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Los buscaron por 11 años y descubrieron que habían muerto de forma trágica a los dos días: el drama de los NN y una historia que se repite

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Ailén del Valle López, de 17 años, desapareció en febrero de 2013 junto a su novio, Ariel Santas, de 19, en el sur del GBA.

La mamá de la chica impulsó una búsqueda incansable que tuvo su cierre recién ahora: los habían arrollado dos días después de verlos por última vez.

Entre su casa y el lugar de la tragedia hay casi ocho kilómetros de distancia, pero nunca cruzaron la información.

María López (53) tiene la tristeza instalada en la cara. Durante 11 años se movió detrás de cualquier rastro de su hija desaparecida. Corrió ante pistas falsas a hospitales y comisarías; golpeó puertas de fiscalías y ministerios; buscó entre los rostros de chicas perdidas que deambulaban por Constitución; recorrió ciudades y asentamientos; vendió un auto para financiar la búsqueda; comenzó a tomar ansiolíticos y terminó internada.

Durante más de 4.000 días buscó a su hija viva, pero Ailén Del Valle López, de 17 años, y su novio, Ariel Hernán Santas, de 19, habían muerto atropellados por un tren dos días después de desaparecer. Estaban enterrados como NN en un cementerio de Florencio Varela, a menos de 10 kilómetros de su casa.

Cuaderno N° 1, búsqueda de Ailén. El primer anotador donde María comenzó a registrar cada detalle de los días sin su hija es chiquito, de unos pocos centímetros. Depositó en ese cuaderno de escasas páginas la esperanza de una historia breve.

“Me torturaron durante todos estos años. Con una Justicia que no existió para Ailén ni para Ariel. Hoy me pregunto cuántas personas empujaron a mi hija abajo del tren y cuántas veces. No fue sólo Ariel, fueron la Justicia, las fiscalías, los comisarios y los medios. La pisaron y la pisaron. Es trágico y doloroso como familia soportar todo esto. Cuánto dolor nos hubiesen ahorrado si hubiesen hecho las cosas bien”, lamenta María y su mirada fatigada se llena de lágrimas.

María López buscó 11 años a su hija Ailén del Valle López, que desapareció cuando tenía 17 años. Fotos Emmanuel Fernández.María López buscó 11 años a su hija Ailén del Valle López, que desapareció cuando tenía 17 años. Fotos Emmanuel Fernández.

En Argentina el drama de los NN -personas cuya identidad no se conoce- tiene números difusos. El Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu) tiene registradas 7.896 personas en esta condición en todo el país. De las cuales 6.652 están muertas y otras 1.244 están vivas en distintas instituciones de salud.

Sin embargo, reconocen que el número nunca va a ser exacto porque el trabajo de identificación y registración depende de las jurisdicciones y no todas tienen un padrón de NN.

Para el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que se ocupa de la búsqueda e identificación de cadáveres, el país no cuenta con números precisos porque la carga de datos en el sistema unificado es voluntaria y no una obligación.

Señales de alarma de una relación tóxica

Para María, la vida de su hija comenzó a romperse en un momento más o menos preciso: el día que conoció a Ariel, su primer y único novio. Hasta ese momento, Ailén estudiaba en el colegio nacional de la coqueta localidad de Adrogué; le gustaba escribir y escuchar música; soñaba con ser profesora de Historia o de Literatura; pasaba horas con su hermanita Magalí y su mamá.

Por amigos de amigos conoció a Ariel, “Pipi”, un adolescente sin contención familiar que dormía muchas noches fuera de casa. Él la esperaba a la entrada y a la salida del colegio; la llamaba a toda hora.

Con el correr de los meses, Ailén empezó a rendir menos en la escuela; a alejarse de las amistades de siempre y a pasar pocas horas en su casa. Llegó un día que los novios hasta comenzaron a vestirse y a peinarse parecido

Detrás de una calle de tierra, de una vereda sin baldosas, de una entrada de pasto mullido, está la casa donde vivía Ailén. La entrada es un comedor sencillo, prolijo y oscuro. María está sentada en la punta de una mesa donde hay desparramadas algunas fotos impresas de su hija y un cartel que dice “Siempre te seguimos esperando. Te amamos, tu familia”.

Para la mujer, el noviazgo de su hija y Ariel era tóxico. “Fue una relación complicada. Había hostigamiento por parte de él. Decía que ella le pertenecía. Él también era chico, pero vivía con los amigos, estaba emancipado de los padres, conocía bien la calle. Nuestra familia, humilde y trabajadora, tenía una contención para ella. Eran entornos diferentes”.

María López anotó cada detalle de la búsqueda en cuatro cuadernos. Fotos Emmanuel Fernández.María López anotó cada detalle de la búsqueda en cuatro cuadernos. Fotos Emmanuel Fernández.

El ruido de una vida que comenzaba a resquebrajarse sonó fuerte una tarde de enero de 2013. Después de hablar (y de llorar) una hora por teléfono con Ariel, Ailén se escapó por primera vez de su casa. María fue a hacer la denuncia, pero se topó con un obstáculo en una carrera que tendría muchos más.

Es muy rápido, señora, ya va a volver, vaya a su casa. Desobediente, salió a buscarla y la encontró dos días después debajo de un puente en Ingeniero Allan, Florencio Varela, cerca de donde vivía Ariel.

“Cuando volvimos a casa, Ailén lloraba todo el tiempo, no hablaba. La llevamos al psicólogo del municipio, a uno particular, a otro de la obra social. Muchas personas me dijeron que todo esto pasaba porque yo era una madre sobreprotectora. Ariel llamaba y preguntaba todo el tiempo por ella. Y no es que no quería que ellos fueran novios, quería que le diera su espacio, pero ella quería verlo”, cuenta María con la mirada fija en una foto en la que Ailén está radiante con los brazos abiertos, mientras mira a la cámara y parece lanzar un beso. Ese día cumplía 15 años.

El abrazo final y una llamada premonitoria

Jueves 14 de febrero de 2013,10.30 de la mañana. Ailén se levanta irascible. Trata mal a su mamá y a su hermanita. “Mamá, yo me quiero ir, me tengo que ir, tenés que dejarme ir”. Agarra de los brazos a María, dice que la va a lastimar, pero no le hace nada. Después la abraza y le promete que va a volver. Corre y se escapa saltando el paredón de la entrada.

¿Otra vez se le fue su hija, señora?, le dijo un policía cuando la vio entrar a la comisaría. La primera noticia de la chica llegó cerca de las 22. Desde la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Esteban Echeverría se comunicaron con Ariel, confirmaron que Ailén estaba con él en su casa de Florencio Varela y le advirtieron que su novia debía regresar porque su familia la estaba buscando.

La madre de “Pipi” los acompañó a la esquina, en dirección a la parada, pero nunca se tomaron el colectivo. Al otro día, María recibió una llamada de Ariel. Le dijo que nunca más iba a ver a su hija.

Según el acta del Departamento Judicial de Quilmes, el sábado 16 de febrero a la 0.45 de la mañana, dos personas fueron arrolladas por un tren de la línea Roca que se dirigía de la estación Ingeniero Dante Ardigó a la de Florencio Varela.

De acuerdo al acta de declaración del chofer y de su ayudante, dos chicos subieron juntos a las vías y se pararon frente a la formación, que alcanzó a tocar bocina, pero no a frenar. Se trató de un suicidio. Los cuerpos fueron sepultados como NN el 27 de abril de 2013 en la manzana 20 del cementerio de Florencio Varela.

“Días después de la desaparición de Ailén, fui personalmente a una comisaría de Varela, con las fotos, a preguntar si los habían visto. Nadie sabía nada y nunca me dijeron que dos chicos habían muerto ahí cerca. Nunca les importó. Seguro cuando vieron los cuerpos dijeron ‘son unos drogadictos que se perdieron’. Por eso yo acuso a la Justicia. Porque abandonaron el cuerpo de mi hija y el de Ariel. Yo la buscaba viva, pero me destrataban por pobre y me decían ‘su hija debe estar por ahí con el novio’. Aunque yo les decía que Ailén no podía estar mucho tiempo sin llamarme”, lamenta.

Margarita Meira, fundadora de Madres Víctimas de Trata, organización que acompañó a María en la búsqueda de su hija, ilustra con sus palabras como la injusticia es una mancha negra que se extiende con el tiempo cubriéndolo todo. “¿Cómo se reparan 11 años de dolor? Una mamá destruida y una hermanita, Magalí, que desde los 6 años ve llorar a su madre por la desaparición de Ailén. Magalí una vez escribió en la escuela que ya no aguantaba más ver llorar a su mamá y caminar buscando a su hermana. Y Ailén estaba enterrada”.

Depender de la casualidad

El cementerio municipal de Florencio Varela se parece bastante a todos los del conurbano. Filas eternas de tumbas decoradas con flores de plástico, bóvedas grises sin mantenimiento e hileras de árboles flacos que no ofrecen sombra. El rincón más vivo es la bóveda de Adrianita Taddey, una nena fallecida a los 11 años, en 1969, a la que los visitantes consideran una santa pagana y llenan de ofrendas todos los días. Adrianita se disputa la atención popular con la tumba de El Noba, el cantante de “Cumbia 420” que murió en 2022 en un accidente de motos. Cerca, en un lugar no identificado, sin visitas, sin rezos, sin ofrendas, están los restos de Ailén y de Ariel.

El abogado Juan Ignacio Bellocchio sabía que el paso de los años sin rastros de vida de los adolescentes era una mala señal. Por eso, en 2023 decidió repetir un pedido que ya se había hecho en 2013: preguntar en cementerios de la zona si no habían inhumado los restos de una chica con las características de Ailén. Envió oficios a los de La Plata, Berazategui, Ensenada, Almirante Brown, Lomas de Zamora y Florencio Varela. Este último fue el único cementerio que contestó.

Mariana Segura, antropóloga del EAAF, remarca que en el proceso de búsqueda e identificación, el cementerio es el último repositorio del cuerpo. “Los cementerios no hacen ninguna etapa de identificación. Ellos inhuman los restos por orden de los departamentos judiciales. Si hay un fiscal comprometido detrás de un caso y tiene restos sin identificar, debe poner en la orden ’no innovar’ para que esos restos no puedan pasar a un osario común y se pierdan”.

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Aunque la familia de Ariel hizo meses después la denuncia de su desaparición, la mamá de Ailén la hizo el primer día con la hipótesis de que la joven estaba con el novio. Entonces, ¿por qué no registraron que esos dos cuerpos adolescentes que yacían en las vías del Roca podían ser los de los jóvenes buscados en la zona?

“Hay algo más grave: la causa de averiguación de paradero de Ariel Santas la llevó el Departamento Judicial de Florencio Varela. Es decir, la búsqueda estaba en el mismo edificio donde estaba la causa del hallazgo de los cuerpos arrollados por un tren. Nunca cruzaron la información”, cuestiona el abogado.

Ailén del Valle tenía 17 años cuando desapareció tras salir su casa Ministro Rivadavia. Fotos: Emmanuel Fernández.Ailén del Valle tenía 17 años cuando desapareció tras salir su casa Ministro Rivadavia. Fotos: Emmanuel Fernández.

Aunque el número no es estático, en Missing Children buscan todos los días a 75 chicos y a otros 40 que ya cumplieron la mayoría de edad pero siguen sin aparecer. Con una experiencia de 25 años en la búsqueda de personas, Ana Llobet, presidenta de la organización, señala los errores en el entrecruzamiento de datos.

“Sin llegar a estos límites de descubrimientos de tantísimos años, en las que las familias están desesperadas en la búsqueda, vemos que hay fallas de conexión entre fiscalías, comisarías, juzgados y organismos como Renaper o registros de personas donde se deberían hacer los cotejos de huellas dactilares”, sostiene.

La primera fiscalía en tomar la investigación por la desaparición de Ailén fue la Nº 9 de Lomas de Zamora. María asegura que los cinco años que la causa estuvo en esa unidad fueron de maltrato e inacción.

En abril de este año, tras pasar por varias manos, la causa de 1.200 páginas recayó en la Nº 18 del mismo juzgado. Fuentes de esta fiscalía se niegan a cuestionar el trabajo de sus antecesores y advierten que hace unos 10 años existían limitaciones tecnológicas para cruzar datos que ya no existen.

“Igual somos conscientes que muchas de las herramientas o bases son dentro de un mismo distrito y a veces no se cruzan con otras que están a metros”, reconocen.

Para que no se repita

Mariela Tasat desapareció cuando tenía 14: la buscaron 15 años y había muerto dos días después de su desaparición. Luciano Arruga desapareció cuando tenía 16: lo buscaron seis años y había muerto tres horas después de su desaparición. Maida Natalí Castro desapareció cuando tenía 17: la buscaron cinco años y había sido asesinada un día después de su desaparición. Salomé Anahí Valenzuela desapareció cuando tenía 12: la buscaron seis años y la habían asesinado horas después de su desaparición. Ailén del Valle López y Ariel Santas desaparecieron cuando tenían 17 y 19, respectivamente: los buscaron 11 años y habían muerto un día y medio después de su desaparición.

María López, madre de Ailén del Valle López, pide justicia por su hija. Fotos Emmanuel Fernández.María López, madre de Ailén del Valle López, pide justicia por su hija. Fotos Emmanuel Fernández.

A pesar de las duras críticas de la familia, Leticia Risco, encargada del Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas, asegura que a lo largo de los años hicieron el cotejo de personas NN con personas buscadas y nunca tuvieron un match porque las huellas de Ailén y de Ariel no habían sido informadas. “Lamentablemente son las fallas de cómo se carga o cómo se solicita la información”, admite.

Risco destaca que entre 2014 y 2015 comenzó a desarrollarse el Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (Sifcop), que permite conocer todos los casos de personas desaparecidas en tiempo real. “Esta plataforma es nacional. Tienen que cargar los datos, les dan enter y listo. Este sistema lo manejan todas las Fuerzas Federales y tienen acceso todas las policías provinciales”, puntualiza.

Para el EAAF, en casos como los de Ailén, Ariel, Luciano, Mariela, Salomé y tantos más “no podemos hablar de error humano”. La antropóloga Mariana Segura señala que “aunque tengas a los mejores fiscales investigando, siempre se encuentran con un muro y es que no hay un sistema unificado dónde consultar”.

Luciano Arruga (16) desapareció a tras ser detenido por la Policía bonaerense en Lomas del Mirador. Cinco años después, su cuerpo fue encontrado como NN en un cementerio.Luciano Arruga (16) desapareció a tras ser detenido por la Policía bonaerense en Lomas del Mirador. Cinco años después, su cuerpo fue encontrado como NN en un cementerio.

“La búsqueda de un paradero es un proceso eterno, de respuesta uno a uno, y de respuesta errónea porque ninguna jurisdicción tiene al día cuántos NN han aparecido en esos departamentos. Desde 2017 estamos pidiendo una base federal que centralice todas las denuncias de personas desaparecidas y los NN. Y que sea de carga obligatoria porque si no entramos en un problema de federalismo: mis muertos, mis desaparecidos, mis causas, mi información. Cada caso estremece, pero después el impacto se diluye y no se aborda el problema”, puntualiza.

Y Segura concluye con una reflexión que también es alarma: “Pensábamos que Arruga era un antes y un después en un país que tiene una historia relacionada a las personas desaparecidas. No pasó nada y se puede repetir”.

EMJ

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Qué son los exosomas y por qué podrían ser claves en la lucha contra el Alzheimer

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Un reciente avance científico señala que la función de estas diminutas estructuras celulares resulta decisiva para el intercambio de señales entre neuronas y ofrece nuevas perspectivas para comprender y abordar enfermedades neurodegenerativas hereditarias

Un equipo de la Universidad de Aarhus realizó un hallazgo importante para entender el Alzheimer familiar, una forma hereditaria de esta enfermedad que afecta la memoria y capacidades cognitivas.

El papel de SORL1 y los mensajes celulares

El estudio, dirigido por Kristian Juul-Madsen y Thomas E. Willnow, en colaboración con el Max-Delbrueck-Center for Molecular Medicine de Alemania, se centró en la variante N1358S del gen SORL1. Esta mutación se encontró en casos de Alzheimer de inicio temprano.

La salud cerebral depende en gran medida de la comunicación eficiente entre neuronas y células de soporte, que permite procesar información, almacenar recuerdos y coordinar funciones vitales (Freepik)

El gen SORL1 es responsable de fabricar una proteína llamada SORLA, que tiene la tarea de organizar el transporte de sustancias dentro de las células cerebrales. Hasta ahora se sabía que SORLA ayudaba a evitar la formación de depósitos dañinos relacionados con el Alzheimer, pero los científicos quisieron saber si su función iba más allá de este proceso.

Uno de los grandes descubrimientos es que, aunque la mutación N1358S no cambia la interacción de SORLA con la sustancia relacionada con la formación de placas en el Alzheimer, sí altera el grupo de proteínas con las que suele trabajar.

La proteína SORLA, producida aLa proteína SORLA, producida a partir del gen SORL1, interviene en mecanismos que van más allá de la prevención de sustancias dañinas, facilitando que las células cerebrales gestionen y transmitan señales de forma adecuada (Imagen Ilustrativa Infobae)

El análisis detallado reveló que los cambios afectan principalmente a la producción y liberación de exosomas. Estas son pequeñas vesículas que las células utilizan para enviarse mensajes e instrucciones entre sí.

Cuando los científicos compararon células con y sin la mutación, vieron una clara disminución en la cantidad de exosomas liberados por células que tenían la variante N1358S o que carecían del gen SORLA.

Además, los exosomas de estas células eran algo más pequeños y presentaban una consecuencia aún más importante: perdían su capacidad para ayudar en el crecimiento y desarrollo de otras neuronas. En las pruebas, exosomas normales aplicados a neuronas jóvenes estimulaban su maduración, mientras que los provenientes de células con la mutación ya no ofrecían ese beneficio.

Las vesículas conocidas como exosomasLas vesículas conocidas como exosomas transportan instrucciones y materiales entre las células; los cambios en su cantidad y contenido pueden afectar el desarrollo y la protección de las neuronas (Imagen Ilustrativa Infobae)

El contenido de los exosomas también se vio afectado. Los exosomas de las células modificadas llevaban menos microARNes que apoyan el desarrollo neuronal, y más microARNes con efectos opuestos. Este desequilibrio se asoció con la incapacidad de los exosomas alterados para apoyar la maduración de otras neuronas.

Nuevas pistas para el entendimiento y tratamiento

El descubrimiento llevó a los autores a concluir que SORLA regula la cantidad y la calidad de los exosomas que las células liberan, y que cuando esto falla, la comunicación entre las células se ve interrumpida. Este defecto en el envío de mensajes entre las células cerebrales, y no solo la acumulación de sustancias dañinas, podría estar en el origen del Alzheimer familiar.

La investigación también observó que el papel de SORLA en la fabricación de exosomas existe tanto en neuronas como en microglía, lo que sugiere que su función es amplia dentro del cerebro.

Los investigadores concluyen afirmando que este avance ofrece la posibilidad de desarrollar nuevas estrategias para diagnosticar y tratar la enfermedad, dirigidas a restaurar la comunicación entre las células cerebrales y mejorar la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer familiar.

 

 

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Así luce Britney Spears hoy, a los 44 años

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La artista transita una etapa de cambios profundos, con reconciliaciones familiares, vida más reservada en México y nuevos desafíos en torno a su bienestar y privacidad

El 2 de diciembre, Britney Spears celebra su cumpleaños número 44 en medio de una etapa marcada por la transformación y la búsqueda de equilibrio personal. La referente indiscutida del pop desde finales de los 90 festeja un nuevo año de vida tras superar retos personales y familiares, y al iniciar su residencia en México, donde procura mayor tranquilidad y privacidad.

Desde el final de su tutela en 2021, retomó el contacto con sus hijos, Sean Preston y Jayden James, intentando fortalecer los lazos con su familia. Su reciente aparición junto a Kim y Khloé Kardashian en Hidden Hills, California, evidenció su nuevo impulso social y su apertura a vínculos públicos.

Britney Spears se aleja deBritney Spears se aleja de los paparazzi y opta por una vida más reservada, compartiendo momentos cotidianos en redes sociales (REUTERS/Mario Anzuoni/File Photo)

En 2025, protagonizó un episodio mediático durante un vuelo privado al encender un cigarrillo y consumir alcohol, lo que provocó una amonestación de las autoridades a su llegada a Los Ángeles. A pesar de estos contratiempos, la cantante asegura estar enfocada en su recuperación y aprendizaje, priorizando su privacidad y salud mental. La búsqueda de autonomía y protección familiar es uno de los pilares en este nuevo capítulo.

Cómo fue la carrera de Britney Spears

Su imagen evolucionó paralelamente a los cambios en la industria y desafíos personales. Spears enfrentó la presión extrema de los medios, factores que propiciaron la tutela legal en 2008. Sin embargo, continuó lanzando música y colaborando con grandes figuras, manteniendo su popularidad y relevancia.

La carrera de Britney SpearsLa carrera de Britney Spears revolucionó la música pop con éxitos como ‘…Baby One More Time’ y una residencia histórica en Las Vegas (Foto AP/Chiang Ying-ying)

En Las Vegas marcó un precedente al inaugurar una residencia exitosa que inspiró a otros artistas. Talento escénico y espíritu de reinvención permitieron que su figura permaneciera activa durante más de dos décadas en el panorama musical internacional.

Qué le pasó a Britney Spears

En 2008, Britney Spears fue sometida a una tutela que la privó del control sobre sus finanzas y muchas decisiones personales, con el argumento de proteger su salud mental y seguridad. Jamie Spears, su padre, fue nombrado tutor principal, lo que deterioró el vínculo entre ambos.

El arduo proceso legal para terminar la tutela se extendió hasta 2021, convirtiéndose en un caso emblemático de debate público y de movimientos de apoyo. Una vez recuperada su libertad, Spears confesó haber sufrido “daño cerebral” por experiencias traumáticas del régimen legal y expresó sentirse afortunada de “estar viva” tras superar ese periodo adverso. El lanzamiento del libro de Kevin Federline, su exmarido, con nuevas acusaciones sobre la vida familiar, volvió a encender la discusión pública.

Britney Spears mantiene su vidaBritney Spears mantiene su vida amorosa en reserva tras la separación de Sam Asghari, priorizando la independencia emocional y el entorno familiar

Pese a los desafíos prioriza recuperar los vínculos con sus hijos y hermanos, y busca el equilibrio en su salud mental. Después de publicar sus memorias y superar distintas controversias, la artista decidió enfocarse en proyectos personales y mantener distancia de los escenarios por el momento.

Qué se sabe de la vida amorosa de Britney Spears en la actualidad

Tras su separación de Sam Asghari en 2024, Britney Spears optó por la reserva en su vida sentimental. Las noticias actuales no la vinculan con una pareja estable y la cantante protege la intimidad sobre sus relaciones.

Spears privilegia su bienestar y la reconstrucción de su entorno familiar. Eventos sociales como su encuentro con las Kardashian generaron especulaciones en redes, pero la artista evita confirmar novedades amorosas y elige centrarse en su independencia emocional y personal. Su entorno más cercano destaca que respeta su propio tiempo y espacio en esta etapa.

Con más de veinte añosCon más de veinte años de trayectoria, Spears suma premios Grammy, MTV y el lanzamiento de su línea de joyería B Tiny en 2025 (Grosby)

Los premios que recibió Britney Spears a lo largo de su carrera

En más de 20 años de trayectoria, Britney Spears ha sido reconocida con numerosos galardones internacionales. Recibió un Premio Grammy, varios MTV Video Music Awards, y premios en diferentes ceremonias internacionales. Sus discos han alcanzado múltiples certificaciones de platino y oro, consolidando su lugar en la historia musical.

Además de los premios estrictamente musicales, Spears ha sido homenajeada por su impacto en la cultura pop y su influencia en la industria del entretenimiento. Su residencia en Las Vegas revitalizó el formato y sus coreografías y videoclips han dejado huella en varias generaciones. En 2025, sorprendió con el anuncio de su línea de joyería, B Tiny, mostrando una faceta emprendedora y creativa.

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Las confesiones de la mujer que fue obligada a casarse a los 3 años con el líder de los “Niños de Dios”: “Mi mamá me entregó”

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Serena Kelley contó todo lo que vivió en la secta. “Era apenas una ficha dentro de un orden sagrado que solo admitía obediencia”, afirma. Los rastros de la organización de David Berg en Argentina

El tiempo parece no haber pasado en la memoria de Serena Kelley. Al cerrar los ojos, reconoce los pasillos de paredes descascaradas, el olor persistente de sopa recalentada en las cocinas colectivas, las colchas remendadas y los rezos monótonos que llenaban el aire. Pero nada pesa tanto como el día en que, a los tres años, fue obligada por los líderes de la secta Niños de Dios a casarse con su fundador, un hombre de sesenta y siete años llamado David Berg. Aquel “matrimonio” fue una ceremonia fría: nadie lloró, todos aplaudieron, y una multitud de adultos —hombres y mujeres sedientos de redención— entonaron himnos bajo una luz mortecina.

La secta Niños de Dios, nacida en Estados Unidos a finales de los años 60, creció bajo la voluntad absoluta de David Berg, quien exigía la sumisión más extrema y disfrazaba sus violencias con palabras de amor y promesas de salvación. Para los niños, la vida bajo su credo fue una condena: no les fue permitido jugar, dudar, ni siquiera crecer en paz.

David Berg, el líder de la secta “Niños de Dios”

Himnos y rutina: el instante donde murió la niñez

La ceremonia sucedió en una sala común, adornada con flores plásticas y mantas mal dobladas. Alguien, con voz solemne, murmuró junto al oído de Serena Kelley:—Sonríe, pequeña. Es un honor. Eres la elegida del profeta.

El trauma de ese instante quedaría suspendido para siempre. “Nunca tuve la sensación de ser una persona. Me percibía como un objeto, un bien que podía cambiar de manos según la decisión de los mayores”, contó Serena más de treinta años después.

La ceremonia no fue el fin, ni el peor de los males. Solo marcó el principio de una vida tejida en abusos, secretos y silencios impuestos por quienes juraban protegerla. Estados UnidosAmérica Latina y Europa. La secta dispersó a sus fieles en comunidades cerradas donde la infancia era solo un rastro difuso, rápidamente asfixiado.

La doctrina del abuso

David Berg, quien se hacía llamar “Moisés modernizado”, construyó una estructura cerrada e implacable. Sus seguidores —la familia espiritual— se regían por normas estrictas: rezos al despuntar el alba, trabajo doméstico, evangelización y absoluta devoción al profeta. Fueron miles los niños criados en este régimen. Él grababa cassettes y enviaba largas cartas manuscritas que todos debían memorizar.

La secta de David BergLa secta de David Berg tuvo seguidores en varias partes del mundo

Un día, en una de estas grabaciones, Berg insistió: “El Señor exige entrega sin peros. Los niños son del rebaño, y nosotros solo guiamos sus pasos hacia Su gracia”.

Cualquier duda, cualquier resistencia, era castigada con dureza. Temían más el rechazo de la comunidad que el afuera desconocido. Por las noches, mientras la oscuridad envolvía las casas comunes, la madre de Serena le susurraba:“Nada temas, hija. Todo ocurre porque Él lo dispone”.

Los juegos, cuando existían, eran premios fugaces por la obediencia, o máscaras detrás de las cuales se ocultaban castigos y pruebas de disciplina.

Serena Kelley con su familiaSerena Kelley con su familia cuando era parte de la secta “Niños de Dios”

El despojo gradual: madre, niña y el silencio

Serena tenía prohibido preguntar por qué ya no dormía con otros niños; por qué la llamaban “esposa pequeña” en voz baja y “elegida” en público. Las respuestas nunca llegaban. Solo quedaba el miedo de los pasillos, el frío de las miradas y la certeza de que su madre ya no podía protegerla. “Iba perdiendo mi voz. Me reconocía cada vez menos cuando me miraba a los espejos polvorientos del lugar”, recuerda.

Salían poco a la calle. Cuando lo hacían, era custodiadas por adultos devotos —llamados “tíos” y “tías”—, que evitaban cualquier contacto con el mundo exterior, temerosos de agentes del demonio, curiosos, periodistas o policías. “Aquí afuera está el infierno. Solo la familia es segura, solo nuestro pastor sabe lo que te conviene”, sentenció un día la madre de Serena ante la menor duda.

La expansión de los Niños de Dios: redes de fe y dolor

La secta Niños de Dios nació en California a finales de los años 60, con David Berg a la cabeza. Pronto, su mensaje —una mezcla de carisma, radicalismo y devoción bíblica— logró arrastrar a decenas y luego miles. Prometía una familia extensa, una comunidad capaz de proteger a sus miembros del veneno del mundo.

La realidad era otra. El “amor libre” y la obediencia estricta camuflaban abusos y sometimiento. Cambiaban de ciudad a menudo, mudándose incluso de país, huyendo de las autoridades y de cualquier rumor peligroso para la organización.

La secta se expandió a América Latina y EuropaEl horror se replicaba sin distinción geográfica: todos los niños, todas las niñas eran vulnerables. Nadie escapaba al mandato del profeta.

Serena fue obligada a casarseSerena fue obligada a casarse con el líder de la secta cuando tenía apenas 3 años

’}En 1993, la Policía Federal argentina realizó siete allanamientos en distintos puntos del país, ordenados por el juez Roberto Marquevich. La denuncia era de corrupción de menores y llegaba impulsada por el consulado estadounidense que buscaba a cuatro chicos secuestrados por la secta los Niños de Dios.

La Justicia rescató 268 menores que habían sido cooptados por los Niños de Dios, la secta liderada por Berg. Así lo contó la periodista Emilse Pizarro en una nota publicada en 2019 en Infobae.

La vida de una niña rota: años de miedo continuo

A los seis años, Serena Kelley ya no tenía recuerdos de antes de la secta. Cada cumpleaños era solo una fecha en el almanaque; un día igual a todos, con nuevas obligaciones y promesas de mayor entrega. La infancia, para ella y los demás, era solo una palabra.

—Pronto, el profeta te confiará una misión inmensa —le advirtió una vez una tía, con una sonrisa ahogada.

En la comunidad, la obediencia era condición para la supervivencia. El silencio, una manera de sobrevivir. Llorar o rebelarse traía castigos que iban desde la humillación pública hasta la segregación en habitaciones oscuras.

David Berg gobernaba con mano firme. Los niños eran herramientas, símbolos de pureza y objetos de propiedad espiritual y carnal.

Serena Kelley intenta rehacer suSerena Kelley intenta rehacer su vida tras el trauma que vivió en su niñez

La toma de conciencia fue lenta. Adolescente, Serena Kelley comenzó a escribir pequeños relatos y a leer libros clandestinos que circulaban entre los jóvenes rebeldes de la secta. Descubrió que el mundo exterior no era un abismo, sino una opción.

La huida no fue gloriosa. Llevó tiempo, dudas, amenazas de ostracismo y un trabajo minucioso para frenar el adoctrinamiento instalado desde la cuna. “La libertad aterra al principio. Te sientes incompleta, culpable, deseando volver solo para no tener que decidir sola,” cuenta Serena.

Tras su salida, las pesadillas fueron constantes. Los recuerdos volvían con frecuencia. La voz grave de Berg, las miradas de los fieles, las frases envenenadas por la devoción. Nadie la persiguió, pero la vergüenza y la sospecha nunca la abandonaron.

El testimonio y la recuperación

Solo al contar su historia, primero en círculos privados, después en reportajes y foros internacionales de víctimas de sectas, Serena Kelley halló un propósito difícil: luchar por la memoria colectiva y el reconocimiento de los horrores sufridos por los hijos de la secta Niños de Dios.

Serena a los 3 añosSerena a los 3 años cuando fue obligada a casarse con el líder de los “Niños de Dios”

No pido piedad ni ira. Solo exijo memoria y verdad, para que ninguna niña tenga que vivir en carne propia lo que a mí me arrebataron”, reclama Serena cada vez que toma un micrófono.

Decenas de personas contaron historias similares. Los patrones se repiten: control total, aislamiento, abuso físico y psicológico. Las estructuras legales no siempre llegaron a tiempo. La secta —dispersa y debilitada tras la muerte de Berg en 1994— sobrevivió en pequeñas células, amparada muchas veces por la inacción judicial y el olvido social.

En una carta pública leída en una conferencia para sobrevivientes de sectas en Los ÁngelesSerena Kelley resumió el sentido de su lucha:

“A quienes me piden que olvide, les digo: sigo siendo una niña de tres años, con un vestido viejo y la promesa del profeta clavada en el pecho. No dejaré que esto se olvide. Hablo por todas las que no pudieron, las que aún callan, las que murieron esperando otra oportunidad de ser libres”.

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