El Gobierno apuesta a tratar su eliminación o suspensión entre febrero y marzo. En Unión por la Patria hay posturas encontradas sobre la necesidad de las elecciones primarias
¿Habrá o no PASO en las elecciones nacionales de este año? La pregunta aún no tiene respuesta. El gobierno nacional se mantiene firme en la idea de eliminarlas, aunque sea dentro del mismo año en el que se llevarán a cabo los comicios. Poco le interesa romper una regla no escrita, que indica que no se hacen modificaciones en el sistema de elecciones en el mismo año en que se llevan a cabo.
En diciembre, la Casa Rosada tuvo la voluntad de tratar su eliminación en sesiones extraordinarias, pero a mitad de camino se dio cuenta de que no tenía el consenso necesario para poder abarcar el tema. La oposición dialoguista le marcó un límite y avisó que no iba a acompañar la eliminación de las elecciones primarias. El tema quedó flotando pero no se cajoneó. Está arriba del escritorio de Javier Milei.
“El Gobierno las quiere eliminar, pero hay sectores de la oposición que empujan la idea de una suspensión por este año. Hay que ver a qué acuerdo se llega. El proyecto podría tratarse en sesiones extraordinarias, en febrero”, avisaron desde Balcarce 50. Los usos y costumbres de la política tradicional no son un problema.
En el peronismo hay un debate aparte sobre la conveniencia o no de las PASO. Hay una frontera bien marcada entre las provincias donde gobierna Unión por la Patria (UP) y en las que son oposición. En este último caso, la discusión es horizontal y, en el momento de crisis que vive la fuerza política, la capacidad de generar acuerdos es muy limitada.
Agustín Rossi y Omar Perotti, dos expresiones políticas del peronismo santafesino que está fracturado
En los lugares donde gobierna el PJ consideran que lo mejor es suspender o eliminar las PASO. Más allá de una postura genérica vinculada a la reducción del gasto, en términos de poder político, quitar las primarias aumenta el poder de los gobernadores y fortalece sus liderazgos.
Tienen más peso en la toma de decisiones y si algún sector del peronismo decide abrirse de la línea oficial, está obligado a ir por fuera de la estructura del partido. En ese movimiento pierden volumen y caudal de votos. La gobernación les da a los mandatarios mayor verticalidad en el proceso de discusión electoral. Ganan más de lo que pierden.
Esa misma hipótesis, pero con otra protagonista, tienen algunos de los mandatarios provinciales. “Si eliminamos las PASO, le damos la lapicera a Cristina”, reflexionó uno de ellos. Quienes plantean esa idea entienden que sin primarias se ven obligados a negociar con la presidenta del PJ para armar las listas y evitar fracturas dentro de la estructura provincial. Se disputa y se reparte el poder en un porcentaje diferente.
La ex mandataria no se ha expresado al respecto. Solo dejó en claro su postura contraria al desdoblamiento en la provincia de Buenos Aires, jugada electoral que Axel Kicillof sigue evaluando y que obliga a todo el kircherismo duro a mirar su accionar de reojo. El gobernador bonaerense tampoco definió qué hacer con las PASO en la provincia.
El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, es uno de los peronistas que apoya la idea del Gobierno de eliminar las PASO (Créditos: Casa de Gobierno de Catamarca)
“Son costosas y cansan a la gente. En todo caso, que las diferencias se resuelvan dentro del partido”, exclamó un gobernador peronista. Esa es la postura que tiene el gobierno de Milei. Aunque evitan quedar alineados al oficialismo, muchos dirigentes del peronismo creen que es momento de reestablecer las internas partidarias y evitar las PASO.
Uno de los problemas que ven es la grieta interna del propio espacio político, que dificulta armar una competencia transparente. “Quisimos hacer una interna en el PJ Nacional y no pudimos ni llegar a competir”, se quejó una legisladora que integró la lista del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, que fue invalidada por la justicia federal.
Hay cierto consenso sobre la idea de que el camino adecuado es eliminar las PASO, pero que el plan B debe ser que se realicen, en forma ordenada, las internas partidarias. Tienen que encontrar una forma de resolver las diferencias sin lapicera en mano. La organización de las internas son improbables. Por costos, logística y acuerdos organizativos previos. Un plan difícil de ejecutar en este tiempo donde la estructura política está resquebrajada y deteriorada.
“La interna no está garantizada en el peronismo. Y ese es un gran problema”, se quejó un diputado norteño. Al no tener confianza en la capacidad de organizar un proceso electoral propio, hay dirigentes que ven en las PASO la única posibilidad de lograr una confrontación de voces y una disputa real por los votos de la ciudadanía. La única forma de que la disputa la resuelvan los que ponen el voto en la urna.
En el Frente Renovador de Massa hace tiempo se manifestaron en contra de las PASO. CFK aún no se pronunció sobre el tema
Al peronismo les sirven las PASO en las provincias donde no gobierna y en las que hay una fragmentación muy grande de la fuerza política. El mejor ejemplo es Santa Fe, donde el espacio político está dividido en más de cuatro sectores y están viendo la luz las enormes dificultades para lograr acuerdos electorales. En el caso puntual de esa provincia, están afrontando muchos problemas para conformar la lista de convencionales constituyentes.
“Para los que están a favor de eliminar las PASO, miren lo que puede pasar”, se quejó una figura importante del peronismo santafesino, pocas horas después de que el congreso partidario estallara por los aires. Lo mismo puede terminar pasando en Jujuy, donde hay distintos sectores que bregan por la unidad del PJ local, pero deben ponerse de acuerdo para el armado de la lista nacional.
Un diputado nacional, defensor de las PASO, planteó que las elecciones de medio término abren el juego para que cada sector pueda disputar sus internas. El gran problema es el costo, que debe ser asumido por el Estado. “Es la única vida democrática que tiene los partidos políticos”, sostuvo para ejecutar la defensa. Posturas.
“A nivel nacional, hace falta mucho más que unas PASO para ordenar al peronismo. Con o sin primarias, el peronismo es la única alternativa posible para enfrentar con ideas y propuestas claras este modelo de unos pocos beneficiados”, aseguró una legisladora de la zona centro del país, perteneciente a una provincia donde no gobierna el PJ.
La sensación que hay en varias vertientes peronistas es que la eliminación de las PASO condice con lo que sucede en las provincias, donde, en su gran mayoría, ya no hay primarias obligatorias. Solo quedan en Buenos Aires, CABA, Catamarca y Mendoza. En el resto del país ya no existen. Es decir, que tendría lógica que ya no se realicen a nivel nacional.
El Gobierno quiere tratar la eliminación o suspensión de las PASO en febrero (EFE/ Juan Ignacio Roncoroni)
A ese panorama hay que agregarle un condicionamiento político y estratégico que tiene el peronismo. Muchos legisladores no quieren aparecer votando en conjunto con el gobierno nacional, más allá de que coincidan en el planteo. Una mirada conservadora, teniendo en cuenta que existe un gran cansancio del electorado respecto a la cantidad de veces que se vota en Argentina. La grieta del escenario político impide acercamientos a la luz del día.
“Deberíamos sacar las PASO o, la menos, modificar la ley. Por ejemplo, sino hay rivales, que no se hagan”, propuso un senador con largo recorrido en el Congreso. En el fondo hay una convergencia de pareceres respecto a la eliminación de las elecciones primarias. Planteos de diferentes caminos que constituyan una alternativa.
En lo que resta del verano, el Gobierno debe resolver si realiza o no las PASO. El peronismo se verá obligado a actuar en consecuencia y definir su suerte de acuerdo a la avanzada libertaria sobre el tema. Está atado aunque no quiera.
La falta de un liderazgo unificado y la baja representación en las gobernaciones, construyó un escenario político dinamitado, en el que la oposición tiene que edificar múltiples propuestas provinciales, sin quedar atascados en la gran interna nacional. Un desafío muy complejo para una fuerza política que intenta calibrar la brújula.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.