Gerardo Morales, de la UCR, dijo que “el problema sigue siendo la política, no la economía”. Para Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, “no es una buena señal”. Los cuestionamientos más duros surgieron de Cristian Ritondo y Federico Angelini, del PRO
Juntos por el Cambio no está conforme con la designación de Silvina Batakis al frente del Ministerio de Economía. Todos critican que su llegada represente una mayor incidencia de Cristina Kirchner en el gabinete nacional y, por ende, provoque más debilidad en Alberto Fernández. Y quienes conocen su gestión como ministra de Economía de Daniel Scioli, entre 2011 y 2015, la cuestionaron en duros términos por los números en rojo que dejó en la provincia de Buenos Aires.
El presidente de la UCR, Gerardo Morales, dijo a Infobae que “está claro que es Cristina (Kirchner) la que terminó decidiendo esa designación” y destacó que “el problema sigue siendo la política, no la economía”.
De todas formas, el mandatario de Jujuy admitió que “todos los gobernadores tenemos buena relación con Batakis”. La sucesora de Martín Guzmán en Economía se desempeñaba hasta el momento como secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, un puesto con una fuerte impronta política y de fuerte relación con los mandatarios provinciales.
Morales aseguró que “todavía no está definido” si se reunirá la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio para analizar la llegada de Batakis y la situación política del oficialismo, y resaltó: “Hay que dejar actuar al Gobierno”.
Silvina Batakis, la nueva ministra de Economía
Maximiliano Ferraro, presidente de la Coalición Cívica y diputado nacional, afirmó: “Vemos a un Presidente que cede ante la Vicepresidenta y se acentúa la disgregación y atomización del Gobierno. Veremos qué anuncios hace la nueva ministra en las próximas horas. Igualmente su designación no la vemos como una buena señal para esta grave crisis que atravesamos”.
El vicepresidente del PRO nacional, Federico Angelini, consideró que “Cristina tomó el Ministerio de Economía” ya que “por el perfil de Batakis, está claro que la designación estuvo fuertemente influenciada” por la vicepresidenta y opinó que “el problema de fondo es que el Gobierno sigue con un diagnóstico errado: no existe tal cosa como crisis de crecimiento sino que, por el contrario, estamos atravesando una profunda crisis política que se trasluce con la renuncia de Martín Guzmán y una situación económica compleja, donde la economía está a la deriva, sin un plan consistente y con una inflación creciente”.
Para el diputado por Santa Fe, “en el corto plazo, Batakis tendrá que tener la capacidad de regenerar cierto nivel de confianza en la sociedad y para eso tiene que presentar un programa económico, algo en lo que este gobierno no parece creer”. “Además, al mismo tiempo tiene que trabajar en acercar las distancias que separan a las distintas internas dentro del Gobierno -agregó-. Los tiempos apremian y la situación es de una profunda crisis. Si no se toman medidas de cambios estructurales, el fracaso podría resultar catastrófico para los argentinos”.
Mario Negri, jefe del bloque de diputados de la UCR, señaló en Twitter: “La crisis se devora minuto a minuto la autoridad presidencial. Cristina le impuso a Alberto la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis (iba a ser ministra de Scioli si ganaba en 2015), que responde al kirchnerismo. Cuesta creer que la lógica del poder loteado tenga resultados”.
Patricia Bullrich, Gerardo Morales, Miguel Angel Pichetto y Maximiliano Ferraro
El jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, aclaró a Infobae que no opinaría sobre Batakis, sino que “el tema es si tienen o no un plan económico”, aunque destacó que ella “se expresó siempre en favor de profundizar el déficit: fue la persona que siendo ministra no dejó para pagar un peso en la provincia de Buenos Aires”.
En su cuenta de Twitter, además, Ritondo publicó el siguiente mensaje: “Ganó Cristina. Eligió a una candidata que parece más militante que ministra. Con experiencia en la Provincia de 2011 a 2015, un historial para el olvido. Tuvieron la oportunidad de mejorar y terminaron profundizando este modelo agotado”.
Cerca de la diputada y dirigente del PRO María Eugenia Vidal, por su parte, juzgaron que el nombramiento de Batakis “es un desastre” porque “después de cuatro años con Daniel Scioli y siendo ministra de Economía, dejó una provincia de Buenos Aires con déficit, 11 mil millones de deuda en dólares, la presión tributaria más alta de la historia y la inversión más baja del país (3 por ciento) y sin plata para pagar aguinaldos y sueldos que vencían en diciembre”.
Cristina Kirchner y Alberto Fernández
Este mediodía, en un comunicado, la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio exigió al Gobierno “la máxima responsabilidad institucional y seriedad democrática, el cese en las peleas internas y poner todo el esfuerzo en resolver los problemas de los argentinos”. “Es imprescindible llevar certidumbre y construir un piso mínimo de confianza -agregó-. La lucha abierta no hace más que aumentar la angustia social, que está llegando a niveles desconocidos, y destruir nuestras oportunidades”.
Para la coalición opositora, según la declaración, “el país y los argentinos, en especial las clases medias y bajas, están sometidos a un creciente deterioro económico y social por causa de las disputas internas del oficialismo, la inflación en aumento, la falta de insumos y combustibles que afectan a la producción, y la inseguridad creciente y la tragedia educativa, entre otros problemas urgentes que requieren de un plan y decisión que hasta el momento el oficialismo no tuvo, y a todo eso se suma la renuncia del ministro Martín Guzmán y la ausencia total de dirección económica”.
También señaló que son “ante la disgregación y atomización del Gobierno Nacional, desde Juntos por el Cambio reafirmamos la consistencia y unidad a través de nuestros bloques legislativos y el trabajo de los equipos técnicos para planificar políticas alternativas que devuelvan al país a una senda de estabilidad y progreso”.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.