Aunque los títulos públicos en dólares rebotaron un 2%, el indicador de JP Morgan de la Argentina sigue elevado. El dólar siguió a $1.425 en el Banco Nación. El S&P Merval cedió 0,3% y hubo bajas en la mayoría de los ADR
El muy elevado riesgo país de Argentina aleja cada vez más la posibilidad del refinanciamiento de la deuda soberana en dólares en los mercados internacionales. La ola de ventas de los activos argentinos que siguió a las elecciones bonaerenses del domingo volvió a dejar en una situación delicada a las variables financieras de Argentina.
Aunque los títulos públicos hard dollar(Bonares y Globales) recuperaron 2,2% en promedio este martes, la violenta baja de 8% en promedio del lunes -con algunas emisiones que se hundieron hasta 12%- empinaron al riesgo país de Argentina por encima de los 1.100 puntos básicos por primera vez en once meses atrás.
El indicador de JP Morgan, que mide el diferencial de la tasa de retorno de los bonos del Tesoro de los EEUU con similares emisiones emergentes, tocó los 1.108 puntos básicos, el nivel más alto desde el 14 de octubre de 2024.
“Tras el sell-off, los activos domésticos intentan intercalar un respiro ya que algunos operadores se tientan con las castigadas valuaciones, más allá de que se reconoce que la reacción podría eventualmente resultar apenas táctica en la medida que no mejore el escenario político. De ahí que despiertan gran atención los movimientos del Gobierno post comicios de Provincia de Buenos Aires, ya que los inversores ansían una rápida recalibración política que permita oxigenar y mejorar las expectativas camino a octubre”, evaluó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
El resultado de las urnas avivó los temores sobre la capacidad del presidente libertario Javier Milei para implementar su agenda de reformas económicas, cuando los resultados de la macroeconomía no cubren las necesidades básicas de un sector de la población.
Ignacio Morales, Chief Investments Officer de Wise Capital, señaló que “Milei va a tener que trabajar mucho.. Se hace difícil imaginar el rollover de la deuda externa en las actuales condiciones. Lo sabe. Por eso, tarde, se pone al frente de la Mesa Nacional y reabre el diálogo con los gobernadores. De todos modos, esta acción va a ser más bien política, pensando en las elecciones. La ola de frío polar económico no se va a revertir de acá a las elecciones de octubre por más aumento del gasto que haya, si lo hubiera”.
Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores, indicó que las reservas internacionales evolucionaron alcanzando un pico el 5 de agosto en USD 42.720 millones para cerrar el 8 de septiembre en USD 40.741 millones, mostrando una caída de USD 1.979 millones en el lapso de un mes. Este dato, en conjunto con las intervenciones del Tesoro en el Mercado de Cambios -que alcanzan una estimación de USD 500 millones sobre los USD 1.500 millones en stock producto del superávit de caja generado- muestran una señal inequívoca de tensión por sobre el programa cambiario. La etapa de liquidaciones agrarias más significativas ya ha transcurrido y más allá de algunos anuncios vinculados al RIGI, de momento sería imprudente alocar expectativas en un ingreso de dólares proveniente de ese programa”.
“De esta forma, con el canal de importaciones liberado y un frente externo en materia de comercio exterior que es netamente desfavorable para este tipo de prácticas, la única fuente de provisión de divisas sería el saldo financiero. Esto es, ya sea de forma directa vía endeudamiento con organismos internacionales, o de forma indirecta utilizando pesos provenientes del resultado fiscal que debería ser positivo, alto y sostenido como para generar una contención sobre el frente cambiario”, advirtió Torchia.
Portfolio Personal Inversiones observó que “hasta el 26 de octubre, vale destacar que Argentina debe pagar USD 1.250 millones a organismo internacionales y USD 860 millones al FMI -en la primera semana de noviembre-. Aún más importante, USD 13.200 millones de la liquidez del BCRA corresponden a encajes de depósitos en dólares, lo que reduce significativamente el poder de fuego ‘efectivo’ a aproximadamente USD 5.000 millones. Si bien el BCRA cuenta con una posición en oro relevante -alrededor de USD 7.000 millones- desprenderse de este activo podría interpretarse más como una señal de debilidad que dé fortaleza”.
“Creemos que de aquí en mas la situación es muy desafiante para el Gobierno, que deberá afrontar costos sea cual sea el rumbo que tome, y deberá administrarlos. Consideramos que será clave seguir la dinámica del dólar y ver qué hace el Gobierno si la cotización presiona sobre el techo de la banda, considerando que si bien hay reservas liquidas en el BCRA para hacer frente a presiones, las reservas netas son negativas ya que las liquidas se vieron apalancadas por el préstamo del FMI”, explicó Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS.
“Desde lo monetario, tras el fuerte apretón monetario previo a las elecciones, que tiene lugar desde la extinción de las LEFI, el espacio para política contractiva es menor y, de elegir ese rumbo para contener la nominalidad, el efecto sería un empeoramiento de la situación de una estancada actividad económica. En resumen, el desafío será administrar distintos trade-off que se irán presentando, en un contexto de incertidumbre por parte de los agentes económicos”, continuó Franco.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cedió 0,3%, a 1.728.447 puntos, tras haberse hundido más de 13% en la rueda precedente. Entre los ADR y acciones argentina que son negociados en dólares en Wall Street predominaron las pérdidas. Destacó una mejora de 3,9% para Pampa Energía (que anunció recompra de acciones por USD 100 millones) e YPF, con un 2,8%, en los 26,84 dólares.
Fuente: Rava Bursátil-precios en dólares.
El cimbronazo en los mercados, producto de la paliza electoral con unos 13,5 puntos de diferencia en los cómputos, hizo que el riesgo país se disparara por sobre la línea de los 1.100 puntos básicos.
Se estabilizó el dólar
El dólar al público terminó sin variantes, a $1.425 para la venta en el Banco Nación, tras haber marcado los $1.435 por la mañana. El Banco Central dio cuenta de que en el promedio de entidades financieras el dólar minorista finalizó a $1.432,85 para la venta (baja de 2,32 pesos o 0,2%) y a $1.381,04 para la compra.
En una rueda con USD 402,2 millones operados en el segmento de contado, el dólar mayorista terminó con un alza de 7,50 pesos o un 0,5%, a $1.416,50 por unidad.
“En los dos primeros días de esta semana el tipo de cambio mayorista subió $61,50, por encima de los $19 de aumento registrado en idéntico lapso de la semana anterior”, comentó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
Los dólares financieros registraron bajas entre uno y cuatro pesos. El “contado con liquidación” mediante bonos cerró a $1.436,72 (-0,3%), mientras que el dólar MEP quedó a $1.430,93 (-0,1%).
Los contratos de dólar futuro -en pesos, atados al tipo de cambio oficial- estuvieron operados con alzas en un rango de 0,5% a 0,7%, según informó la plataforma A3 Mercados. Las posturas con vencimiento a fin de septiembre se pactaron con ganancia de siete pesos o 0,5%, a 1.445,50 pesos.
El dólar blue concluyó sin variantes en el día, a $1.385, tras haberse operado a $1.395 por la mañana. El billete informal se sostiene como el más barato de todos, con una brecha de 2,3% respecto del tipo de cambio mayorista.
Las reservas internacionales brutas del Banco Central descontaron USD 48 millones, a USD 40.493 millones, en otra rueda mayorista sin intervención del Banco Central en el mercado.
El dato corresponde a septiembre de este año. La Canasta Básica Alimentaria, que determina la línea de indigencia, subió 1,4% y llegó a $527.736.
Junto con el dato de inflación, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó el valor de la Canasta Básica Total (CBT) y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) correspondientes al mes de septiembre. En el primer caso, la medición obtuvo un monto de $1.176.852, mientras que para la CBA se midió un valor de 527.736 pesos.
No se trata de datos irrelevantes. Por el contrario, son números muy importantes para la medición de la pobreza y la indigencia. Es que la CBT mide el total de gastos que debe hacer una familia tipo por mes para cubrir el total de sus necesidades básicas, por lo que aquellos hogares con ingresos inferiores a ese monto son considerados “pobres”. En tanto, la CBA se enfoca en el total de gastos que debe realizar el mismo grupo familiar para cubrir el 100% de sus necesidades alimenticias. En ese caso, quienes no llegan a esa barrera son técnicamente “indigentes”.
Ahora bien, lo interesante, más allá de los valores en sí, es cuánto aumentaron ambas canastas con relación al mes anterior. Según la medición del Indec, las dos canastas tuvieron un incremento del 1,4% en el noveno mes del año, en comparación con agosto. Es decir que las dos tuvieron un nivel de aumento inferior a la inflación general, que fue de 2,1% en septiembre. Eso significa que los productos de primera necesidad subieron a un ritmo menor que el promedio del resto de los precios de la economía.
Otros grupos familiares
Si bien la familia tipo es el parámetro para determinar las líneas de pobreza e indigencia, lo cierto es que en el día a día los datos varían mucho en cada hogar. Por eso, el Indec publica mensualmente el valor de la CBT y la CBA para otros grupos familiares con composiciones diferentes.
Así, se puede conocer un hogar con tres integrantes (una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61 años) tiene en realidad una Canasta Básica Alimentaria de $420.140 y una Canasta Básica Total de $936.911.
En tanto, una vivienda de cinco integrantes (se compone por un varón y una mujer, ambos de 30 años y tres hijos de 5, 3 y 1 año) tiene que enfrentar montos más elevados. En ese caso, el ingreso mínimo para no caer en indigencia es de $555.063 y el límite de la CBT, para no caer en la pobreza, es de $1.237.789.
Desaceleración de precios
Mes a mes el Indec da a conocer los datos de canasta básica y en cada oportunidad se puede comprobar un nuevo aumento. Con excepción de mayo, mes en el que la CBA registró una leve baja del 0,4%, todos los demás meses del año han confirmado un incremento de los productos de primera necesidad.
Sin embargo, si se hace una comparación con lo ocurrido durante el 2024, se puede observar una notable desaceleración del ritmo de aumento. De acuerdo a los datos publicados por el Indec, en los primeros nueve meses del año pasado la Canasta Básica Alimentaria acumulaba una variación del 78,1% en relación a diciembre de 2023. En 2025, el aumento acumulado a esta altura del año es de 17,5%, es decir un porcentaje 60,6 puntos porcentuales menor.
La diferencia es más marcada con la Canasta Básica Total. El balance histórico indica que en el noveno mes del año pasado la CBT acumulaba una suba del 94,6%. Este año, también en los primeros nueve meses, el incremento es del 14,9%. En este caso, la diferencia es de 79,7 puntos porcentuales. Esto no quita, por supuesto, que los productos siguen subiendo a un ritmo que muchas familias no pueden seguir.
El Indec dio a conocer este martes el índice de precios minoristas del mes pasado. En lo que va del año, alcanza a 22 por ciento. Los alimentos se incrementaron 1,9 por ciento
Tal como estimaban las consultoras privadas, la inflación tuvo una leve aceleración en septiembre: fue del 2,1% según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Con este dato, la variación para los últimos doce meses fue de 31,8% y acumuló 22% en lo que va del 2025.
La cifra que dio a conocer esta tarde el organismo que conduce Marco Lavagna se registró en un mes de alta volatilidad cambiaria. Luego de la elección en la provincia de Buenos Aires, con la derrota por 13 puntos porcentuales de La Libertad Avanza (LLA), el dólar oficial tocó el techo de la banda cambiaria, por lo que se temía del traspaso a precios.
Siendo un punto al que se refirió el ministro de Economía, Luis Caputo. “A pesar de la volatilidad financiera generada por el ruido político, la inflación se mantuvo en niveles similares a los meses previos, incluso la inflación núcleo y la media móvil de 6 meses de la inflación genera bajando al margen, gracias a la solidez de un programa macroeconómico basado en el ancla fisca, la no emisión monetaria y la recapitalización del BCRA”, escribió en X.
Entre los rubros que mayor aumento presentaron estuvieron Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustible y Educación ambos con 3,1% (categoría que muestra el mayor aumento (62,2%) en los últimos 12 meses, duplicando el promedio general),seguida por Transporte con 3%.
Un escalón por debajo que Salud con 2,3%; luego Comunicación con 2,2% y Bienes y servicios varios con 2,1%. El resto de los rubros quedaron pro debajo del nivel general, Alimentos y bebidas no alcohólicas -de mayor incidencia- con 1,9%.
A diferencia de los meses anteriores en los que se ubicaron entre los de mayor aumento, en septiembre moderaron sus subas los rubros Recreación y cultura (1,3%) y Restaurantes y hoteles (1,1%). Este último muestra una suba del 48,7% en el último año.
Frente a la leve aceleración del indicador no hubo festejos por parte del equipo económico, con los ojos centrados en Estados Unidos. Aunque si desde la cuenta oficial del Ministerio destacaron que la Canasta Básica Alimentaria y Básica Total registraron una variación mensual del 1,4%.
“La canasta básica alimentaria y la canasta básica total arrojaron una suba mensual del 1,4% en agosto. Gracias al plan de estabilización con tres anclas: fiscal, monetaria y cambiaria; no hay convalidación monetaria y por lo tanto la suba del tipo prácticamente no se traslada a precios”, escribió Felipe Núñez en X.
Por región
Pero la inflación tuvo diferencias considerables por regiones. En la Patagonia el alza de precios fue de 2,4%, seguida por Noroeste y Cuyo con 2,2%. Luego Gran Buenos Aires (GBA) se mantuvo en el nivel general y la Pampeana por debajo con 2% y Noreste en 1,8%.
La cifra de CABA
Como anticipo de la nacional, la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires dio a conocer que la inflación fue del 2,2%, lo que implicó una aceleración de 0,6 puntos porcentuales (p.p.) intermensual.
En la comparación interanual, de los últimos 12 meses, la inflación en CABA llegó a 35%. Mientras que en los primeros nueve meses del año fue de 22,7%, lo que delineó un panorama todavía complejo para el poder adquisitivo de los hogares porteños.
En termino de los rubros, la mayor suba la presentó Transporte con un incremento de 3,5% (con una incidencia de 0,37 p.p. en el general) debido a los ajustes en los precios de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar, junto con subas en los valores de los pasajes aéreos y de los automóviles.
En segundo lugar quedó Recreación y cultura con una suba de 3,1% principalmente por el alza en los precios de los servicios y en menor medida, de los paquetes turísticos. Seguido por Cuidado personal, protección social y otros productos (2,8%) y Seguros y servicios financieros (2,5%).
El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, uno de los de mayor peso en la canasta porteña presentó una suba de 2% (incidencia de 0,36 p.p.)producto del movimiento de precios enVerduras, tubérculos y legumbres (4,9%), Pan y cereales (2,2%), Frutas (6,5%) y Carnes y derivados (1,1%).
Estimaciones privadas
A nivel nacional, si bien en las consultoras privadas había consenso de que en septiembre hubo una aceleración que iba a llevar al indicador más cerca del 2%, discrepaban respecto a la magnitud.
En la Fundación Libertad y Progreso, pronosticaban que la inflación sería del 2,4% por el importante impacto de precios regulados y servicios públicos, pero también por la depreciación del peso, que esperan continúe en los próximos meses.
Un relevamiento más optimista tuvieron en la consultora C&T Asesores Económicos, que lidera Camilo Tiscronia. En el Gran Buenos Aires (GBA) consideran que hubo un alza del 2%. “Los componentes estacionales tuvieron un rol clave: indumentaria fue el rubro de mayor incremento, 4,7% mensual, un comportamiento habitual en septiembre por el cambio de temporada”, marcaron.
En el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), publicado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) el 6 de octubre, la mediana de las respuestas arrojó que la inflación de septiembre sería 2%.
Un nivel en el que se mantendría en octubre, mientras que en noviembre presentaría otro salto a 2,2%, para volver a desacelerar en diciembre. Y estabilizarse en los primeros tres meses del 2026 en el rango de 1,7% a 1,8%.
Los activos argentinos reaccionaron de inmediato a las declaraciones del mandatario estadounidense sobre que la ayuda al país dependía del resultado electoral. Los analistas miran la acumulación de reservas y la posibilidad del oficialismo de hacerse mas fuerte en el Congreso
El Gobierno de Javier Milei esperaba que la cumbre con el presidente de Donald Trump en la Casa Blanca de este martes llevara calma a los mercados a partir de ratificar el respaldo financiero de Estados Unidos al rumbo de Argentina.
Sin embargo, las declaraciones del mandatario norteamericano sobre que la ayuda está condicionada a un saldo favorable al oficialismo en las próximas elecciones legislativas de medio término generó nerviosismo entre los inversores y sumó volatilidad al cierre de la jornada, dinámica que los operadores consultados por Infobae prevén que continúe al menos hasta los comicios del 26 de octubre. Lo que pasará el día después de la contienda con el dólar dependerá de ese resultado y la duda es cómo el equipo económico conseguirá sostener el actual esquema cambiario.
“Si Milei pierde, no seremos generosos con Argentina”, dijo entre otras cosas Trump. El Gobierno argentino salió rápidamente a instalar que hacía referencia a la presidenciales del 2027 pero un posteo posterior del mandatario dejó en claro que se refería a los comicios de medio término.
La reacción fue inmediata con un desplome de los bonos soberanos en dólares de hasta 4%, cuando habían operado neutros todo el día, algo similar a lo que sucedió con las acciones argentinas en Wall Street que mostraron caídas de hasta 11 por ciento. El tipo de cambio oficial trepó $7 después de tocar el valor nominal más bajo desde septiembre y cerró en $1356,38 por dólar.
“El dólar subió después de los comentarios”, observó Ramiro Blazquez, estratega de Stone X, quien advirtió: “Probablemente el mercado vaya a testear cuán fuerte es el apoyo de EEUU y cualquier apreciación circunstancial del peso sea vista como una oportunidad para dolarizar cartera a un tipo de cambio barato, dada la incertidumbre electoral”.
Blazquez señaló: “EEUU va a requerir evidencias de gobernabilidad para mantener el apoyo y ahora veo menos probable que se vaya a mantener la banda cambiaria y más probable la flotación del peso, que si hay un pacto político no debería ser un tabú”. Agregó que, pese a los intentos de aclaración sobre los dichos de Trump, “las dudas van a seguir”, y aseguró que “EEUU que quería parar la corrida con una compra de pesos modesta y con intervención verbal, ahora va a tener que poner la carne sobre la parrilla. Tendrían que dar los detalles del swap rápido. El mercado tampoco se va a tomar muy bien que los dólares que iban a garantizar los pagos de deuda se usen para defender el peso”.
Nicolás Cappella, sales trader del Grupo Invertir en Bolsa (IEB), evaluó: “No quedan dudas de que en caso de que haya clarificaciones acerca de si se refieren a las legislativas o a las presidenciales, continuará el sell off de activos argentinos y demanda del dólar”. Además, destacó que “no hubo ningún tipo de anuncio acerca de los detalles del acuerdo alcanzado, lo cual también generó ruido en el mercado”. Sobre el contexto de tasas, Cappella apuntó: “La tasa de caución sigue volada en torno a 80% ya que sigue habiendo una falta de liquidez”. Mañana será la licitación del Tesoro y el especialista anticipó que podría haber un “punto anker”, es decir, “que el Tesoro decida renovar menos de lo que vence, para de esa forma liberar pesos y dar liquidez al sistema y con eso bajar un poco las tasas”.
El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, no dio precisiones sobre cómo se estructurara el swap de monedas con USD 20.000 millones que planean realizar con el Banco Central argentino y con el que la gestión Milei busca garantizar los pagos de deuda soberana en 2026 para alejar el “fantasma del default” según las palabras del presidente argentino. Aclaró que el rescate financiero a la Argentina no está condicionado a la finalización del intercambio de monedas por USD 18.000 millones vigente entre China y el país, pero sí apuntó a “puertos, bases militares y centros de observación que se han creado”.
La mirada de los inversores y bancos internacionales está puesta en dos puntos críticos: la capacidad de la Argentina para acumular reservas con el actual esquema cambiario y la posibilidad de Milei de conseguir fortaleza en el Congreso para avanzar en sus reformas. El ministro de Economía, Luis Caputo, repite que no habrá modificaciones en las bandas cambiarias y funcionarios del Gobierno tuvieron que salir a aclarar dichos del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, sobre que el tipo de cambio flotaría libremente “muy pronto” en un foro al que fue invitado por Bloomberg.