Mientras la ex presidenta espera un fallo adverso, volvió a convocar a Kicillof a un acto público, pero sigue la disputa en el territorio. Tregua incipiente. Del espejo de Lula al recuerdo de Menem. ¿El Gobierno impone el sello? Cumbre en oficinas de Santilli
A la misma hora en que buena parte de la dirigencia del peronismo bonaerense se convocaba en la sede histórica del PJ de la calle Matheu para acompañar a Cristina Kirchner, referentes de La Libertad Avanza y del PRO provinciales empezaban a afinar detalles del acuerdo en ese distrito en una oficina en la otra punta de la Capital, una alianza ya con un grado de avance significativo de cara a las elecciones de septiembre que espera, sin mayor información que los trascendidos del círculo rojo, por la resolución de la Corte Suprema. Es decir, si se confirma en las próximas semanas la condena de la expresidenta y queda detenida.
“Estar presa es un certificado de dignidad”, dijo ayer Cristina Kirchner en el PJ, en el aniversario de los fusilamientos de José León Suárez, un acto simbólico que le sirvió de excusa para volver a plantarse frente a la Corte ante la inminencia de un fallo con consecuencias impredecibles. Sirvió, además, para volver a reencontrar públicamente a la jefa del PJ con Axel Kicillof, que no tenía previsto en principio ser de la partida pero que al final se apareció junto a casi todo su gabinete. CFK le dedicó algunos extractos de su discurso.
Pasadas las 5 de la tarde, mientras la sede de Matheu empezaba a completarse, Diego Santilli, Cristian Ritondo y Guillermo Montenegro -viajó especialmente desde Mar del Plata para la ocasión-, aún del PRO, recibieron en las oficinas de “El Colorado”, sobre la calle Salguero, al límite con la Costanera, a Sebastián Pareja, el armador de LLA en territorio bonaerense para empezar a dar las primeras pinceladas de un frente electoral de cara al 7 de septiembre. “Está encaminadísimo, esta semana deberían comenzar a cruzarse los datos de nuestros intendentes con los referentes de ellos”, resaltó uno de los dirigentes del PRO que participó del encuentro.
Lo que parecía hasta la semana pasada una segura disputa entre el Gobierno y el PRO contra el kirchnerismo, con Cristina Kirchner como figura estelar en la tercera sección electoral, empezó ahora a disiparse, y el debate dentro del peronismo ya no es solo por la pelea entre la ex presidenta, La Cámpora y el gobernador, si no por la necesidad de forzar una suerte de tregua por el avance de la Corte. Ayer, después de asegurar en el chat que comparte con intendentes de la “PBA” que tenía compromisos asumidos y mandaría a parte de su equipo en su reemplazo, Kicillof decidió al final viajar desde La Plata a la Capital para sentarse en primera fila, tragar saliva y apoyar a la jefa del PJ. Lo hizo junto a funcionarios muy críticos del cristinismo como Carlos Bianco o Andrés Larroque. Sin mencionarlo, CFK le dedicó un tramo del discurso, cuando habló de la “inmensa responsabilidad” del momento que requiere “desprendimientos personales”. Lo hizo mientras miraba exactamente al sector en el que se ubicaba el gobernador.
Diego Santilli y Cristian Ritondo en la Casa Rosada (Foto: Jaime Olivos)
Ese nivel de tensión, que está lejos de disiparse, ya no se vislumbra como antes en las negociaciones entre LLA y el PRO: si bien siguen las discusiones por el nombre y los colores, en la reunión de este lunes volvió a esclarecerse que Karina Milei no está dispuesta a ceder colores ni sellos, y que entre los dirigentes que antes reportaban a Mauricio Macri ya es cada vez menos tabú el nombre o la composición de la alianza a la que se termine arribando. “Si el frente se termina llamando Frente Libertad Avanza, ¿vamos a decir que no?“, reflexionó anoche, algo resignado, una fuente al tanto de las conversaciones de la tarde. Volverán a reunirse la semana próxima.
Según trascendió, no hubo mayores comentarios a la resolución que vaya a adoptar la Corte Suprema sobre Cristina Kirchner: “No sabemos qué va a pasar”. En el acto en la sede del PJ también evitaron dar precisiones, pero entre la dirigencia, y la militancia, se instaló la versión de que las próximas horas podrían ser cruciales para el recurso presentado por la defensa de la expresidenta por la condena de “Vialidad”. Por esa razón, Kicillof se hizo presente, cuando, en la previa, no pensaba hacerlo. En el 2023, había sido uno de los principales defensores públicos de CFK en contra de la teoría del “lawfare”. Muchísimo más distante ahora, en el peronismo provincial se debatía anoche el futuro electoral del espacio propiciado por el gobernador si la Corte confirma antes de que se inscriban las candidaturas, el 19 de julio, la condena contra la expresidenta. En particular porque, más allá de la postal de ayer, todavía existen por debajo rencillas muy expuestas entre ambos bandos. Ayer mismo, mientras se desarrollaba la puesta en escena en la sede histórica del peronismo, Jorge Ferraresi, uno de los intendentes que más impulsa la autonomía de Kicillof, en el corazón de la tercera sección electoral, aseguró en un brindis con periodistas locales, lejos de la calle Matheu: “En cualquier escenario voy a ser primer candidato a concejal”. Varios de sus colegas sostienen la misma estrategia, a pesar de la Corte.
Entre las tratativas en la oposición bonaerense, la discusión por las candidaturas todavía es una asignatura pendiente hasta tanto no se terminen de reconfigurar las negociaciones en el peronismo, la Justicia no confirme los trascendidos y se diluciden los postulantes que encabezarán cada una de las secciones. Tampoco se sabe si el color violeta será el predominante porque hay versiones cada vez más insistentes en torno a que las autoridades provinciales buscarán imponer boletas en blanco y negro para abaratar costos e intentar, en paralelo, sacar al violeta de competencia. En cualquier escenario, no habría, por lo pronto, ningún dirigente del PRO que vaya a inmolarse por el color amarillo. Tampoco por conformar a Macri que, más allá de no confrontarlo públicamente, no está considerado en las negociaciones. Ya no hay con el expresidente tantas deferencias como antes.
Axel Kicillof, junto a la intendenta kirchnerista Maura Mendoza en el acto de Cristina Kirchner en la sede del PJ
En el caso de Cristina Kirchner, existe todavía un dispositivo alrededor de su figura, y una base de sustentación electoral con anclaje en el Gran Buenos Aires, que sostienen su liderazgo, y que abre un escenario bastante incierto en torno a las consecuencias de una resolución del máximo tribunal. Si actúa como ordenador o si, por el contrario, le agrega más incertidumbre a la disputa interna en territorio provincial.
El gobierno tiene la misma incertidumbre, con un agravante: todavía no quiso, o no pudo, establecer mecanismos aceitados de interlocución e intervención en la Justicia. En particular, en la Corte. Por algo la expresidenta, en su discurso de ayer, no cargó en ese rubro en el Ejecutivo cómo sí lo hizo con el macrismo, al que calificó, sin mención explícita, como “la derecha mafiosa”, y aludió, sin nombre y apellido, a Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, uno de los principales gestores judiciales del gobierno de Cambiemos.
¿El gobierno quiere a Cristina Kirchner presa? En el peronismo están convencidos que no. “Para mí las cuestiones políticas siempre se definen en las urnas. Creo que una condena a Cristina va a fomentar la unión del peronismo, van a victimizarla”, subrayó el domingo en una entrevista con el diario La NaciónAgustín Romo, jefe del bloque de LLA en la Legislatura, integrante de Las Fuerzas del Cielo, del staff de Santiago Caputo, relacionado con el Presidente. La semana previa, después de que la expresidenta confirmara su candidatura, Romo festejó en un almuerzo privado cerca de Casa Rosada.
“Esto no hace más que seguir polarizando, ella va a entrar en un proceso similar al de Lula en Brasil, y (Javier) Milei va a quedar como el presidente que la metió en cana, con la particularidad de ser un presidente que en este caso no se ha metido en la Justicia”, opinó anoche un dirigente que participó del encuentro entre el PRO y LLA.
En el kirchnerismo se miran en el espejo del presidente de Brasil. El fin de semana, tras una conversación entre Oscar Parrilli y Eduardo Valdés, el grupo de Puebla publicó un comunicado en contra de “las proscripciones políticas” firmado por ex mandatarios como José Luis Rodríguez Zapatero, Rafael Correa, Ernesto Samper, Alberto Fernández y dirigentes de toda la región. Se activaron además canales de diálogo con Lula da Silva, que pasó casi 600 días preso por una investigación que finalmente fue anulada y le permitió al jefe de Estado volver al poder en el país vecino.
Cristina Kirchner junto a Lula da Silva
Cristina Kirchner mira de reojo el derrotero de Lula. Prefiere ese espejo al de Carlos Menem. El sábado 7 de junio, de campaña en Corrientes, la ex presidenta dijo que “el mes de junio es un mes tremendo para el peronismo”. Recordó los fusilamientos de José León Suárez del 9 de junio de 1956 y el bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955. Omitió la decisión del juez federal Jorge Urso cuando ordenó la prisión de Menem por asociación ilícita por la venta de armas a Croacia y Ecuador. Fue el 7 de junio del 2001. Hace 24 años.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.