La tía del nene de 5 años apuntó otra vez contra su anterior abogado, José Fernández Codazzi.
Además, involucró al policía retirado Amado Francisco Méndez -detenido este miércoles- en la maniobra del plantado del botín.
Laudelina Peña (45) fue y volvió con sus declaraciones. Es la tía de Loan Danilo Peña, la única de los ocho detenidos que admitió haber cometido un delito, la que plantó un botín que usaba el nene de 5 años al momento de su desaparición, la que tiene la llave para destrabar el caso, para decir dónde está, si vivo o muerto, que es lo único que importa.
Pese al ruego de su familia, de apelar a su “corazón” para que cuente la verdad, la mujer no dio señales de qué hicieron con su sobrino. Apenas estimó que, para ella, su esposo, Bernardino Antonio Benítez (37), hizo “el desplazamiento rápido entre el naranjal y la tapera” de la escuela para entregarlo y que se lo lleven el marino retirado Carlos “Pérez” o el ex policía Francisco Amado “Méndez” o “alguien” más.
En su nueva indagatoria ante la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, denunció que su primer abogado, José Fernández Codazzi, le dio 50.000 pesos para instalar la hipótesis del “accidente” en aquella sospechosa incursión nocturna ante el fiscal provincial Gustavo Roubineau, pese a que la causa ya estaba en el fuero federal.
A ese encuentro -dicen- fueron junto al senador provincial Diego Pellegrini, ligado al gobernador radical Gustavo Valdés, en su camioneta. Por eso, la Justicia citó a declarar al legislador como testigo.
“La camioneta era blanca, pero el señor que conducía tenía un cargo, el que nos sacó de donde estábamos”, sostuvo. Y señaló que Codazzi les advirtió que iban “a tener perpetua las dos” tanto ella como Macarena Peña (21).
“Mi hija se sintió mal, no comió todo el día. Él dijo que teníamos evidencia en el teléfono, que teníamos llamados de no sé cuántos minutos y mi hija también”, agregó.
El abogado José Fernández Codazzi, saliendo de la casa de Laudelina Peña, antes de que quedara detenida. Foto: Fernando de la Orden / Enviado Especial .
La mujer, ahora con Mónica Graciela Chirivin como letrada, responsabilizó a su esposo y a la pareja amiga, Daniel “Fierrito” Ramírez (39) y Mónica del Carmen Millapi (35), quienes fueron con los chicos hasta el naranjal tras el almuerzo en el campo de la abuela Catalina Peña (86) en el paraje El Algarrobal, a ocho kilómetros del pueblo de 9 de Julio.
Además, habló de la escuela abandonada. Que hasta allí habrían ido el marino retirado Carlos Guido Pérez (62) y su mujer, la funcionaria municipal María Victoria Caillava (52), para llevárselo con un destino -y fin- incierto. Algo que ella dijo no haber visto, pese a que en su anterior indagatoria había reforzado lo de que la pareja lo había atropellado en su camioneta Ford Ranger blanca.
La hipótesis de la captación para una red de trata de personas no cuenta todavía para la Justicia, a pesar de la insistencia de la querella, a cargo del abogado Fernando Burlando, quien representa a la familia de Loan.
No hay indicios firmes sobre esta cuestión, de la que hay un especial interés a nivel político, porque no serían gratuitas las consecuencias para el gobierno de Valdés si en la provincia hay una red de trata que capta niños. No es lo mismo eso a que todo se circunscriba a una cuestión personal, familiar o accidental.
María Noguera, mamá de Loan. Foto Marcelo Carroll.
Para la Justicia, por ahora se investiga la “sustracción y ocultamiento de un menor de 10 años“. Con qué fines sigue siendo un misterio para todos.
Según Laudelina, Fernández Codazzi le dio la plata, que se puso en la campera. Y le hicieron practicar su declaración antes de ir a la fiscalía. Una versión que, desde el entorno del abogado, califican de “desopilante“.
La tía del nene también involucró al policía retirado Francisco Amado Méndez (58), “informante” del detenido comisario Walter Maciel (43), en la maniobra del plantado del botín izquierdo de Loan en un lodazal, a más de un kilómetro del naranjal, el 14 de junio, al día siguiente de la desaparición. Este ex agente quedó detenido este miércoles.
La declaración de Laudelina estaba prevista para este miércoles, pero la jueza Pozzer Penzo decidió adelantarla sorpresivamente para la noche del martes. Con sus vaivenes, la mujer sigue sin decir lo que todos esperan: dónde está Loan.
Hoy será el turno de Benítez y Ramírez. ¿Alguno dirá finalmente la verdad?
La declaración completa de Laudelina Peña
Clarín accedió a la declaración completa de la tía de Loan. Sus principales tramos son los siguientes:
“Perdón por mentir. En la primera declaración, no fue mi intención, fue del abogado Codazzi. Yo no tuve nada que ver con el accidente, fue tema del abogado que vino a mi casa, nos amenazó a mí y a mi hija (Macarena), fue el 27 a la mañana. El 28 a la mañana aparece de vuelta diciendo que las dos debíamos ir a declarar. Volvió ese mismo día a la tarde, nos hizo un video donde nos enseñó cómo tenía que hacer la declaración, si no igual íbamos a quedar presas”.
“Después nos levantó en el coche que andaba con otro hombre barbudo, nos llevó a las dos que teníamos que declarar, en el camino nos dijo que nos llevaba a Corrientes. Despues cambió de auto, nos subió a la camioneta. En Corrientes se subió otro hombre gordo, que el iba a arreglar todo y nos prometió una casa, moto y hasta auto. Nos llevó a un alojamiento, custodiados con un personal de civil que dijo era policía y nos dejó ahí hasta las 2 de la mañana de ahí nos llevó al juzgado a declarar acompañado por los otros dos. Tenía que declarar lo que nos enseñó, yo tenía miedo por mi hija”.
La inédita foto del almuerzo en lo de la abuela de Loan. En la imagen, aparece Catalina Peña brindando con el ex marino Carlos Guido Pérez y su esposa, María Victoria Caillava, ahora presos por el caso.
“De ahí declaré, nos llevaron al alojamiento, nos dieron cena, nos tuvieron ahí como secuestrados, el domingo a la noche se armó una cascotería que nos tuvo que sacar la Policía. De ahí nos llevaron a la casa de otro señor, me dieron 50 mil pesos que ese día que fui a declarar tenía en el bolsillo de la campera que quise darle a la jueza pero no pude. Iba custodiada por una camioneta como de Policía, no sé en qué estaba metido, no entiendo nada de eso. Eso fue lo que pasó con el abogado”.
“De ahí ese día en Goya me dijo que no cambie la declaración, me dijo que diga lo mismo. El miedo que yo tengo es contra el abogado y contra los políticos porque no sé que va a pasar de ahora en adelante. El miedo es el que me quedó del abogado, todo eso que declaré de la señora Victoria y de la zapatilla fue mentira, enseñado por el abogado”.
Catalina Peña, abuela de Loan. Foto Marcelo Carroll.
“Ese día del almuerzo yo fui primera a cocinar, después llegó Camila con su hija, después Ramírez con la señora y último mi esposo Antonio con Joaquín. Almorzamos, comieron los chicos, ellos se levantaron primeros de la mesa. Loan estaba con su papá. Él se quería ir a traer los animales que estaban en el camino, pero el papá nunca le dio importancia. Le dijo ‘andá a jugar con los chicos'”.
“Él se fue a jugar con los chicos, a tomar mandarinas. Nosotros nos fuimos a lavar los servicios. Benítez se fue a buscar las naranjas. Cuando finalizamos nos dice Ramírez vamos cerca de Antonio a tomar la naranja, los chicos estaban jugando cerca de los coches, de ahí fuimos, porque yo también fui, hasta una parte donde había una tranquera, la naranja estaba más adelante donde estaba Antonio”.
“De ahí pasaron Ramírez y Millapi con los chicos. Yo volví con Camila a la casa. Cuando llegamos a la casa, seguían de sobremesa, de ahí se apuró el hombre porque tenía que mirar el partido, la señora quería mandarinas y fui a bajarle yo. Me suena el teléfono, que la primera vez no atendí, y la segunda atendí, era mi marido preguntando por Loan, le pregunté a Camila si estaba Loan con el papá, si ya llegó y me dijo no. Camila sale por adelante y yo por atrás. Perez y José seguían tomando vino, José estaba pasado de copas”.
“Me despedí de Pérez, que estaba apurado para ir a ver el partido, y yo salí a buscarlo al monte, de ahí no sé quien lo encontró, los únicos que salieron eran Perez y Caillava, seguimos buscando por cada camino, por eso yo seguía en línea con el teléfono. Después me llama la señora Victoria y me dice que ella ya avisó a la Policía. No sé si en ese intervalo lo llevó Ramírez, Millapi o quién lo levantó, muy rápido para que no lo pudiéramos encontrar. Me llamó después un policía pidiéndome los datos, después me llama Victoria diciéndome que estaban volviendo”.
Mónica Millapi y Daniel “Fierrito” Ramírez, detenidos por el caso Loan.
“Después me vuelve a llamar el policía avisando que estaban yendo con el jefe, llegaron antes de oscurecer. A eso de las cuatro y media llega la mamá de Loan, se bajaron antes de llegar a la casa, cerca de la escuela, llegó con mi cuñada y atrás la camioneta de Pérez. Yo les pregunté a la señora si no lo habían encontrado y me dijeron que no. Ella se metió para adentro del alambrado, la señora dijo que había que buscar por la costa del monte y la laguna”.
“La camioneta se fue por el camino hasta la casa. Seguimos buscando toda la tarde, hasta que después buscaron solo los que tenían linterna. La señora siguió buscando, el marido no, dijo que no podía caminar, no sé qué tenía y se quedó en la casa. A la noche me lleva el comisario a declarar, pero no me tomaron nada. Tipo la 1.30 suena el radio y le decían “jefe o encontramos al nene, estaba en una tapera, está asustado pero está bien”. Era una alegría, salió el comisario y nos felicitó a todos, estaban ahí Ramírez y Millapi. Sale el comisario y dicen esperen acá que vamos a buscar a Loan que apareció”.
“No reconozco a los dos policías porque el uniforme era negro, no eran de ahí, esos dos fueron con Ramírez y Millapi. El que tiene que saber es el que estaba de guardia, que era Fernández el apellido. De ahí salieron y se fueron, al rato dijeron que todos bajen a la casa de la abuela que tenían novedades, de ahí no sonó más el radio, preguntamos ahí y nos dijeron que no sabían nada”.
Macarena Peña, prima de Loan, con su botín en el barro. Esta foto fue borrada en el Facebook de Laudelina Peña.
“Después apareció de vuelta el comisario con Báez y Antonio, nos dijeron que era mentira, que el drone había tomado un calor pero no era nada. De ahí a la mañana salimos de vuelta, fuimos a la zona de la naranja, se armó el rastrillaje, fuimos para el norte, después para el sur, entre el monte y los yuyales, la chica con los perros y todos los policías. De ahí volvimos, me encontré con otra gente que estaba ayudando y me invitaron ir a ver que encontraron la huella y un pie descalzo, que le dijeron al policía y le dijeron que no podía llegar hasta ese lugar”.
“Fuimos con una vecina y el marido, del otro lado de la ruta 123 venía otras personas buscando, el hombre que venía del otro lado gritó que encontró la huella del pie descalzo y de este lado la señora dijo que ella encontró la de la zapatilla y el pie descalzo. El que tenía celular sacó una foto y le mandó al viceintendente, que era el único contacto, porque la señora es policía”.
Los papás del nene desaparecido. Foto: Fernando de la Orden.
“Yo después me aparté por otro camino, cuando me iba para el camino de salida para el camino vecinal entraban los patrulleros. Volví a la casa, llegué tipo 12.30 o 1 de la tarde, nos preguntaron si encontramos algo y dije que solo la huella, la naranja no porque Loan se llevó la naranja. De ahí comimos algo y volví con Macarena y las otras dos señoras porque eran muy raras las huellas con calzado y después descalzo”.
“Estaba el comisario con su amigo Méndez que le había avisado que había encontrado, el comisario estaba en el lugar hablando por teléfono no sé con quién. Con un palo que teníamos Macarena saca la zapatilla, lo pone más adelante del barro donde estábamos. El comisario nos dijo que dejemos porque íbamos a borrar las huellas y que él iba a llamar a los peritos. Nosotros nos fuimos y salimos de vuelta en el camino, de ahí no sé qué pasó”.
Los dos principales imputados volverán al Tribunal Oral Criminal N°3 de San Isidro para el final del proceso o en caso de que sus abogados consideren necesaria su presencia
El neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, los principales acusados por la muerte de Diego Maradona, no seguirán asistiendo al resto de las audiencias del juicio a partir de la semana que viene. Así lo comunicaron sus abogados, quienes adelantaron que sus defendidos no volverán al Tribunal Oral Criminal Nº3 de San Isidro hasta el día de los alegatos o hasta que alguno de ellos decida declarar.
El motivo principal por el que se ausentarán será para “retomar la rutina”.Según explicaron sus defensores, este proceso judicial es largo y los imputados no pueden desatender sus responsabilidades diarias: ambos siguen atendiendo pacientes y no van a pausar sus agendas hasta mitad de año, cuando se estima que finalizará el juicio.
Su decisión está en el marco de la ley, que indica que, al estar en libertad, ninguno de los imputados tiene la obligación de asistir a las audiencias después la resolución de las cuestiones preliminares, que ya fueron definidas al comienzo de este jueves.
No obstante, sí deben estar presentes para los lineamientos finales y la lectura del veredicto, que definirá si son o no culpables de la muerte el Diez.
Luque en el banquillo de los acusados
Luque, a quien desde la primera audiencia se lo vio incómodo en el banquillo de los acusados, ni siquiera esperó a que terminara la segunda audiencia para irse: aprovechó este jueves un cuarto intermedio de 10 minutos luego de que los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach resolvieran los planteos que estaban pendientes y se fue. Lo mismo hizo la coordinadora de medicina prepaga Nancy Forlini.
La psiquiatra Cosachov, por su parte, se quedó hasta el final. No obstante, su abogado Vadim Mischanchuk dijo a Infobae que ella no volverá a asistir al palacio de la calle Ituzaingó, excepto que él considere necesaria su presencia ante algún testigo o que decida que va a declarar.
La psiquiatra Agustina Cosachov
Si bien el resto de los abogados no definieron si sus defendidos seguirán yendo o no a las audiencias, es probable que muchos tomen la misma decisión que Luque y Cosachov y solo asistan a aquellas jornadas que consideren estrictamente necesarias.
Solo dos confirmaron seguirán yendo a todos los debates hasta el final del juicio. Uno fue el clínico Pedro Di Spagna: su defensora oficial María Julia Marcelli explicó a Infobae que considera importante que el imputado esté por si, por ejemplo, un testigo de la acusación dice algo que lo comprometa.
El otro es Mariano Perroni, jefe de enfermeros, quien adelantó que asistirá al juicio, ya que ir a la audiencia le justifica su ausencia al día de trabajo.
Quienes serán los primeros testigos
Al comienzo de la que será la tercera jornada del juicio está previsto que sean citados a declarar los primeros tres testigos que, a diferencia de lo que se esperaba, no será ninguno de los familiares de Diego Maradona.
Según adelantaron los fiscales Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, este martes estarán ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro el oficial de policía Lucas Farías, y los comisarios Lucas Rodrigo Borge y Leonardo Mendoza.
Fernando Burlando, abogado de Dalma y Giannina
Para la Fiscalía, sus testimonios son claves: se trata de las primeras personas que ingresaron a la casa del barrio San Andrés, en Tigre, después de la muerte de Maradona, ocurrida el pasado 25 de noviembre de 2020.
En este sentido, se considera que su relato acerca de cómo se encontraron al Diez aquella mañana es más puro en comparación al que aportará el resto, cuya versión pudo haber estado empapada de comentarios ajenos.
Farías, Borge y Mendoza son los primeros de los más de 100 testigos previstos para declarar en el juicio.
No obstante, antes de finalizar la audiencia de este jueves, todas las partes acordaron trabajar durante este cuarto intermedio para reducir la lista de testigos. “Esperamos que queden entre 80 y 90″, dijo a Infobae una fuente con conocimiento de la causa.
A.J, de 49 años, escapó a Santa Fe luego de que la víctima lo denunciara tras cumplir la mayoría de edad. Fue capturado por la División Homicidios de la Policía Federal
A.J, de 49 años, oriundo de Villa Martelli, fue detenido la semana pasada en Villa Ocampo, provincia de Santa Fe, acusado de un delito aberrante: violar a su hijastra durante seis años, desde sus 12 hasta sus 18. Fue capturado por la División Homicidios de la Policía Federal, luego de que los investigadores descubrieran que se refugiaba en la zona. Puntualmente en un domicilio que, supuestamente, le alquilaba un familiar directo.
Tras lograr que saliera, lo arrestaron y lo trasladaron de vuelta a territorio bonaerense, donde ahora deberá responder por la acusación en su contra -realizada por la Unidad Funcional de Instrucción Especializada en Violencia de Género de Vicente López- por el delito de abuso sexual reiterado, agravado por el vínculo.
A.J -ex empleado de una empresa de limpieza- fue denunciado el año pasado por su víctima, que hoy tiene 19 años. En su relato, la joven relató los ataques que sufrió a lo largo de los años y contó que siempre fueron bajo amenazas: su padrastro, supuestamente, aseguraba que los mataría a ella y a sus hermanos si es que hablaba.
La víctima también trazó un mapa de los lugares donde fue abusada. A.J, si es que es culpable, no solo la atacó en la casa que compartían, cuando la madre no se encontraba: además la llevaba a un terraplén del tren Belgrano Norte cercano a su domicilio, donde la abusaba entre las piedras y las plantas. Era en plena vía pública, entre la calle Melo y la avenida Mitre.
Luego, insólitamente, la violó en un punto más lejano: el albergue transitorio O’Brien, ubicada en la calle del mismo nombre, en la zona de Constitución.
El albergue de Constitución donde, según la víctima, ocurrieron los abusos (Google View)
La joven denunció a su padrastro al cumplir la mayoría de edad y, en consecuencia, el hombre escapó de inmediato. Ante esta situación, la División Homicidios de la PFA -que depende de la Superintendencia de Investigaciones Federales, con una larga tradición de capturas de prófugos difíciles de hallar-comenzó a rastrearlo.
Entre los operativos, allanaron la casa de la madre del hombre en Florida Oeste, sin resultado positivo.
Sus registros personales y comerciales, sin embargo, revelaban una pista: un viejo domicilio registrado en Villa Ocampo. Luego, llegaron al dato clave: el alquiler en la zona.
La captura de A.J no es la única detención resonante de la División Homicidios realizada este año. En enero último, capturaron en Mar del Plata a Santiago Nicolás Mallol, alias “Pipa”,acusado de matar 12 años atrás a la psicóloga Martha Landívar en Pinamar.
El cadáver de Landívar, de 37 años, fue descubierto el 20 de mayo de 2012 por un grupo de sus amigas que llegaron a su domicilio en la calle De Las Almejas ante la falta de respuesta a sus mensajes.
Allí, vieron a Landívar ya muerta desde una ventana. Los forenses en la escena detectaron que el cuerpo tenía un disparo en el pecho y otro en su mano. La bala en el pecho, calibre .22, impactó en su clavícula y le perforó la aorta, causando un fuerte sangrado.
El crimen no parecía tratarse de un hecho de inseguridad. La casa no parecía ser el blanco de un robo. Nada estaba revuelto. Tiempo después, se detuvo a un funcionario municipal vinculado a la víctima, que fue liberado por falta de pruebas.
Micaela Garrido, con rango de cabo, se encuentra detenida en un penal bonaerense, acusada de desvalijar a un hombre en Villa La Ñata. El nuevo auge de un delito que termina en muerte y la paradoja del Código Penal
Micaela Alejandra Garrido, cabo de la PFA, se encuentra en prisión, acusada de ser una viuda negra. El fiscal Cosme Iribarren, uno de los encargados de la acusación en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, la imputó por desvalijar a un hombre en Villa La Ñata, partido de Tigre.
El hecho ocurrió el 14 de diciembre pasado en un bar de Plaza Serrano, en la zona de Palermo, donde Garrido conoció a su supuesto blanco. Enlazar en vivo a una víctima es una técnica en desuso; las viudas negras, hoy, prefieren marcar sus potenciales robos en plataformas de citas como Tinder. Tras compartir unos tragos, Garrido, según la acusación en su contra, le propuso al hombre pasar la noche juntos. Así, se dirigieron a la casa de la víctima en Villa La Ñata, partido de Tigre. Como suele ocurrir en los ataques de viudas negras, los recuerdos del hombre de aquella noche terminaron poco después.
Despertó a la mañana siguiente, aturdido, con su casa revuelta. Faltaban varios objetos de valor. También, faltaba su auto. Luego, formuló la denuncia ante la Policía Bonaerense.
La Unidad N°59 de Merlo, donde Garrido se encuentra detenida (foto: SPB)
El fiscal Iribarren, titular de la UFI de Benavidez, le encargó la investigación a la Sub DDI de Tigre. El auto fue hallado abandonado, cuatro días más tarde. Poco después, los detectives llegaron a Garrido, de 29 años, con un domicilio registrado en Ciudad Oculta. Descubrieron su condición de policía, además del lugar donde se desempeñaba: la comisaría de la terminal de micros de Retiro. Entonces, Iribarren pidió su arresto. El subcomisario de la Federal a cargo de esa dependencia fue notificado. Allí, detuvieron a Garrido, en un operativo conjunto entre la Federal y la Policía Bonaerense e incautaron su celular a fines de enero último.
Hoy, según información policial, la presunta viuda negra continúa detenida en la Unidad N°59, el penal de Merlo del Servicio Penitenciario Bonaerense. La PFA la separó de sus funciones y la colocó en estado de situación pasiva. Según sus registros comerciales, cobró sus aportes, al menos, hasta el mes pasado.
El nuevo auge de las viudas y la paradoja del Código Penal
A mediados del mes pasado, el juez Martín Peluso procesó con prisión preventiva y un embargo de 30 millones de pesos a Juliana J., de 20 años de edad, detenida por la Policía de la Ciudad, acusada de drogar y desvalijar a un informático de 46 años en Palermo. Tras captarlo en Tinder, luego ocho meses de trabajo fino y una noche juntos, Juliana, según la acusación en su contra, le robó casi 24 mil dólares, 1,2 millones de pesos, tres computadoras, lentes Gucci y seis botellas de Champagne Veuve Clicquot. Juliana no fue la única viuda que Peluso procesó y envió a prisión en los últimos tiempos. Shamira Yoselí, con 18 años recién cumplidos, oriunda de la la Villa 21-24, empleada de una estación de servicio en Villa Lugano, fue detenida a fines del año pasado, acusada de drogar y desvalijar a un turista alemán en un departamento del Abasto tras conocerlo en una app de citas.
Los casos de mujeres jóvenes que dopan con clonazepam y le roban a hombres mucho mayores se repiten en las crónicas de este periodista con particular intensidad al menos desde mediados de 2023. La villa Zavaleta es un nodo para la actividad, con varias imputadas que provienen de la zona, con rateros del barrio en autos de apoyo.
Juliana J., presunta viuda negra, presa y procesada
Peluso buscó enviar un mensaje en el procesamiento a Juliana J.: la cárcel y el embargo de Juliana se debían a la particular gravedad del delito, donde el informático, con su bebida dopada, podría haber muerto.
Sucede que, en las últimas semanas, dos hombres murieron por presuntos ataques de viudas negras en el AMBA, un caso en Balvanera y otro en Lanús Oeste, un jubilado de 77 años cuya supuesta asesina fue una mujer de 62.
Sin embargo, el juez aplicó la calificación máxima que el Código Penal ofrece para estos casos: robo simple.