Es un tema que preocupa al Gobierno y ante el cual funcionarios analizan la posibilidad de elevar las percepciones impositivas con tal de mantener caro al dólar turista.
Un informe privado advierte sobre los riesgos que podría enfrentar la economía argentina con la eliminación del Impuesto PAÍS a partir de enero 2025, en especial en relación con la salida de divisas por turismo emisivo, un tema que también preocupa al Gobierno ante las demoras para eliminar el cepo cambiario y el bajo nivel de reservas netas con el que se maneja el Banco Central.
Históricamente, señala el reporte del IERAL de la Fundación Mediterránea, Argentina sufrió un desequilibrio entre el turismo emisivo, es decir, los residentes que viajan al exterior, y el turismo receptivo, aquellos extranjeros que visitan el país. Este desbalance supo tener fluctuaciones según las condiciones de competitividad cambiaria, pero la tendencia actual refleja un deterioro que podría agravarse con la eliminación de este tributo.
“La magnitud del desbalance podría acrecentarse especialmente en el próximo verano” (IERAL)
Preocupación en el Gobierno
El Impuesto PAÍS, que encarece las operaciones con tarjeta de crédito y débito en el exterior, además de las compras online en moneda extranjera, fue utilizado como una herramienta para desincentivar el turismo emisivo y, de alguna manera, contener la fuga de dólares de las reservas. Mediante una combinación de ese tributo y la aplicación de percepciones a cuenta de Ganancias y Bienes Personales, el Gobierno mantiene al dólar turista un 60% más caro que el dólar minorista oficial. Hoy el dólar minorista cotiza a $991,50 en el Banco Nación, pero los ahorristas que pagan gastos en moneda extranjera pagan $1.586,40 por unidad debido a esos recargos.
Así, se garantiza que los viajeros y consumidores argentinos que hacen gastos en moneda extranjera tengan la opción de recurrir a divisas atesoradas o a tipos de cambio financieros como el MEP para enfrentar sus gastos en el exterior. Esas divisas financieras no salen de las reservas del BCRA, sino que se intercambian entre privados, y así no afectan las arcas oficiales.
Pero aún con Impuesto PAIS el déficit turístico no para de ensancharse ante la apreciación del peso argentino, con lo cual la eliminación del mismo -dejará de estar vigente a fin de año- podría alterar las brechas entre los distintos precios de la moneda norteamericana, incentivando mayores consumos y viajes al exterior. Hoy, el Impuesto PAIS explica 30 puntos porcentuales del recargo, por lo que sin él el dólar tarjeta llegaría a $1.288,95 por unidad, muy cerca del MEP a $1.198 y del dólar libre a 1.205 pesos.
Tal como informó Infobae, el tema preocupa al Gobierno al punto de analizar alternativas para mantener una brecha importante entre el tipo de cambio minorista y el dólar tarjeta. Sin nada decidido, una de las soluciones que están bajo consideración es elevar las percepciones a cuenta de Ganancias y Bienes Personales de los actuales 30 puntos porcentuales a un nivel mayor. Uno que reemplace, aunque sea parcialmente, los 30 puntos de recargo que genera el Impuesto PAIS.
El informe del IERAL subraya que “la salida de dólares por turismo emisivo sobrepasa el ingreso de dólares por turismo receptivo” y que este desbalance se ha profundizado en momentos de baja competitividad cambiaria. En situaciones extremas, la relación entre argentinos que viajan al exterior y extranjeros que visitan el país ha llegado a ser de 2 a 1. Y aunque actualmente no se encuentra en niveles tan drásticos, la tendencia es clara y preocupante.
En los últimos tres meses, el ratio entre turismo emisivo y receptivo aéreo se ubicó en 1,37, acercándose a los niveles observados en 2019. Ese año, el déficit de turismo alcanzó los USD 2.600 millones, de los cuales USD 7.850 millones corresponden únicamente a turismo emisivo. Este saldo negativo es una presión adicional sobre el balance de pagos, un aspecto que cobra mayor relevancia en un año donde el Gobierno busca mejorar el balance del Banco Central. De hecho, este factor “enciende luces de alerta” para las autoridades económicas, ya que el turismo emisivo se convierte en una demanda neta de dólares que incide directamente en las reservas.
Durante el primer semestre de este año, el turismo emisivo ya demandó USD 3.900 millones, y el saldo de la balanza turística, neto de los ingresos por turismo receptivo, fue negativo por USD 1.400 millones. Las proyecciones no son alentadoras. Según el análisis del IERAL, se espera que la demanda de dólares por turismo emisivo en todo el año se acerque a los USD 7.500 millones, con un saldo negativo total de aproximadamente 2.700 millones de dólares. Esta cifra contempla ingresos de turismo receptivo estimados en 4.800 millones de dólares.
El fin del Impuesto PAÍS y el agravamiento del déficit turístico
Una de las principales advertencias del informe se centra en la eliminación del Impuesto PAÍS en 2025. Este gravamen, que actualmente encarece las operaciones con tarjetas de crédito en el exterior, ha sido un freno para el turismo emisivo, desalentando los viajes fuera del país. Sin embargo, su futura eliminación, combinada con un tipo de cambio que podría no ser lo suficientemente competitivo, augura un aumento considerable en la salida de dólares por turismo.
El informe señala que “la magnitud del desbalance podría acrecentarse especialmente en el próximo verano”, cuando el tipo de cambio y la falta de barreras impositivas incentiven aún más los viajes de argentinos al exterior. Además, se prevé que el mayor desbalance ocurra en el primer trimestre del año, coincidiendo con la temporada alta de vacaciones.
Sin salida del cepo a la vista y con reservas neta negativas, el verano podría complicar el balance del Banco Central (Shutterstock)
Un indicador clave que anticipa esta tendencia es el aumento en las búsquedas de opciones turísticas en internet. Según el estudio, las búsquedas relacionadas con turismo emisivo crecieron un 54% interanual en septiembre, mientras que las asociadas al turismo interno cayeron un 15%. Esto refleja un renovado interés por parte de los argentinos en viajar al exterior, en detrimento del turismo doméstico.
El turismo no solo afecta al balance de pagos, sino también a la economía real, especialmente en sectores vinculados a la cadena de valor turística. El IERAL estima que alrededor del 7% del empleo privado registrado en Argentina depende de la actividad turística, una industria que ya enfrenta dificultades. Según el informe, en los últimos meses se ha registrado una pérdida acumulada de 2,2% en los puestos de trabajo vinculados al sector, una señal de alarma que podría agravarse si el desbalance en el turismo continúa deteriorándose.
“Si el tipo de cambio no ofrece condiciones para mejorar la competitividad y comienza a brindar incentivos al crecimiento del turismo emisivo, será vital acelerar el logro de reducciones de costos por otras vías”, advierte el informe. Entre las medidas sugeridas se encuentran posibles reformas regulatorias o impositivas que permitan recomponer la competitividad de los sectores productivos asociados al turismo.
El informe subraya la importancia de implementar políticas que mejoren la competitividad cambiaria y reduzcan los costos operativos en el sector turístico. De lo contrario, Argentina podría enfrentar un aumento significativo en la fuga de dólares por turismo, agravando el déficit en el balance de pagos y profundizando las dificultades económicas del país.
El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo que no hay que preocuparse por la meta de acumulación con el FMI, pero varios economistas advirtieron que la compra de divisas mejoraría este indicador clave
De cara a los vencimientos en moneda extranjera de 2026, el equipo económico que lidera el ministro Luis Caputo tiene un plan A y B. El primero de ellos depende de que el riesgo país baje y la Argentina pueda acceder a los mercados internacionales de deuda. Si bien luego de la victoria electoral del oficialismo el indicador que mide el JP Morgan tuvo una baja considerable, parece haber encontrado un piso que lo complica.
El principal interrogante que sobrevuela hoy en el mercado es qué se necesita para que el riesgo país perfore los 600 puntos básicos. Las consultoras privadas calculan que para acceder a una tasa preferencial en los mercados internacionales se necesitaría que esté y se mantenga entre las 400 y 500 unidades.
La variable arrancó diciembre a 648 puntos, a pesar de que a principios de noviembre tocó un mínimo de 598. Esta baja desde los 1.100 estuvo influida por el envión que le dio la victoria en las urnas al Gobierno, pero también la versión que llegó desde Washington D. C. por parte de Bloomberg de que Caputo le adelantó a inversores la recompra de deuda, a la par de modificaciones en el régimen cambiario de bandas.
El viernes las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) cayeron a USD 40.000 millones por el pago de Bopreal y movimientos de encajes de bancos de fin de mes.
No obstante, para el director de la consultora PxQ, Emmanuel Álvarez Agis, la acumulación de reservas internacionales ayudaría a que el riesgo país baje. “Todo esto se basa en el problema libertario de no comprar reservas porque eso implica emitir dinero (…)”, destacó en Ahora Play.
A la vez, el ex viceministro de Economía señaló que el nivel de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) se ubica en un peor nivel que el que heredó el oficialismo actual. “Y lo que recibiste es la peor herencia en materia de reservas netas en la historia de la Argentina (…)”, comentó. Y detalló que el riesgo país tiene tres drivers: el político, el fiscal y el de reservas internacionales: “Milei está bien en lo político y bien en lo fiscal, por eso el riesgo vale 650 y no 1.500, pero en el de reservas está horrible”.
A pesar de las advertencias de los analistas, la no compra de reservas no es un problema para el ministro de Economía, Luis Caputo, quien acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de tener netas por USD -2.600 millones para diciembre de 2025. “Lejos de ser algo que nosotros subestimamos, para nosotros es una prioridad, pero hoy por hoy está separado lo que es acumulación de reservas de lo que es el pago de nuestras deudas (…). Hoy estamos en una situación que cambió, se abrieron varias avenidas desde lo financiero. No solo tenemos el swap chino y el apoyo de Estados Unidos, sino que ahora se han abierto otras alternativas que es la que escuchan, también estamos hablando con bancos”, afirmó el ministro durante su participación en la Conferencia Industrial de la UIA.
Para el director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, más allá del buen resultado electoral y del apoyo concreto de los Estados Unidos, el equipo económico aún no logró dar señales respecto a cambios que permitan mejorar la sostenibilidad del actual esquema cambiario lo que complica la baja. “Entre otras cosas, por el momento el pago de USD 4.216 millones el próximo 9 de enero con bonistas debería hacerse activando nuevamente el swap de monedas con el Tesoro de Estados Unidos y/o con los dólares que desembolsó el FMI en abril. Resta ver si en las próximas semanas hay anuncios que den mayor certidumbre sobre la deuda argentina y permitan reducir el riesgo país en el corto plazo”, comentó.
Una postura similar tuvo el director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, para quien la publicación del Wall Street Journal sobre que se habría suspendido el préstamo por USD 20.000 millones de bancos norteamericanos para hacer operaciones en el mercado de deuda, generó ruido entre los inversores. “Fue un cambio en las expectativas, al no estar seguro o claro lo que va a pasar con eso, gana peso el tema de la acumulación de reservas”, destacó. Bajo su perspectiva, no hay dudas que la administración libertaria pagará los vencimientos de enero de 2026.
La clave para Tiscornia va a estar en cómo reaccione el Gobierno este mes, cuando quienes compraron dólares para resguardarse en la previa de las elecciones los venda porque necesita pesos y comience a aparecer la cosecha de trigo que será récord. “Si el BCRA aparece comprando los dólares, el Tesoro es más complicado porque no tiene tantos pesos”, concluyó el consultor.
En noviembre se notó una caída notoria en la cantidad demandada de dólares. El Central relajó los encajes para satisfacer la necesidad de moneda local y se espera que el sector privado venda divisas para afrontar el medio aguinaldo y las fiestas
Las próximas semanas tendrán un fuerte incremento de la demanda de dinero, como sucede en cada fin de año. La combinación del pago del medio aguinaldo y los gastos de las fiestas provocan este fenómeno, que según los expertos implica un aumento estacional de la cantidad de pesos equivalente a 10% de la base monetario. Esto implica una suba en pocas semanas cercana a $4 billones.
El dólar oficial ya viene mostrando desde las elecciones legislativas una demanda mucho menor y se alejó del techo de la banda cambiaria. Ayer la cotización minorista cerró a $ 1.475 y el mayorista lo hizo a $ 1.451, sin mayores variaciones respecto al cierre del viernes.
Las necesidades de pesos se pueden abastecer de distinta manera. El Banco Central ya alivió la semana pasada la exigencia de encajes a los bancos, lo que libera fondos. De hecho, en las últimas horas muchas entidades salieron a ofrecer adelantos de corto plazo para que las empresas puedan enfrentar el pago del medio aguinaldo a mediados de mes.
Otra forma es que elBCRA intervenga en elmercado cambiario para comprar dólares e inyecte pesos de manera simultánea. Pero hasta ahora el equipo económico se mostró muy cuidadoso con este esquema, que en realidad es parte de un plan mucho más amplio para remonetizar la economía.
También es factible que aumente la venta de dólares luego de compras récord en los últimos meses. Desde que se abrió el cepo cambiario las compras del público e indirectamente de las empresas superaron los USD 35.000 millones en todo concepto. En octubre, mes electoral, la demanda de dólares neta de libre disponibilidad fue de USD 4.000 millones.
Sin embargo, la expectativa es que a partir de una mejora de la confianza, como está sucediendo ahora, esa compra de dólares afloje notoriamente. Esta reducción en el ritmo de demanda de divisas es lo que le permitió al tipo de cambio acomodarse sin intervención por debajo del techo de la banda cambiaria.
La semana pasada elTesoro norteamericano confirmó que vendió USD 2.500 millones previo a las elecciones para calmar el tipo de cambio y defender el techo de la banda. Se trató de una intervención inédita que cumplió su objetivo. Ahora recompró esas divisas pero le otorgó al Central un swap de monedas por una cifra equivalente para que no hubiera impacto en el nivel de reservas.
El aumento de la demanda de pesos y la presión a la baja del tipo de cambio es un arma de doble filo. Sucede que puede dar la falsa idea de una situación controlada, que puede llevar a una expansión de dinero exagerada con el objetivo de impulsar el nivel de actividad.
El equipo económico quiere evitar una expansión descontrolada de pesos, pese al crecimiento de la demanda. REUTERS/Matias Baglietto
Esto ya ha sucedido en otros períodos, incluso en los gobiernos de Alberto Fernández y también de Mauricio Macri. Todavía se recuerda la decisión del macrismo el 28 de diciembre de 2017 de aumentar el objetivo de inflación para el año siguiente, acompañado de una baja de tasas y mayor expansión monetaria. A los pocos meses estallaba la crisis cambiaria que terminó con un salvataje récord del FMI.
Para fin de año y sobre todo en enero se espera que crezca la demanda de dólares para turismo y en particular para hacer frente al pago de la tarjeta en el caso de los que viajaron al exterior. Pero, más allá de la evolución del dólar en el corto plazo, en el mercado no terminan de ponerse de acuerdo sobre lo que podría ocurrir en 2026.
Según un informe para inversores de Delphos Investment, el tipo de cambio real tendería a mantenerse estable el año próximo. “De hecho el mercado no cree que el techo de la banda permanezca con un ajuste del 1% mensual, como promete Economía, sino que aguarda un incremento del orden del 2% por mes”, señalaron.
Por su parte, Fernando Marengo, economista jefe de Black Toro, opinó que el escenario más probable es el de una apreciación del tipo de cambio: “Si se mantienen estos niveles de confianza van a entrar más dólares por la cuenta capital. Esto va a generar que el dólar tienda a caer y allí se verá en qué nivel el Tesoro o el Central están dispuestos a comprar, pero no debería ser muy lejos de los $ 1.400. Hoy el problema que tenemos por delante no es que el tipo de cambio toque el techo de la banda, sino que caiga rápido”.
Las mediciones de alta frecuencia de las consultoras proyectaron un rango de entre 2,3% y 2,5% para el mes anterior. La estrategia de recorte de subsidios del Gobierno
Terminó noviembre y las consultoras privadas difundieron sus relevamientos de inflación en un mes en el que el Gobierno levantó el pie en los subsidios económicos al transporte y los servicios públicos, a lo que se suma el aumento de la carne, lo que impactaría de lleno en el indicador mensual.
Luego de que en octubre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicara en 2,3%, tercer mes consecutivo de aceleración, la expectativa se focaliza en qué pasó en noviembre y si se logró cortar con esa tendencia. En ese contexto, la decisión del equipo económico de recordar subsidios económicos tras el triunfo electoral podría complicar la dinámica inflacionaria.
Con la confianza que le dieron las urnas, durante el mes pasado el Gobierno primero autorizó un incremento en las boletas de luz y gas del 3,8% promedio y luego en el caso de los colectivos que entran y salen de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) un aumento de casi el 10%. Frente a estos movimientos, las consultoras privadas estiman que la inflación de noviembre se ubicará entre el 2,5% y 2,3%. De confirmarse este último dato, se ubicaría por segundo mes consecutivo en el mismo nivel.
La estimación más “pesimista”, aunque por mínimas diferencias, es de la consultora Eco Go: calcularon que el IPC arrojará 2,5%. Una cifra a la que llegan porque relevaron aumento en el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” del 3%. “Carnes arrancó a subir fuerte a fines de octubre y por la ponderación que tiene, eso empujó bastante el nivel general. Además, regulados viene con incidencia alta también”, explicó el economista de Eco Go, Lucio Garay Méndez.
La inflación de octubre fue de 2,3%, según el Indec.
Desde Equilibra estimaron que el IPC Nacional subió 2,5% impulsado por Regulados (3,3%) y el componente Núcleo (+2,4%), “tras subas significativas en Carnes (4,5%) que impulsaron el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas (2,8%)”. “Los Regulados (naftas + tarifas) lideraron (+3,3%) y el rubro Carnes subió 4,5% (la Vacuna trepó 5,7%), impulsando AyB no estacionales 2,8% (máximos desde abril). La estabilidad cambiaria trajo calma en bienes del Resto del IPC Núcleo (2,2%)”, especificó Gonzalo Carreras, economista de la consultora.
Según el relevamiento en el Gran Buenos Aires (GBA) de C&T Asesores Económicos, la inflación de noviembre fue del 2,4%. “La dinámica de los precios durante el mes estuvo particularmente influida por tres factores: el precio de la carne vacuna, el Cyber Monday y los servicios regulados“, marcaron.
Si bien la carne ya venía acelerándose desde octubre, en noviembre profundizó esa tendencia y le dio un impulso significativo al rubro de alimentos consumidos en el hogar (que es el de mayor ponderación), que aumentó 2,6% en el mes, por encima del promedio. “El alza del rubro no fue mayor aún debido a una baja de 12 % en las verduras, que constituyen un componente estacional; en otros componentes también hubo algo de moderación con respecto a octubre”, destacó.
Equilibra registró un incremento de la inflación a 2,5% en noviembre.
Otro contrarresto vino por el Cyber Monday. El evento de ofertas virtuales derivó en una reducción de precios en varios rubros durante la primera semana del mes, con particular impacto en equipamiento del hogar, en donde se incluyen diversos electrodomésticos. En lo que hace a servicios regulados, transporte público, electricidad y gas mostraron alzas superiores a las de meses previos.
Un diagnóstico más “optimista” tuvieron en la consultora LCG. Según sus estimaciones,la inflación de noviembre se ubicará en torno al 2,3% nuevamente. En el relevamiento de precios de alimentos y bebidas registraron un incremento del 3,3%. Con una tendencia de fuertes aumentos en las primeras semanas. Siendo la misma proyección general que tienen en Analytica.
Por su parte, el sondeo de Fundación Libertad y Progreso registró una suba de 2,3%. “Con este resultado, la inflación acumulada en el año alcanzaría el 27,7%, mientras que la variación interanual se ubicaría en 31,2%, consolidando veintiún meses consecutivos de desaceleración”, aseguraron desde el think tank liberal.
“A lo largo del mes, la dinámica semanal mostró comportamientos dispares. La primera semana arrancó con un salto del 1,0%, explicado en gran parte por el aumento de precios regulados que, en línea con los meses anteriores, volvieron a traccionar al alza: las prepagas aumentaron alrededor de 2,1% y el transporte registró un avance del 4,1%. Luego, el ritmo se moderó, con incrementos de 0,2% y 0,1% en la segunda y tercera semana, respectivamente, mientras que la última semana cerró con una suba similar a la inicial”, reza el informe.
Para la Fundación Libertad y Progreso, la inflación se mantuvo en 2,3% en noviembre.
En el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que publicó el Banco Central de la República Argentina (BCRA), la mediana de las consultoras encuestadas indicó que en noviembre la inflación sería del 1,9%. Para diciembre anticiparon un 2%; recién en enero de 2026 comenzaría la desaceleración. Vale destacar que las proyecciones se publicaron antes de que el Gobierno oficializara los aumentos en los servicios públicos. El dato oficial del mes previo se dará a conocer el jueves 11 de diciembre por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La estrategia de recorte
No obstante, todavía quedan precios de la economía atrasados, según la consultora Invecq. “Pese a que haya habido avances significativos —especialmente en el 1.º cuatrimestre de 2024, antes de que el Gobierno comenzara a priorizar la desinflación—, el proceso de realineamiento continúa incompleto. Comparando la estructura vigente con la del 1.º semestre de 2019 —última etapa previa de orden macroeconómico—, la ‘inflación reprimida’ asciende a 4,2 puntos. Los mayores ajustes pendientes se concentran en servicios públicos“, destacaron en un reporte.
Para la consultora Invecq hay atraso en 14 rubros.
Entre los segmentos con retrasos de entre 30 % y 40 % figura “Energía eléctrica y gas”, seguido por Transporte entre un 30 % y 20 %, al igual que Teléfono e internet y combustibles. Sobre esta última variable clave de la economía, un informe de Energía y Economía expuso que Caputo resignó ingresos por más de USD 2.100 millones al no aplicar las actualizaciones correspondientes del impuesto a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono en lo que va del año.
Este se oficializó un aumento del 4,3 % (2,3 % por inflación y 2 % por recorte de subsidios) en colectivos, subtes y peajes en CABA; mientras que en la provincia de Buenos Aires se autorizó una suba del 14,8% en colectivos. En simultáneo, el Gobierno oficializó otro incremento en las boletas de luz y gas promedio del 2,8%. Lo que revela la convicción del ministro de Economía, Luis Caputo de avanzar con la estrategia de recorte de subsidios, tal como pactó con el Fondo Monetario Internacional (FMI).