Estos son los aviones militares fabricados en el país que Argentina presentará en Chile
El “Pampa III” y el “Malvina” son desarrollos de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), pensados para entrenamiento y vigilancia de fronteras. Su fabricación comprende un proceso de sustitución de proveedores extranjeros por pequeñas y medianas empresas tecnológicas locales.
El avión de entrenamiento avanzado IA 63 “Pampa III” (tercera generación del clásico Pampa) y el desarrollo del avión de entrenamiento básico IA 100 “Malvina” serán los ejes de la exhibición con la que la industria aeroespacial argentina participará desde este miércoles en la edición 2022 de la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae) que Chile organiza cada dos años, con la participación de fabricantes y desarrolladores de todo el mundo.
La exhibición argentina contará con la participación de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), INVAP, FixView, y Redimec junto a PyMEs tecnológicas que forman parte del ecosistema de proveedores locales de los proyectos de desarrollo tecnológico para la Defensa.
La edición 2022 de Fidae será inaugurada este miércoles por la tarde en el predio del Grupo de aviación N°10 de la Fuerza Aérea de Chile por el presidente de ese país, Gabriel Boric, que regresa de su primera gira internacional en la que participó de una visita de estado a la Argentina que incluyó a las políticas de Defensa en la agenda bilateral.
El IA 100 Malvina
El ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, participará el jueves de Fidae, cuando tenga a su cargo la presentación del proyecto IA 100 “Malvina”, el desarrollo de un avión de entrenamiento básico con capacidades acrobáticas que va a tener como primer usuario a la Fuerza Aérea Argentina y que tiene la potencialidad para responder a las necesidades de numerosos aeroclubes o evolucionar en un avión de enlace.
IA 100 “Malvina”. Crédito: Wikipedia.
El proyecto IA 100 fue desarrollado por un grupo de jóvenes ingenieros de FAdeA entre 2014 y 2015, iniciativa que en 2016 fue discontinuada por las autoridades políticas hasta que en 2020 fue reactivada a través de un financiamiento del Instituto de Ayuda Financiera para Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF) por la suma de 2.500.000 dólares.
El avión que producirá la Fábrica Argentina de Aviones ubicada en Córdoba cuenta con la capacidad de formar pilotos militares en instancias iniciales del proceso de capacitación, consta de bajo costo de adquisición y operación, además de un soporte logístico por 30 años.
En ese sentido, el proyecto plantea una posible adaptación de tercer tripulante en cabina para etapas de instrucción de navegación y de aplicación al ámbito civil y crecimiento posterior versión 4 plazas.
El Pampa III
El avión de entrenamiento avanzado IA 63 “Pampa” III es la más moderna versión de la aeronave de fabricación nacional que cumple funciones en la IV y en la VI brigada aérea de la Fuerza Aérea Argentina para la formación de pilotos, además de participar en despliegues de adiestramiento y vigilancia en la frontera norte y en el atlántico sur.
Foto: Ministerio de Defensa.
A través del Fondo Nacional para la Defensa (Fondef) la Fábrica Argentina de Aviones avanza en un proceso de sustitución de proveedores extranjeros por pequeñas y medianas empresas tecnológicas locales que se especializan en el reemplazo de componentes del “Pampa III” que hasta ahora debían será importados.
Incentivo a la industria de la defensa
Desde Chile, la secretaria de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa, Daniela Castro, afirmó en diálogo con Télam que “Fidae es una feria internacional muy importante en la que Argentina siempre jugó un rol destacado, esta es la primera edición después de la pandemia y es una gran oportunidad en el marco de la nueva política de Defensa y de la puesta en marcha del Fondef para presentar proyectos de desarrollo nacional como el ‘Pampa III’ y el ‘Malvina’ que va a ser introducido por el ministro Taiana junto al vicepresidente de FAdeA, Franco Giuggioloni”
“Este ámbito facilita la visualización y el intercambio con proveedores de todo el mundo y aumenta las posibilidades de exportación de nuestros desarrollos tecnológicos, que es uno de los desafíos de las políticas de producción para la defensa; ya se habían hecho presentaciones del ‘Pampa III’ para las fuerzas aéreas de la región, pero acá van a poder verlo en vuelos de demostración de su calidad y nivel tecnológico e interiorizarse en profundidad sobre este proyecto y el resto de los que impulsa FAdeA”, resaltó.
Castro ponderó que “en esta edición de Fidae además de participantes argentinos históricos como FAdeA o el INVAP también van a estar varias PyMEs tecnológicas que vienen creciendo y que desde la puesta en marcha del Fondef se consolidaron como proveedoras de las empresas del ministerio de Defensa; de hecho estamos realizando un relevamiento que ya suma cerca de 3.000 PyMEs locales como proveedoras de la Defensa a través del ministerio, las fuerzas armadas o los organismos científicos”.
Foto: Ministerio de Defensa.
“Con el proyecto IA 100 ‘Malvina’ comenzamos el año pasado junto al ministerio de Desarrollo Productivo el proceso para consolidar a los proveedores locales que van tener a su cargo del desarrollo de distintas aeropartes, y esperamos comenzar la campaña de vuelos este mismo año; es un avión que como tarea primaria va a tener el adiestramiento básico de nuestros pilotos pero que en su evolución tiene el potencial de ser un avión de enlace o responder a las necesidades de aeroclubes de todo el país”, completó la funcionaria.
De acuerdo con el pronóstico del SMN, las condiciones comenzarían a mejorar a partir de hoy
Tras un fin de semana largo marcado por la inestabilidad y la presencia de fuertes tormentas, inicia una nueva semana y llega con una leve mejoría en el tiempo. Si bien no se esperan lluvias en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), el cielo estará mayormente nublado. También se espera un aumento en la temperatura.
Para este lunes, el pronóstico del SMN indica que, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el Conurbano bonaerense, la temperatura mínima será de 14 °C y la máxima de 23 °C. Durante las primeras horas del día se esperan vientos de entre 23 y 31 km/h, con ráfagas que pueden alcanzar los 50 km/h.
Hacia el interior de la provincia de Buenos Aires, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), habrá nubosidad variable, con mayor presencia de nubes en el este bonaerense, desde Punta Indio hasta Miramar.
El pronóstico extendido en CABA.
Ya para el martes se prevé que cesen las alertas para todo el territorio bonaerense. Asimismo, el tiempo tendrá una leve mejoría en el AMBA. Si bien la temperatura mínima será de 16 °C y la máxima solamente aumentará a 24 °C, habrá menos viento y el cielo estará más despejado.
El miércoles, por otro lado, se producirá un aumento en la temperatura, con una mínima de 16 °C y una máxima de 26 °C, con el cielo mayormente nublado. Esta tendencia se mantendrá durante el jueves, con 17 °C y 27 °C.
En la previa del fin de semana volverá a registrarse un descenso en la temperatura. Aunque la mínima continuará en 17 °C, la máxima solamente alcanzará los 23 °C.
Las alertas que están vigentes en el resto del país
El SMN lanzó advertencias para Chubut (Meseta de Escalante – Sarmiento – Sudoeste de Florentino Ameghino)y Santa Cruz (Meseta de Deseado – Meseta de Magallanes) para este lunespor viento.
Estas áreas serán afectadas por vientos del sector oeste con velocidades entre los 40 y 60 km/h, con ráfagas que pueden alcanzar los 90 km/h.
Las alertas amarillas por fuertes vientos en el sur argentino.
De la misma manera, el organismo emitió una alerta amarilla para el martes en Mendoza (zona baja de Malargüe) por viento Zonda y en San Luis (zona baja de Belgrano – zona baja de Juan Martín de Pueyrredón), La Rioja (General Juan Facundo Quiroga – General San Martín – Rosario Vera Peñaloza) y Catamarca (Ambato – Ancasti – Capayán – Capital – El Alto – Fray Mamerto Esquiú – La Paz – Paclín – Santa Rosa – Valle Viejo – Zona serrana de Pomán) por viento.
El área de Mendoza afectada por viento Zonda tendrá velocidades estimadas entre 30 y 45 km/h con ráfagas que podrían alcanzar los 65 km/h. Este fenómeno puede provocar reducción de la visibilidad, aumento repentino de la temperatura y condiciones de humedad relativa muy bajas.
Por ello, el SMN recomienda asegurar los elementos que puedan volarse, mantenerse alejado de los árboles, ya que la fuerza del viento podría quebrar alguna de sus ramas, no estacionar vehículos bajo los árboles y mantener las viviendas cerradas de la manera más hermética posible.
Todas las regiones que estarán bajo alerta este martes
Además, aconsejaron contar con una mochila de emergencias que incluya una linterna, una radio, documentos personales y un teléfono, elementos considerados fundamentales para afrontar cualquier eventualidad. Además, subrayaron la importancia de mantenerse informado a través de los canales oficiales, lo que permite recibir actualizaciones y alertas en tiempo real.
La Policía bonaerense capturó este domingo a A.S., de 17 años, mientras que otro joven, de 18 y apodado “Capucha”, continúa prófugo por el homicidio
Tras el homicidio de Melody Cerdan Avendaño, la adolescente de 14 años que recibió un disparo en su rostro, en medio de un confuso episodio ocurrido durante una fiesta clandestina en Quilmes, personal de la DDI capturó, en las últimas horas, a un sospechoso de 17, indicaron fuentes policiales a Infobae.
Además, los investigadores buscan a otro adolescente, de 18 años y apodado “Capucha”, quien también fue imputado por homicidio por la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil N°1 local, a cargo de la investigación.
Las fuentesprecisaron que la aprehensión de presunto homicida, identificado como A.S., se concretó este domingo y su localización fue posible tras las tareas investigativas efectuadas por personal de las divisiones Homicidios y Unidades Investigativas de la DDI Quilmes.
Los efectivos hallaron a uno de los principales sospechosos en inmediaciones de la casa ubicada sobre calle Pampa entre 176 y 177, el lugar donde se había realizado la fiesta a la que había asistido Melody.
Ahora la Policía se encuentra tras los rastros de T.G., alias “Capucha”, quien también habría participado de la disputa que terminó con la muerte de Melody.
El asesinato de Melody
Melody murió tras recibir un balazo en la cabeza mientras participaba de una fiesta clandestina en la Villa La Iapi, en la ciudad de Bernal Oeste, partido de Quilmes.
El escenario del hecho fue una vivienda particular donde, según publicaciones difundidas en redes sociales, se celebraban habitualmente encuentros a los que se accedía mediante el pago de una entrada de 500 pesos y en los que también se vendían bebidas alcohólicas. La reunión derivó en una pelea entre dos adolescentes, pero luego la violencia escaló y se desató el caos.
Testigos informaron que la situación se descontroló rápidamente y produjo pánico, corridas y gritos. En medio de la confusión, Melody fue alcanzada por un disparo que le quitó la vida casi de manera instantánea.
Luego de ello, y según informó el portal La Noticia de Quilmes, algunos de los asistentes a la reunión llamaron de inmediato al 911, y personal del Comando de Patrullas departamental acudió junto a una ambulancia del SAME que trasladó de urgencia a la joven al hospital Iriarte. Los médicos de turno confirmaron su fallecimiento pese a los esfuerzos por reanimarla.
El hecho derivó en un operativo a cargo de agentes de la Comisaría Séptima de Quilmes y de la Fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N°1 de Quilmes, dependiente del Departamento Judicial local.
Los investigadores buscan establecer la secuencia precisa, identificar a quienes portaban armas y determinar quién disparó el proyectil mortal.
Durante la madrugada permanecieron demorados varios adolescentes que estuvieron involucrados en los disturbios, mientras que el personal policial se abocó a tomando declaraciones de posibles testigos. Se secuestraron teléfonos celulares para analizar audios, mensajes y videos compartidos en redes sociales que pudieran aportar elementos para reconstruir la escena.
Además, la Policía continúa revisando las grabaciones de cámaras de seguridad públicas y privadas ubicadas en la cercanía de la vivienda. El objetivo es rastrear movimientos de los asistentes antes, durante y después de la fiesta, y detectar posibles vehículos sospechosos que hayan abandonado la zona poco después del hecho.
Según la familia, muchas personas habrían presenciado el crimen, pero existe temor a represalias y falta de confianza en las autoridades.
María vive en Moreno, tiene 63 años y una enfermedad autoinmune irreversible que avanza sobre sus articulaciones y huesos. La Corte bonaerense debe resolver su caso
El botón de descarga del inodoro no anda. No importa porque María, la dueña y única habitante estable de esta casita en el fondo de un terreno en La Reja, Moreno, no va al baño de su casa hace siete años. No puede. Una enfermedad autoinmune la tiene postrada en su cama, así que los ocho o diez pasos que separan su cama del inodoro son un abismo infranqueable.
María del Carmen Ludueña, que tiene 63 años y que aprendió a trabajar a los 14 ó 15 en el frigorífico en el que trabajaba su papá, no puede cambiar los canales del televisor que le hace compañía hasta que logra dormirse. No puede tomar agua sin que alguien le acerque el vaso y una pajita, ni sentir la boca limpia si nadie le pasa una servilleta por las comisuras.
No puede comer si nadie le corta tan chiquito como se les corta a los bebés de seis meses que apenas ingieren sólidos, o si la galletita no se deshizo en el café con leche. No sabe por cuánto tiempo podrá apenas eso a la hora de comer: la parálisis, dice, empieza a apropiarse también de la deglución. No puede quedarse dormida si nadie acomoda las almohadas como las necesita y si esa misma persona no le pone pañales limpios.
De todas las cosas que María no puede hacer desde esa cama que es su casa y los dos metros cuadrados en los que ni siquiera puede rotar sin ayuda, hay dos con las que insiste especialmente. No puede dejar de sentir dolor. Un dolor que apenas baja un rato por día gracias a analgésicos a los que su cuerpo chiquito y atrofiado ya se sobreadaptó, y este mes ni siquiera, porque PAMI omitió darle la droga más potente. Y no puede dejar de pensar en todo lo que le pasa y en todo lo que no le pasa porque no puede moverse. “Por desgracia mi mente es muy lúcida. Porque si al menos tuviera algún problema mental que me tuviera más perdida, no me daría cuenta de todo lo que pasa. Pero me doy cuenta de todo”, le dice María a Infobae.
En 2012 se sancionó la Ley de Muerte Digna pero la eutanasia aún no fue legislada en la Argentina. EFE/Biel Aliño
María quiere morirse. Y necesita, como para todas las demás acciones desde hace casi una década, ayuda. En noviembre del año pasado, a través de un defensor oficial y con el acompañamiento de su única hija, Mariela, y de su hermana Bety, presentó un recurso de amparo para acceder a un proceso de eutanasia. Pide asistencia legal para morir sin que nadie sea penalizado por el proceso, algo que no está legislado en la Argentina y que por eso intenta gestionar por la vía judicial. No tiene dudas sobre lo que pide, y dice: “Cualquiera que pase 24 horas como yo pediría lo mismo”.
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“Esto no es vida”
María del Carmen Ludueña supo con certeza en 2001 de dónde venían los dolores articulares que habían empezado varios años antes. En enero de ese año, y gracias a la intervención de un médico reumatólogo del Hospital Nuestra Señora de Luján, le pudo poner nombre a su cuadro: artritis reumatoidea poliarticular, seropositiva y erosiva en curso grave, resistente a antiinflamatorios, corticoides e hidroxicloroquina. A eso se le sumaba el diagnóstico de osteoporosis con alto riesgo de fractura.
“Los dolores habían empezado en unas vacaciones, en Entre Ríos. Un día me desperté con los pies completamente hinchados y doloridos, ahí empezó todo”, reconstruye María, que se acuerda de cada fecha, de cada médico, de cada internación, de cada droga a la que su cuerpo se fue volviendo resistente. Dolían los pies y las manos, pero sobre todo las rodillas. A veces, todavía le duele la rodilla izquierda, que le amputaron en mayo de este año: es el síndrome del miembro fantasma, que le hace sentir dolor incluso en las partes de su cuerpo que ya no están ahí.
“Yo al Dr. Somma, que es el médico que finalmente logró diagnosticarme, le pregunté si la enfermedad me podía dejar en silla de ruedas. Me dijo que sí. Entonces le pregunté si me podía dejar completamente postrada en una cama. Me dijo que sí. Y yo le agradecí, porque me dijo la verdad y porque hasta ese momento nadie me sabía decir qué iba a pasarme”, cuenta María en la cama desde la que se escucha la tele puesta en un noticiero y se ve el dibujo que hizo su nieta más chica, pegado en una de las puertas del placard.
“Los síntomas eran cada vez peores. Se hinchaba más, dolía más, se deformaban más las manos y los pies”, cuenta María, que igual seguía trabajando. “Yo estaba sola con mi hija, que todavía era chica. Siempre me arreglé para que no nos faltara nada. Así que me arrastraba, arrastraba mis pies, pero iba. Trabajé limpiando casas, en un hotel, me armé un negocito en mi casa. Pero en un momento no pude más”.
María quedo postrada hace 7 años tras una caída que le produjo lesiones severas. La artrosis y la osteoporosis deterioran gravemente sus huesos, articulaciones y cartílagos. Fotos: Gastón Taylor
La enfermedad autoinmune que sufre María tiene tratamiento pero no tiene cura. En sus formas más graves, deforma articulaciones, cartílagos y huesos. Destruye la estructura ósea y articular del cuerpo. Y duele. Todos los días, a todas las horas. María perdió su pierna izquierda -del muslo para abajo- porque la prótesis que tuvieron que ponerle después de que su rodilla se destruyera fue rechazada por su cuerpo y sufrió una infección casi mortal. Su brazo derecho está doblado a la altura del codo, paralizado, como sus dedos, estirados en distintas direcciones, rígidos.
El riesgo alto de fracturas, producto de la artritis y la osteoporosis, se cobró sus facturas. María tuvo dos caídas graves. “La última fue la que me postró, hace siete años. Yo pensé que con rehabilitación iba a poder recuperarme, pero no pude más nada. Mi cuerpo ya no pudo recuperarse y fui perdiendo cada vez más movilidad”, describe María. Sobre su cama, hay una estructura que, en otras condiciones, le permitiría agarrarse para poder levantarse, o al menos acomodarse en la cama por sus propios medios.
El colchón antiescaras en el que duerme se lo provee PAMI: está roto, se desinfla. La cama ortopédica, indicada por su médica, llegó la semana pasada: PAMI demoró casi un año en darle acceso a esa prestación. Los remedios e insumos que la médica solicita pero que PAMI no provee se pagan con la jubilación de 270.000 pesos que cobra María mensualmente: al menos 70.000 se van en la farmacia.
“¿Quién me puede decir que esto es vida? Esto no es vida, esto es una tortura. Me hablan de darme las mejores condiciones para que tenga la mayor calidad de vida posible, ¿qué calidad de vida? Esto es un calvario, yo lo único que pido es clemencia, que alguien me escuche y me ayude”, dice María. La palabra “calvario” se repite una, dos, diez veces. Es la que más usa para contar cómo es esa permanencia a perpetuidad en la cama en la que la acomodan, la alimentan, le alcanzan agua o una chata, le cambian los pañales para irse a dormir, le cambian el canal del televisor, le dan la pastilla que la ayuda a parar de pensar y dormir.
Cinco proyectos, ninguna ley
Argentina sancionó la Ley de Muerte Digna en 2012. Se trata de la posibilidad de que una persona, ante una enfermedad incurable o terminal, rechace tratamientos médicos que prolonguen artificialmente su vida o causen un sufrimiento desmesurado. Sin embargo, la asistencia legal para morir, también llamada eutanasia activa, no está legislada.
Hay cinco proyectos de legalización de la eutanasia en el Congreso Nacional. Pierden estado parlamentario a fin de este año
Ahora mismo, y contemplando la Cámara de Diputados y el Senado, hay cinco proyectos de ley para regular la eutanasia que fueron presentados en el Congreso de la Nación y que aún tienen estado parlamentario, es decir, que pueden debatirse. Mariana Juri, Rodolfo Suárez y Miguel Ángel Pichetto son algunos de los legisladores que impulsan alguno de esos proyectos, denominados, según el caso, “Ley de Buena Muerte”, “Buena muerte médicamente asistida” o “Régimen legal de asistencia para terminar con la propia vida”, entre otros. En caso de no debatirse en lo que queda del año legislativo, los cinco proyectos perderán el estado parlamentario y deberán volver a presentarse desde cero.
Como no hay ley que la ampare, María acudió a la vía judicial para que su caso en particular sea evaluado. “El juzgado de primera instancia rechazó el recurso de amparo in limine, es decir, de cuajo, sin interiorizarse con la historia y la situación de María. Simplemente determinó ‘esto no es legal, no se hace’. Apelamos y la Cámara volvió a rechazarlo, así que estamos ante la Corte de la Provincia, donde presentamos un recurso extraordinario”, explica Pablo Molins, defensor oficial en Moreno y abogado de María.
La Corte, que tiene nombrados sólo a tres de los siete jueces que tiene previstos, dio traslado del expediente que cuenta la historia y el pedido de María tanto a la Procuraduría como al Ministerio de Salud provincial para que lo revisen. Esa cartera sería, en última instancia y si se da lugar al pedido de María, la que determine quién le prestaría la asistencia legal para morir. Esa persona, a la vez y por adelantado, debería ser despenalizada.
“La Corte provincial está sobrepasada de trabajo. La Provincia es el mayor distrito judicial del país, por lejos, así que sabemos que puede tardar en definirse, pero es importante algo que pidió el Ministerio Público: que los jueces de ese organismo se acerquen a conocer de cerca la historia de María”, describe Molins.
“Si yo hubiera podido hacer algo, ya lo hubiera hecho”
“Después de la última caída, yo tenía la esperanza de que me iba a recuperar e iba a poder seguir caminando. Con mis dificultades, pero que iba a poder. Pero no me pude levantar más de la cama, mi cuerpo se deterioró muy rápido y ya no pude más. Si yo hubiera podido hacer algo para irme, para morirme, ya lo hubiera hecho. Pero ni siquiera tengo fuerza ni movilidad para eso”, dice María. Habla, concretamente, del suicidio. “Cuando tuve la oportunidad de tomar algo o de tirarme debajo de un tren, todavía tenía la esperanza de que iba a mejorar. Pero la caída me postró y ya no pude hacer nada”, dice.
María junto a Mariela, su única hija, hace algo más de veinte años
La decisión de pedir asistencia legal para morir llegó el año pasado. “Una vez que decidí, decidí. Nunca fui y vine con eso, estoy completamente decidida y por eso lo pido. No quiero esta supuesta vida. Mi mejor calidad de vida es que me saquen de este calvario. Esto es demasiado para un ser humano, no puedo más”, asegura María.
Habló con su familia sobre su decisión: “Les dije que yo no quiero vivir más así, que tomé esta decisión. Mi hermana me ayudó a contactar a los abogados para que me ayuden, y gracias a Dios me escucharon. Ahora necesito que me escuchen los jueces”.
No extraña nada, dice María. “No extraño nada porque sé que no puedo hacer nada de lo que extrañe, así que me mentalicé para no entrar esos pensamientos, porque no hay nada de lo que yo podía hacer que ahora pueda seguir haciendo”. No puede jugar al voley como hizo hasta casi los 40 años. No puede cuidar a sus nietos de 15 y de 9. No puede trabajar. No puede subir o bajar de un colectivo. No puede cocinar, ni cambiar de canal el televisor, ni caminar hasta el baño, ni comer una galletita que no venga disuelta en el café con leche que toma con bombilla.
Dice que cree en Dios. “Necesito creer en algo porque creer es como un apoyo, pero esto me lleva a creer cada vez menos, porque si hay un Dios, ¿por qué no me ayuda? ¿por qué no me ayuda lo que sea que haya en el universo”. María llora y, de a ratos, también llora Mariela, su hija, de 41 años.
Mariela vive con sus dos hijos en la casa más grande del terreno, la casa donde su mamá la crió y donde ahora ella atiende a las clientas que buscan arreglarse las uñas o las cejas pero que a fin de cada mes escasean. “Ahora hay una cuidadora de PAMI 8 horas por día, pero antes hacía todo yo”.
Ahora mismo, Mariela se ocupa de todos los trámites ante PAMI y junto a los abogados, de insistir cuando algunos remedios no llegan, de preguntar para cuándo la cama ortopédica. De cortar la comida bien chiquita, limpiar las comisuras de su mamá, acercarle el vaso con agua y la pajita, bajar el volumen de la tele, abrigarla, desabrigarla, acomodarle los almohadones. De acompañarla en este deterioro irreversible que empezó por los dedos de los pies y ahora está paralizando casi completamente todas las cervicales.
“Soy hija única, ya no tengo a mi papá. Es mi mamá y me duele pensar en no tenerla conmigo porque es mi compañera, la que me escucha, la que me pelea, la que me da consejos”, dice Mariela, llora y sigue: “Pero sé lo que sufre, sé cómo es su vida, los dolores que tiene, lo que le toca vivir. Por eso entiendo lo que pide y la acompaño”.
“Esto no es vida, esto es una tortura”, dice María desde la cama en la que permanece desde hace siete años. Fotos: Gastón Taylor
—María, ¿cómo te imaginás el momento que pedís que llegue? El de que alguien te ayude a morir.
—Creo que sería un momento feliz. Que me iría contenta y que libraría mucho a mi hija. Por eso pido que alguien me escuche y se ponga de mi lado. Que alguien trate de vivir un minuto como yo vivo las 24 horas del día. Mirando un techo que ya me sé de memoria, con dolores que no paran. Siento un cansancio de cuerpo y de mente que no puedo describir, por eso quisiera cerrar los ojos e irme. No sé qué me espera después de eso, pero creo que va a ser mejor que lo que tengo ahora.