El regreso de Kylian Mbappé no fue suficiente para Francia, que ya se había asegurado su pase a los octavos de final de la Eurocopa que se está disputando en Alemania, pero que apenas pudo empatar 1 a 1 con Polonia este martes en Dortmund en su último encuentro del grupo D. Ese resultado y la victoria 3 a 2 de Austria sobre Países Bajos en Berlín relegaron a los subcampeones del mundo al segundo puesto en su zona.

El folletín de los últimos días en Francia había tenido como protagonista exclusivo a Mbappé, a partir de la fractura en la nariz que el delantero sufrió en el primer partido de su seleccionado en el certamen contra Austria. El jugador que se incorporará a Real Madrid luego de esta Euro permaneció en el banco los 90 minutos en el duelo del viernes ante Países Bajos y su presencia frente a los polacos fue pura incertidumbre hasta una hora antes del inicio del encuentro.

Ocho días después de haberse lesionado y pertrechado de una máscara de protección bastante pequeña y que no restringía tanto su campo visual, el capitán regresó a la acción y mostró espasmos de su calidad sobre todo en el primer tiempo, en el que su equipo tuvo dificultades para doblegar a un conjunto ya eliminado y que jugó desprovisto de presiones.

Más allá de las saludables intenciones de los hombres vestidos de rojo y de algunas flaquezas en el mediocampo francés, Les Bleus tuvieron el control del juego en el primer tiempo, aunque les costó quebrar a la firme defensa rival. Cuando lo consiguieron, se estrellaron contra la seguridad del arquero Lukasz Skorupski, quien neutralizó dos intentos de Mbappé y uno del inquieto Ousmane Dembélé.

“Para ganar, hay que convertir”, había sentenciado Didier Deschamps en la víspera de este encuentro. La enunciación de esa verdad de Perogrullo respondía a la principal falencia que su equipo había padecido en sus primeros dos compromisos: solo había celebrado un gol en 180 minutos y había sido cortesía del zaguero austríaco Maximiliam Wöber, autor de uno de los siete tantos en contra que ya se marcaron en esta Euro.

Cuando la carencia ofensiva amenazaba con incomodar de más a los franceses, Dembélé desequilibró nuevamente por la derecha, el zaguero Jakub Kiwior lo derribó cuando ingresó al área y el árbitro italiano Marco Guida sancionó penal. Con plena tranquilidad, Mbappé remató contra el palo izquierdo, engañó al arquero Lukasz Skorupski y adelantó a los suyos.

Pero la ventaja y la tranquilidad que ello tendría que haberle otorgado no fueron suficientes para Francia. Porque el combinado polaco echó el resto y se encontró con una chance inmejorable a los 29 minutos del complemento, luego de una maniobra en la que el árbitro Guida sancionó penal tras recurrir a la pantalla ubicada al pie del terreno por un mínimo contacto de Dayot Upamecano sobre Karol Świderski. Lewandowski falló en su primer intento, pero el juez obligó a que la ejecución se repitiera porque el arquero Mike Maignan se había adelantado. En su segundo remate, el goleador del Barcelona fue implacable, firmó su 83° tanto en 151 partidos con la casaca de su seleccionado y restableció la paridad, que ya no se alteró.

Este empate y el triunfazo de Austria sobre Países Bajos dejaron a Francia, campeón de este certamen en 1984 y en 2000, en el segundo lugar del grupo D. El conjunto de Deschamps jugará por los octavos de final el lunes a las 13 en Düsseldorf con el equipo que termine segundo del grupo E, que se definirá el miércoles y que tiene a Rumania, Bélgica, Eslovaquia y Ucrania igualados en tres puntos.