Qué piensa Javier Milei y cuáles son las alternativas que maneja para escapar de la crisis.
Por qué apuesta a concentrar el poder y las especulaciones de su Gabinete.
Movimientos en el círculo cristinista. La orden que le dio a sus legisladores.y su vínculo con el Presidente.
El hábito no se ha alterado desde que la Argentina recuperó la democracia: el funcionario que se instala en Balcarce 50 de la mano de una nueva administración suele colgar en la pared, detrás de su sillón, un cuadro con el retrato del Presidente del día de la asunción. Pasó con Alfonsín, con Menem, con De la Rúa, incluso algunos llegaron a poner la foto de Duhalde durante su corta estadía en el poder, y la costumbre continuó con Kirchner, Cristina, Macri y Alberto Fernández. Quizá Milei termine siendo la excepción. En los despachos de la Casa Rosada aún no se ve su foto con la banda presidencial. Algunos ministros pidieron la foto enmarcada de Alberdi y otros la de Sarmiento. Por ahora, esperan: los despachos prescinden de decoración y resuena el eco de las voces. “Todavía nos estamos acomodando. Esto es un huracán permanente y solo tenemos una prioridad”, dice uno de los integrantes del Gabinete.
Veintiún días pasaron desde el adiós de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner. La prioridad, según el primer mandamiento de Milei -que todos los ministros repiten, aun con micrófonos apagados-, pasa por impedir que la herencia inflacionaria, que desde el 10 de diciembre se agudizó por el fin del control de precios y de la inflación reprimida, derive en una hiperinflación. Ese fantasma cruel se mantiene. Por momentos, cuando se caminan los pasillos, hay optimismo; en otros, se viven tiempos de incertidumbre. Solo se oye: no hay plata, no hay otra alternativa, no hay financiamiento, no se va a emitir para financiar el déficit y habrá responsabilidad monetaria y cambiaria.
“Ni aun con todo esto que estamos haciendo sabemos si va a alcanzar para frenar la híper”, se sinceran en la cúspide de la Casa de Gobierno. La inflación de diciembre se prevé entre 27 y 30%; la de enero podría ser mayor y febrero asoma como un enigma; si no hubiera un respiro en marzo o abril, la situación podría volverse dramática. Los sueldos quedarían demasiado rezagados y las calles podrían ser una pesadilla.
El primer mandatario irrumpió en la escena con una fortaleza importante que obtuvo de las urnas y una debilidad notable, inédita, en el Congreso. Su respuesta fueron tres medidas de shock que apuntan a mostrar un cambio de régimen, ya no de gobierno, y a la construcción de un liderazgo potente, cuasi desafiante para las instituciones.
Primero fue el anuncio económico de Luis Caputo: entre otras medidas, se achicaron los ministerios y las secretarías, se determinó el fin de la obra pública y del envío de fondos discrecionales a las provincias, se devaluó el peso a 800 por dólar y se redujeron los subsidios a la energía y al transporte. Segundo, el Decreto de Necesidad y Urgencia: son 366 artículos a través de los cuales se anularon normativas como la Ley de Alquileres y la Ley de Abastecimiento, se liberó el precio de las prepagas y se habilitaron las privatizaciones de empresas estatales. Tercero, el paquete de leyes, que acaba de llegar al Congreso: el Ejecutivo propone un blanqueo, retenciones al campo, un nuevo sistema electoral con la eliminación de las PASO y la suspensión de la movilidad jubilatoria.
Las tres iniciativas apuntan a desregular por completo la economía, pero a la vez impulsan un fenomenal ajuste del gasto, estimado en 5 puntos del PBI, unos 25 mil millones de dólares, que podrían generar una recesión acaso letal para los 44,7% de argentinos pobres -según el Observatorio de la UCA- y para un alto porcentaje que hace malabares para no caerse del sistema. La oposición, la CGT, la CTA y los piqueteros de izquierda se preparan para la resistencia. Ya empezaron: la semana pasada hicieron marchas en el Microcentro y, el miércoles último, hubo una movilización a Tribunales para exigir un fallo en contra del DNU.
La medida más extrema se anunció para el 24 de enero: un paro nacional, el más veloz frente a una nueva administración (se cumplirán 44 días cuando ocurra), que enciende muchas alarmas sobre cómo será la convivencia entre los gremios y una gestión liderada por La Libertad Avanza, una fuerza sin experiencia, que no es peronista ni radical y que ni siquiera quiso integrar el PRO.
Los antecedentes no ayudan. En los últimos 40 años hubo 42 paros: 16 durante mandatos peronistas, que transcurrieron durante 27 años, y 26 huelgas en períodos no peronistas, que se desarrollaron en el curso de 12 años.
En la intimidad de un almuerzo, el viernes, Milei calificó la medida de la CGT como irracional. Dijo que los conductores de la central sindical no estudiaron los alcances del DNU y vaticinó que quedarán expuestos frente a la sociedad. Aun así, deja la puerta abierta al diálogocon los sindicalistas y sostiene que el decreto pasará el filtro del Congreso, que la mayoría lo dejará correr para que quede firme. ¿Y si no? Amenaza con un plebiscito, aunque en el encuentro del viernes intentó quitarle dramatismo a su advertencia mediática.
El almuerzo terminó de manera abrupta cuando entró Karina Milei y le preguntó a su hermano si tenía el DNI encima para viajar en avión de línea a Mar del Plata. Milei abandonó la comida para ir a buscarlo al hotel Libertador. “Además, me quiero ir a poner un traje para ver a Fátima”, dijo.
En el entorno presidencial sostienen que los gestos de autoridad deben darse todos juntos y al principio. Que hay que aprovechar la popularidad que aún mantiene su jefe, pese a que muchas iniciativas oficiales ya impactan en los bolsillos. En la reunión de Gabinete del martes se dijo, al pasar, que en las mediciones que tiene en poder Santiago Caputo, el gurú mileísta, la imagen positiva está cercana al 70 %. Remarcan que al Parlamento se le hará difícil ir en contra y que a ningún presidente le han objetado los DNU. ¿Y si al decreto lo frenara, al final del camino, la Corte Suprema? Por ahora, no hay alusiones. Solo silencio.
El máximo Tribunal del país no habilitó la feria judicial para tratar el caso, pero giró el tema al procurador general provisorio de la Nación, Eduardo Casal, antes de decidir si aborda la cuestión. El peronismo y los gremios van a machacar sobre la inconstitucionalidad del DNU mientras dure la feria judicial. La marcha a Tribunales fue solo una muestra. Aquella movilización contó con la presencia de un nutrido grupo de diputados y senadores del PJ. Posaron para la foto con un cartel que decía: Patria-SI, Colonia-NO. Varios de ellos se preguntaron por qué no estaban Máximo Kirchner, que presidente el PJ bonaerense, ni Mariano Recalde, jefe partidario en territorio porteño.
También estuvieron ausentes muchos legisladores camporistas y varios massistas, como Cecilia Moreau. “Cristina dio la orden para que no fueran”, revelaron en el bloque kirchnerista. La ex presidenta pretende darle aire a Milei. Sospecha que la realidad será pronto tan acuciante que no es necesario empujar más la crisis.
Estrategia y especulación, pero no solo eso. Cristina siente algo parecido al agradecimiento con el Presidente por dos motivos. Uno: ella pidió tener la última palabra sobre su custodia personal y que la decisión no quede a tiro del dedo de Patricia Bullrich. Dos: Cristina celebró que, en su discurso inaugural, el jefe de Estado dijera que la corrupción era un tema de la Justicia y que él no venía a perseguir a nadie. No es mucho, pero es más de lo que habría obtenido, por ejemplo, si Bullrich hubiera ganado las elecciones.
A diferencia de Alberto Fernández, que fue retratado el miércoles en un banco de Madrid mientras abría una cuenta, la ex presidenta no se muda, no piensa en viajes y no abandona la política. La jubilación puede esperar.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.