El hecho ocurrió el jueves por la tarde en la localidad de Malargüe. El responsable del brutal siniestro tenía 0.14 gramos de alcohol en sangre, cifra que se encuentra por debajo del permitido en la provincia.
La tarde de jueves quedó marcada por una tragedia en Malargüe. Una niña de 13 años murió y su hermano de 10 resultó gravemente herido tras ser atropellados cuando cruzaban la calle.
El siniestro ocurrió pasadas las 18 en la intersección de calles Roca y Llancanelo, en las inmediaciones de la ciudad.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local MDZ, los hermanos caminaban a pie cuando fueron embestidos por un BMW que circulaba por calle Roca en sentido este.
La alerta al 911 permitió el rápido arribo de los efectivos y la constatación de la gravedad del episodio. La menor presentaba lesiones de extrema gravedad y falleció en el lugar, mientras su hermano fue estabilizado por el servicio de emergencia y trasladado de urgencia al Hospital Regional Malargüe, según informó la Policía.
Los médicos del hospital diagnosticaron que el niño, de 10 años, poseía fracturas expuestas en las extremidades y heridas de consideración. Su estado fue calificado como “grave” por los equipos sanitarios, quienes evaluaron su derivación a un centro especializado, el Hospital Humberto Notti, referencia pediátrica en la provincia de Mendoza.
El automovilista, un hombre de 31 años que manejaba un BMW, fue demorado en el lugar bajo custodia policial tras el choque. De acuerdo con la información oficial, el test de alcoholemia practicado luego del accidente arrojó 0,14 gramos de alcohol por litro de sangre.
Esta marca se encuentra por debajo del máximo legal permitido para conductores particulares en algunos distritos, aunque la normativa vigente en Mendoza establece tolerancia cero para conductores de cualquier tipo de vehículo terrestre, lo que convierte el hallazgo en un dato relevante para la investigación.
La Oficina Fiscal de Malargüe quedó a cargo de la causa, instruyendo las actuaciones iniciales y coordinando la recopilación de pruebas. Fuentes policiales confirmaron que se recabaron testimonios presenciales y peritajes accidentológicos que servirán para definir la mecánica del hecho y la eventual responsabilidad penal del conductor.
La Policía de Mendoza trabajó en el lugar
Alcoholizado, atropelló a tres inspectoras de tránsito en Neuquén
Un conductor en estado de ebriedad atropelló a tres trabajadoras de tránsito que cumplían tareas durante un operativo nocturno de limpieza en Neuquén capital. El hecho ocurrió a mediados de octubre en la intersección de Avenida Mosconi y Leguizamón, donde más de cuarenta empleados municipales se encontraban desplegados para realizar trabajos programados de recolección de residuos.
El episodio se registró cuando una camioneta que circulaba a alta velocidad impactó de lleno contra las tres agentes de tránsito, quienes iban a bordo de motos oficiales y con sus sirenas activas. El conductor, un joven que manejaba en aparente estado de ebriedad, no detuvo la marcha pese a los gritos y advertencias.
Por el contrario, una vez producido el choque, intentó maniobrar para escapar del lugar en reversa. Sin embargo, su fuga se vio frustrada: por la falta de reflejos y coordinación, el motor se apagó y el vehículo quedó detenido. En ese momento, intervino personal policial de la Comisaría Segunda, que procedió a su aprehensión.
El resultado del test de alcoholemia no dejó margen para las dudas. El conductor arrojó 1,63 gramos de alcohol por litro de sangre, un nivel que supera ampliamente el límite legal permitido. Además, según relató el subsecretario de Medio Ambiente y Protección Ciudadana, Pancho Baggio, el examen debió repetirse tres veces porque el hombre no lograba exhalar correctamente. “Dio positivo, como se sospechaba por la maniobra y por cómo circulaba en zigzag”, expresó el funcionario.
El asesinato ocurrió el 12 de noviembre en Caballito. La fiscal Mónica Cuñarro acusa a Cynthia Cecilia Maidana del homicidio y de cubrir sus rastros con mentiras. La pericia balística que la complicó y la denuncia que le hizo su propia familia
Cynthia Cecilia Maidana, suboficial de la Policía Federal Argentina,mató a tiros a su ex parejael 12 de noviembre pasado en su departamento de la calle Cachimayo del barrio porteño de Caballito. Parecía un caso de violencia de género, con una posible legítima defensa: Maidana le aseguró a la Policía de la Ciudad quela víctima, Rodolfo Benítez Bazán, taxista y padre de sus dos hijas, tenía una restricción perimetral en su contra. Al verlo entrar a su departamento, lo baleó con su arma reglamentaria.
Sin embargo, la historia dio un giro total en las últimas horas. La fiscal Mónica Cuñarro, que investiga el caso, pidió que Maidana sea indagada nuevamente por el delito de homicidio agravado por el vínculo y por el uso de un arma de fuego.
El planteo de la fiscal es inquietante: Cuñarro acusa a la oficial de matar a su ex marido a sangre fría y de montar una falsa escena del crimen para cubrir sus rastros.
La versión inicial de Maidana no le pareció convincente a Cuñarro. Entonces, la fiscal ordenó a la Policía de la Ciudad una serie de pericias forenses, como un análisis balístico profundo, y la toma de testimonios. Las pruebas fueron elocuentes.
Las manchas de sangre y la cámara de seguridad, curiosamente desconectada
“Los elementos incorporados con posterioridad a la declaración indagatoria obligan a profundizar el interrogatorio de la imputada para esclarecer contradicciones sustanciales” y “confrontar su versión con la prueba objetiva”, aseguró Cuñarro en su planteo al juzgado del caso, realizado esta semana.
La larga serie de supuestas contradicciones y pasos en falso de Maidana comienza, principalmente, con su niñera, o ex niñera.
“Una vez fuera de su domicilio, a las 2.15 horas AM del 12 de noviembre, Maidana comenzó a enviarle mensajes de WhatsApp” a la ex niñera de sus hijas, aseveró la fiscal. Le dijo que “si le preguntaban tenía que decir que ella cuidaba a las chicas, que lo hacía los días par y que la iban a llamar y tenía que decir que ese día las iba a cuidar, pero que no había podido ir por un problema”. También le pidió que esto “quedará entre ellas, que no se lo tenía que contar a su mamá y que borrara todo”.
Esta conversación se mantuvo hasta las 2.41 del 12 de noviembre, poco más de una hora antes de la muerte a tiros de Benítez.
Cynthia Cecilia Maidana
A pesar de la perimetral, se descubrió, en base a los testimonios, que el taxista asesinado cuidaba de sus hijas.No solo eso: tenía una llave del departamento de su ex.Precisamente, según cree la fiscal, ese acceso le habría permitido a Maidana matar por sorpresa a quien fuera su marido, que estaba en el lugar.
La acusada entró a su casa a las 3:03 de aquel día. “Los vecinos no escucharon gritos, amenazas, golpes, ni llamados al 911, como tampoco pedidos de auxilio que hicieran suponer que había riesgo tanto para ella como para sus hijas”, siguió el dictamen.
Así, le tiró a quemarropa en el pecho, a la altura de la tetilla izquierda. Luego, le disparó otra vez en el abdomen, a centímetros del ombligo. Peor todavía: hubo un tercer disparo, que ocurrió cuando el taxista estaba ya en el piso.
El croquis forense de la escena del crimen
A las 5, Maidana le escribió desde el celular de su hija de 8 años a su oficial superior: “Auxilio”, “ayuda”. Su ex ya estaba muerto hacía tiempo. Había roto su propio teléfono minutos antes, luego de dar de baja su cuenta de WhatsApp. Después, sostiene la fiscal, quitó la memoria de la cámara de seguridad del departamento. También, supuestamente, le plantó un cuchillo en la cintura a Benítez.
Peor todavía: sus dos hijas dormían en el departamento al momento del asesinato.
La ex niñera declaró en la causa y aportó los mensajes. Aseguró que Maidana nunca le había hablado de problemas de violencia con Benítez Bazán. La madre de Maidana también testificó. Dijo que su hija y su ex yerno tenían una relación “como se dice ahora, tóxica”.La hermana de Maidana relató una convivencia violenta antes de la pandemia, donde la policía “le revoleó un espejo” a su ex. Su oficial superior en la PFA aseguró: “Solo sabía que estaba separada. Hace uno o dos meses me comentó que estaba haciendo la revinculación entre las nenas y su padre”.
La amenaza a su familia
Hay otros expedientes en torno a Maidana que indican su supuesto perfil de violencia. Una de estas causas fue investigada este año ór la Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 22. La madre de Maidana la denunció: aseguró que amenazó a punta de pistola a otra miembro de su familia.
“La había insultado y apuntado en la cabeza con su arma reglamentaria, obligándola a realizar tareas de limpieza durante toda la noche en el hogar”, asegura un documento del caso. Poco después, Maidana confrontó a esta persona de su familia. “Hija de púta, te vas a arrepentir, te voy a matar, ¡me enloqueciste!“, le habría gritado.
Así, Cynthia Maidana terminó con varias prohibiciones de acercamiento ella misma. No puede acercarse, por ejemplo, a su propia madre. El 8 de agosto, la madre de Maidana volvió a denunciarla, al asegurar que su hija insistía con sus amenazas, esta vez por teléfono. Pese a esta denuncia, Maidana conservaba su pistola reglamentaria de la Policía Federal.
Los chats de Maidana con la ex niñera
Las pericias del caso
Las pruebas forenses fueron la otra clave. El cuchillo en la cintura de Benítez fue analizado en busca de huellas: el resultado fue negativo, solo se hallaron rastros parciales que volvían imposible probar que el taxista lo había tomado. La pericia balística, contrastada con las manchas de sangre en el cadáver, con el goteo de las heridas de bala, fue casi condenatoria.
Así, se descubrió que Maidana habría movido el cadáver para plantarle el cuchillo.
“Otro indicio de adulteración de la escena es el patrón de sangrado sobre el antebrazo izquierdo de Benítez, el cual puede apreciarse en la FOTO 9. En el mismo mostraba que la sangre cayo en ambas direcciones del brazo. Es decir, hacia dentro y hacia afuera. Ello es un claro indicador de que el cuerpo -una vez caído- fue rotado. Dicha rotación, se vería justificada en que la propia Maidana giró el cuerpo de su víctima hacia la izquierda con la finalidad de acceder a su parte trasera y colocar allí el cuchillo que fue hallado luego por el personal policial”, asegura el análisis de la Policía de la Ciudad.
La buscaban por un homicidio en el barrio porteño de San Cristóbal ocurrido hace un año y medio. Su cómplice había sido arrestado dos meses atrás en Chaco
Llevaba 546 días escapando, pero todo tiene un fin. Los investigadores la descubrieron en Lanús, donde se había camuflado como una chica más del barrio, incluso con pareja nueva. Y así cayó, con el nuevo novio mirando y sin entender nada cuando un grupo de policías de la DDI de Quilmes la tiró al suelo y la arrestó. Era Micaela Vargas, apodada “Cachorra”, la viuda negra buscada por crimen de un hombre que se había enamorado de ella.
Desde este miércoles, cuando la atraparon en el cruce de la avenida 9 de Julio, entre Pergamino y Luján, en la zona este de Lanús; “Cachorra”, de 29 años, quedó detenida para responder ante el juez Martín Yadarola del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°4 por el homicidio agravado de José David Silva (61), que era empleado de un consorcio.
Hace dos meses, en Chaco, había caído el cómplice de Cachorra y así ya los dos sospechosos están presos por el homicidio ocurrido el 5 de junio de 2024, en un departamento de la avenida San Juan al 1300 del barrio porteño de San Cristóbal.
El crimen fue descubierto al día siguiente por personal de la Comisaría 1C de la Policía de la Ciudad que halló el cuerpo de Silva en el baño: estaba tendido sobre un charco de sangre y con lesiones provocadas por siete heridas cortopunzantes en el cuello y el rostro.
Micaela Cachorra Vargas (Captura TV)
La autopsia determinó que murió por la hemorragia que le provocaron las heridas y que el séptimo cuchillazo fue el mortal: le seccionó completamente la arteria carótida y la vena yugular.
Según el expediente judicial, “Cachorra” se le había hecho la novia a Silva y el día del crimen no fue sola a verlo, sino acompañada por Leandro Damián Díaz (35), que era su pareja más allá del delito, pero eso la víctima no lo sabía… Y ya nadie sabe si se enteró.
El hombre les abrió la puerta de su casa y, cuando fue al baño, su novia y su invitado lo atacaron. El espacio era tan reducido que no le dio chance a defenderse. Tras el crimen, los agresores sustrajeron el celular, la billetera y $165.000 que la víctima había retirado para el arreglo de su auto.
Una pérdida de agua
El hallazgo del cuerpo se produjo cuando vecinos, alertados por una pérdida de agua, lograron ingresar al departamento. El cuchillo utilizado fue encontrado junto a las manos de Silva, mientras que la escena había sido alterada: el bidet estaba abierto y obstruido con toallas.
La investigación reconstruyó los movimientos de la víctima y los victimarios mediante análisis de cámaras de seguridad, registros telefónicos y declaraciones de testigos. Justamente, una vecina recordó haberlo visto el día anterior junto a una joven y un hombre robusto. Otras personas confirmaron que Silva mantenía una relación con la chica apodada “Cachorra”.
El análisis de las comunicaciones fue determinante: el celular de Silva registró actividad en el domicilio y posteriormente movimientos hacia el partido de La Matanza; el teléfono de Vargas mostró desplazamientos coincidentes, y la línea usada por Díaz mantuvo comunicación frecuente con la de Vargas y fue ubicada cerca de la escena.
Las tareas de la Policía de la Ciudad lograron identificar a los implicados, quienes se dedicaban a robar bajo la modalidad “Viuda Negra”.
Díaz, el cómplice de “Cachorra” atrapado en Chaco
Pasaría más de un año para que ambos implicados en el crimen de Silva cayeran. El 3 de octubre pasado, Díaz fue detenido en la ciudad chaqueña de Resistencia durante un control policial: vivía en la calle tras haber dejado abandonado un domicilio en la provincia de Formosa.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°4 ya le dictó el procesamiento con prisión preventiva por homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y con el fin de consumar otro delito, y ordenó un embargo sobre sus bienes por $20.000.000.
El fallo subrayó la brutalidad del hecho y la modalidad de actuación: “La ventaja que significó la actuación en conjunto y la diferencia corporal y etaria del victimario… procuraron en todo momento colocar al damnificado en un claro estado de indefensión”. Para el magistrado, el móvil fue estrictamente el robo.
El máximo tribunal comenzó con los pasos formales para la inscripción de los bienes y la transferencia del dinero de los condenados en “La ruta del dinero K”. Son más de 60 millones de dólares
La Corte Suprema de Justicia comenzó el procedimiento formal para incorporar al patrimonio del Estado los fondos y bienes decomisados a nombre de Lázaro Báez y su hijo Martín en la causa conocida como la “ruta del dinero K”. El monto supera los 61 millones de dólares.
El Tribunal Oral Federal 4 que llevó adelante el juicio y los condenó recibió un oficio enviado por el director general de Gestión Interna e Infraestructura del máximo tribunal, Sergio Romero.
Allí se informó que se “ha dispuesto el decomiso de sumas dinerarias, la adjudicación definitiva de los fondos obtenidos de las subastas realizadas” y también de bienes inmuebles que estén registrados a nombre de Lázaro Báez y su hijo mayor. Ambos quedaron con condena firme por lavado de activos.
Esos bienes deberán ser inscriptos “bajo la titularidad de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, en cumplimiento de los artículos 23 y 305 del Código Penal y 522 del Código Procesal Penal, detalla el oficio.
En cuanto al dinero en efectivo decomisado, la Corte pidió al TOF 4 que lo transfiera a dos cuentas bancarias, una en pesos y otra en dólares, que pertenecen al máximo tribunal.
Se trata de dinero secuestrado y también del obtenido en subasta judicial de bienes.
Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti
Además, requirió que se remita toda la documentación relativa a las subastas.
En la sentencia dictada en abril de 2021 al término del juicio oral por la llamada “ruta del dinero” se ordenó decomisar un total de 61.130.860,86 de dólares.
En el veredicto se incluyeron distintas cifras en pesos, que el tribunal dispuso ajustar “conforme al índice de actualización de precios del consumidor del INDEC”, que suman unos 4.174.697 de pesos.
El 28 de febrero de 2023, la Sala IV de la Cámara Federal de Casación confirmó la decisión.
El 29 de mayo pasado, la Corte Suprema de Justicia, con la firma de los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, declaró inadmisibles recursos de las defensas, dejó firme las condenas y los decomisos.
Apenas quedó firme la condena, el juez del Tribunal que llevó adelante el debate, Néstor Costabel, dispuso la ejecución del decomiso.
La medida incluye propiedades, cuentas bancarias en el exterior y activos líquidos en distintas monedas.
El magistrado firmó en ese momento una resolución que ordenó la transferencia de todos los bienes al Estado Nacional, bajo titularidad de la Corte Suprema de Justicia, algo que ahora comienza a instrumentarse.
El detalle del decomiso
La sentencia firme dispuso la incautación de activos por un valor aproximado de 61 millones de dólares.
El fallo también alcanzó cuentas radicadas en el Banco Lombard Odier de Suiza y el Banco CBH de Bahamas, que acumulan casi 4 millones de euros y más de 900 mil dólares en activos financieros.
Se ordenó la repatriación del dinero. También hay más de 70 propiedades en Santa Cruz, Chubut y Buenos Aires.
La causa
La causa conocida como “ruta del dinero K” investigó la operatoria de lavado de dinero por parte de Lázaro Báez, amigo del fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
La investigación reveló una red de sociedades off-shore, testaferros y movimientos financieros irregulares.
Báez fue condenado a 12 años de prisión.
El caso adquirió notoriedad pública tras la difusión de imágenes del financista arrepentido Leonardo Fariña y Martín Báez contando grandes sumas de dinero en la financiera SGI, conocida como “La Rosadita”, en Puerto Madero.