Demandas, pedido de disculpas, pérdida de seguidores y escasas muestras de apoyo. En esas palabras puede resumirse el escándalo en que está envuelto Enzo Fernández, tras ser acusado de racismo y homofobia por realizar cánticos contra Francia, que aún parece estar lejos de cesar.

Con el correr de las horas, aparecen nuevos nombres que se expresan acerca de la polémica. Sin embargo, el mismo pasaje del tiempo provoca que el día pautado para el comienzo de la pretemporada en Chelsea, 24 de julio, se acerque cada vez más. Y la interna dentro del plantel atraviesa un delicado momento.

La situación que comprometió a Enzo, tras viralizarse un recorte donde se lo ve cantando una canción de mal gusto contra Francia, comenzó cuando la Federación Francesa de Fútbol demandó la situación ante la FIFA por cánticos “racistas y discriminatorios”. Sin embargo, los conflictos intrapersonales emergieron a la luz cuando nada menos que Wesley Fofana (de padres marfileños), compañero de Fernández en el Chelsea desde hace dos años, lo escrachó en redes y lo acusó como responsable de que el “racismo desinhibido” prime en el fútbol.

“Es rarísimo. Es como hacer leña del árbol caído. Si tenés relación con gente del vestuario, dejar de seguirlo en redes me parece al pedo. Es llamar, decir que ponga un mensaje de disculpas y se corta ahí el tema, sin hacer tanto show”, comentó De Paul, solidarizándose con Enzo.

Nada de eso pasó. Varios jugadores del club de Londres reaccionaron contra el ex River. Es que, de un total de 25 futbolistas que integran el plantel profesional, 10 (incluido Fofana) dejaron de seguir a Enzo en cada una de sus redes sociales. La mayoría de ellos son franceses, aunque también se sumaron algunos de otras nacionalidades.

Benoit Badiashile,Christopher Nkunku (hios de padres congoleños), Axel Disasi, Malo Gusto (madre martiquinesa), Lesley Ugochukwu (padres nigerianos), Malang Sarr (padres senegaleses) y Wesley Fofana son los franceses que se expresaron en contra del accionar de Enzo. A la par, se sumaron David Datro Fofana (Costa de Marfil), Romero Lavia (Bélgica) y Armando Broja (Albania).

Mientras casi la mitad del plantel manifestó su postura antiracista, tan solo un miembro del equipo apoyó a Enzo: Nicolas Jackson, el goleador senegalés del club y mejor amigo del volante. El atacante de 23 años publicó en sus redes sociales un video de hace algunos meses atrás, donde se ve a Enzo interactuando y jugando infantilmente con un niño de tez morena, hincha del Chelsea, luego de un partido de la pasada pretemporada.

Puede tratarse de un posteo que ayude a callar las acusaciones de racismo contra Fernández, quien pidió disculpas por el hecho que lo tiene en el ojo de la tormenta.

“La canción incluye un lenguaje muy ofensivo y no hay absolutamente ninguna excusa para estas palabras. Ese vídeo, ese momento, esas palabras, no reflejan mis creencias ni mi carácter“, expresó el volante.

De esta manera, con un total de 12 jugadores de 25 con una posición marcada (Enzo y Jackson contra el resto), lo que le depara al vestuario del Chelsea es una absoluta incógnita. Pero eso no es todo. Es que en la cuestión también deben considerarse otros dos factores: los jugadores no se ven las caras desde hace más de un mes y encararán el conflicto con un entrenador con el que todavía no compartieron ni una práctica.

Los Blues tienen pautado el primer amistoso de pretemporada para el próximo 24 de julio, donde iniciarán una gira por Estados Unidos. Curiosamente, Enzo Fernández es quien aguarda por el resto de sus compañeros, debido que se quedó de vacaciones en Norteamérica junto a su familia luego de levantar la Copa América con la Selección argentina. Aunque existe la chance de que se sume un poco más tarde a los entrenamientos debido a la licencia por vacaciones que recibió desde el club. Allí será el momento definitorio para palpar cómo será recibido el pedido de disculpas de Enzo.

Sin embargo, a la espera de lo que será un tenso reencuentro del plantel, quien tendrá una difícil bienvenida para darle inicio a su ciclo será Enzo Maresca, el nuevo DT del Chelsea y sucesor de Mauricio Pochettino.

El italiano de 44 años, que viene de ascender a la Premier League con el Leicester, llevaba un par de semanas positivas trabajando en las instalaciones del club londinense con los jugadores que no fueron convocados a Copa América o Eurocopa. Todo venía a la perfección hasta que salió a la luz el fragmento de Enzo entonando la canción que cuenta con rasgos de racismo, xenofobia, homofobia y transfobia.

Cuando se aproximaba el momento de dirigir su primera práctica con todo el plantel a su disposición, se topó ante su primer desafío: será el encargado de buscar apaciguar las aguas en lo que posiblemente sea una pretemporada a la que todavía le quedan capítulos por estrenar.

Es desconocido como será el devenir de Chelsea en su gira por tierras estadounidenses. Mientras lo que sí parece seguro es que la chance de que Enzo sea vendido en este mercado de pases es prácticamente nula, más allá de que consideraron “totalmente inaceptable” el accionar de su jugador y confirmaron que lo someterán a un “procedimiento disciplinario interno”.

El motivo radica en que el surgido de River llegó al club hace un año y medio, a cambio de 132 millones de dólares desde el Benfica, representando la transferencia más cara de la historia del equipo inglés y de la Premier League hasta 2023 -luego superada por Moisés Caicedo, que firmó por US$ 140 millones.

Pocos son los que pueden llegar a satisfacer las pretensiones económicas del club de Londres. Otro indicio es que Enzo es la cara principal del póster que utiliza Chelsea para promocionar sus partidos de pretemporada, en el que no figuran ninguno de los 10 jugadores que dejaron de seguirlo por redes sociales tras el escándalo por racismo.

El argentino aparece en primera plana, dando a entender que se trata de la máxima figura del equipo o de los jugadores más valiosos del plantel para la campaña que se aproxima. No obstante, todo parece que tendrá un desenlace cuando recién se vean las caras entre los protagonistas una vez se reencuentren el vestuario, que a priori, parece más dividido que nunca.