La palabra final sobre el monto la tendrá el directorio del Fondo Monetario. El futuro del dólar blend y del crawling peg a 1% dependerá del número final. El equipo económico insiste en una apertura de las restricciones “en capas”
El Gobierno apuesta a conseguir algo de tranquilidad cambiaria para las próximas semanas hasta que el directorio del Fondo Monetario Internacional termine por dar su aprobación final al programa nuevo, con el que el Banco Central recibiría una inyección relevante de divisas para sus reservas. Despejada la incógnita sobre el monto total del acuerdo, queda por conocer la secuencia con la que sería desembolsado.
De esa cifra fina, que también se mantiene en reserva tanto en el Poder Ejecutivo como el FMI, dependerá el formato que tendrá la “nueva etapa” del plan económico de la que habló este jueves la portavoz del organismo Julie Kozack. En los despachos oficiales ya mencionan de forma directa que la posibilidad de liberar restricciones cambiarias dependerá enteramente de cuántas divisas esté dispuesto a enviar el Fondo Monetario apenas dé la luz verde final.
La pregunta sobre cuál será el desembolso inicial recorrió el mercado a lo largo del todo el jueves y el Gobierno aseguró que no lo anticipará y que será decisión del board a mediados de abril. El director del Banco Central Federico Furiase aseveró este jueves en una entrevista que la expectativa es de un envío inicial superior al promedio de los acuerdos normales del FMI, explicado porque el ajuste monetario y fiscal que podría exigir a cambio el organismo ya fue realizado.
También apuntó que el levantamiento del cepo volvería a retomarse “en capas” y no a través de una medida de shock. Consultado sobre modificaciones en el esquema cambiario, dijo que el Fondo “no exige nada” porque el Gobierno “ya tiene un programa y una secuencia” determinada para su plan. “La recapitalización de BCRA acelera los tiempos”, dijo a A24.
Un informe de la consultora 1816 analizó 300 programas del FMI para calcular cuál podría ser ese primer monto a recibir por parte del Tesoro. “De los 311 programas aprobados por el FMI desde el 2000, en el 59% de los casos el primer desembolso no llegó al 20% del monto total del programa y en el 92% de los casos ese primer desembolso no llegó al 50% del monto total”, mencionó.
“Mirando los 85 programas firmados por el Fondo desde el año 2018, sólo tres tuvieron un primer desembolso superior al 50% del programa y en ninguno de esos casos el monto de ese primer desembolso llegaba en términos absolutos a los USD 2.000 millones”, planteó esa consultora financiera. Menos del 10% de los programas firmados desde el año 2.000 otorgaron al país firmante más de la mitad del monto total en el primer pago.
Un primer envío de dólares en línea con las prácticas generales del FMI implicaría unos USD 6.000 millones, pero la expectativa del equipo económico es que el porcentaje del primer desembolso en relación al acuerdo sea mayor, aunque evitan dar alguna precisión. La explicación es que, a diferencia de otros programas de financiamiento, en este caso los compromisos de ajuste fiscal y monetario ya fueron realizados, y que la Argentina tiene así una posición distinta para negociar.
Esa cifra asoma como la que el mercado lee como la “razonable” al considerar los pagos de capital en el calendario de los próximos cuatro años. “Argentina recibirá USD 20.000 millones con este nuevo programa y deberá pagar en los próximos 48 meses alrededor de USD 14.000 millones de amortizaciones al FMI”, indicó 1816 y estimaron que “si pensamos al financiamiento neto como el financiamiento recibido neto de amortizaciones durante el plazo del nuevo programa”, el préstamo neto se reduce a USD 6.000 millones.
Por su parte, Portfolio Personal Inversiones (PPI) también se preguntó si lo USD 20.000 millones “representa un monto bruto o si es neto de los pagos de capital”. “Según nuestras estimaciones, de los USD 14.400 millones que vencen hasta abril de 2029, en el primer caso solo quedarían USD 5.600 millones de fondos frescos, mientras que en el segundo caso el escenario resulta más optimista”, continuó.
“Los fondos destinados a cubrir la ventana de 48 meses se desembolsarían de inmediato y se utilizarían para cancelar directamente los vencimientos de capital con el propio organismo. Sin embargo, si ese no fuera el caso, Argentina podría retener esos fondos hasta que los pagos sean exigibles, lo que implicaría un refuerzo mucho mayor de las reservas netas”, fue otra de las conclusiones de PPI.
Adcap Grupo Financiero, en tanto, trazó escenarios diferenciados respecto a cuál podría ser el desembolso inicial: “Es probable que una parte de los USD 20.000 millones se desembolse de manera escalonada para alinearse con los vencimientos hasta febrero de 2029. Estos futuros desembolsos estarán sujetos a revisiones trimestrales. Además, no se brindaron detalles sobre el régimen cambiario que se definirá en el nuevo programa”, aseguraron en un informe a clientes.
Uno de los escenario que analizó la consultora financiera Adcap es que el desembolso inicial sea de USD 12.000 millones y el resto llegue en tramos desde agosto de 2026
Esos escenarios incluyen uno en que el primer envío desde Washington es de USD 6.000 millones y que el calendario se retomaría desde agosto de 2026 cuando reaparezcan vencimientos de capital ante el organismo. Uno más optimista especula con un ingreso inicial de USD 12.000 millones, que también se reanuda dentro de un año y medio, con desembolsos que cubran parte de los vencimientos.
Queda una parte, no contemplada en estos cálculos, que es el préstamos de libre disponibilidad que provendrán de otros organismos internacionales como el Banco Mundial, el BID o la CAF. Está menos claro el monto, pero se habla de entre 4 mil y 6 mil millones de dólares, con una secuencia también a determinar.
Generó este jueves alguna confusión en redes sociales y en el mercado un comentario que hizo el diputado nacional José Luis Espert, que en línea con las lecturas de mercado, aseveró que en términos netos son USD 6.000 millones solamente porque el resto serían destinados a pagos de capital ya existentes. En el equipo económico reforzaron el argumento de que el escenario de base es que esos 20 mil millones de dólares, al fin y al cabo, estarán en las arcas del BCRA y podrán ser mostrados como poder de fuego ante el mercado.
El DNU que autorizó la concreción del acuerdo con el Fondo Monetario sí establecía qué usos podía darle el Tesoro, es decir el Ministerio de Economía, a los derechos especiales de giro (DEG, la moneda del FMI) que reciba: repagar capital de los próximos cuatro años con el propio Fondo o cancelar Letras Intransferibles en manos del BCRA. Una vez que se cristalizara ese mecanismo la autoridad monetaria podría contar con los dólares “crocantes”.
En este punto todavía hay dudas. El Gobierno tiene como alternativas utilizar la totalidad de los fondos que mande Washington para cancelar la mayor cantidad posible de Letras Intransferibles -estimaciones de mercado calculan que todo ese stock suma unas USD 23.000 millones– y así dotar de inmediato al Central con un refuerzo en sus arcas internacionales, o bien darle una secuencia a ese proceso de rescate de las letras. La debilidad de las reservas en el BCRA parecen indicar que cuanto antes pueda dotar de poder de fuego a la entidad, más efectivo será el acuerdo para calmar la inquietud de los mercados.
El proteccionismo promovido por Donald Trump que enfriará la economía global provocó el derrumbe de las bolsa de todo el mundo. La Argentina se vio afectada, además, por los vaivenes con el organismo.
La exacerbación de la guerra comercialdesatada por la administración de Donald Trump provocó un escenario de crisis en las principales bolsas del mundo.
El proteccionismo de la principal economía mundial que se profundizará a partir de este miércoles y la respuesta en la misma tónica de parte de sus competidores augura un enfriamiento del comercio y la economía mundial que se verificó en un comportamiento bursátil signado por la volatilidad. Ya las bolsas de Europa y Asia habían inaugurado la jornada con grandes bajas que luego se replicaron en Wall Street creando un escenario de mayor zozobra con impacto en la economía mundial en general y la Argentina en particular.
Katerina Georgieva aportó certidumbre al final de la jornada.
Ya la semana pasada los principales índices bursátiles norteamericanos, el Dow Jones, el Nasdaq y el Standard and Poor’s arrastraron fuertes pérdidas que coronaron un retroceso mensual del 4,1% para el primero que refleja el desempeño del sector industrial, de un 8,4% el índice que agrupa a las empresas tecnológicas y un 6% el que nuclea el mayor número de compañías. El derrumbe de la última semana se había producido cuando se conoció la decisión de la administración norteamericana de imponer aranceles del 25% para la importación de automotores.
La contracara del proteccionismo norteamericano fue la suba de los bonos del Tesoro norteamericano que, como es lógico, alentó un nuevo proceso de “flight to quality” alentando la fuga de capitales desde los países emergentes hacia el centro.
Impacto en la Argentina
El escenario internacional se vio agravado en la Argentina como resultado de la incertidumbre generada por los vaivenes, confirmaciones y desmentidas sobre el eventual cierre del acuerdo con el FMI. Luego de que el ministro de Economía Luis Caputo asegurara que existía un acuerdo para que el desembolso se produjera por un monto de U$S 20 mil millones en un solo pago, funcionarios del FMI relativizaron la versión abonando a una mayor volatilidad del Merval.
Esa situación debiera mermar a partir del martes cuando se ponga de manifiesto el impacto de las declaraciones de Kristalina Georgieva que reconoció la posibilidad de un primer desembolso del 40% del nuevo préstamo. La declaración, si bien no coincide con los anhelos del ministro de Economía, al menos ofrecen una versión de parte de una voz autorizada que aportan alguna previsibilidad.
Durante la jornada los títulos locales en moneda norteamericana sufrieron fuertes bajas destacándose el bono Global 2046 que retrocedió un 2,8%. De esa forma el riesgo país trepó hasta los 816 puntos que habían llegado hasta los 867 puntos en las primera horas del día.
Una suerte similar sufrieron las acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York denominadas ADR’s que registraron bajas de hasta un 6% como fueron los casos de Mercado Libre y Telecom Argentina que retrocedió un 5% en solo una jornada. Lo mismo ocurrió con los ADR’s de Banco Supervielle y Banco Macro que se contrajeron un 4,9%.
La Bolsa local, por su parte, registró una contracción general del 2,1% liderada por las acciones de Transportadora de Gas del Norte (-4,3%), Supervielle (-4,1%) y Sociedad Comercial del Plata que retrocedió un 3,8%. A este escenario se le añade la persistente intervención del BCRA sobre los mercados de dólares financieros ante las fuertes y creciente previsiones devaluatorias.
Así las cosas, el dólar blue escaló casi un 2% durante la jornada equivalentes a $25 que consolidaron una brecha con el dólar oficial de un 24%.
Proyectada a todo el país alcanza a18 millones de personas. El informe oficial corresponde al segundo semestre de 2024. El gobierno festejó, pero la metodología del INDEC, la situación cambiaria y el repunte de la inflación plantean dudas para el semestre en curso.
La pobrezaalcanzó a unos 11,3 millones de personas en el país en el segundo semestre de 2024, indicó este lunes el Indec en su informe de Condiciones de Vida, con datos relativos a ese período.
El informe considera la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) relevada en 31 aglomerados urbanos de todo el país, un universo de 10,2 millones de hogares y 29,8 millones de personas. Si los datos del informe se proyectaran al conjunto de la población resulta que son 18 millones las personas que vivían en hogares que no reunían ingresos suficientes para superar la Canasta Básica Total durante el segundo semestre de 2024.
De esa cantidad de hogares, el 28,6% estaban en situación de pobreza, es decir que con sus ingresos no podían cubrir el costo de la canasta básica total; unas 2,9 millones de familias. Las 11,3 millones de personas consideradas pobres constituyeron el 38,1% del total.
A la par, el 6,4% de los hogares relevados, unos 650 mil, quedó en situación de indigencia, lo que significa que no llegaron a cubrir la canasta básica alimentaria con sus ingresos en el segundo semestre del año pasado.
Las personas en situación de indigencia fueron 2,5 millones, el 8,2% del universo total de la EPH.
En términos de evolución respecto al primer semestre de 2024, el Indec destacó que los números suponen un descenso de la incidencia de la pobreza en los hogares de 13,9 puntos porcentuales; y en las personas, de 14,8 puntos porcentuales.
En la comparación contra el segundo semestre de 2023 la disminución de la incidencia de la pobreza fue de 3,6 puntos porcentuales.
El ente estadístico también señaló disminuciones en la indigencia en la comparación contra el primer semestre de 2024, de 7,2 puntos porcentuales en los hogares y de 9,9 puntos porcentuales en las personas. La disminución de los dos indicadores se replicó en todas las regiones del país.
En la comparación contra el segundo semestre de 2023 la baja de la indigencia fue de 3,7 puntos porcentuales.
Con un comunicado oficial, el gobierno celebró los datos como un logro de su gestión política y económica y atribuyó los niveles de pobreza e indigencia del primer semestre de 2024 al gobierno del Frente de Todos.
Pero el informe y la reacción del oficialismo motivó respuestas y análisis de los números. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) interpretó que el resultado del semestre se relaciona con los problemas de la metodología que utiliza el Indec para medir el Indice de Precios al Consumidor (IPC), un problema que afecta también a la medición de la incidencia de la pobreza y la indigencia porque en las condiciones actuales no es representativo de los consumos alimentarios y no alimentarios de los argentinos.
El CEPA también advirtió el condicionamiento que supone la política oficial para contener los precios mediante la utilización de la apreciación cambiaria, una estrategia que desaceleró la inflación e impactó en la medición de la pobreza, pero cuya sostenibilidad está en duda en un contexto en el que el gobierno podría devaluar la moneda por falta de reservas.
Además de la baja de los precios de los alimentos y por consiguiente de la canasta básica, el CEPA destacó que el aumento de la AUH de 31,9 puntos porcentuales en términos reales respecto del segundo semestre de 2023 fue otro factor que aportó a la reducción de la pobreza y la indigencia.
Entre los factores que no aportaron a la caída de esos indicadores, la fuente señaló a los salarios de los trabajadores no registrados, que cayeron respecto al segundo semestre de 2023 y subieron levemente respecto al primer semestre de 2024; y al salario mínimo vital y móvil, que cayó 29 puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2023 y se retrajo 0,3 puntos porcentuales respecto a la primera mitad del año pasado.
Tampoco impactaron positivamente los indicadores de empleo: la desocupación subió y el empleo bajó en el segundo semestre de 2024 respecto a igual tramo de un año atrás.
Los planes sociales se redujeron y la jubilación mínima involucionó de igual manera.
LCG resaltó que más de la mitad de los menores de 14 años siguen siendo pobres, una proporción “alarmante” aun cuando la tasa se redujo casi 15 puntos porcentuales entre semestres.
Y agregó que la pobreza en los mayores de 65 años también volvió a valores de 2022, con el 15,8%, aunque lejos todavía de los valores pre pandemia, cuando el indicador rondaba el 11,4%.
La inminente firma de un nuevo préstamo del FMI da señales sobre la “hoja de ruta” para eliminar las restricciones, mediante un nuevo esquema cambiario y el aporte de fondos frescos. Qué dicen los analistas
El mercado financiero se mueve bajo la expectativa de un prontoacuerdo con el FMI (Fondo Monetario Internacional), que ayude a tranquilizar los ánimos y anticipe el fin de las restricciones cambiarias, conocidas como cepo.
Muestra de la inquietud fue el avance de las cotizaciones alternativas del dólar otra vez en la zona de $1.300, una brecha cambiaria que se tensó hasta el 20% y una intensa demanda de divisas que obligó a ventas de reservas a manos del Banco Central, a la par de una retracción en el nivel de liquidaciones del agro.
Por ese motivo, el jueves 27 el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que se solicitó al staff del Fondo un monto de USD 20.000 millones, que va a someter a la aprobación del board del organismo.
Durante su discurso, Caputo también dijo que se está negociando con el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y CAF, un paquete de libre disponibilidad para reforzar las reservas del Banco Central.
De esta manera, el ministro afirmó que, tras un diálogo con la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, se decidió informar que se acordó con el staff del organismo el monto de USD 20.000 millones, que se “va a someter a la aprobación del board”.
Durante su discurso, Caputo también indicó que el acuerdo con el FMI es “diferente a cualquier acuerdo que ha hecho con otros países” debido a que “tradicionalmente implican desembolsos graduales mientras se exige una serie de ajustes fiscales y monetarios para poner la economía en orden. Este no es el propósito de este acuerdo porque ese ajuste ya lo hemos hecho”.
En este sentido, Caputo se refirió las medidas del Gobierno para ordenar la economía y terminar con el déficit fiscal y con la emisión monetaria. Además, el ministro destacó que, con el financiamiento acordado, las reservas brutas del Banco Central alcanzarán un monto cercano a USD 50.000 millones. “Estos nuevos fondos no van a ser para financiar gastos, sino para recapitalizar el activo del Banco Central. No va a aumentar la deuda bruta y vamos a reponer los activos necesarios para los pesos que circulan estén bien respaldados”, sostuvo.
Las reservas brutas subirían a USD 50.000 millones, contando también con otros préstamos de organismos multilaterales
“Cuando asumimos decían que el tipo de cambio iba a ir inmediatamente a $2.000 o $3.000, y algunos decían $8.000. Resulta que, en 15 meses, apenas se movió 15%”, precisó el funcionario, y cuestionó a quienes utilizan a la política para “perpetuarse y vivir de la plata de la gente. Para nosotros hacer política es para servir al pueblo. Vinimos para hacer una Argentina grande y queremos que nos acompañen en este proceso”.
El presidente Javier Mileiconfió en diálogo con El Observador FM que la salida del cepo “depende de cómo me reestructuran los desembolsos. No hay aire para suba del tipo de cambio con reservas de USD 50.000 millones contra una Base Monetaria de USD 26.000 millones”.
Fuente: Portfolio Personal Inversiones
El anuncio del acuerdo con el FMI fue oportuno, cuando además de la inquietud financiera, desde el frente político se avecina una nueva huelga de la CGT contra la administración ultraliberal el 10 de abril, en el marco de meses que serán de “alto voltaje” por las elecciones legislativas de octubre.
Toda esta tensión quedó cristalizada en las cifras que ofreció el mercado de cambios -en sus diferentes variantes- en los últimos días. Los dólares alternativos regresaron a máximos en seis meses; la brecha cambiaria superó el 20% por primera vez en cinco meses y las reservas brutas del BCRA tocaron un piso en 14 meses.
Las reservas brutas son hoy de poco más de USD 26.200 millones, por lo que el anuncio sugiere un nivel alto de desembolsos iniciales (Max Capital)
Además, el ente monetario atravesó la serie de ventas en el mercado más abultada desde las 14 ruedas consecutivas con ventas entre el 27 de junio y el 14 de julio de 2023, por un total de USD 3.133 millones. Por otra parte, marzo rompió una racha positiva de siete meses seguidos para la intervención oficial en la plaza mayorista.
Se espera que el Directorio del FMI se reúna a mediados de abril para finalizar el programa. Ningún miembro del staff realizó declaraciones sobre el nivel del acuerdo, lo que indica que las negociaciones continúan”, afirmó un informe de Federico Filippini y Javier Casabal de Adcap Grupo Financiero.
“Es probable que una parte de los USD 20.000 se desembolse de manera escalonada para alinearse con los vencimientos hasta febrero de 2029”, estimaron los analistas de Adcap (Foto: Reuters)
“Los USD 20.000 millones -equivalentes a USD 15.000 de DEG a un tipo de cambio de $1.326- serán destinados en su totalidad al fortalecimiento de las reservas del Banco Central. Si estos desembolsos son anticipados y se suman USD 4.000 millones Banco Mundial, el BID y la CAF, las reservas brutas alcanzarían los USD 50.000 de dólares. Faltan detalles específicos, pero creemos que es probable que una parte de los USD 20.000 se desembolse de manera escalonada para alinearse con los vencimientos hasta febrero de 2029. Estos futuros desembolsos estarán sujetos a revisiones trimestrales. Además, no se brindaron detalles sobre el régimen cambiario que definirá el nuevo programa”, estimaron los expertos de Adcap.
Desde Max Capitalsubrayaron que “las reservas brutas son hoy de poco más de USD 26.200 millones, por lo que el anuncio sugiere un nivel alto de desembolsos iniciales, si bien el ritmo de desembolsos no es claro aún”.
El Gobierno enfrentaría vencimientos con el FMI por USD 14.000 millones durante el programa, por lo que el monto del préstamo anunciado por el ministro sugiere un financiamiento neto en todo el periodo del programa de USD 6.000 millones (Max Capital)
“El Gobierno enfrentaría vencimientos con el FMI por USD 14.000 millones durante el programa, por lo que el monto del préstamo anunciado por el ministro sugiere un financiamiento neto en todo el período del programa de USD 6.000 millones, con mayor asistencia al principio. En su presentación, el ministro de Economía adujo que las reservas brutas respaldando los pesos serían más altas que en la convertibilidad si se miran respecto a la Base Monetaria, tratando de anclar las expectativas de tipo de cambio”, añadió Max Capital.
“Los nuevos fondos del FMI podrían superar los USD 8.000 millones, que es nuestra base. Un nuevo financiamiento superior a esa cantidad permitiría a las autoridades no solo sortear el período electoral, sino también acelerar la eliminación de los controles cambiarios”, explicó en un reporte el BancTrust & Company, con sede en Londres.
“Cuánto podrían acelerar la eliminación de los controles dependerá de la cantidad final de nuevos fondos. Si bien esto podría generar especulaciones optimistas, es probable que la incertidumbre sobre el futuro marco cambiario siga presionando los mercados cambiarios y provoque una mayor fuga de reservas”, agregó el informe del banco de inversión.
“La ratificación en la Cámara de Diputados del DNU que aprueba el acuerdo con el FMI es una gran noticia para los mercados, disipando la incertidumbre política y acercando al Gobierno a la salida del cepo. De todas formas, la firma del acuerdo es condición necesaria pero no suficiente para remover los controles de capitales, y la acumulación de reservas deberá continuar a lo largo del año”, sintetizó el Grupo IEB (Invertir en Bolsa).
“¿Por qué Argentina tiene que hacer un acuerdo con el FMI? Porque ya tiene un acuerdo vigente, no tiene forma de pagar lo que debe, entonces va a tener que renegociar de alguna manera y no le conviene ni al Fondo ni a la Argentina entrar al default”, sostuvo el analista financiero Christian Buteler.
“A algún acuerdo teníamos que llegar, está muy bien que se refinancie, que se busque la forma de que Argentina pueda pagar lo que debe. Ahora de ahí a volver a incrementar la deuda con el FMI ya hay una diferencia, lo cual algunos como yo en este caso, no estamos de acuerdo porque no pasa por tomar más deuda las soluciones que la Argentina necesita”, dijo Buteler.
No tiene aire para suba del tipo de cambio con reservas de USD 50.000 millones contra una Base Monetaria de USD 26.000 millones (Milei)
“Lo que estás viendo es que la Argentina -entre comillas- es rica en dólares. La contracara de eso es que faltan dólares en algún lado. Las cuentas externas se tornaron negativas en términos cambiarios ya en junio, fundamentalmente porque mandabas el 20% de la exportación al contado con liquidación. Ahora, ese desequilibrio de la cuenta corriente cambiaria se financió por la cuenta capital, que estaba originada en el blanqueo”, sintetizó en Infobae en Vivo Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva de la consultora EcoGo.
“Argentina usó a lo largo de los últimos 20 años el equivalente a USD 300.000 millones en emisión de pesos. Eso es medio PBI. Eso explica que el Banco Central tenga reservas negativas. El excedente de pesos que había en la Argentina, es un excedente para una economía con alta inflación, donde la gente no ahorra en pesos o no quiere tener pesos”, enfatizó Dal Poggetto, en referencia a la presión cambiaria coyuntural.
“Argentina usó a lo largo de los últimos 20 años el equivalente a USD 300.000 millones en emisión de pesos. Eso es medio PBI. Eso explica que el Banco Central tenga reservas negativas”, dijo a Infobae en Vivo Marina Dal Poggetto (Foto: Reuters)
“En dicho sentido, se esperan precisiones sobre el nuevo esquema cambiario, entre ellos tal vez uno de bandas -ya que no se arrancaría inicialmente con una flotación libre a fin de evitar correr riesgos que pudieran afectar el proceso de desinflación- y sobre la posibilidad de continuar con el crawling peg del 1% o si sería modificado o hasta eliminado. Donde existe mayor consenso es que el esquema del dólar blend sería como mínimo reducido gradualmente, ya que una genuina acumulación de reservas resulta crucial dentro de la estrategia de fortalecer el balance del BCRA, lo cual se podría complementar con los fondos frescos que pudiera aportar el FMI”, expresó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
Se esperan precisiones sobre el nuevo esquema cambiario, entre ellos tal vez uno de bandas -ya que no se arrancaría inicialmente con una flotación libre (Ber)
“Mientras los dólares financieros siguen ‘testeando’ los $1.300, con una brecha en el orden del 20%, las miradas de los operadores siguen dirigidas especialmente hacia el saldo diario del BCRA, incluso más tras la racha vendedora reciente, y la dinámica de las tasas en pesos así como la de los futuros. Ello se debe a que una normalización de las mismas, o sea tasas en pesos superiores a las tasas de los futuros, resulta importante para que se reactiven no sólo las apuestas hacia el carry-trade sino principalmente las liquidaciones de exportaciones, claves justamente en la etapa de mayor oferta de divisas por la cosecha gruesa que se avecina.”, acotó Ber.
“El mercado de renta fija local está a la espera de definiciones respecto del acuerdo con el FMI y el levantamiento de los controles de capitales. La aprobación del DNU para el acuerdo con el FMI por parte de la Cámara de Diputados generó cierta expectativa de un posible levantamiento de éstos”, publicó la correduría Balanz Capital.