Franco Florio, el velocista porteño que hace poco tiempo asomó como la gran promesa de nuestro país en esa distancia -después de alternar el atletismo con el rugby seven-, acaba de concretar un hito, realmente histórico, con el nuevo récord nacional de los 100 metros llanos: 10s11, con un leve viento favorable -y reglamentario- de 0,5 m/s.
Fue durante la final de esa prueba en el Campeonato Sudamericano u23, que se inició este jueves en el Centro Nacional de Cascavel, estado de Paraná, Brasil.
Florio ocupó el segundo puesto y se llevó la medalla de plata, escoltando al defensor del título, el brasileño Erik Felipe Barbosa Cardoso, quien marcó 10s08. La medalla de bronce fue para el colombiano Ronal Longa con 10s30.
El anterior récord argentino era de 10s23 y pertenecía a uno de los grandes velocistas de nuestra historia -semifinalista mundial de 200-, Carlos Alberto Gats, quien lo había logrado el 17 de julio de 1998 en el Campeonato Iberoamericano en Lisboa. Dicha marca fue igualada por el bahiense Gabriel Simón, un año más tarde (25-6-99) en la altitud de Bogotá.
Desde entonces, ningún “sprinter” argentino se había acercado a esos niveles, hasta que la aparición de Florio hizo crecer la expectativa sobre sus posibilidades. Tras el parate por la pandemia, brilló con su título nacional y su mejor marca personal de 10s24 -a una centésima del récord- al ganar el Campeonato Argentino en Rosario, a fines de 2020.
Franco Florio. Foto Twitter @DeportesAR
En la última temporada comenzó a demostrar sus posibilidades en la competición internacional, logrando la medalla de bronce en el Panamericano u23 de Cali (10s37). Y marcó otro hito en mayo pasado, su medalla de bronce con 10s31 en el Campeonato Iberoamericano en La Nucía, España.
Atleta del Club Quirón, este jueves se había mostrado en óptima forma al correr en 10s20, aunque con viento a favor, durante las eliminatorias. En la carrera decisiva, y tras un arranque que lo veía algo dubitativo, afirmó su accionar a partir de los 30 metros y libró un intenso duelo con el favorito Barbosa Cardoso, quien consiguió mantener una mínima luz de ventaja hasta el final, para asegurarse nuevamente la dorada, como un año atrás en Guayaquil.
“Estoy muy emocionado, siento que es un premio a todo el trabajo que hice en estos meses. Tuve una buena experiencia de torneos con velocistas importantes en Europa, luego del Iberoamericano, me sirvió para seguir aprendiendo. Y en las últimas semanas, me preparé especialmente para este Sudamericano y para los próximos Odesur de Asunción, que serán el broche para la temporada”, expresó Florio a Clarín desde Cascavel.
Franco Florio con la camiseta de Los Pumas Seven, en el Seven de Vancouver 2019.
El flamante récord de Florio corona el momento de recuperación de la especialidad de velocidad dentro del atletismo argentino, que se da con un crecimiento general de marcas y con la aparición de otros importantes valores como el menor santafesino Tomás Pablo Mondino (10s36 en el Mundial u20 de Cali) y Elián Larregina, este sobre 400 metros llanos.
“Es un orgullo que vayan apareciendo buenos velocistas después de tanto tiempo -dijo Florio- Tal vez, en algún momento, podamos volver a contar con una posta de 4×100 metros en un Mundial o en Juegos Olímpicos, sería un trabajo de conjunto muy importante”, agregó.
Con su marca de este jueves, Florio se ubica como el cuarto mejor velocista sudamericano de esta temporada (una lista que lideran tres brasileños: Rodrigo Pereira do Nascimento con 10s04, Felipe Bardi dos Santos con 10s04 y el citado Erik con sus 10s08).
En el historial de los Campeonatos Sudamericanos u23 -surgidos hace casi dos décadas en Barquisimeto- el único argentino que había llegado al podio de los 100 metros era Otilio Rosa, subcampeón en Cuenca 2018 con 10s50. Florio había participado el año pasado en Guayaquil, ocupando el sexto puesto con 10s58.
A nivel de mayores, el atletismo argentino había logrado ocho títulos en Campeonatos Sudamericanos, pero el último de ellos hace más de 70 años, en 1947 con el recordado Gerardo Bönnhoff. Desde entonces, el único que llegó a una medalla de plata fue Pedro Bassart en 1971, mientras que el último en alcanzar una medalla de bronce fue Carlos Gats en 1997. La aparición de Florio, Mondino y otros jóvenes valores ilusiona con revertir esa situación y con devolver a la velocidad argentina a los primeros planos de la región.
Otra gran figura argentina en este Sudamericano u23 que se inició en Cascavel es el puntano Bruno Agustín De Genaro, quien conquistó los 400 metros con vallas en 50s55, estableciendo el nuevo récord nacional de la categoría u20 y el cuarto registro histórico absoluto para nuestro país. De Genaro venía de marcar 50s.86 en el Mundial u20 de Cali, donde fue semifinalista.
Estas actuaciones, como las recientes del Sudamericano u18 en Sao Paulo, el progreso colectivo de nuestros fondistas y la gran performance del equipo nacional en el Iberoamericano de La Nucía complementan lo que es la mejor temporada del atletismo argentino en mucho tiempo.
Quién es Franco Florio
Franco Florio en el Nacional de Mayores 2020 en Rosario. Foto Sebastián Lasquera/CADDA
Florio, atleta de Club Quirón, nació el 30 de mayo de 2000 en Buenos Aires y hasta ahora su mejor marca personal en los 100 metros era 10s24, conseguida el 18-12-2020 en Rosario. Acaba de superarla al convertirse en recordman nacional con sus 10s11 en Cascavel.
Fue campeón nacional de los 100 metros en mayores en 2019 (Concepción del Uruguay) con 10s60, en 2020 (en Rosario) con 10s24 y en 2022 (nuevamente en Concepción) con 10s42. También había sido campeón nacional en la categoría u18 en 2017 con 10s88.
Su debut internacional se produjo en el Sudamericano u20 de Cali (2019) cuando ocupó el 5° puesto en los 100 metros con 10s63. Al año siguiente en Cochabamba, en el Sudamericano de Pista Cubierta, logró la medalla de bronce sobre 60 metros con 6s85 y la medalla de plata con la posta 4×400.
En 2021 participó en los 100 metros del Sudamericano de mayores (Guayaquil) con el 5° puesto en 10s49, en el Sudamericano u23 (Guayaquil) con el 6° puesto en 100 metros con 10s58, 6° en 200 con 21s40 y medalla de bronce con la posta 4×100. También fue medalla de bronce en el Panamericano u23 de Cali con 10s37 en 100 metros y con la posta 4×100.
En esta temporada del 2022 volvió a ser bronce del Sudamericano Indoor en Cochabamba con 6s70 en 60 metros y bronce en los 100 metros llanos del Iberoamericano de La Nucía con 10s31, logrando ahora la medalla de plata de los 100 metros en el Sudamericano u23 de Cascavel.
El Merengue finalmente se quedó con la joya argentina que buscaban los principales clubes de Europa
La novela finalmente terminó. Una promesa de River Plate, que rompe récords y llama la atención de todo el continente, se marcha al Real Madrid, el club que ha transformado la exportación de talento joven en una política de Estado. Franco Mastantuono, a los 17 años, rubricó con su presente un destino reservado solo para unos pocos elegidos.
“El 11 de junio de 2025, Franco Mastantuono ejecutó su cláusula de rescisión, en conjunto con el Real Madrid, finalizando de forma anticipada su contrato con River Plate. El jugador se incorporará al club español tras la disputa del Mundial de Clubes FIFA 2025. El monto total de la operación fue de € 63,2 millones, equivalentes a USD 72,6 millones, constituyéndose como la mayor transferencia en la historia del fútbol argentino. River Plate percibirá € 45 millones netos (USD 51,7 millones)“, informó el Millonario en su sitio oficial.
En su anuncio, el conjunto de Núñez también aclara que el resto del dinero se dividió de la siguiente manera: € 11,8 millones (USD 13,6 millones) al fisco español, € 1,4 millones (USD 1,6 millones) a Futbolistas Agremiados, € 0,9 millones (USD 1 millón) a Fondos Estructurales AFA, € 3,6 millones (USD 4,1 millones) por el Decreto 510/2023 y € 0,5 millones (USD 0,6 millones) por otras tasas.
“Gracias, Franco, por tu entrega y talento. Un orgullo verte crecer en el Club. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa que viene post Mundial de Clubes“, añadió el club.
La Casa Blanca, por su parte, no profundizó en cuanto a los números de la operación a la hora de anunciar la contratación de la joven joya argentina. “El Real Madrid C. F. comunica que Franco Mastantuono será jugador de nuestro club durante las próximas seis temporadas, desde el 14 de agosto de 2025 hasta el 30 de junio de 2031. Mastantuono se formó en la cantera de River Plate entre 2019 y 2024, y ha formado parte del primer equipo en la pasada temporada 2024-2025. En febrero de 2024, se convirtió en el goleador más joven en la historia de River Plate, equipo con el que ha ganado una Supercopa de Argentina. A sus 17 años, también es el jugador más joven en jugar un partido oficial con la selección de Argentina en toda su historia”, informó.
En el desenlace de su traspaso, otro nombre merece un apartado: Juni Calafat. Para comprender la dimensión de este pase, hay que entender la relevancia que el directivo español tiene en la estructura del Real Madrid. Calafat, de 52 años, Chief Scout y Director de Fútbol Internacional, fue el protagonista silencioso detrás de los fichajes de Vinicius Jr., Rodrygo, Fede Valverde, Militao, Camavinga, Bellingham y Arda Güler, entre otros. Su metodología no reside únicamente en el análisis técnico y el seguimiento de videos, sino en el vínculo personal, la empatía con las familias y la capacidad de interpretar el entorno sudamericano mejor que nadie en Europa.
La intervención de Calafat fue determinante en la puja con el PSG. Ante la avanzada del club francés, el Real Madrid aceleró y envió a Buenos Aires a su principal estratega. El español tomó contacto con el entorno íntimo de Mastantuono, ofreció más que un proyecto deportivo, y tejió el mismo lazo de confianza que supo emplear en anteriores operaciones exitosas. Su presencia, además de ser una declaración de intenciones, inclina hacia el club blanco a casi cualquier talento sudamericano codiciado en el continente.
Fuentes de la negociación indican que Juni fue el principal interlocutor en la fase clave de las charlas con el representante Walter Tamer y la familia Mastantuono. Por eso, el joven acordó un contrato hasta 2031 con el Real Madrid, en una de las operaciones más resonantes de la historia reciente millonaria.
LA HISTORIA DE FRANCO MASTANTUONO:
El informe de Franco Mastantuono en España
La historia de Mastantuono es, ante todo, la de un chico que respiró deporte desde la cuna. Nació el 14 de agosto de 2007 en Azul. Cristian, su padre, fue su guía en los primeros pasos futboleros en River de Azul, la escuelita donde empezó a codearse con la pelota a los tres años, mientras en su casa compartía juegos y rutinas con su madre Sofía y sus hermanos Lucila y Valentín.
Lo extraordinario de su formación radica en que su destino parecía bifurcarse entre dos disciplinas: el fútbol y el tenis. Durante varios años, Franco dividió sus energías entre la genética de un mediocampista incisivo y los movimientos técnicos de un tenista entre los mejores Sub 12 del país. Sus entrenadores en el club Azul lo recuerdan como un talento innato, con una capacidad poco común para resolver situaciones complejas. Físicamente ágil, mentalmente predispuesto y con una táctica asombrosa para la edad, Mastantuono parecía destinado al alto rendimiento sin importar el deporte que eligiera. Ocupaba desde muy chico el top 10 de los juveniles de su categoría, venció a varios de los mejores proyectos nacionales y dejó a los técnicos con la sensación de que en la raqueta también había nacido para estar entre los mejores.
Eligió el fútbol finalmente, no porque el tenis lo haya vencido, sino porque su vocación por la pelota y el césped fue más fuerte. River Plate, a través de un trabajo paciente de su captador Daniel Brizuela, convenció a la familia con argumentos deportivos e institucionales sólidos: “Fue una pulseada de dos años con la familia. Él seguía destacándose en el tenis y nos decían que el fútbol era un juego, pero cuando lo vimos supimos que teníamos que traerlo”, rememoró el encargado de llevárselo a Núñez.
Su llegada formal a River fue en 2019, a los 12 años, aunque la seducción de los cazatalentos millonarios había comenzado antes. En su debut, en la última fecha de una liga local y con apenas un par de entrenamientos en el lomo, jugó como si ya llevara años en el club, contribuyó al título del equipo y rápidamente convenció a todos.
Franco Mastantuono brilló desde sus inicios con la camiseta de River Plate
Pocos futbolistas en la historia reciente del fútbol argentino irrumpieron con tanta naturalidad en todas las categorías como Mastantuono. Inicialmente, la zurda exquisita sobresalió en la Séptima y la Octava División, donde no solo fue goleador sino capitán y líder del grupo. Su eventual salto a las Juveniles nacionales llegó rápido: convocado a la Sub 17 y hasta fue llamado por Javier Mascherano a la Sub 20 a los 15 años.
Ya en el club de Núñez, técnicos como Martín Pellegrino y Pablo Fernández coincidieron en cuestiones clave: Franco reúne atributos técnicos superlativos y una mentalidad de competencia fuera de lo usual. Describe Pellegrino: “Es muy vertical, determinante en el uno contra uno, con una pegada formidable; de los que no ves todos los días. Hace rato que no veía a alguien golpear la pelota así”. Fernández, por su parte, le sumó: “Es líder natural, tranquilo, pero de gran personalidad. Y tiene recursos para llegar al gol de todas las formas: pelota parada, media distancia, cabeza”.
La racha de récords, en consecuencia, se dio de manera natural. El 28 de enero de 2024 debutó en Primera frente a Argentinos Juniors, con solo 16 años, 5 meses y 14 días, tercero más joven en estrenarse en el club después de Mateo Mussachio y Tomás Rossi. Apenas un par de semanas después, marcó de zurda un gol ante Excursionistas y se convirtió en el goleador más joven de la historia de River. Luego, su sello ganador se desparramó por todo Sudamérica: en abril de ese año anotó en su primer partido de Copa Libertadores en Asunción, transformándose en el más joven en lograrlo con la camiseta millonaria. Y la obra cumbre: su gol de tiro libre a Boca en el último Superclásico, que le dio a River una victoria memorable y a él el privilegio de ser también el más joven con la banda roja en anotar en ese partido con apenas 17 años, 8 meses y 13 días.
Mientras tanto, en Selección Argentina, la estadística y la historia se rindieron a sus pies. Scaloni lo citó a la Mayor y lo hizo debutar en un partido oficial a los 17 años, 9 meses y 22 días, quedando como el debutante más joven de la historia en ese contexto, superando récords previos de Alejandro Garnacho y Facundo Buonanotte.
La selección de Scaloni mostró carácter en un juego complejo, supo sobreponerse a la desventaja y con uno menos, por la expulsión de Fernández, llegó al empate 1-1.
En un partido cargado de tensión en la previa y que terminó con empujones y muchos nervios, Argentina y Colombia empataron anoche 1-1 en el Monumental por la fecha 16ª de las eliminatorias de Conmebol.
La igualdad premió al campeón del mundo, que nunca bajó los brazos y que cuando se vio en desventaja fue al frente, buscó el gol y no disminuyó en su esfuerzo hasta conseguirlo.
Al mismo tiempo, el resultado castigó a Colombia, porque, después de un inteligente primer tiempo y de irse en ventaja, se quedó sin osadía, se refugió y trató de aguantar sin lograr el objetivo.
La Albiceleste ya sacó su boleto al Mundial 2026 hace rato, pero el juego sirvió para ratificar el presente de Almada y de Álvarez, y mostró que hay equipo para un largo tiempo.
Pegó Colombia
La primera parte tuvo movilidad por ambos lados, una presión alta de Colombia y el intento de manejar con criterio la pelota por el lado de Argentina en cada una de las salidas desde el fondo.
La Albiceleste se vio un poco sorprendida por el juego del Cafetero, quien no le dejó manejar con tranquilidad la pelota y siempre colocó gente cerca de Messi como para que el capitán no pudiera manejar la pelota con simpleza.
La salida rápida y la contra fueron el arma utilizada por el equipo visitante, y desde el juego de James Rodríguez, más la velocidad de Luis Díaz, nació lo mejor del equipo de Lorenzo.
Un par de aproximaciones de los locales hizo que la gente se levantara, pero el campeón no tuvo la precisión habitual en los metros finales.
A los 23, una pelota profunda terminó en los pies de “Lucho” Díaz y el atacante del Liverpool dejó parado a “Cuti”, a Otamendi y a Molina para definir ante la salida del “Dibu”.
La transición paciente y con pases precisos en el campeón del mundo se diluyeron en los metros finales, y aunque hubo un par de buenas combinaciones entre Almada, Julián Álvarez y Messi, el final no fue el soñado por la multitud.
Con el 0-1 colocado en el marcador, los dirigidos por Scaloni se mostraron confundidos y por momentos perdieron la línea.
La chapa del campeón
En la segunda parte, y con la ventaja a su favor, la visita decidió cambiar la manera de jugar y ello fue clave para que el partido tomara un rumbo totalmente distinto, porque el técnico Lorenzo colocó un 4-5-1 y decidió resistir la diferencia.
En su afán por defenderse, dejó en libertad a Messi y el capitán generó juego y, en un par de ocasiones, el equipo estuvo cerca de llegar al gol.
Colombia apostó a una corrida de Díaz, quien en soledad siguió manejando los ataques visitantes y complicando a los locales. Pero pagó la idea de jugar unos metros más atrás.
González exigió a Mier y después el propio González estrelló un remate en el poste. Y cuando Fernández levantó el pie y vio la roja tras pegarle a un adversario y Messi dejó el campo, el campeón siguió jugando mejor, hasta que Almada la clavó cruzada y abajo para poner el empate.
Fue justicia en el Monumental, porque Colombia no se animó a ser protagonista ante Argentina y porque el campeón nunca se da por vencido.
Hay varias selecciones que podrían sellar su boleto a la próxima Copa del Mundo
Las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, se encuentran en su etapa decisiva. Este martes 10 de junio, la fecha 16 podría definir la clasificación directa de varias selecciones, entre ellas Ecuador, Paraguay y Brasil, dependiendo de los resultados de sus respectivos encuentros y de otros partidos clave.
Los enfrentamientos programados incluyen a Bolivia contra Chile en El Alto, Uruguay frente a Venezuela en Montevideo, Argentina recibiendo a Colombia en Buenos Aires, la Verdeamarela enfrentando a la Albirroja de Gustavo Alfaro en São Paulo y Perú midiéndose ante el combinado ecuatoriano en Lima.
Ecuador y Paraguay, que ya tienen asegurado el repechaje, podrían confirmar su clasificación directa al Mundial si logran una victoria en sus respectivos partidos contra el combinado incaico y la Canarinha, siempre que Venezuela no gane su encuentro. En caso de que la Vinotinto pierda, un empate también sería suficiente para que ambas selecciones aseguren su lugar sin necesidad de disputar el repechaje.
El cronograma de la fecha 16 de las Eliminatorias Sudamericanas
Por su parte, Brasil, que aún no garantizó su posición entre los siete primeros clasificados, necesita vencer al elenco guaraní para asegurarse, al menos, el repechaje. Si además los venezolanos pierden su partido, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti obtendría automáticamente su pase directo al Mundial. Incluso en caso de una derrota ante los paraguayos, el Scratch podría asegurar un lugar en la repesca si Bolivia pierde.
Quien quedaría muy cerca de lograr el boleto a la siguiente cita ecuménica en caso de una victoria es el elenco charrúa. De hecho, si logra los tres puntos en su duelo con Venezuela, los dirigidos por Marcelo Bielsa se asegurarán un lugar en el repechaje y quedarán a una sola unidad de confirmar su presencia en el máximo torneo de selecciones. Por su parte, la Vinotinto podría asegurar su lugar en el repechaje en caso de imponerse ante los uruguayos y que Bolivia pierda.
La misma situación que Uruguay corre para Colombia. Con 21 puntos, la selección cafetera se garantizará un puesto en la repesca si logra vencer a la Albiceleste, en condición de visitante y quedaría a un pequeño paso de confirmar su pasaje a Norteamérica.
Más abajo y con menos probabilidades de clasificación aparecen Bolivia, Chile y Perú. La Roja y la Verde tendrán un duelo clave en las aspiraciones de cada uno, en el que un empate no le sirve a ninguno de los dos. A los dirigidos por Ricardo Gareca, que la única forma que tienen de acceder al Mundial es por la vía del repechaje, solo le vale una victoria y esperar que Venezuela no gane. Por su parte, el elenco boliviano podría quedar eliminado en caso de perder y que la Vinotinto obtenga los tres puntos.
El combinado incaico solo tiene una esperanza: terminar séptimo y entrar a la repesca. Opción que puede quedar descartada si el elenco venezolano se impone ante la Uruguay de Bielsa. Con este panorama, se puede dilucidar que Venezuela será el gran juez de esta jornada.
Vale recordar que la única selección sudamericana que ya tiene su boleto sellado es la Argentina, que se encuentra clasificada hace tiempo y que además tiene asegurado el primer puesto.