de Bradley Barcola y sostuvo el triunfo replegado y con las firmes manos de Anthony Lopes ante un Messi cada vez más desangelado en la tierra de los subcampeones.