Intervenciones oficiales modificaron posiciones habituales del mercado cambiario, mientras profesionales analizaron las reacciones y expectativas respecto a si es momento de tomar posiciones en divisas o aprovechar la suba para hacer tasa en pesos
Ayer el mercado porteño vivió una fuerte oscilación en el valor de la divisa estadounidense, que tocó los $1.300 para el segmento minorista antes de retroceder levemente. Operadores y economistas analizaron las maniobras del Banco Central para bajarlo y el impacto sobre las estrategias de posicionamiento que definen una plaza marcada por la incertidumbre.
El Banco Central, presidido por Santiago Bausili, intervino decisivamente en la jornada, con el objetivo de sostener las tasas de interés y limitar el apetito por la moneda extranjera. Tras casi un año sin operar, la autoridad monetaria reabrió la plaza de pases pasivos (un instrumento que había abandonada el año pasado con el objetivo de reducir a cero los “pasivos remunerados” de la entidad). Ofreció a los bancos una tasa inicial del 25% nominal anual por colocaciones a un día y, en pocas horas, la incrementó primero al 30% y, finalmente, al 36% anual. El Banco Central actuó en la rueda REPO y llegó a pagar una tasa siete puntos por encima de la última referencia de política monetaria. Esta acción buscó absorber la masa de pesos excedentes, presente en el sistema financiero por la cancelación de casi $16 billones en Letras Fiscales de Liquidez (LEFI).
La fuerte intervención se produjo minutos después de que el dólar oficial tocó los $1.290 para la venta, lo que impulsó al minorista hasta el umbral de $1.300 en el Banco Nación y por encima de esa cifra en bancos privados. La operación buscó restar liquidez a las entidades, tras un episodio destacado de sobredemanda de moneda dura.
“El volumen operado en REPO explotó y llegó a los $4.300.000.000.000, con una tasa promedio ponderada ex-BCRA del 27,1% anual y una tasa promedio ponderada total del 33,7%, porque el BCRA pagó los pesos más caros que los bancos que operaron allí”, explicó el economista Salvador Vitelli. Operadores del sector señalaron: “Veníamos diciendo: era inevitable una ventana para la liquidez intradiaria de los bancos si no querían que la tasa se desplome y afecte al dólar. Veremos qué tan asiduamente sigue operando. Si les da seguridad a los bancos, volverán a tomar depósitos intradiarios y eso le pondrá un piso a la tasa”.
La entidad también operó en el mercado de futuros del dólar y con Letras de Capitalización (Lecap) en el mercado secundario, manteniendo una actividad constante desde la implementación del sistema de flotación para la divisa estadounidense. El volumen operado en futuros de dólar llegó, según estimaciones, a USD 2.943.000.000, cifra máxima desde el 8 de mayo. Estas intervenciones sirvieron para incidir en la formación de expectativas y absorber pesos del mercado, en contraste con el objetivo anunciado de dejar que la tasa de interés se fije de manera “endógena”.
En simultáneo, la tasa de cauciones a un día subió hasta el 38% anual, un salto notable luego de que el jueves pasado marcó 12,01% y el lunes 24%. El movimiento coincidió con la licitación extraordinaria propuesta por la Secretaría de Finanzas, diseñada para ofrecer un destino alternativo a los bancos que buscan colocar el exceso de liquidez a plazos que varían entre 13 y 91 días.
El accionar del Banco Central generó variados comentarios entre operadores y economistas consultados. Javier Casabal, estratega de renta fija de Adcap, afirmó: “Hora de dejar de comprar y empieza a ser hora de vender. Pero de a poco. No es hora de tirarse de cabeza al carry trade porque todavía vienen semanas de volatilidad”. Desde esa perspectiva, los números de carry trade resultan atractivos en torno a los $1.300, siempre que se tome como referencia un escenario pesimista donde el tipo de cambio pueda alcanzar $1.370 en diciembre, dato que surge del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), específicamente del percentil 75%. Casabal subrayó que la prudencia sigue vigente y que conviene evitar un sobreapuesta a la apreciación del peso hasta que la volatilidad disminuya.
En una línea similar, Gustavo Ber, economista, analizó el reacomodamiento reciente como favorable para la competitividad de la economía argentina y para fortalecer la acumulación de reservas. Ber opinó: “En la actual etapa política-económica, junto a un incierto contexto externo, se podría seguir detectando un mayor apetito hacia la dolarización entre los inversores”. Ber aclaró que “A pesar de ello, en la medida que se acerque a la banda superior, posiblemente cerca de los $1.350, podría reactivarse una mayor inclinación por las apuestas de ‘carry’”. La referencia al techo de banda sirvió como guía para inversores que observan las señales de corto plazo.
El Banco Central intervino con tasas y retiros de liquidez tras la suba del dólar en la plaza minorista (Reuters)
Por su parte, Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio, apeló a la lógica tradicional del mercado. “Para mí hay que respetar el viejo axioma del mercado: cuando sube hay que vender y cuando baja hay que comprar”, afirmó. Quintana describió la suba como “espiralizada” y la consideró “un poco exagerada”, tras la difusión de una medida que suspendió la entrega de acciones de YPF. Según su relato, el mercado reaccionó rápidamente y el mayorista bajó de $1.290 a $1.277. “El mayorista de 1.290 cayó a 1.277”, indicó, marcando la volatilidad que marcó la rueda.
Desde ABC Mercado de Cambios, Francisco Díaz Mayer aportó una visión dividida entre el humor y el análisis. “Yo siempre fui vendedor… pero en cualquier momento me doy vuelta, jajaja”, admitió, para luego aclarar: “En el corto plazo la expo va a aprovechar estos precios. Ya pensando un poco más cerca de las elecciones me parece que hay que estar posicionado en dólares”. El operador hizo hincapié en la conveniencia de resguardar parte de la cartera en moneda estadounidense como estrategia frente a un escenario preelectoral cargado de expectativas.
Otro operador consultado, Pablo Repetto, de Aurum Valores, observó que el fenómeno obedeció en parte al cambio de tendencia en la oferta y demanda de divisas. “Dado el panorama estacional de oferta y demanda de divisas (oferta bajando, demanda firme a medida que se acerca el periodo electoral) creo que es un valor que tranquilamente puede superarse en el mes de agosto”, explicó. Repetto estimó que “en torno a los $1.350 puede estar oscilando a mediados del mes que viene”. Aludió además al recorte abrupto de tasas provocado por la extinción de las LEFI y valoró que la maniobra del Banco Central resultó una reacción forzada. “La tasa tenía que caer por la baja de la inflación pero lo de las lefi lo hizo de forma muy abrupta”, indicó.
Desde Outlier, el economista Gabriel Caamaño remarcó: “Me parece que puede ser un nivel para hacer tasa en pesos. No compraría, no sé tampoco si vendería, depende de cuántas posiciones estuviste armando. Pero seguro, sí me parece claramente un nivel para armar posiciones en pesos”. Caamaño argumentó que la relación entre tipo de cambio, posición dentro de la banda y tasa ya era “atractiva”. “Igual está todo medio picado, medio movido, así que va a seguir haciendo ruido, pero… me parece que es un buen momento para hacer tasa en pesos”, concluyó.
La cancelación de las LEFI de la semana pasada volcó $16 billones al sistema y modificó la dinámica del mercado cambiario (Roberto Almeida)
En el plano técnico, analistas de Target de Mercado señalaron que el regreso de la entidad a la plaza de pases aseguró una barrera efectiva para evitar que el derrumbe de tasas alimente subas adicionales en el dólar. Mientras tanto, la continuidad de la política de intervención oficial abre interrogantes sobre cuánto tiempo podrá preservarse el objetivo de dejar la tasa sujeta a las fuerzas del mercado, planeado por el equipo económico. El trabajo del Banco Central se enfocó en retirar pesos del sistema y suavizar la transición luego de la eliminación de las letras LEFI. Consultoras como Aurum Valores advirtieron: “Lo hecho hoy por el BCRA con la tasa que empezó a pagar por los pases pasivos se podría haber resuelto si se hubieran hecho las cuentas de la liquidez sobrante que iba a generar el final de las LEFI. Que el BCRA pague hoy una tasa de pases mayor que la tasa que remuneraba el Tesoro por las LEFI hasta la semana pasada es síntoma de improvisación y mala praxis”.
El volumen récord de operaciones en futuros, el cambio brusco en tasas de interés y las oscilaciones diarias del dólar promovieron que operadores y economistas redefinieran estrategias sobre venta, compra o posicionamiento en la moneda estadounidense o activos en pesos. Las semanas previas a las elecciones, la evolución de las intervenciones y la sensibilidad del mercado frente a cada decisión oficial marcaron el pulso de las operaciones en la City porteña.
Los contratos de futuros se ubican por encima de las bandas cambiarias en abril. El ministro de Economía, Luis Caputo, se reunirá en febrero con Kristalina Georgieva. La meta que no llegaría a cumplir
Tras la victoria del Gobierno en las elecciones de medio término, el dólar mayorista se estabilizó en torno a $1.457, aunque con una diferencia que se acorta respecto al techo de la banda. Sin embargo, el mercado ya está haciendo sus apuestas sobre lo que sucederá con el régimen cambiario después de la próxima revisión con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pautada para febrero.
Un informe de la consultora LCG detectó que el mercado considera que las bandas actuales continuarán, al menos en el corto plazo, con base en los contratos de dólar futuro. “El mercado le asigna todavía vida a las bandas hasta marzo 2026, asumiendo una tasa de depreciación implícita del 2,1% mensual para los próximos tres meses”, destacaron.
No obstante, para abril de 2026, los contratos de futuros se celebraron con una cotización de $1.616, lo que se ubica por encima de la banda -que se mueve a un 1% mensual- para ese entonces. Y así, para los meses siguientes, con un valor de $1.765 para septiembre próximo.
Para la consultora LCG, el mercado cree en las bandas hasta marzo.
Un gráfico similar tiene en Eco Go. “El dólar se encuentra a 4% de la banda superior y eso genera cierta preocupación. Estar tan cerca de un nivel que te obliga a vender reservas cuando lo que necesitas justamente es acumular. Como resultado se generan esos niveles de dólar futuro por encima de la banda que tiene una tasa mensual implícita acorde a la de pesos”, destacó el economista de la consultora, Lucio Garay Méndez.
La clave está en que en febrero el ministro de Economía, Luis Caputo, tendrá que verse con la directora del organismo internacional, Kristalina Georgieva, por la revisión del último acuerdo con el FMI. Si bien el equipo argentino llega a la mesa con metas sobrecumplidas en materia de superávit fiscal e inflación, el escenario se complica en el plano de la acumulación de reservas netas en el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Un gráfico similar al de LCG tienen en la consultora Eco Go respecto a los contratos con dólar futuro y las bandas.
Para diciembre, el BCRA debía tener reservas netas por USD -2.600 millones, pero luego de la activación del tramo del swap con Estados Unidos por USD 2.500 millones, se estima que se ubican en USD -16.000 millones. Pese a que Caputo sostuvo que no hay que preocuparse por la meta, ya que ahora el país ingresó en otro escenario con la asistencia financiera del gobierno de Donald Trump, el incumplimiento podría ser uno de los motivos que lleve al organismo internacional a exigir cambios en el nivel de las bandas.
En el segundo día de diciembre, el dólar mayorista subió a $1.455, su nivel más alto desde comienzo de noviembre, en una sesión con negocios por USD 394 millones en el segmento. Mientras que el régimen de bandas cambiarias del BCRA fijó para el martes un límite superior en los $1.511,98, unos 56,98 pesos o 3,9% por encima del tipo de cambio oficial.
Revisión con el FMI
En el equipo económico ya descuentan que en febrero habrá una renegociación de la meta con el FMI. A pesar de que en la última revisión hubo un recorte importante de la cantidad de reservas que debía acumular el BCRA.
La meta pasó de tener que acumular reservas netas por USD 2.400 millones a USD -2.600 millones (diferencia de USD 5.000 millones). Mientras que para el final del primer trimestre de 2026 se fijó que tendría que haber USD -3.100 millones; en el segundo, USD 1.600 millones; en el cuarto, USD 8.400 millones; y ya para diciembre de 2027, USD 22.900 millones.
“La acumulación de reservas netas establecida en el acuerdo con el FMI para diciembre, que asciende a USD 10.400 si se descuenta el swap utilizado con Estados Unidos, no se va a cumplir“, destacaron en el último informe de Analytica. Y para los vencimientos de noviembre a febrero (USD 1.478 millones con organismos internacionales y el FMI, USD 4.200 millones por pagos con tenedores privados y USD 2.000 millones en BOPREAL) consideran que se podría volver a activar el swap como se hizo para el último con el FMI en 2025 (por USD 825 millones en concepto de intereses).
“No parece factible que se inicie en el corto plazo un proceso de acumulación de reservas tal como piden el FMI y buena parte del mercado, ya que implicaría una demanda adicional significativa de divisas en un contexto en el que el tipo de cambio se encuentra a menos del 10% del techo de las bandas cambiarias”, concluyeron.
El presidente Javier Milei firmaría el decreto hacia el final de esta semana. Llamará a sesiones hasta fin de mes y con un temario amplio. El bloque libertario sumó a un diputado que responde al gobernador Frigerio y tendrá más bancas que el peronismo
“Estamos terminando de armarlo, pero la idea es que salga esta semana”, esgrime una altísima fuente del Poder Ejecutivo a Infobae. Con mucha probabilidad de que sea este viernes, el Gobierno de Javier Milei tiene previsto publicar el Decreto que llame a sesiones extraordinarias y contenga los temas que se abordarán en la primera fase de las discusiones legislativas.
El Decreto indicará dos cuestiones clave: cuánto durará el período de sesiones por fuera de las ordinarias y las iniciativas que solo estarán habilitadas a abordarse por ese plazo.
Sobre la primera, la lectura que predomina en la gran mayoría de huestes del Gobierno es que se trabaje en una primera instancia comprendida desde el 8 o 10 de diciembre hasta fin de mes. Será algo parecido a lo que se hizo el año pasado, cuando llamaron a sesiones extraordinarias del 5 al 27 de diciembre, dejando inhabilitada la actividad parlamentaria para los días de fiestas y las primeras dos semanas del año entrante.
“Creo que hasta yo me opongo a tener que trabajar a comienzos de enero”, dijo de manera jocosa un importante alfil del Gobierno, que cree que no están dadas las condiciones para que los diputados y senadores nacionales no se tomen unos días de descanso antes de la intensísima temporada de negociaciones que se darán en ambos recintos del Congreso.
Martín Menem ingresando a la Casa Rosada (Maximiliano Luna)
La idea es que se haga un segundo llamado a sesiones extraordinarias en enero del 2026. A comienzos de este año, el presidente Javier Milei retomó las discusiones en el Congreso al publicar un decreto que establecía un período de debate entre el 20 de enero al 21 de febrero de 2025. El mes próximo se hará un movimiento de similares características.
La mesa chica del Gobierno se reunió este lunes en Casa Rosada y terminó de aceitar las últimas iniciativas que irán a discutirse en esta primera etapa de las extraordinarias. Hay algunas que se incluirán con la intención de que sean aprobadas durante estas semanas, como el Presupuesto 2026 y la Ley de Inocencia Fiscal (conocida informalmente como la ley de dólares debajo del colchón), que ambas comenzarán a discutirse desde la Cámara de Diputados.
“Hay algunas que se incluirán con la intención de que sean aprobadas durante estas semanas, como el Presupuesto 2026 y la Ley de Inocencia Fiscal”, que ambas comenzarán a discutirse desde la Cámara de Diputados.
Hay otras que se habilitarán para que comience el trabajo en comisiones, pero a sabiendas de que sus aprobaciones llevarán más tiempo. Una de estas es la reforma laboral, que como notició Infobae, ya fue terminada de redactar en las mesas de trabajo propias del Gobierno. Este proyecto va a comenzar a tratarse en el Senado y tiene como principal coordinadora política a Patricia Bullrich, la flamante senadora y jefa de bloque de La Libertad Avanza en ese ámbito. En tanto, la reforma del Código Penal todavía está pasando por sus últimas revisiones legales, al igual que la tributaria.
La Libertad Avanza tendrá la primera minoría en Diputados (Jaime Olivos)
Como una de las novedades normativas de esta temporada que se viene, la Casa Rosada convalidará uno de los pedidos de los gobernadores e impulsará una modificación en la Ley de Glaciares para permitir que puedan existir explotaciones mineras y de otra índole sobre un rango de superficie que la normativa vigente no lo permite. “Es un pedido central de varios gobernadores y nos va a servir para canjear algunos votos”, reveló una fuente libertaria a este medio.
El nuevo panorama libertario
La Libertad Avanza consiguió convertirse en la primera minoría de la Cámara de Diputados, una marca registrada del Partido Justicialista desde hace décadas. El espacio oficializó ayer el fichaje del diputado entrerriano Francisco Morchio, quien responde al gobernador de su provincia, Rogelio Frigerio, con quien Milei trabó una alianza estratégica durante las últimas elecciones. A partir de este traspaso, el bloque violeta llega a 95 diputados y supera por uno a Unión por la Patria.
Por lo bajo, algunos operadores de LLA ya venían advirtiendo que el número mágino era 95 y que ese iba a ser el que le diera la primera posición en el recinto luego de que el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, diera la orden de mudar a sus legisladores del bloque peronista. El mandatario habría prometido escindir a sus cuatro diputados afines bajo una condición fundamental: que el Gobierno acelere la cesión que la compañía estatal Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD). El decreto estaría cerca de su publicación.
El Gobierno no prevé nuevas demostraciones de parte de los gobernadores. Considera que las demás gestualidades se darán en el marco de las discusiones legislativas que iniciarán por lo bajo la semana próxima. Por lo que pudo saber Infobae, Caputo estaría dispuesto a ceder en varios reclamos de los gobernadores a cambio de conseguir los votos en las tres iniciativas que más cree prioritarias para esta segunda parte de la gestión libertaria: el Presupuesto 2026, la Ley de Inocencia Fiscal y la reforma laboral.
A cambio, el ministro de Economía estaría con margen para distribuir partidas de las ATN a los gobernadores, pero en particular a aquellos que hayan dado gestos de reducir el gasto en sus propios distritos. “No podemos premiar a todos. Hay algunos que no entendieron la bajada de línea que hicimos de Nación de que las provincias también tienen que eficientizarse internamente”, explicó un altísimo funcionario a Infobae.
En todo ese marco, este miércoles al mediodía comenzará la jura de los diputados nacionales electos en las últimas elecciones generales. La Presidencia de la Cámara cursó invitaciones a los 24 mandatarios subnacionales, aunque no insistió en la presencia de ninguno. Se presume que los que vayan serán los que tengan diálogo fluido con el Gobierno.
El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo que no hay que preocuparse por la meta de acumulación con el FMI, pero varios economistas advirtieron que la compra de divisas mejoraría este indicador clave
De cara a los vencimientos en moneda extranjera de 2026, el equipo económico que lidera el ministro Luis Caputo tiene un plan A y B. El primero de ellos depende de que el riesgo país baje y la Argentina pueda acceder a los mercados internacionales de deuda. Si bien luego de la victoria electoral del oficialismo el indicador que mide el JP Morgan tuvo una baja considerable, parece haber encontrado un piso que lo complica.
El principal interrogante que sobrevuela hoy en el mercado es qué se necesita para que el riesgo país perfore los 600 puntos básicos. Las consultoras privadas calculan que para acceder a una tasa preferencial en los mercados internacionales se necesitaría que esté y se mantenga entre las 400 y 500 unidades.
La variable arrancó diciembre a 648 puntos, a pesar de que a principios de noviembre tocó un mínimo de 598. Esta baja desde los 1.100 estuvo influida por el envión que le dio la victoria en las urnas al Gobierno, pero también la versión que llegó desde Washington D. C. por parte de Bloomberg de que Caputo le adelantó a inversores la recompra de deuda, a la par de modificaciones en el régimen cambiario de bandas.
El viernes las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) cayeron a USD 40.000 millones por el pago de Bopreal y movimientos de encajes de bancos de fin de mes.
No obstante, para el director de la consultora PxQ, Emmanuel Álvarez Agis, la acumulación de reservas internacionales ayudaría a que el riesgo país baje. “Todo esto se basa en el problema libertario de no comprar reservas porque eso implica emitir dinero (…)”, destacó en Ahora Play.
A la vez, el ex viceministro de Economía señaló que el nivel de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) se ubica en un peor nivel que el que heredó el oficialismo actual. “Y lo que recibiste es la peor herencia en materia de reservas netas en la historia de la Argentina (…)”, comentó. Y detalló que el riesgo país tiene tres drivers: el político, el fiscal y el de reservas internacionales: “Milei está bien en lo político y bien en lo fiscal, por eso el riesgo vale 650 y no 1.500, pero en el de reservas está horrible”.
A pesar de las advertencias de los analistas, la no compra de reservas no es un problema para el ministro de Economía, Luis Caputo, quien acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de tener netas por USD -2.600 millones para diciembre de 2025. “Lejos de ser algo que nosotros subestimamos, para nosotros es una prioridad, pero hoy por hoy está separado lo que es acumulación de reservas de lo que es el pago de nuestras deudas (…). Hoy estamos en una situación que cambió, se abrieron varias avenidas desde lo financiero. No solo tenemos el swap chino y el apoyo de Estados Unidos, sino que ahora se han abierto otras alternativas que es la que escuchan, también estamos hablando con bancos”, afirmó el ministro durante su participación en la Conferencia Industrial de la UIA.
Para el director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, más allá del buen resultado electoral y del apoyo concreto de los Estados Unidos, el equipo económico aún no logró dar señales respecto a cambios que permitan mejorar la sostenibilidad del actual esquema cambiario lo que complica la baja. “Entre otras cosas, por el momento el pago de USD 4.216 millones el próximo 9 de enero con bonistas debería hacerse activando nuevamente el swap de monedas con el Tesoro de Estados Unidos y/o con los dólares que desembolsó el FMI en abril. Resta ver si en las próximas semanas hay anuncios que den mayor certidumbre sobre la deuda argentina y permitan reducir el riesgo país en el corto plazo”, comentó.
Una postura similar tuvo el director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, para quien la publicación del Wall Street Journal sobre que se habría suspendido el préstamo por USD 20.000 millones de bancos norteamericanos para hacer operaciones en el mercado de deuda, generó ruido entre los inversores. “Fue un cambio en las expectativas, al no estar seguro o claro lo que va a pasar con eso, gana peso el tema de la acumulación de reservas”, destacó. Bajo su perspectiva, no hay dudas que la administración libertaria pagará los vencimientos de enero de 2026.
La clave para Tiscornia va a estar en cómo reaccione el Gobierno este mes, cuando quienes compraron dólares para resguardarse en la previa de las elecciones los venda porque necesita pesos y comience a aparecer la cosecha de trigo que será récord. “Si el BCRA aparece comprando los dólares, el Tesoro es más complicado porque no tiene tantos pesos”, concluyó el consultor.