A días de una huelga de choferes de colectivos, el lunes habrá una audiencia ante el Gobierno para buscar una salida. Sorpresa entre empresarios por la salida de Franco Mogetta y expectativa por las medidas que vienen
El cambio de secretario de Transporte, que tendrá lugar en los próximos días tras las salida de Franco Mogetta, uno de los funcionarios que iniciaron su mandato junto con el del presidente Javier Milei, se dará en un contexto crítico que será un conflicto entre empresas y gremios de colectivos por una tajada de subsidios que el Ministerio de Economía sostiene con mano de hierro.
El mismo lunes habrá una audiencia entre la UTA y las cámaras del sector ante la Secretaría de Trabajo para intentar destrabar la discusión salarial, que ya tiene al martes 6 con fecha anunciada de paro de 24 horas. Transporte, en términos generales, siempre intentó mantenerse fuera de la mesa de decisión paritaria bajo la administración de Mogetta, aunque tanto la UTA como las empresas tuvieron en cada pulseada de este tipo un elemento de tensión que marcó la diferencia a la hora de cerrar una cuerdo salarial: la cantidad de subsidios que Transporte podía bajar hacia el sector.
Se trata de una discusión que contempla unos 87 mil millones de pesos mensuales de subvenciones que cubrir el costo de funcionamiento del sistema de transporte de colectivos que dependen de la jurisdicción nacional. La columna vertebral del ida y vuelta constante, de todas formas, versa sobre cómo está diseñada la propia estructura de costos que termina por definir cuándo dinero provendrá desde el presupuesto público.
En ese marco es que asumirá en los próximos días Luis Pierrini, empresario mendocino del rubro de seguros pero al que no se le conocen en el currículum antecedentes en el área de gestión de transporte. Fuentes oficiales aseguraron que todavía no está definido si, junto con Mogetta, también renunciarán sus tres subsecretarios, también oriundos de la provincia de Córdoba y con un perfil mucho más técnico. Son el subsecretario de Transporte aéreo es Hernán Gómez, el de Transporte Ferroviario es Martín Ferreiro y el de Transporte Automotor es Mariano Plencovich.
Entre los empresarios del sector automotor hubo sorpresa por la salida inesperada de Mogetta, un funcionario que se había mostrado con buena sintonía con el jefe del Palacio de Hacienda Luis Caputo, que era su superior directo en el organigrama.
Algunas otras cuestiones regulatorias del transporte pasaron por otros despachos, a pocas cuadras de distancia: se trata de los que corresponden al ministro de Desregulación Federico Sturzenegger, un funcionario que estuvo muy encima de cuestiones como la eliminación de restricciones al transporte automotor y que impulsa la eliminación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
El busto de Javier Milei que tenía el secretario de Transporte Franco Mogetta, quien será reemplazado en los próximos días
Como informe de balance de gestión de Mogetta, la Secretaría de Transporte informó que en el segmento de transporte automotor se implementó un “ordenamiento y eficientización de subsidios” junto con la “corrección de inequidades”, lo que incluyó el traspaso de competencias a las jurisdicciones que correspondía.
Según el documento, “Nación dejó de administrar el transporte de CABA y PBA que no le correspondía” y se concretó “el traspaso de las 31 líneas de colectivos a CABA, dejando de subsidiarlas, así como también se dejó de subsidiar las líneas municipales de la provincia de Buenos Aires”.
La participación del Tesoro Nacional en el financiamiento del sistema de colectivos se redujo a partir de la actualización de tarifas. La relación entre tarifa y subsidio pasó de 8%-92% a una nueva proporción de 25%-75 por ciento. Las compensaciones y subsidios al sistema, de acuerdo con el informe, “se han reducido vs noviembre 2023 en más de un 35%”.
También se implementaron medidas para mejorar la eficiencia del sistema. Se eliminaron “subsidios que no se revisaban y no tenían sentido” y se registró una “reducción del parque móvil: 1.637 colectivos menos”. La actualización del esquema de subsidios apuntó a evitar prácticas como la circulación de unidades únicamente para percibir subsidios de gasoil. Según el documento, se aplicó un “nuevo cálculo de subsidios a las empresas” y una “eficientización de frecuencias”.
Entre las empresas consideran que el trabajo técnico que hizo Mogetta y su equipo fue bueno, pero que los límites de la política económica de este gobierno, que son muy estrictos en lo fiscal, evitaron que las tarifas de transporte público tengan una recomposición tarifaria mayor como las que tuvo la energía.
Según un informe de la Asociación Argentina de Empresas de Transporte Automotor (AAETA), la Resolución 8/2025 actualizó las variables utilizadas para calcular los niveles de subsidios, e incorporó la inflación acumulada desde julio de 2024 y las nuevas paritarias firmadas en octubre. La última actualización de estos cálculos había tenido lugar en septiembre de 2024. El boleto mínimo se mantenía congelado en $371 desde agosto para las líneas de jurisdicción nacional, mientras que en febrero de 2025 la Ciudad de Buenos Aires llevó la tarifa a $408 para las 31 líneas bajo su órbita.
Luis Pierrini, empresario mendocino del rubro seguros, será el nuevo secretario de Transporte
En cuanto a las compensaciones, “el gobierno nacional continúa con una política de reducción de subsidios mediante su licuación frente a la inflación”, consideró esa entidad. Según sus estimaciones, entre octubre de 2024 y junio de 2025, el monto total mensual de subsidios nacionales pasará de $78.000 millones a $87.000 millones, lo que representa un incremento de solo 11%, frente a una inflación esperada de 21% para el mismo período.
Por su parte, un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (Conicet) planteó que el recorte de las transferencias destinadas al Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte —principal canal de financiamiento para el transporte automotor— fue del 24% en términos nominales y del 54% en términos reales.
Esta reducción impactó directamente en el volumen de subsidios reconocidos a los operadores de colectivos, especialmente en el AMBA. El informe señala que “los subsidios al transporte público automotor del AMBA surgen del cálculo de costos del sector que realiza la Secretaría de Transporte”, y que el valor técnico por pasajero transportado asciende a $1.339, mientras que el Estado reconoce $1.019.
La brecha entre el costo estimado por el IIEP y el monto reconocido oficialmente implica que la diferencia debe ser absorbida por el Estado mediante subsidios. Esta diferencia técnica representa una fuente persistente de tensión presupuestaria, más aún cuando se señala que la convergencia reciente entre ambos valores no obedece a una actualización realista de precios, sino a “un pronunciado ajuste en los pasajeros transportados considerados para los meses de enero y febrero de 2025”.
Además, se destaca que “los servicios del interior muestran una cobertura tarifaria del orden del 30%, similar a la que exhiben los servicios del AMBA”, lo que sugiere una dependencia generalizada de subsidios, aunque con diferencias regionales notables. La cobertura tarifaria del sistema ferroviario, por su parte, alcanza apenas al 5% y podría deteriorarse aún más si se mantiene el congelamiento de tarifas.
Los resultados de los comercios siguen dando señales mixtas, en un contexto de desaceleración inflacionaria y leve mejora del poder adquisitivo
El consumo atraviesa un momento ambiguo en la Argentina. Por un lado, da señales de recuperación, pero por otro, muestra signos de retracción. Ejemplo del primer caso es lo ocurrido en los supermercados durante el mes de abril.
Según el Indec, las ventas de las empresas que operan en el país crecieron 0,5% en relación a marzo y mejoraron un 8,9% real respecto a abril de 2024. En lo que respecta a los datos negativos, aparece en escena el resultado de los superservicios mayoristas, que sufrieron una dura retracción del 3,2% en la comparación mensual y retrocedieron 2,9% en la relación interanual.
Para entender mejor qué ocurrió en cada caso, se deben conocer con mayor detalle los datos publicados por el Indec. De acuerdo con el organismo, los supermercados de todo el país facturaron en forma conjunta $1,97 billones, lo que dejó como resultado un incremento nominal del 48%. Como se mencionó, descontando el efecto de la inflación, la variación interanual dio un crecimiento del 8,9%.
Ahora bien, al analizar el resultado de cada rubro, se encuentra un comportamiento muy dispar entre las diferentes categorías. En abril, tres categorías presentaron subas superiores al 70% en la comparación interanual: carnes (77,6%), alimentos preparados (77,4%) y el rubro de “indumentaria, calzado y textiles para el hogar” (74,4%).
Las ventas de frutas y verduras mejoraron un 53,4% interanual en los supermercados durante el mes de abril (Canva)
En el otro extremo aparecen otras categorías que estuvieron por debajo del promedio general. Se trata de los artículos de limpieza y perfumería (26,6%), los lácteos (43,7%) y los productos de almacén (43,8%).
Otro dato interesante que midió el Indec, el valor del ticket promedio. En abril de este año los argentinos gastaron unos $28.222 por compra. Además, el organismo detalló que, del total facturado por los supermercados, la gran mayoría fue abonado con tarjeta de crédito, método de pago que registró un incremento de facturación del 57,1% interanual nominal.
Mal momento para los mayoristas
Los autoservicios mayoristas tuvieron un mes de abril completamente opuesto en cuanto a los resultados. Según el informe oficial, sus ventas cayeron 3,2% en abril con relación a mayor. De igual manera, registraron una contracción del 2,9% en términos reales en la comparación interanual. Así, los mayoristas acumulan una baja del 6,6% en los primeros cuatro meses del año.
En ese caso, las ventas totales a precios corrientes fueron de $300 mil millones, lo que marcó una variación nominal del 28,5% respecto a abril de 2024, un valor que no fue suficiente para contrarrestar el efecto de la inflación sobre el poder adquisitivo del peso.
En las ventas totales a precios corrientes, durante abril de 2025, los grupos de artículos con los aumentos más significativos respecto al mismo mes del año anterior fueron: “Indumentaria, calzado y textiles para el hogar”, con 100,8%; “Carnes”, con 59,3%; “Panadería”, con 44,9%; y “Otros”, con 42,9%.
Los autoservicios mayoristas cayeron 3,2% mensual y acumulan una baja del 6,6% en lo que va del año (Reuters)
Por el contrario, quedaron muy por debajo del promedio rubros como la “verdulería y frutería” (17% de variación interanual nominal), “artículos de limpieza y perfumería” (19,3%) y los productos de almacén (28,2%), entre otros.
Balance desigual
Como lo dejan claro los números, la mejora de los supermercados contrastó notoriamente con el mal resultado de los mercados mayoristas. Lo llamativo, es que la diferencia se da en un contexto macroeconómico que es igual para ambos modelos de negocios.
A diferencia del año pasado, los salarios se vienen recuperando y la inflación está desacelerando. Además, el crédito al consumo comenzó a mostrar leves señales de reactivación, lo que podría haber favorecido las ventas en supermercados, donde es más habitual el uso de tarjetas. En cambio, los mayoristas, más dependientes de compras en efectivo o por volumen, podrían estar sintiendo con más fuerza el impacto de la caída en la demanda de comercios y pequeñas empresas.
El martes 24 se publicará el índice MSCI que determinará si la Argentina asciende a “mercado de frontera” o sigue en la categoría “standalone”, la peor de todas. Cómo podría influir esa decisión en el valor de los activos
La Argentina enfrentará la semana próxima un test crucial para la recepción de capitales provenientes de grandes inversores extranjeros. Morgan Stanley, uno de los bancos de inversión más importantes del mundo, publicará el martes 24 su índice financiero (MSCI) en el que se espera un ascenso desde la categoría “standalone market”, la más desfavorable, a la de “mercado de frontera”. Esa mejora en el índice MSCI, según estiman los analistas del mercado, podría acelerar el ingreso de dólares desde muchos fondos que hoy tienen vedado un país con la calificación de la Argentina.
El proceso se inicia mañana, miércoles 19, con la publicación por parte de MSCI del informe de accesibilidad de mercados. En esa instancia previa aparecerán las primeras señales de cómo se juzgó la eliminación del cepo, qué grado de flexibilidad hay para el ingreso de capitales y qué cerca está la Argentina de tener un mercado cambiario único y libre.
Posteriormente, MSCI definirá tras su reunión anual del jueves 24 en qué categoría ubica al país. La Argentina puede quedar en el aislamiento del grupo “standalone”, que dentro de América Latina comparte con Panamá, Jamaica y Trinidad y Tobago y en el resto del mundo con países en situación extrema como Líbano, Zimbabue o Ucrania. O bien, puede ser ascendida a la categoría de “mercado de frontera”. El ascenso siguiente sería a “mercado emergente”, la condición que en la región tienen Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
Los antecedentes recientes fueron en sintonía con la tumultuosa historia cambiaria. Tras el levantamiento total de los controles en diciembre de 2015 por parte del gobierno de Mauricio Macri, MSCI mantuvo a la Argentina como “mercado de frontera” en junio de 2017 y recién le dio el upgrade a “mercado emergente” en junio de 2018. A pesar de la rapidez de Macri para eliminar el cepo, la razón de la demora esgrimida por MSCI fue que no había certezas sobre si ese cambio era irreversible. En 2021, el aluvión de controles que impuso el gobierno de Alberto Fernández llevó a MSCI a darle un doble descenso a la Argentina que la devolvió a la categoría “standalone”.
Las especulaciones sobre la inminente decisión de MSCI trajo algún empuje al mercado accionario en las últimas jornadas, a pesar de un contexto internacional desfavorable por los coletazos de la situación en Medio Oriente.
Algunos expertos apuntan a que el esfuerzo de la Argentina por haber empezado a desregular su sistema cambiario encontrará su premio. De hecho, tres grandes nombres de Wall Street, JP Morgan, Bank of America y el mismo Morgan Stanley, habían coincidido en enero pasado que la Argentina recuperaría su condición de emergente una vez que se levantara el cepo, algo que ocurrió tres meses después.
“Consideramos que el resultado más probable de la próxima reunión es una reclasificación a mercado de frontera que allanaría el ingreso al club de mercados emergentes el año próximo”, señaló Ignacio Sniechowski, Head of Research de Grupo IEB.
El experto cita dos factores que obligan a tener paciencia hasta 2026 para volver a ser “emergente”. El primero es el “efecto tiempo”. El levantamiento del cepo fue en abril, muy reciente, si se considera el antecedente de Macri. “Para MSCI la irreversibilidad de los cambios es un factor importante, creemos que un triunfo en las elecciones de medio término solidificaría aún más la voluntad de un cambio en la Argentina”, señaló Sniechowski. El segundo factor es la accesibilidad: si bien hubo “un avance enorme” en la eliminación de restricciones cambiarias para las personas físicas, no ocurrió lo mismo en el caso de las empresas.
En el Grupo IEB prevén que un el paso de la Argentina a “mercado emergente” podría traer entre USD 2.000 y USD 3.000 millones. Y destacan que esa posibilidad aún no está incluida en los precios de las acciones, lo que da espacio a oportunidades. “Existen muchos fondos e inversores que suelen adelantarse a los eventos y podrían estar tomando posición en el equity argentino esperando una reclasificación en 2026″, señaló Sniechowski.
FILE PHOTO: A sign is displayed on the Morgan Stanley building in New York, U.S., July 16, 2018. REUTERS/Lucas Jackson/File Photo
Juan Manuel Truffa, director de Outlier, explicó que “es difícil anticipar cuál será el resultado” de la decisión de MSCI. No obstante, consideró que “luce probable una mejora” luego de las reformas y la eliminación de muchas restricciones que llevaron a la categoría “standalone”.
“La duda principal es si el cambio será hacia Mercado de Frontera —paso intermedio lógico— o si se concretará un salto más ambicioso hacia Emergente. Si bien este último escenario requiere criterios más exigentes, la Argentina acumula avances recientes que podrían habilitarlo. De concretarse, el impacto inmediato sería la habilitación de flujos por hasta USD 1.000 millones, vía fondos hoy restringidos, y una validación internacional del rumbo actual. Se trataría de una señal positiva tanto para el gobierno como para los activos locales” concluyó Truffa.
ARCHIVO – El presidente de Argentina, Javier Milei, a la izquierda, y el ministro de Economía, Luis Caputo. (AP Foto/Matilde Campodónico, Archivo)
El economista Federico Domínguez apunto que “por fundamentals y remoción de regulaciones cambiarias, MSCI debería comenzar el proceso de incorporarnos al índice de emergentes. Como siempre, la historia argentina puede demorar un poco los tiempos, pero el camino hacia emergentes es claro. El flujo potencial supera los USD 1.000 millones”.
Lo que va a definir Morgan Stanley es “calificar o darle un rating de inversión a cada uno de los países según cuán fácil o cuán seguro es invertir en cada uno de los países, obviamente teniendo en cuenta política, economía y estabilidad para acceso a inversiones”, apuntó Ian Colombo, asesor financiero de Cocos Gold.
Estar en la categoría “standalone” implica quedar “fuera del radar de inversiones”. Si la Argentina consigue subir un escalón como mercado de frontera, consideró Colombo, “podrían ingresar una gran cantidad de capitales, ya que volveríamos a estar en el radar de los bancos de inversión del mundo. Se espera que ingresen inversiones a las las principales empresas de Argentina, sobre todo las de petróleo y bancos”.
A los días no laborables en la Argentina se agrega que hoy es feriados en los EEUU, por lo que muchos operadores financieros ya arrancaron el fin de semana largo
Fue la semana más corta del año, con solo dos ruedas que operaron a pleno. Hoy la actividad del mercado disminuirá a la tercera parte por el feriado de Estados Unidos (Juneteenth). También, porque mañana comienza un fin de semana largo. No debería extrañar que hoy, temprano, se retiren algunas de las grandes manos del mercado para hacerlo aún más extenso.
El hecho de tener que hacer en dos ruedas todo lo que debería hacerse en 5, apresuró las liquidaciones de divisas de los exportadores que hicieron que el Mercado Libre de Cambios (MLC) opere USD 575 millones, el monto más elevado desde el 5 de mayo, que hizo bajar al dólar mayorista $17,5 a $1.142,50, el precio que tenía el 26 de mayo. El lunes 23, cuando retomen las operaciones, quedará una sola semana disponible para los exportadores del agro antes de que eleven los derechos de exportación al nivel anterior.
El comentario de la Bolsa de Comercio de Rosario explicó la baja del dólar: “En soja, tuvimos un incremento de compradores con negocios en las entregas cortas y en agosto. Las subas de Chicago del trigo se reflejaron en la plaza local, que mostró mejores condiciones y una buena cantidad de anotaciones en los segmentos de la campaña 2025/26. El maíz también registró un aumento de compradores, ampliando su abanico de entrega hasta agosto, logrando sostener su operatoria entre sesiones”.
Pese a este ingreso de divisas, las reservas cayeron USD 217 millones a USD 40.148 millones por los pagos al exterior.
Los dólares financieros sintieron el impacto. La jornada comenzó plena de vendedores y se moderó después del mediodía. El dólar MEP perdió $23,4 (-2%) a $1.167,07 y quedó con una brecha de 0,7% con el tipo de cambio oficial. El contado con liquidación (CCL), se desmoronó pero recuperó una parte de las pérdidas por un par de compras agónicas sobre el cierre. De esta manera, la divisa que se usa para giros e ingresos al exterior perdiò $32,59 (-2,7%) a $1.172,16. El “blue” que opera en un mundo aparte y con ínfimos negocios, bajó $10 a $1.190 y pasó a ser el dólar más caro del sistema, como en tiempos de mayores controles cambiarios.
Otro buen dato fue el superávit fiscal que resultó mayor al esperado a pesar de la menor recaudación impositiva. Federico Filippini, economista de Adcap Grupo Financiero, indicó que “el superávit primario acumulado alcanzó el 0,8% del PBI en los primeros cinco meses de 2025, mientras que el superávit financiero se ubicó en el 0,3% del PBI. El desempeño fiscal acumulado se encuentra por detrás del nivel alcanzado en el mismo período del año pasado, lo que sugiere que será necesario un ajuste fiscal adicional para cumplir con la meta anual del 1,6% del PBI. La consolidación fiscal continúa, aunque se mantiene por debajo del desempeño del año pasado hasta el momento”.
Filippini observó que “en términos reales, los ingresos del Gobierno cayeron un 14% interanual en mayo. La recaudación del Impuesto a las Ganancias se desplomó en torno al 45%, distorsionada por una base inusualmente alta en 2024. Otras fuentes de ingresos tuvieron un mejor desempeño: las contribuciones a la seguridad social aumentaron un 14,6% en términos ajustados por inflación, mientras que los impuestos sobre transacciones financieras subieron un 23%. Aun así, los ingresos por IVA retrocedieron un 0,4 % respecto del año pasado”.
Pero acá terminan las buenas noticias para la plaza local. Los bonos soberanos siguieron en baja y elevando el riesgo país cerca de los 700 puntos básicos contradiciendo al Gobierno que puja por llegar a los 500 puntos básicos para ingresar al mercado internacional de capitales para renovar los vencimientos de la deuda sin dejar dudas sobre pagos futuros.
Por otra parte, el Banco Central tomó USD 810 millones que le ofrecieron en la colocación del nuevo BOPREAL serie 4 para proveer de dólares a empresas que deben girar dividendos y a importadores que en el pasado utilizaron dólares propios. La serie 4 es por USD 3.000 millones y se licitarán semanalmente.
Los bonos en pesos a tasa fija tuvieron suba en las LECAP que llegan hasta noviembre lo que implica una baja en los rendimientos a un promedio de 2,5% efectivo mensual. A partir de diciembre, bajaron los precios y los rendimientos se elevaron a 2,4%. Los BONCER que ajustan por la inflación tuvieron subas generalizadas de hasta 0,73%.
El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini señala que “tal como el mercado esperaba, la Reserva Federal mantuvo sin cambios la tasa de referencia en el rango de 4,25 – 4,5% y lejos de pronunciarse más proclive a recortar, la inclinación fue más bien hawkish (firme), dado que aún ve riesgos inflacionarios y bajo desempleo, aunque no es tan optimista en cuanto a la actividad. La proyección de tasas del organismo es ligeramente más alta para 2026 y 2027 desde la proyección de marzo. Los activos de riesgo reaccionaron con bajas leves en una rueda donde el conflicto en Medio Oriente se entremezcla entre los factores que mueven a los mercados”.
Las Bolsas de Nueva York cerraron mixtas. El S&P 500 perdió 0,03% y el Nasdaq aumentó 0,13%. Pero en el after market todas estaban abajo con caídas de hasta 0,30%. El oro caía 0,37% y cotizaba por debajo del récord. Los inversores miran el conflicto con una mirada menos fatalista. De hecho, el petróleo operaba estable porque, más allá de que siguen los enfrentamientos, el único temor de los inversores es que Estados Unidos se involucre directamente.
Lo que puede ser un problema es la suba del gasoil que avanzaba otro 2% en Londres. Este combustible desde 2022 tiene el problema de la menor oferta porque el principal proveedor, Rusia, está afuera del mercado.
La Argentina es exportador de naftas e importador de gasoil. El combustible se obtiene del crudo convencional de Santa Cruz y Chubut donde se abandonó la perforación para priorizar Vaca Muerta.