En la gobernación bonaerense se quejaron por la falta de instancias formales para negociar con el cristinismo. Enojo en La Cámpora por los dichos de Carlos Bianco
“Hoy no están las condiciones para la unidad del peronismo”. La definición del ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, cayó muy mal en el cristinismo, desde donde, a principio de la semana y tras la derrota del peronismo en la elección porteña, renovaron las críticas a Axel Kicillof por su decisión de desdoblar los comicios de la provincia de Buenos Aires.
Bianco volvió a pedir que “se respete el espacio del Gobernador”, un reclamo que todo el armado político que lidera Kicillof viene haciendo desde que comenzó la disputa interna con la familia Kirchner y La Cámpora. Ese es uno de los argumentos que tiene el economista para llevar adelante la discusión con el cristinismo. Quiere revalorizar el lugar que ocupa.
“No se entiende por qué Bianco dice lo que dice. Nuestro espacio político hace todo por la unidad. Cristina ha cedido en su posición. Los bloques legislativos están unidos. El gabinete de Axel tiene representante de todos los sectores”, analizó un importante dirigente de la agrupación que conduce Máximo Kirchner.
En el camporismo consideran que “es una mentira” decir que no hay unidad y sostienen que es “un error conceptual” porque en los hechos todos son parte del mismo espacio político, que es Unión por la Patria (UP). En ese sentido, remarcan que los bloques legislativos y el gabinete bonaerense están conformados por dirigentes del cristinismo, el massismo, el kicillofismo y el PJ Bonaerense.
Carlos Bianco aseguró que no están dadas las condiciones para cerrar la unidad en el peronismo
“La unidad está. Hay que trabajar para mantenerla”, dijeron a Infobae cerca de Cristina Kirchner. Y agregaron: “La definición es errónea y extemporánea. El peronismo de la provincia de Buenos Aires está unido”. En el cristinismo resaltan que, pese a las peleas internas, la estructura política no está quebrada.
En La Plata la mirada es diferente. Aseguran que las negociaciones para cerrar un acuerdo de unidad “están en un punto muerto” y que en la actualidad “no hay espacio al diálogo”. “Esto no se trata de decir, sino de hacer”, indicaron.
“¿Por qué no hay unidad? Porque no hay ningún tipo de negociación, porque nuestro bloque no apoya los proyectos del Gobernador y porque lo siguen limando cada vez que pueden”, sentenció un funcionario cercano a Kicillof, que defendió las expresiones de Bianco.
La definición que Bianco dio en una entrevista con El Destape radio está vinculada a la falta de una mesa de negociación y una instancia de diálogo. En el círculo chico de Kicillof sostienen que no existen ninguna de las dos y que la unidad no está sellada.
La semana pasada Cristina Kirchner recibió a un grupo de intendentes en el Instituto Patria (Luciano González)
La última reunión para tratar de unificar posturas y negociar un acuerdo fue el domingo 6 de abril, cuando Kicillof, Sergio Massa, Máximo Kirchner, Facundo Tignanelli, Bianco, Mayra Mendoza, Alexis Guerra y Federico Otermin, entre otros dirigentes, se reunieron en La Plata para avanzar en un acuerdo de unidad.
En ese encuentro, que duró ocho horas, Kicillof les confirmó a todos que al día siguiente iba a anunciar el desdoblamiento de la elección provincial. Máximo Kirchner le advirtió que si hacía eso, su madre iba a ser candidata en la tercera sección electoral. El Gobernador no mostró reparos sobre el tema, pero dejó en claro que su postura ya estaba definida. El lunes 7 de abril anunció el desdobamiento y La Cámpora lo acusó de quebrar el peronismo.
Un mes y medio después, los sectores que negocian el acuerdo político no se volvieron a juntar todos alrededor de una mesa. “No hubo reuniones formales ni informales. No es solo cuestión de pedir la unidad, también hay que construirla”, indicó un influyente funcionario bonaerense.
La semana pasada Cristina Kirchner estuvo reunida con intendentes de su esquema político y del Movimiento Directo al Futuro (MDF). Andrés Watson (Florencio Varela ), Mayra Mendoza (Quilmes), Federico Otermín (Lomas de Zamora), Fernando Espinoza (La Matanza), Pablo Descalzo (Ituzaingó) y Julio Alak (La Plata) se juntaron con ella en el Instituto Patria.
Axel Kicillof quiere que se respete su lugar en la mesa chica del peronismo y en la negociación electoral
“Háganle saber al Gobernador que yo trabajo por la unidad del espacio”, les dijo a los intendentes. En el Instituto Patria sostienen que la ex presidenta “está haciendo todos los gestos necesarios” para sellar la unidad y achicar las diferencias. Ahora le piden a Kicillof que dé sus señales.
En la entrevista radial, Bianco hizo hincapié en un tema sensible para la discusión política que atraviesa al kirchnerismo. “El MDF es el sector mayoritario, lo midas como lo midas; por la cantidad de intendentes, por la cantidad de votos que representan esos intendentes y por la representación general del Gobernador. En esas condiciones nos podemos sentar a discutir la unidad”, planteó.
Es otro de los argumentos del esquema político de Kicillof para negociar la unidad. Que el cristinismo respete su rol, su lugar y su espalda política, debido al apoyo territorial que tiene por parte de más de 40 intendentes del peronismo bonaerense. El Gobernador busca hacer valer la fortaleza política lograda con la edificación del MDF en la discusión por el armado de listas y el diseño de la estrategia electoral.
Es tan alto el nivel de desconfianza que hay en el vínculo interno de los dos sectores del kirchnerismo, que en el cristinismo creen que el kicillofismo está preparando el terreno para romper y presentarse en las elecciones con una lista paralela. “Pareciera que no les interesa la unidad del espacio”, se quejaron.
No hay tregua. No hay instancias de diálogo. No hay acuerdo. Todo, absolutamente todo, está por verse. La unidad, a veces, parece una utopía. Otras tantas veces parece un hecho posible. La película continuará.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.