Jenna Macciochi, especialista en inmunología, resalta que adoptar hábitos sencillos es clave para reforzar las defensas naturales del organismo. Desde realizar más ejercicio hasta evitar “picar” entre comidas, cuáles son las recomendaciones
El sistema inmunológico es mucho más que una línea de defensa puntual contra resfriados y virus: su función abarca desde la protección frente a patógenos hasta la regulación de la inflamación y el control de numerosas enfermedades crónicas.
Según la Dra. Jenna Macciochi, inmunóloga y docente universitaria reconocida por la Academia de Educación Superior del Reino Unido, su impacto es tan profundo que determina no solo cuánto tiempo vivimos, sino también la calidad de vida durante esos años. A través de la integración de hábitos saludables y accesibles, es posible fortalecer el sistema inmunológico y alargar la vida libre de enfermedades, una perspectiva que contrasta con las rutinas extremas y costosas que proliferan entre algunos entusiastas de la longevidad. Desde realizar ejercicio hasta consumir más alimentos con fibra, cuáles son las 4 claves que brindó la experta.
Importancia integral del sistema inmunológico y su vínculo con la longevidad
Gran parte de la población asocia el sistema inmune, principalmente, con resfriados, infecciones estacionales o la acción de las vacunas. Sin embargo, su papel es mucho más determinante.
Como destaca la Dra. Macciochi en diálogo con The Telegraph, el sistema inmunitario es clave para la longevidad y la calidad de vida a lo largo de los años. Está compuesto por cientos de tipos celulares y moléculas, reguladas por miles de genes, y no se localiza en un solo órgano, sino que abarca tejidos y sistemas repartidos por todo el cuerpo: desde la piel y la médula ósea hasta el tracto digestivo, donde se concentra aproximadamente el 70% de sus células.
Esta red inmunitaria no solo protege del ataque de microorganismos, sino que contribuye a eliminar células potencialmente malignas, inhibe el desarrollo de trastornos autoinmunes, modula la respuesta a los alérgenos y regula procesos inflamatorios asociados al envejecimiento y la aparición de enfermedades como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
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El sistema inmunitario es clave para la longevidad y la calidad de vida a lo largo de los años (Imagen Ilustrativa Infobae)
Malentendidos comunes sobre el sistema inmunitario y su verdadero alcance
Uno de los errores más frecuentes es concebir el sistema inmunológico como un mecanismo aislado y estático que solo se activa en presencia de gérmenes externos. La Dra. Macciochi insiste en que esta perspectiva es limitada. El sistema inmunitario es una red dinámica que está constantemente en acción, escaneando y vigilando el organismo, reparando tejidos y regulando la inflamación, incluso en ausencia de infecciones.
La protección frente a infecciones sigue siendo un aspecto esencial, pero en nuestra sociedad, donde los antibióticos y las medidas de salud pública han reducido el impacto de enfermedades infecciosas, han surgido nuevos desafíos. Es que el sistema inmunitario es clave, además, para combatir células cancerosas incipientes, mantener a raya las enfermedades autoinmunes y controlar la inflamación de bajo grado vinculada al envejecimiento y el deterioro sistémico.
En tanto, la inflamación es una reacción defensiva útil cuando aparece de forma aguda ante infecciones o lesiones. Sin embargo, en el contexto actual de vida sedentaria, mala alimentación y estrés crónico, esta respuesta puede desregularse, dando lugar a un estado de “envejecimiento inflamatorio”. Este proceso, según explica la inmunóloga, es similar al óxido en un coche: una inflamación ligera, pero persistente que, con el tiempo, desgasta los tejidos y acelera el deterioro celular.
Lo más preocupante es que la inflamación crónica actúa como catalizadora de todas las características del envejecimiento biológico. Afecta los telómeros de los cromosomas, compromete la eficiencia de las mitocondrias (las “baterías” celulares) y puede dañar el ADN, favoreciendo la aparición y progresión de diversos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y patologías neurodegenerativas.
Según la Dra. Macciochi, este proceso sobrecarga todos los órganos y sistemas, poniendo en evidencia la necesidad de intervenir sobre los factores del estilo de vida que pueden modularla y reducir su impacto.
Cuatro hábitos fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico y aumentar la esperanza de vida
A diferencia de la tendencia a buscar soluciones sofisticadas o costosas para prolongar la vida, la Dra. Macciochi propone centrarse en cambios simples y sostenibles. Estos son cuatro hábitos respaldados por la ciencia:
1. Realizar más ejercicio
Un estudio reveló que quienes hacen ejercicio habitualmente pueden vivir hasta siete años más (Imagen Ilustrativa Infobae)
La actividad física regular es uno de los pilares más sólidos para fortalecer la inmunidad y prolongar la longevidad. Un estudio citado por la inmunóloga y publicado en el British Journal of Sports Medicine mostró que quienes hacen ejercicio habitualmente pueden vivir hasta siete años más y, además, disfrutar de más años libres de enfermedades.
El ejercicio activa una inflamación controlada que ayuda a “limpiar” y restaurar los tejidos, como si se tratara de una limpieza profunda del cuerpo después de un esfuerzo.
El movimiento también ayuda a preservar la función de la glándula timo —clave en la producción de linfocitos T— que con los años tiende a atrofiarse, aumentando el riesgo de infecciones en la vejez.
La recomendación es romper largos periodos de sedentarismo y practicar ejercicios combinados de resistencia y cardio, adaptados a la capacidad de cada persona.
2. Comer menos calorías y evitar picar entre comidas
La comida es otro de los puntos clave en el sistema inmunológico (Imagen Ilustrativa Infobae)
El exceso de ingesta calórica y el hábito de comer continuamente, sin dar descanso al sistema digestivo, contribuyen al incremento de la inflamación basal y aceleran el envejecimiento inmunológico.
Según la Dra. Macciochi, las personas tienden a estar en estado de saciedad durante 18 horas al día, lo que impide que el cuerpo repare tejidos y restaure los niveles adecuados de inflamación tras cada comida.
Se recomienda concentrar la alimentación en tres comidas diarias, ricas y nutritivas, evitando los bocadillos continuos y prefiriendo periodos de ayuno controlado.
Reducir la ingesta calórica un 20-30% —sin caer en deficiencias nutricionales— ha demostrado en estudios una menor incidencia de marcadores inflamatorios.
3. Añadir alimentos antiinflamatorios a la dieta
Añadir estos alimentos contribuye a mitigar el deterioro inflamatorio y la progresión de enfermedades degenerativas
La calidad de la dieta tiene un impacto directo sobre el sistema inmunológico y la inflamación. El aceite de oliva virgen extra se destaca como uno de los alimentos con propiedades antiinflamatorias, gracias al oleocantal, un compuesto fenólico que actúa de forma similar a ciertos mecanismos del ibuprofeno.
Este, junto al patrón de la dieta mediterránea —basada en verduras de hoja verde, frutas rojas, legumbres, cereales integrales, frutos secos y pescado azul— contribuye a mitigar el deterioro inflamatorio y la progresión de enfermedades degenerativas.
La adopción de patrones dietéticos como la dieta MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay – para la salud cerebral y la prevención del deterioro cognitivo-), rica en polifenoles, antioxidantes y alimentos saludables para la microbiota, ofrece efectos protectores tanto para el cerebro como para el resto del cuerpo, enlazando la salud inmunológica con la función cognitiva.
4. Consumir más fibra para una mejor salud intestinal
Incorporar gradualmente legumbres, frutas y verduras es clave para potenciar estos efectos sin molestias digestivas
El tracto digestivo es la principal “sede” del sistema inmune, albergando el 70% del total de células inmunitarias.
El microbioma intestinal, que depende de una alimentación rica en fibra vegetal, participa activamente en la producción de células inmunomoduladoras y en el control de la inflamación sistémica.
La fibra, al ser descompuesta por bacterias intestinales, da lugar a la producción de ácidos grasos de cadena corta, compuestos con efecto antiinflamatorio, que refuerzan la barrera intestinal y previenen el paso de toxinas desde el intestino al torrente sanguíneo. Incorporar gradualmente legumbres, frutas y verduras es clave para potenciar estos efectos sin molestias digestivas.
La perspectiva de la Dra. Jenna Macciochi aporta una mirada avalada por décadas de investigación en inmunología. Tras formarse en la Universidad de Glasgow y obtener su doctorado en el Imperial College de Londres, la especialista ha pasado por empresas biotecnológicas, institutos de investigación y docencia universitaria, y actualmente asesora sobre salud y bienestar desde su hogar en Brighton.
Con hábitos accesibles para toda la población, la experta muestra que la verdadera revolución en salud y longevidad está al alcance de quienes estén dispuestos a realizar pequeños pero sostenidos cambios en su vida diaria.
Investigadores observaron que preadolescentes con solo una hora diaria en plataformas digitales mostraron puntuaciones más bajas en memoria y lectura
(HealthDay News)- Las redes sociales podrían estar costando a su preadolescente parte de su capacidad cerebral, según un estudio reciente.
Los niños de entre 9 y 13 años que pasaban más tiempo en las redes sociales obtuvieron peores resultados en las pruebas de lectura, memoria y lenguaje dos años después, informaron los investigadores en el Journal of the American Medical Association.
“Este estudio encontró que incluso unos niveles bajos de uso de las redes sociales se asociaron con unos resultados cognitivos más pobres”, señaló el investigador principal, el Dr. Jason Nagata, profesor asociado de pediatría de la Universidad de California-San Francisco.
“Nuestros resultados sugieren que el cerebro de la adolescencia temprana podría ser particularmente sensible a la exposición a las redes sociales, lo que subraya la importancia de una introducción apropiada para la edad a estas plataformas y una monitorización cuidadosa”, dijo en un comunicado de prensa.
En el estudio, los investigadores analizaron datos de más de 6.500 niños que participaron en el Estudio Nacional de Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD), el estudio a largo plazo más grande sobre el desarrollo cerebral en EE.UU.
(Imagen ilustrativa Infobae)
Alrededor del 58% de los niños prácticamente no pasaban tiempo en las redes sociales; el 37% pasaba una hora adicional al día en las redes sociales a los 13 años; y un 6 por ciento hasta 3 horas adicionales a los 13, mostraron los resultados.
El estudio ABCD examinó la capacidad cerebral de los niños mediante una batería de pruebas diseñadas por los Institutos Nacionales de Salud, dijeron los investigadores.
Los niños con un uso bajo de alrededor de una hora al día obtuvieron un promedio de 1 a 2 puntos menos en las pruebas de memoria y lectura, encontraron los investigadores
Aquellos que pasaban hasta tres horas al día obtuvieron hasta 4 puntos menos en las pruebas, según el estudio.
“Estas diferencias son sutiles pero consistentes”, dijo Nagata. “Debido a que las habilidades cognitivas como la lectura y la memoria son fundamentales para el aprendizaje, incluso pequeñas disminuciones en una gran población podrían tener implicaciones educativas significativas”.
El uso de redes sociales en preadolescentes se asocia con peores resultados en memoria y lectura, según un estudio (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los investigadores sospechan que algunos niños podrían estar ignorando la tarea para desplazarse por las redes sociales, lo que afecta su educación y desarrollo.
“Las redes sociales son altamente interactivas y pueden desplazar el tiempo dedicado a la lectura o al trabajo escolar”, dijo Nagata. “Desarrollar hábitos saludables de detección temprano podría ayudar a proteger el aprendizaje y el crecimiento cognitivo”.
Los resultados respaldan los esfuerzos recientes de las escuelas para limitar el uso del teléfono durante el día, además de medidas más estrictas como restricciones de edad más estrictas en las redes sociales, dijeron los investigadores.
Sin embargo, debido a que el estudio es observacional, no pudo establecer un vínculo causal directo entre el uso de las redes sociales y el poder cerebral de los niños, anotaron los investigadores.
*Johns Hopkins Medicine ofrece más información sobre las redes sociales y la salud mental en niños y adolescentes. FUENTE: Universidad de California-San Francisco, comunicado de prensa, 13 de octubre de 2025
Investigaciones recientes evidencian que años de actividad física moldean respuestas inmunes menos inflamatorias y más eficientes, una estrategia esencial ante el avance de enfermedades crónicas asociadas a la edad
El ejercicio físico regular fortalece no solo músculos y corazón, sino que también actúa como un entrenador del sistema inmune en adultos mayores. Un estudio internacional coordinado por la Universidade Estadual Paulista (UNESP) en Brasil, cuyos resultados atribuidos a FAPESP se destacan, muestra que quienes practican entrenamiento de resistencia durante años desarrollan células de defensa más adaptables, menos inflamatorias y con mayor eficiencia metabólica.
El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, incluyó a adultos mayores con y sin antecedentes de entrenamiento de resistencia, tales como carreras de larga distancia, ciclismo, natación, remo y caminata.
El equipo, liderado por Luciele Minuzzi de la Universidad Justus Liebig de Giessen (Alemania) y Fábio Lira de la UNESP, se enfocó en las células asesinas naturales (NK), linfocitos clave en la defensa contra virus y células enfermas, incluidas las cancerosas.
Estas células pueden compararse con patrullas especializadas que recorren el cuerpo en busca de intrusos, eliminando a virus y células anómalas antes de que causen daño mayor.
Según FAPESP, los adultos mayores entrenados presentaron células NK con una capacidad de adaptación mejorada, menor presencia de marcadores inflamatorios y mejor uso de la energía celular.
“Es como si el ejercicio también entrenara el sistema inmunitario”, explicó Minuzzi a FAPESP. El estudio muestra que el entrenamiento de resistencia a largo plazo modula la respuesta inflamatoria, lo que garantiza un control más efectivo de la inflamación que en adultos mayores sedentarios.
La práctica sostenida de deportes de resistencia favorece adaptaciones celulares protectoras y un mejor control de la inflamación en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)
Lira, coordinador del proyecto, señaló a FAPESP que el sistema inmunitario puede verse influido por factores como la calidad del sueño, la alimentación, el estrés, la vacunación y los medicamentos inmunosupresores, aunque el ejercicio físico resalta como un factor que mejora la inmunidad y modula su respuesta a lo largo del tiempo.
Mecanismos celulares y adaptaciones inmunometabólicas
Para profundizar en los mecanismos celulares, los investigadores analizaron el fenotipo, la función y el metabolismo mitocondrial de las células NK bajo estímulos inflamatorios. Además, estas células se expusieron a bloqueadores farmacológicos como propranolol, que inhibe la vía adrenérgica, y rapamicina, que afecta la señalización mTORC1 relacionada con el crecimiento y la proliferación celular.
Incluso bajo estas condiciones, las células NK de los adultos entrenados conservaron su función inmunitaria, mientras que las de los no entrenados exhibieron signos de agotamiento celular o fallas en la respuesta inflamatoria. Minuzzi explicó a FAPESP que el ejercicio regular favorece adaptaciones inmunometabólicas protectoras, generando células más maduras, menos senescentes y mejor preparadas para situaciones de estrés.
Adultos mayores entrenados presentan menos marcadores inflamatorios y mayor eficiencia metabólica en sus células de defensa (Imagen Ilustrativa Infobae)
La comparación entre adultos mayores entrenados y no entrenados evidenció que los primeros tenían menos marcadores inflamatorios y más marcadores antiinflamatorios, lo que permitió un control superior de la inflamación.
Estudios previos del mismo grupo ya habían demostrado que la obesidad y el sedentarismo aceleran el envejecimiento de las células de defensa. Por el contrario, el entrenamiento de resistencia durante la vida promueve una respuesta inmunitaria más equilibrada y eficaz.
En una investigación adicional publicada en Frontiers in Immunology, el equipo comparó la respuesta inmunitaria de atletas jóvenes y veteranos antes y después de una sesión aguda de ejercicio. Los resultados evidenciaron que los atletas veteranos, con más de 20 años de entrenamiento, mostraban una respuesta inflamatoria más controlada que los jóvenes, quienes presentaron mayores incrementos de citocinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-α.
Estudios comparativos muestran que atletas veteranos controlan mejor la inflamación que los jóvenes tras el ejercicio (Imagen Ilustrativa Infobae)
De acuerdo con los investigadores, esto apunta a que el entrenamiento regular a lo largo de la vida adapta el sistema inmunitario, haciéndolo más resistente y menos proclive a respuestas inflamatorias desmedidas.
Implicaciones para el envejecimiento saludable
Las consecuencias de estos hallazgos, según FAPESP, son relevantes para un envejecimiento saludable y la prevención de enfermedades crónicas. Un sistema inmunitario eficiente y sin excesos reduce el riesgo de patologías asociadas a la inflamación crónica, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y diversos tipos de cáncer. Además, el estudio refuerza la importancia de mantener hábitos de vida activos en la vejez para preservar la funcionalidad inmunológica.
El sedentarismo y la obesidad aceleran el envejecimiento celular, mientras que el ejercicio promueve una inmunidad equilibrada (Imagen Ilustrativa Infobae)
El contexto de la investigación subraya la colaboración internacional y la continuidad de estudios previos del grupo, que ya había demostrado el impacto negativo del sedentarismo y la obesidad en la inmunidad. El equipo, liderado por Minuzzi y Lira, continúa investigando cómo factores como el ejercicio físico pueden modular la respuesta inmunitaria y contribuir a una mejor calidad de vida en la población mayor, según FAPESP.
Los resultados sugieren que el sistema inmunitario de los adultos mayores activos mantiene la capacidad de respuesta sin caer en excesos, lo que amplía la comprensión sobre cómo el ejercicio puede favorecer un envejecimiento saludable y proteger contra las enfermedades asociadas a la inflamación desregulada.
Un equipo de 160 científicos de 23 países analizaron datos sobre la salud de los ecosistemas, niveles de temperatura y registros de fenómenos extremos relacionados con el cambio climático. Qué concluyeron
Los arrecifes de coral son estructuras submarinas formadas por animales pequeños que producen esqueletos de carbonato de calcio y se encuentran en aguas poco profundas y cálidas, principalmente en el Caribe, el Indo-Pacífico y la Gran Barrera de Coral en Australia.
Un equipo de 160 especialistas de 23 países realizó una evaluación global y detectó que los arrecifes de coral del planeta pasaron un “punto de inflexión” climático.
Eso significa que el daño que sufrieron los arrecifes por el calentamiento global inducido por la emisión de gases contaminantes ya no puede revertirse con las condiciones actuales. Los corales seguirán desapareciendo, salvo en pequeños refugios especialmente protegidos.
El calentamiento global ya provocó la pérdida masiva de corales. El problema afecta a los ecosistemas marinos y a mil millones de personas. DAVID GRAY / AFP)
En el reporte que publicaron, los científicos liderados por expertos de la Universidad de Exeter del Reino Unido alertaron que la mortalidad masiva de corales representa un quiebre definitivo para los ecosistemas marinos y la vida de casi mil millones de personas.
Resaltaron que esos sistemas esenciales para los océanos enfrentan una amenaza irreversible bajo las temperaturas actuales, mientras líderes y ministros climáticos preparan la próxima cumbre COP30 de Naciones Unidas que se hará desde el 10 al 21 de noviembre en Belém, en Brasil. El encuentro se hace para debatir las medidas prioritarias para hacer frente al cambio climático.
El cambio climático acelera la pérdida de los corales
Los corales solo podrán conservarse si las temperaturas globales bajan notablemente/Archivo
Para los expertos, este fenómeno ya no forma parte de un escenario hipotético: “No podemos hablar más de los puntos de inflexión como un riesgo futuro. Esta es nuestra nueva realidad”, afirmó Steve Smith, científico social de la Universidad de Exeter y uno de los autores principales del reporte.
El concepto de punto de inflexión climático define el umbral a partir del cual un ecosistema sufre cambios irreversibles provocados por el aumento de la temperatura.
En el caso de los corales, este proceso llegó tras años de episodios repetidos de blanqueamiento, cuando los animales pierden las microalgas que les dan alimento y color.
“La situación de los corales es una tragedia para la naturaleza y para las personas que dependen de ellos para comer y obtener ingresos”, advirtió Mike Barrett, asesor científico jefe del Fondo Mundial de Vida Silvestre del Reino Unido y coautor.
Los arrecifes de coral sostienen la vida marina en aguas cálidas y poco profundas/ REUTERS/Lucas Jackson
La degradación de los arrecifes no afecta solo a la vida marina. El cuarto evento global de blanqueamiento coralino, que comenzó en enero de 2023, ya dañó más del 84% de estos ecosistemas en todo el mundo.
Los especialistas coinciden en que la pérdida de corales reduce la seguridad alimentaria, limita el turismo y agrava la exposición de muchas comunidades a tormentas.
“El periodo de recuperación que solía existir entre los disturbios prácticamente ya no sucede, y ese es el gran problema para los corales”, aseguró Michael Studivan, ecólogo de la Universidad de Miami.
Incluso si la humanidad logra estabilizar la temperatura a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, los corales continuarían en declive y solo podrían preservarse refugios muy limitados.
La meta principal del Acuerdo de París es limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 °C respecto a los niveles preindustriales y realizar esfuerzos para que no supere 1,5 °C. Sin embargo, hoy parece insuficiente.
El primer “tipping point” climático
Pequeños refugios protegidos serán el último recurso para la supervivencia de los corales/ DAVID GRAY / AFP)
Los investigadores detallaron que los arrecifes tropicales alcanzaron su límite térmico con solo 1,2 grados de calentamiento. Las cifras coinciden con recientes signos de deterioro observados en la Gran Barrera de Coral en Australia y otros enclaves de biodiversidad.
Los datos enfatizan la gravedad del cambio. “Los arrecifes de coral a escala significativa se perderán, a menos que la temperatura global regrese hacia 1 grado o menos”, describió el estudio presentado por Tim Lenton, director del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter.
La única ruta para revertir estos desastres ecológicos sería no solo detener el calentamiento, sino llevar a cabo la extracción activa de dióxido de carbono en la atmósfera.
El informe puso el foco en la necesidad de proteger los refugios de coral que aún sobreviven, al invertir en estrategias de conservación que reduzcan presiones adicionales como la sobrepesca y la contaminación.
También los investigadores señalaron que la solución global requiere reducir de manera drástica las emisiones de gases de efecto invernadero.
Cuáles son los riesgos próximos
El colapso de la corriente AMOC podría alterar el clima en Europa y disminuir la producción de alimentos en varias regiones./Archivo
Los científicos proyectaron escenarios para otros puntos de inflexión próximos. La Amazonía, el manto de hielo polar y grandes corrientes marinas como la Circulación de Retorno Meridional del Atlántico (AMOC) podrían pronto cruzar sus propios umbrales.
“Perderíamos también la Amazonía, los hielos y las corrientes oceánicas vitales. En ese escenario, enfrentaríamos un resultado realmente catastrófico para toda la humanidad”, sostuvo Mike Barrett en diálogo con la revista Nature.
Advirtieron que el colapso del AMOC generaría inviernos más fríos en el noroeste de Europa, alteraciones del monzón en África Occidental y la India, y caída de las cosechas agrícolas en buena parte del planeta.
La COP30 en Brasil buscará acordar medidas urgentes frente al cambio climático/Archivo
La comunidad científica estimó que el deterioro de la Amazonía, que afecta a más de 100 millones de personas, podría empezar con solo 1,5 grados de calentamiento, un nivel antes considerado seguro.
Frente a este panorama, los organizadores de la COP30 solicitaron una “movilización global” y políticas urgentes para evitar más umbrales peligrosos.
“La naturaleza abrupta e irreversible de los puntos de inflexión climática exige respuestas innovadoras: prevenirlos demanda mitigar desde ya y escalar tecnologías de captura de carbono”, puntualizó Manjana Milkoreit, politóloga de la Universidad de Oslo.