En apenas unos días, Javier Milei recibió la presión cruzada de dos aliados que hasta hace poco sólo se expresaban para darle su apoyo. Mauricio Macri y Paolo Rocca, dos viejos conocidos, sincronizaron su reaparición. Antes que un plan, lo que existe es un contexto en el que los actores del poder demuestran su cambio de humor. Más frágil de lo que aparenta, el lunes pasado el presidente tuvo que escuchar a su antecesor en el cargo durante horas y horas. Lo hizo como parte de un operativo contención que requirió también la capitulación pública de Santiago Caputo. El jefe de gabinete en las sombras que tiene La Libertad Avanza tuvo que sepultar los modos de “Snake doc lives” y actuar su rendición ante la furia de Macri. Calabria no olvida. ¿Caputo cambió en forma sorprendente como dijo Macri o se ajustó a lo que pidieron para seguir siendo el mismo?
El fracaso alevoso de Macri en el poder dejó en un segundo plano la tiranía que dicen haber vivido los que sobrevivieron a la experiencia de tenerlo como jefe. El ingeniero empezó a exigir obediencia mucho antes de que Lilia Lemoine comenzara a identificar políticos con quenas. Y lo hizo de una forma tan letal como para que figuras claves del PRO se convencieran de que el ex presidente los espiaba con una banda de lúmpenes y policías.
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Macri sabe que sus históricos votantes ya lo abandonaron y que tiene todo para perder en el enfrentamiento de corto plazo con Milei. Pero se cansó de sostener una ecuación que sólo le trae costos. Reclama sus acciones de gobierno y que el entorno del presidente deje de acribillarlo en las redes, a él y a su primo Jorge. Para salir de la encerrona, Macri reeditó la teoría del cerco y apuntó al triángulo de poder. Karina es El Jefe inexpugnable pero Caputo -a quien rebaja a pichón de comisario político- encontró un primer límite en su extenso mapa de atribuciones.
Al lado del ex presidente conocen a Caputo desde que debutó en el mundo de la consultoría y recuerdan que Jaime Durán Barba y Santiago Nieto siempre ordenaban hacer las encuestas con la empresa del ahora asesor estrella. El esquema tuvo un primer cortocircuito cuando Durán Barba, Rodrigo Lugones y Guillermo Garat fueron procesados por María Servini en la causa por campaña sucia contra Daniel Filmus. La denuncia la había hecho el actual presidente de la AGN, Juan Manuel Olmos.
Sin embargo, fue Marcos Peña el que los postergó en 2015, cuando llegó al poder central y decidió contratar a encuestadores del Círculo Rojo. Con ese antecedente, en 2023, la organización se preparó para asegurar su llegada al poder. Caputo trabajó con Milei, Garat con Eduardo De Pedro y el cuarto hombre, Diego “Derek” Hampton, se adueñó de la campaña de Patricia Bullrich. Macri piensa que no tienen ideología y solo les interesa manejar cuentas. Con base en Madrid, Lugones cruzó la frontera y le atribuyen clientes en Miami, Brasil y Centroamérica.
Caputo tiene un acierto que le reconocen en los grupos de derecha. No cometió el error de Peña, el jefe de la comunicación amarilla y mano derecha de Macri que se excedió con su alta exposición y ahora se muestra deconstruido. El sobrino de los viejos Caputo tomó nota. Es un asesor con enorme poder que se cuida de no firmar nada de lo que, ante la ruina eventual de Milei, pueda complicarle la reinserción en el sector privado. “Cuando le llegue el linchamiento, va a ser mediático, no judicial. Y Santiago se va a ir a trabajar a otro país”, dice un macrista que lo conoce bien y toma distancia de la disputa interna en la derecha dura.
Entre los méritos de Caputo está el de haberle vendido a Milei un personaje que la gente quiere. “El centro es para países como Finlandia con todos los problemas resueltos. En Argentina, siempre se busca un loco”, razona un ex funcionario de Macri. De acuerdo a ese supuesto, la violencia de la extrema derecha en las redes no respondería al goce por el daño que distingue al caputismo sino a un clima de época. Con una dirigencia tradicional que parece en extinción, sin forma de competir con la lógica de las redes sociales.
El problema para Macri es que su intento de diferenciación sólo puede tener un efecto diferido, si a Milei le va mal. El ex presidente elogia a Luis Caputo y Federico Sturzenneger, grandísimos responsables de su aventura fallida, tiene poco para objetar y considera que la falla de Milei es módica: no abrirle la puerta a Guillermo Dietrich, Cristian Ritondo y Germán Garavano. Pero en el fondo teme que esta historia tampoco termine bien y pretende ser el que le advirtió a los propios que iban directo a una nueva frustración.
Hoy Bullrich acierta cuando dice que el partido que presidió solo puede ser oficialista. “El que se queda al lado de Macri está terminado. El PRO se va a quedar sin votos. La gente es la misma, no la podes duplicar”, pronostica un dirigente que se identifica con la ministra de De la Rúa, Macri y Milei. La fusión que propone la Casa Rosada es trasladar la licuadora a la política para diluir a los residuos del PRO en LLA. Macri no quiere que Milei le haga lo que él le hizo al radicalismo y la Coalición Cívica cuando fue presidente. Pretende acciones de gobierno y listas separadas. Los Milei ven a un macrismo testimonial y apuestan a una consolidación electoral con sello propio en 2025.
El acto de Macri y las entrevistas que organizó no alcanzaron para igualar el impacto que Paolo Rocca logró, en la cima del poder, con una definición sintomática. El CEO de Techint admitió que fueron demasiados optimistas con respecto a la aventura de Milei. Por qué lo hizo es materia de pesquisas entre las familias del establishment. En su balance del primer semestre del año, Tenaris registró una caída interanual del 18% en sus ventas a causa de las obras de infraestructura que están frenadas en Vaca Muerta y tuvo un derrumbe de casi 70% en su ganancia neta. Rocca prevé una caída adicional de hasta 15% en el segundo semestre.
En la industria sostienen que lo que más le preocupa al dueño de la multinacional con sede en Luxemburgo y los grupos exportadores es el dólar planchado al que se abrazan Milei y Caputo para bajar la inflación. A eso se suma un elemento particular y es la tensa relación que tiene hoy Techint con la YPF de Horacio Marín. “YPF es una empresa integrada y Tecpetrol no. Techint quiere maximizar el precio del crudo en el mercado local y exportar. YPF lo que quiere es conseguir el crudo más barato posible para refinarlo y aumentar la ganancia en el downstream. Es una pelea estructural”, explica un empresario con intereses en el rubro.
En el Gobierno dicen que Rocca esperaba que su ex empleado protegiera sus intereses y lo beneficiara como hizo Macri, que boicoteó a YPF y le permitió a Tecpetrol crecer en forma exponencial con los subsidios de la resolución 46 que aprovechó en su yacimiento Fortín de Piedra. En el sector petrolero agregan que Marín se fue mal del holding en el que trabajó durante 35 años y ahora busca diferenciarse para que no lo señalen como un topo de Rocca.
Hay un dato más. YPF y Tecpetrol chocan por quedarse con siete áreas que Exxon puso a la venta en Vaca Muerta después de anunciar su salida del país. Hay siete grandes petroleras interesadas sobre todo en el área Bajo del Choique, pero en la industria hablan de dos bloques que se están conformando y tienen a Marín y Techint con aliados distintos.
Al regreso de Macri y Rocca se suma la presión de los gobernadores que fueron a la Casa Rosada con una larga lista de reclamos para reunirse con Guillermo Francos y Santiago Caputo. Todos sienten la caída de la recaudación -8% abajo en julio-, la hiper recesión y el aumento de la pobreza que el INDEC acaba de registrar en 54,8% a nivel nacional.
La baja de la inflación tiene como contracara un persistente derrumbe de la actividad económica que arruina la campaña de recuperación en V que vende el gobierno, en base a la desaceleración de la caída en el consumo y la recaudación de julio. Pero hasta Cavallo se dice asustado por el efecto devastador en la industria. Con la pobreza infantil que afecta ya al 69, 7% de los pibes argentinos, el impacto del plan Milei en el aumento de la desocupación quedará escenificado el miércoles con la marcha de San Cayetano, que va a unir a los movimientos sociales con la CGT y la Iglesia de Francisco detrás de la consigna Paz, Pan, Techo, Tierra y Trabajo. A eso se suman los aumentos de agosto que van a pegar de manera especial en la clase media: alquileres, nafta, prepagas, taxis, colegios. La paciencia es finita.
Con fecha del 31 de julio, un sondeo de la consultora Circuitos, que dirige Pablo Romá, muestra que en el último mes hubo un cambio de tendencia nacional y todos los números se complicaron para Milei. No solo Macri y Rocca están decepcionados. La imagen negativa del presidente subió 8 puntos (37 a 44,9) y la positiva bajó (46 a 41,4). El grupo de los que tienen mucha confianza en Milei se achicó en más de 9 puntos (39,7 a 30,3), el grupo de los que no tienen confianza aumentó casi 5 (34 a 38,4) y crecieron más de 7 puntos los que tienen poca confianza (15,6 a 22,9) en la nueva estrella de la alt-right global. Los que no están de acuerdo con las medidas de Milei crecieron más de 10 puntos (38 a 48,4) y los que están de acuerdo cayeron casi lo mismo (46,3 a 36,7). Mientras el optimismo y la esperanza con respecto a la situación económica perdieron 6,5 puntos (41,2 a 34,7), el pesimismo y el enojo subieron de 31,1 a 35,3. Por último, el núcleo duro del gobierno se siguió achicando (37,5 a 32,7) y el núcleo opositor volvió a crecer (41,3 a 44,5).
Otro sondeo de Giacobbe muestra que la imagen de Milei cayó casi 12 puntos en julio, aunque desde números muchos más elevados (60 a 48,3) y que el 48% de los consultados coincide en que el ajuste no lo paga la casta. LLA festeja que en esa encuesta la palabra que todavía destaca es “esperanza”, pero crecen “incertidumbre” y “tristeza”. Hugo Haime, por su parte, registró que en el último mes los cuatro pilares de Milei se desgastaron: las expectativas, el recurso de culpar al gobierno anterior, la confianza en la baja de la inflación y el apoyo en el interior del país.
Las razones de la caída son materia de interpretación, pero coinciden con el mes en el que las distintas cotizaciones del dólar paralelo se dispararon y la brecha cambiaria llegó a tocar el 50%. También con un período en el que el enfrentamiento de Milei con Victoria Villarruel -que mide mejor que él en todas las encuestas- se hizo explícito.
Abrazado al esquema ponzi de Toto Caputo, que promete a financistas y fondos de inversión que la de ellos está, Milei apuesta a cruzar el desierto recesivo con el blanqueo de capitales, los préstamos que anuncia el BID y un salvataje de bancos. El presidente heredó del peronismo un cuadro de inflación descontrolada y reservas negativas que era insostenible. Pero en el frente de los dólares, donde no para de quemar reservas, tiene a favor un contexto mucho más favorable que el de 2023. Sin sequía, en los primeros 7 meses del año, el agronegocio liquidó U$S 13.640 millones, un 5,3% más que el año pasado, aunque mucho menos que los U$S 22.309 millones de 2022. En contra, le juegan al gobierno la caída de la soja, la devaluación en Brasil y el dólar planchado.
Donde no hay dudas de la suerte de Milei es en el rubro de los hidrocarburos. Según el último informe de la consultora Economía y Energía, en 2024 el gobierno tendrá un superávit energético superior a los 5.000 millones de dólares, un quiebre histórico con respecto a la deficitaria balanza comercial energética de los últimos 15 años. Será producto del aumento de las exportaciones (+ 1.700 millones de dólares) pero sobre todo del ahorro en las importaciones por casi U$S 3.300 millones, algo que se explica en parte por la recesión -menos importación de gasoil- pero sobre todo por el impacto del gasoducto Néstor Kirchner. El año que viene el superávit energético va a ser todavía mayor y llegará a 7500 millones de dólares. “Tardamos tanto en hacer el gasoducto que lo terminó disfrutando Milei”, dice un ex funcionario del peronismo. Así y todo, el Banco Central delata la fragilidad de un experimento que tiene por delante una montaña de vencimientos de deuda.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.