En octubre el Gobierno deberá pagar las importaciones del mes más las acumuladas desde junio, lo que implicará un importante desembolso de divisas.
Sin ingreso de dólares financieros ni del comercio exterior, el stock de reservas sigue en caída a pesar de que el Gobierno sigue pateando el pago de las importaciones. Pese a los anuncios de regularización de la deuda comercial de las empresas, la deuda del Banco Central con el firmas vinculada al sector externo asciende a 14.611 millones de dólares, mientras crece además el endeudamiento financiero de las empresas y las reservas siguen sin poder recuperarse. En tanto, la estimación del mercado es que el Gobierno terminará con el mismo volumen de reservas negativas con que asumió en diciembre, pero con un perfil de vencimientos mucho más agresivo, el cual, según consta en el proyecto de Presupuesto del año próximo, buscará renovar.
Pese a la supuesta flexibilización en el acceso al dólar, el canje de deuda de las empresas por bonos (BOPREAL) y una recesión que redujo las importaciones significativamente, la deuda comercial desde que asumió Javier Milei aumentó en 14.611 millones de dólares –medido desde diciembre del 2023 a junio pasado—, producto de la diferencia entre las importaciones devengadas (realizadas) y las pagadas por el BCRA. Si bien esta situación la empezó a regularizar en los últimos meses reduciendo esa brecha, la diferencia entre las importaciones efectivas y las pagadas continúa siendo muy alta.
Sucede además que el propio plan regularizador, que patea hacia adelante los pagos de importaciones en cuotas, concentra en los próximos meses una fuerte salida de reservas para que se entreguen a las empresas. Al comienzo el acceso a las divisas por importaciones se realizaba en cuatro cuotas de 25 por ciento. Las importaciones de enero se pagaban en febrero, marzo, abril y mayo, y así sucesivamente. Eso llevó a que a partir de mayo se empiece a pagar el 100 por ciento de las importaciones pero no de ese mes sino de meses anteriores (enero, febrero, marzo y abril).
En agosto se modificó ese calendario de pagos por uno de dos cuotas de 50 por ciento, lo que derivó en la superposición de cuotas con el régimen anterior. Así en septiembre se paga el 50 por ciento de las importaciones de agosto pero también el 25 por ciento de mayo, junio y julio. O sea, que se paga el 125 por ciento de importaciones. “Peor será la situación de octubre cuando se paga el 50 por ciento de agosto y septiembre más el 25% restante de junio y julio, es decir el 150 por ciento”, dice el relevamiento realizado por los economistas Pablo Manzanelli y Leandro Amoretti para el Centro de Investigación y Formación (Cifra-CTA).
Esta acumulación, en meses en los que el Gobierno se esperanzaba contar con un buen stock de liquidación de divisas, tiende a presionar aún más las escasas reservas del BCRA, en un contexto en el que, además, redujo la alícuota del impuesto PAIS.
A esto se suman los vencimientos de deuda, que deberán pagarse con la misma caja: las reservas del BCRA. En lo que resta del año los vencimientos de deuda en moneda extranjera alcanzan a casi 3.000 millones de dólares (1.320 millones de vencimiento de capital y 1.669 correspondiente a los intereses). La mayor parte corresponde a los organismos internacionales de crédito (782 millones al BID, 764 al FMI, 428 al BIRF y 366 millones a “otros”).
La situación de la deuda se complica especialmente en 2025, donde los vencimientos ascienden a 17.522 millones de dólares. Los correspondientes a bonos y títulos alcanza a 8.928 millones, en tanto que el de los organismos a 7.006 millones, de los cuales alrededor de 3.000 millones corresponden al FMI por intereses). “A esto hay que agregar más de 2.300 millones de dólares que el BCRA debe pagar por el BOPREAL, además de los vencimientos de provincias y privados”, explican los especialistas.
Si bien el proyecto de Presupuesto incluye los recursos para pagar intereses de deuda, Argentina tiene el gran desafío en 2025 de hacer frente a vencimientos de capital por casi 13.000 millones de dólares. El cronograma de pagos para lo que queda de este año y año próximo es complejo y, a grandes rasgos, implica una carga de desembolsos de 22.000 millones de dólares, mientras el stock de reservas netas del Central son negativas en 3.088 millones. El equipo económico apuesta a un buen resultado del blanqueo, la posibilidad de reestructurar vencimientos y al aporte de financiamiento por parte de organismos multilaterales de crédito.
“Por la estacionalidad de la balanza comercial (la liquidación de la cosecha en 2024 trascurrió con normalidad y no hay stocks excesivos esperando a ser comercializados) y la calendarización de importaciones, el mercado único y libre de cambios debería ser moderadamente deficitario. Además, antes del vencimiento de la deuda soberana en dólares, Argentina enfrenta en lo que resta del año entre pagos de títulos públicos y FMI (neto de desembolsos) vencimientos por 1.100 millones de dólares”, detalla la consultora 1816.
Desde julio se advierte el agotamiento del proceso de recuperación de las reservas internacionales. Las reservas brutas habían aumentado en 7.509 millones de dólares entre noviembre de 2023 y junio de 2024, en tanto que las reservas líquidas se habían incrementado en 10.807 millones de dólares. En este proceso había jugado un papel central la generación de nueva deuda con los importadores, que, como se mencionó, alcanzó a 14.611 millones de dólares entre diciembre de 2023 y junio último. En cambio, a partir de julio se perdieron 1.558 millones de dólares de las reservas brutas y 4.626 millones de dólares de las reservas líquidas.
En resumen, la reducción de las reservas ocurrió en un contexto en el que se empezó a regularizar el pago de importaciones, hubo importantes vencimientos de deuda en julio, y, entre otros factores, se empezaron a utilizar reservas para intervenir en los dólares paralelos para frenar la ampliación de la brecha cambiaria que se había producido a mediados de julio.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.