“Siento que salí del boliche y vine directo a jugar”: Fran Cerúndolo se sumó a la onda ganadora del tenis argentino en los Juegos Olímpicos de París 2024
Venció por 6-2 y 6-1 al chileno Barrios Vera por la primera ronda del singles masculino.
Antes habían avanzado con solvencia Navone, Báez y Etcheverry.
También ganó Carlé entre las damas y la única derrota fue la de Podoroska.
“Siento que salí del boliche y vine directo a jugar”, dijo entre risas Francisco Cerúndolo, tras firmar un sólido debut en el torneo de tenis de los Juegos Olímpicos de París. El porteño venció por paliza en dos sets, 6-2 y 6-1, al chileno Tomás Barrios Vera por la primera ronda del singles masculino en apenas una hora y 18 minutos. Y lo hizo con tal contundencia y soltura que pocos creerían que menos de 24 horas antes estaba en Umag, ganando la final de un torneo ATP, y que saltó a la cancha 12 de Roland Garros tras haber dormido menos de dos horas desde su consagración en suelo croata. Pero Fran lo hizo y cuando tuvo que explicar el por qué, no tardó en contestar: “Tenía muchas ganas de jugar y creo que lo hice muy bien”.
La crónica de su odisea para no perder la chance de representar a Argentina en la cita de la capital francesa suena más increíble escuchada en la voz del mismo Fran y le da un valor extra al gran rendimiento que mostró en el partido ante Barrios Vera, con todo el cansancio físico y mental que acumulaba.
“Estoy destrozado, no puedo más. Fue todo en menos de 24 horas. Ahora son las 8 y a esta hora, ayer estaba entrando a jugar”, afirmó en su paso por la zona mixta, un rato después del final del duelo con el chileno.
Y arrancó: “La verdad, tremendo todo. Una locura. La final terminó casi a las once y media de la noche de la noche. Entre la ceremonia, la entrega de premios y todo, salí de la cancha a las doce y media. Un poco de bici, ducha, hice prensa. Me habré ido del club una y cuarto de la madrugada. Aflojé en el hotel hasta las dos y cuarto. Cerré la valija y tres de la mañana estaba durmiendo. A las cinco y 45 me buscó el auto. Dormí dos horas y 45 minutos. Bueno, “dormí”, porque estaba todo cansado, la adrenalina… Así que dormité un poco. Aeropuerto directo, a las ocho salió el vuelo y llegué a París a las 10. Y no pude dormir nada en el vuelo porque estaba incomodísimo, más allá de que, la verdad, la logística fue increíble”.
Cerúndolo contó que cuando llegó a cuartos de final, en el torneo le avisaron que no se tenía que preocupar por cómo llegaría luego a París. Que quienes perdieran en semifinales, tendrían un vuelo privado directo a la capital francesa el sábado temprano. Y los dos finalistas, la misma opción pero al día siguiente.
“La verdad que se portaron muy bien. Sobre todo porque salir de Umag es complicado. Tenés que hacer auto, conexión… Con el vuelo privado, cambió todo. Viajé con Lore (Musetti, su vencido en la final). Y vi que él también ganó, así que trajimos buenas sensaciones los dos”, comentó.
Tras desembarcar acá a las diez de la mañana, igual, tampoco tuvo tiempo para descansar porque el cronograma indicaba que tenía que jugar con Barrios Vera solo unas horas después, en el cuarto turno. Y él tenía que hacer toda la logística que hacen los atletas cuando llegan pro primera vez a un Juego.
“Fue a la Villa, me acredité volando. Dejé las cosa y llegué al club a la una. Y pelotee un ratito con Machi, aunque sea para tocar algo. Estaba destrozado. Dormí una siesta de una hora y salí a la cancha, así nomás. Cundo estaba terminando Nadia (Podoroska, que jugó el duelo previo al suyo), me estaban encordando las raquetas. Yo, mientras cambiaba el grip, hacía la entrada en calor en la bici. La ropa para la competencia la tenía yo, pero cuando pasé pro la Villa agarré la de Le Coq. Todo muy rápido. Ahora estoy muy cansando, pero contento”, concluyó el relato.
Curiosamente, no es la primera vez que Cerúndolo vive unas 24 horas de locura como tenista. “Una vez jugué cuatro partidos el mismo día en un Future. Un domingo, en un 25 mil. Cuartos, semis y final de singles y final de dobles. Al día siguiente, volé a Estados Unidos y jugué el martes en cemento. Entre esa y esta, compiten sobre cuál fue la peor”, recordó.
Del desarrollo del partido que le ganó a Barrios Vera no habló nadie. Porque lo importante, en este caso más que nunca, era ganar. ¿Cómo hizo para doblegar a un rival que suele ser complicado, con sueño, cansancio y un agotamiento mental enorme?
Cerúndolo consiguió su primer triunfo en un torneo olímpico. Foto @SecreTurAmbDep
“El hecho de jugar para Argentina un Juego Olímpico sacó capaz un extra mío que, por ahí, si hubiera sido en un ATP 250, no sé si aparecía. Defender los colores de tu país te da un plus extra. Porque lo querés hacer bien, querés ganar. Yo quería sumar mi primera victoria en un torneo olímpico. Jugué en Tokio y perdí en primera ronda, pero era otro jugador igual, estaba recién arrancando a jugar a nivel ATP. Creo que fue todo un combo de eso, más traer la confianza de un torneo ganado y saber que era en Roland Garros, en polvo, que es algo que nos gusta a todos los argentinos. Hubo muchas cosas a favor que pude usar para poder jugar bien”, reflexionó quien más allá del agotamiento, se hizo tiempo de saludar a los argentinos que estuvieron alentándolo en la cancha.
“¡Si estás cansado, no se nota!”, le gritó alguien desde una tribuna ni bien había terminado el partido, mientras él estaba juntando sus cosas para irse al vestuario. Cerúndolo se dio vuelta, se rió y levantó el pulgar mirando hacia la zona en la que se habían hecho eco las palabras, porque entendió que el comentario fue un reconocimiento al enorme esfuerzo que había hecho. Y al ver un grupo grande de banderas y camisetas celestes y blancas, cruzó la cancha y pasó nos cuantos minutos firmando remeras, sacándose fotos y hasta charlando un poquito con la gente.
Sellado el pase a segunda ronda del torneo olímpico, en la que chocará con el francés Ugo Humbert (¿Lo silbarán también como pasó con varios argentinos en estos Juegos?), Francisco solo pensaba en dos cosas.
“El único plan ahora es recuperarme, que me masajeen un poco porque me duele todo. Y después dormir. Necesito dormir. Viste cuando te levantás al día siguiente de haber salido al boliche y no sabés ni cómo estás parado, estoy así. No sé si son las seis de la mañana, las tres de la tarde…”, reconoció.
Y mientras se alejaba, raquetero al hombro, tiró: “Espero que no me pongan otro singles mañana, que me toque el dobles con Tomy…”.
No lo escucharon quienes armaron el cronograma para este lunes: el porteño, 37° del mundo, tendrá que enfrentar a Humbert, 15°, en el segundo turno de la Simonne Mathieu, cerca de las 13.30 (8.30 de Argentina).
La victoria de Cerúndolo le bajó el telón a una jornada casi perfecta para el tenis celeste y blanco, que pisó fuerte en el polvo de ladrillo de París con seis victorias en siete presentaciones.
En el cuadro individual masculino, siempre por la ronda inicial, Sebastián Báez venció por 6-4 y 6-3 al brasileño Thiago Monteiro y en la próxima ronda se cruzará con el libanés Benjamin Hassan. Tomás Etcheverry derrotó por 7-6 (9-7) y 6-2 a otro representante de Brasil, Thiago Seyboth Wild, y chocará con el ruso Roman Safiullin. Mariano Navone bajó con un doble 6-2 al portugués Nuno Borges y tendrá una difícil parada ante Lorenzo Musetti. Y tras sumarse Cerúndolo, el tenis nacional metió cuatro representantes en la segunda ronda de un cuadro olímpico por primera vez.
En tanto, en el cuadro femenino, Lourdes Carlé se anotó una impactante 6-0 y 6-0 ante la experimentada alemana Tatjana Maria. La única que no pudo celebrar fue Nadia Podoroska, quien cayó ante la francesa Diane Perry por 7-6 (7-5) y 7-5.
“El título en Umag me da la confianza para seguir creyéndomela”
Con la consagración en Umag por 2-6, 6-4 y 7-6 (7-5) ante el italiano aún fresca, Cerúndolo se permitió sacarse por un segundo el chip olímpico y valorar ese título, el tercero de su carrera y el primero de una temporada que no había arrancado muy bien.
“Estoy muy contento y muy orgulloso. Porque fue un arranque de año difícil. En Río hice semis, pero no jugué bien. A partir de ahí, perdí partidos muy cerrados, jugando mejor, aunque no había confianza. Y después fue todo empezar a remar y remar, a subir, a escalar. Pero en la gira de polvo había jugado bien en Madrid y acá, en Roland Garros. En pasto no gané partidos, pero creo que también jugué bastante bien. Y haber llegado a cuartos en Hamburgo y ganado Umag, me da ese plus de confianza que necesitaba para poder seguir creyéndomela”, analizó.
Y contó que afortunadamente, no tuvo que traerse el trofeo que le entregaron en el certamen croata a París.
“Pesa como 15 o 20 kilos, no te miento. Y se lo llevó mi hermana (Constanza, jugadora del seleccionado de hockey femenino, que lo acompañó en Umag). Ella se vuelve en unos días a Argentina, así que me salvó. Porque es enorme, no lo podés meter en ningún lado”, explicó.
El Merengue finalmente se quedó con la joya argentina que buscaban los principales clubes de Europa
La novela finalmente terminó. Una promesa de River Plate, que rompe récords y llama la atención de todo el continente, se marcha al Real Madrid, el club que ha transformado la exportación de talento joven en una política de Estado. Franco Mastantuono, a los 17 años, rubricó con su presente un destino reservado solo para unos pocos elegidos.
“El 11 de junio de 2025, Franco Mastantuono ejecutó su cláusula de rescisión, en conjunto con el Real Madrid, finalizando de forma anticipada su contrato con River Plate. El jugador se incorporará al club español tras la disputa del Mundial de Clubes FIFA 2025. El monto total de la operación fue de € 63,2 millones, equivalentes a USD 72,6 millones, constituyéndose como la mayor transferencia en la historia del fútbol argentino. River Plate percibirá € 45 millones netos (USD 51,7 millones)“, informó el Millonario en su sitio oficial.
En su anuncio, el conjunto de Núñez también aclara que el resto del dinero se dividió de la siguiente manera: € 11,8 millones (USD 13,6 millones) al fisco español, € 1,4 millones (USD 1,6 millones) a Futbolistas Agremiados, € 0,9 millones (USD 1 millón) a Fondos Estructurales AFA, € 3,6 millones (USD 4,1 millones) por el Decreto 510/2023 y € 0,5 millones (USD 0,6 millones) por otras tasas.
“Gracias, Franco, por tu entrega y talento. Un orgullo verte crecer en el Club. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa que viene post Mundial de Clubes“, añadió el club.
La Casa Blanca, por su parte, no profundizó en cuanto a los números de la operación a la hora de anunciar la contratación de la joven joya argentina. “El Real Madrid C. F. comunica que Franco Mastantuono será jugador de nuestro club durante las próximas seis temporadas, desde el 14 de agosto de 2025 hasta el 30 de junio de 2031. Mastantuono se formó en la cantera de River Plate entre 2019 y 2024, y ha formado parte del primer equipo en la pasada temporada 2024-2025. En febrero de 2024, se convirtió en el goleador más joven en la historia de River Plate, equipo con el que ha ganado una Supercopa de Argentina. A sus 17 años, también es el jugador más joven en jugar un partido oficial con la selección de Argentina en toda su historia”, informó.
En el desenlace de su traspaso, otro nombre merece un apartado: Juni Calafat. Para comprender la dimensión de este pase, hay que entender la relevancia que el directivo español tiene en la estructura del Real Madrid. Calafat, de 52 años, Chief Scout y Director de Fútbol Internacional, fue el protagonista silencioso detrás de los fichajes de Vinicius Jr., Rodrygo, Fede Valverde, Militao, Camavinga, Bellingham y Arda Güler, entre otros. Su metodología no reside únicamente en el análisis técnico y el seguimiento de videos, sino en el vínculo personal, la empatía con las familias y la capacidad de interpretar el entorno sudamericano mejor que nadie en Europa.
La intervención de Calafat fue determinante en la puja con el PSG. Ante la avanzada del club francés, el Real Madrid aceleró y envió a Buenos Aires a su principal estratega. El español tomó contacto con el entorno íntimo de Mastantuono, ofreció más que un proyecto deportivo, y tejió el mismo lazo de confianza que supo emplear en anteriores operaciones exitosas. Su presencia, además de ser una declaración de intenciones, inclina hacia el club blanco a casi cualquier talento sudamericano codiciado en el continente.
Fuentes de la negociación indican que Juni fue el principal interlocutor en la fase clave de las charlas con el representante Walter Tamer y la familia Mastantuono. Por eso, el joven acordó un contrato hasta 2031 con el Real Madrid, en una de las operaciones más resonantes de la historia reciente millonaria.
LA HISTORIA DE FRANCO MASTANTUONO:
El informe de Franco Mastantuono en España
La historia de Mastantuono es, ante todo, la de un chico que respiró deporte desde la cuna. Nació el 14 de agosto de 2007 en Azul. Cristian, su padre, fue su guía en los primeros pasos futboleros en River de Azul, la escuelita donde empezó a codearse con la pelota a los tres años, mientras en su casa compartía juegos y rutinas con su madre Sofía y sus hermanos Lucila y Valentín.
Lo extraordinario de su formación radica en que su destino parecía bifurcarse entre dos disciplinas: el fútbol y el tenis. Durante varios años, Franco dividió sus energías entre la genética de un mediocampista incisivo y los movimientos técnicos de un tenista entre los mejores Sub 12 del país. Sus entrenadores en el club Azul lo recuerdan como un talento innato, con una capacidad poco común para resolver situaciones complejas. Físicamente ágil, mentalmente predispuesto y con una táctica asombrosa para la edad, Mastantuono parecía destinado al alto rendimiento sin importar el deporte que eligiera. Ocupaba desde muy chico el top 10 de los juveniles de su categoría, venció a varios de los mejores proyectos nacionales y dejó a los técnicos con la sensación de que en la raqueta también había nacido para estar entre los mejores.
Eligió el fútbol finalmente, no porque el tenis lo haya vencido, sino porque su vocación por la pelota y el césped fue más fuerte. River Plate, a través de un trabajo paciente de su captador Daniel Brizuela, convenció a la familia con argumentos deportivos e institucionales sólidos: “Fue una pulseada de dos años con la familia. Él seguía destacándose en el tenis y nos decían que el fútbol era un juego, pero cuando lo vimos supimos que teníamos que traerlo”, rememoró el encargado de llevárselo a Núñez.
Su llegada formal a River fue en 2019, a los 12 años, aunque la seducción de los cazatalentos millonarios había comenzado antes. En su debut, en la última fecha de una liga local y con apenas un par de entrenamientos en el lomo, jugó como si ya llevara años en el club, contribuyó al título del equipo y rápidamente convenció a todos.
Franco Mastantuono brilló desde sus inicios con la camiseta de River Plate
Pocos futbolistas en la historia reciente del fútbol argentino irrumpieron con tanta naturalidad en todas las categorías como Mastantuono. Inicialmente, la zurda exquisita sobresalió en la Séptima y la Octava División, donde no solo fue goleador sino capitán y líder del grupo. Su eventual salto a las Juveniles nacionales llegó rápido: convocado a la Sub 17 y hasta fue llamado por Javier Mascherano a la Sub 20 a los 15 años.
Ya en el club de Núñez, técnicos como Martín Pellegrino y Pablo Fernández coincidieron en cuestiones clave: Franco reúne atributos técnicos superlativos y una mentalidad de competencia fuera de lo usual. Describe Pellegrino: “Es muy vertical, determinante en el uno contra uno, con una pegada formidable; de los que no ves todos los días. Hace rato que no veía a alguien golpear la pelota así”. Fernández, por su parte, le sumó: “Es líder natural, tranquilo, pero de gran personalidad. Y tiene recursos para llegar al gol de todas las formas: pelota parada, media distancia, cabeza”.
La racha de récords, en consecuencia, se dio de manera natural. El 28 de enero de 2024 debutó en Primera frente a Argentinos Juniors, con solo 16 años, 5 meses y 14 días, tercero más joven en estrenarse en el club después de Mateo Mussachio y Tomás Rossi. Apenas un par de semanas después, marcó de zurda un gol ante Excursionistas y se convirtió en el goleador más joven de la historia de River. Luego, su sello ganador se desparramó por todo Sudamérica: en abril de ese año anotó en su primer partido de Copa Libertadores en Asunción, transformándose en el más joven en lograrlo con la camiseta millonaria. Y la obra cumbre: su gol de tiro libre a Boca en el último Superclásico, que le dio a River una victoria memorable y a él el privilegio de ser también el más joven con la banda roja en anotar en ese partido con apenas 17 años, 8 meses y 13 días.
Mientras tanto, en Selección Argentina, la estadística y la historia se rindieron a sus pies. Scaloni lo citó a la Mayor y lo hizo debutar en un partido oficial a los 17 años, 9 meses y 22 días, quedando como el debutante más joven de la historia en ese contexto, superando récords previos de Alejandro Garnacho y Facundo Buonanotte.
La selección de Scaloni mostró carácter en un juego complejo, supo sobreponerse a la desventaja y con uno menos, por la expulsión de Fernández, llegó al empate 1-1.
En un partido cargado de tensión en la previa y que terminó con empujones y muchos nervios, Argentina y Colombia empataron anoche 1-1 en el Monumental por la fecha 16ª de las eliminatorias de Conmebol.
La igualdad premió al campeón del mundo, que nunca bajó los brazos y que cuando se vio en desventaja fue al frente, buscó el gol y no disminuyó en su esfuerzo hasta conseguirlo.
Al mismo tiempo, el resultado castigó a Colombia, porque, después de un inteligente primer tiempo y de irse en ventaja, se quedó sin osadía, se refugió y trató de aguantar sin lograr el objetivo.
La Albiceleste ya sacó su boleto al Mundial 2026 hace rato, pero el juego sirvió para ratificar el presente de Almada y de Álvarez, y mostró que hay equipo para un largo tiempo.
Pegó Colombia
La primera parte tuvo movilidad por ambos lados, una presión alta de Colombia y el intento de manejar con criterio la pelota por el lado de Argentina en cada una de las salidas desde el fondo.
La Albiceleste se vio un poco sorprendida por el juego del Cafetero, quien no le dejó manejar con tranquilidad la pelota y siempre colocó gente cerca de Messi como para que el capitán no pudiera manejar la pelota con simpleza.
La salida rápida y la contra fueron el arma utilizada por el equipo visitante, y desde el juego de James Rodríguez, más la velocidad de Luis Díaz, nació lo mejor del equipo de Lorenzo.
Un par de aproximaciones de los locales hizo que la gente se levantara, pero el campeón no tuvo la precisión habitual en los metros finales.
A los 23, una pelota profunda terminó en los pies de “Lucho” Díaz y el atacante del Liverpool dejó parado a “Cuti”, a Otamendi y a Molina para definir ante la salida del “Dibu”.
La transición paciente y con pases precisos en el campeón del mundo se diluyeron en los metros finales, y aunque hubo un par de buenas combinaciones entre Almada, Julián Álvarez y Messi, el final no fue el soñado por la multitud.
Con el 0-1 colocado en el marcador, los dirigidos por Scaloni se mostraron confundidos y por momentos perdieron la línea.
La chapa del campeón
En la segunda parte, y con la ventaja a su favor, la visita decidió cambiar la manera de jugar y ello fue clave para que el partido tomara un rumbo totalmente distinto, porque el técnico Lorenzo colocó un 4-5-1 y decidió resistir la diferencia.
En su afán por defenderse, dejó en libertad a Messi y el capitán generó juego y, en un par de ocasiones, el equipo estuvo cerca de llegar al gol.
Colombia apostó a una corrida de Díaz, quien en soledad siguió manejando los ataques visitantes y complicando a los locales. Pero pagó la idea de jugar unos metros más atrás.
González exigió a Mier y después el propio González estrelló un remate en el poste. Y cuando Fernández levantó el pie y vio la roja tras pegarle a un adversario y Messi dejó el campo, el campeón siguió jugando mejor, hasta que Almada la clavó cruzada y abajo para poner el empate.
Fue justicia en el Monumental, porque Colombia no se animó a ser protagonista ante Argentina y porque el campeón nunca se da por vencido.
Hay varias selecciones que podrían sellar su boleto a la próxima Copa del Mundo
Las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, se encuentran en su etapa decisiva. Este martes 10 de junio, la fecha 16 podría definir la clasificación directa de varias selecciones, entre ellas Ecuador, Paraguay y Brasil, dependiendo de los resultados de sus respectivos encuentros y de otros partidos clave.
Los enfrentamientos programados incluyen a Bolivia contra Chile en El Alto, Uruguay frente a Venezuela en Montevideo, Argentina recibiendo a Colombia en Buenos Aires, la Verdeamarela enfrentando a la Albirroja de Gustavo Alfaro en São Paulo y Perú midiéndose ante el combinado ecuatoriano en Lima.
Ecuador y Paraguay, que ya tienen asegurado el repechaje, podrían confirmar su clasificación directa al Mundial si logran una victoria en sus respectivos partidos contra el combinado incaico y la Canarinha, siempre que Venezuela no gane su encuentro. En caso de que la Vinotinto pierda, un empate también sería suficiente para que ambas selecciones aseguren su lugar sin necesidad de disputar el repechaje.
El cronograma de la fecha 16 de las Eliminatorias Sudamericanas
Por su parte, Brasil, que aún no garantizó su posición entre los siete primeros clasificados, necesita vencer al elenco guaraní para asegurarse, al menos, el repechaje. Si además los venezolanos pierden su partido, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti obtendría automáticamente su pase directo al Mundial. Incluso en caso de una derrota ante los paraguayos, el Scratch podría asegurar un lugar en la repesca si Bolivia pierde.
Quien quedaría muy cerca de lograr el boleto a la siguiente cita ecuménica en caso de una victoria es el elenco charrúa. De hecho, si logra los tres puntos en su duelo con Venezuela, los dirigidos por Marcelo Bielsa se asegurarán un lugar en el repechaje y quedarán a una sola unidad de confirmar su presencia en el máximo torneo de selecciones. Por su parte, la Vinotinto podría asegurar su lugar en el repechaje en caso de imponerse ante los uruguayos y que Bolivia pierda.
La misma situación que Uruguay corre para Colombia. Con 21 puntos, la selección cafetera se garantizará un puesto en la repesca si logra vencer a la Albiceleste, en condición de visitante y quedaría a un pequeño paso de confirmar su pasaje a Norteamérica.
Más abajo y con menos probabilidades de clasificación aparecen Bolivia, Chile y Perú. La Roja y la Verde tendrán un duelo clave en las aspiraciones de cada uno, en el que un empate no le sirve a ninguno de los dos. A los dirigidos por Ricardo Gareca, que la única forma que tienen de acceder al Mundial es por la vía del repechaje, solo le vale una victoria y esperar que Venezuela no gane. Por su parte, el elenco boliviano podría quedar eliminado en caso de perder y que la Vinotinto obtenga los tres puntos.
El combinado incaico solo tiene una esperanza: terminar séptimo y entrar a la repesca. Opción que puede quedar descartada si el elenco venezolano se impone ante la Uruguay de Bielsa. Con este panorama, se puede dilucidar que Venezuela será el gran juez de esta jornada.
Vale recordar que la única selección sudamericana que ya tiene su boleto sellado es la Argentina, que se encuentra clasificada hace tiempo y que además tiene asegurado el primer puesto.