La ex presidenta se mantiene activa con reuniones políticas y en sus redes sociales. En paralelo, la dirigencia empieza a debatir con más seriedad quién puede conducir el PJ
El liderazgo de Cristina Kirchner es cada vez más cuestionado dentro del peronismo nacional (Photo by Emiliano Lasalvia / AFP)
“El liderazgo de Cristina Kirchner se va apagando”. Escueto y contundente, un ex gobernador del PJ puso en palabras lo que una parte importante del peronismo dice, cada vez con más frecuencia, en las tertulias privadas donde se cruzan dirigentes de distintos espectros. Hay un convencimiento en crecimiento respecto a que el ciclo de su liderazgo está llegando a su fin.
En público hay más cautela. Por respeto a su figura histórica, por la necesidad de cerrar el año en paz después de un encadenamiento de derrotas en todo el país, porque sigue existiendo un bloque importante de dirigentes que la revindican y que levantan la voz frente a su condena y detención, y porque en la política, y en especial en el peronismo, todos aceptan como lema que nunca hay que dar por muerto a nadie.
La última factura que le cargan a la cuenta de CFK es la construcción de la lista de diputados nacionales, a la que dirigentes de distintos sectores la definieron como “desastrosa”, debido a la falta de participación de nombres propios vinculados al territorio, como es el caso de los intendentes. “Entregamos la elección. Parece que queríamos perder. Y encima no hubo campaña“, se quejó un intendente del Conurbano.
Además, su detención en San José 1111, sumado a la causa de los cuadernos, que está en pleno trámite, y los coletazos de la condena en la Causa Vialidad, donde la justicia federal empezó a avanzar sobre el decomiso de varias de sus propiedades, las causas judiciales que la rodean y su inhabilitación, de por vida, para ser candidata a ocupar un cargo público, limitaron su poder de fuego y su fortaleza como estratega principal del peronismo.
Los gobernadores peronistas trabajan en un bloque político propio, sin bajada de línea de CFK
Al proceso de autonomía de Axel Kicillof, que reconoce en CFK a una líder pero no a su conductora, se le sumaron en las últimas semanas algunas señales de distanciamiento por parte de los pocos gobernadores que están dentro de Fuerza Patria. Los mismos mandatarios que un año atrás se ausentaron en masa a su asunción como presidenta del PJ Nacional. Los mismos que trabajan en bloque sin lineamientos directos de la ex presidenta.
“Los gobernadores buscan una apertura en el bloque. Reconocen en Germán Martínez su muñeca y su capacidad para mantener el equilibrio interno, pero saben que tiene terminal política en el kirchnerismo, no en ellos”, sostuvo uno de los legisladores que en las negociaciones habla en nombre de los mandatarios.
En el Congreso se está llevando adelante una temporada de rosca delicada, en donde algunos de los gobernadores empezaron a filtrar su voluntad de cambiar la conducción del bloque para modificar su identidad, para empujar la asunción de alguna figura que esté más cercana a ellos – algunos allegados señalan al tucumano Pablo Yeldlin – y para, en ese movimiento, intentar cerrar todas las puertas para evitar salidas intempestivas.
El problema no es con Martínez, a quien valoran y destacan. El problema es que creen que se necesita mostrar cambios en las estructuras políticas luego de las derrotas electorales y en el medio de la profunda crisis de representación que sufre el peronismo. Asocian gran parte de la crisis a CFK y a la interna bonaerense, y el diputado santafesino queda pegado a esa interpretación por su cercanía a la ex presidenta.
Algunos gobernadores del PJ creen que debe haber un cambio en la conducción del bloque de diputados (Jaime Olivos)
Mientras tanto, es Martínez uno de los principales interlocutores con los gobernadores para intentar contener el bloque y evitar posibles fugas. Una muestra de que su rol no está cuestionado. Incluso, algún gobernador cree que no es momento de hacer más ruido interno y evitaría cambiar al presidente del bloque. Nada está resuelto. De hecho, el diputado rosarino puede seguir al frente del bloque en el tiempo que viene. No hay sentencias ni definiciones. La rosca está llena de supuestos, exageraciones, intereses y necesidades. Pero, al final de toda la vuelta, son los acuerdos los que le dan solidez a la unidad granítica o a la unidad por conveniencia.
“El ciclo de CFK está agotado. Es un ciclo terminado que se está estirando. El problema es que ella no lo asume y Kicillof no está dispuesto a romper. Esa interna la tienen que solucionar ellos porque el peronismo tiene que empezar a trabajar en unidad el año que viene”, reflexionó una voz influyente del Frente Renovador de Sergio Massa. La mirada sobre el futuro de la ex presidenta atraviesa a distintos espacios políticos. El 2026 será un año de cambios. Inevitablemente.
En la última campaña electoral, cuando después de una reunión en el PJ Nacional se definió que entre las actividades estuviese presente el pedido de libertad a Cristina Kirchner, muchos intendentes y dirigentes del peronismo bonaerense se quejaron de la falta de tacto del kirchnerismo duro respecto a los reclamos del electorado. En los hechos, la bandera de “Cristina libre” solo la levantaron los cristinistas de pura cepa. El resto miró para otro lado o hizo alguna alusión al pasar.
Al día de hoy sucede exactamente lo mismo. Los reclamos por la libertad de CFK están concentrados en su círculo político, que mantiene una campaña activa en el país y también a nivel internacional. Pero no hay gobernadores ni dirigentes del interior que sostengan el tema en la agenda política y mediática. La reconocen como una dirigente importante del peronismo, pero ya no le dan el lugar de conductora.
El encuentro de mujeres que se realizó en Corrientes, donde se pidió por la libertad de Cristina Kirchner
Es, muchas veces, la propia ex presidenta la que se pone al frente de su defensa. Como sucedió el último fin de semana cuando envió un mensaje grabado al 38° Encuentro Plurinacional de Mujeres, que se realizó en Corrientes. “Que yo esté privada de mi libertad y proscripta es la metáfora perfecta y disciplinadora de una Argentina a la que le están liquidando sus posibilidades de desarrollo y crecimiento económico”, sostuvo.
“Todos sabemos que no estamos viviendo en una Argentina libre. Hoy hay millones de argentinos que también están privados de su libertad en un país endeudado e hipotecado, que tampoco puede decidir nada”, expresó la ex presidenta. En ese sentido, agregó: “Hay miles de jóvenes a los que los han privado de la libertad de tener un trabajo digno porque no encuentran por ninguna parte. Miles de jóvenes que no tienen la libertad que tuvimos nosotros, que pudimos elegir estudiar”.
El peronismo discute la necesidad de un cambio de era. Discute con más insistencia quién va a conducir el justicialismo. Quién tiene proyección presidencial y quién es capaz de iniciar una renovación. Cristina sigue teniendo potencia en su voz y en muchas negociaciones cruzadas de la política. Pero ya no tiene tantos votos como antes. Y los que están dentro de su esquema, reducido tras la separación de Kicillof, tampoco.
“Enfrentar a Cristina no es fácil. Pero hay que hacerlo. Sino siempre estaremos estancados en este lugar destructivo. Hay que salir de ahí”. La definición la firmó un ex ministro nacional. De esos que conoce bien cómo son las discusiones de poder.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.