El Gobierno consolidó un bloque propio y será la primera minoría. Karina, Martín Menem y Bullrich desarticularon al PRO y a la UCR. Nace “la liga de la gobernabilidad”, edición limitada. El peronismo no logra frenar las fisuras y ordenarse. Cómo sigue la paciencia social de un núcleo blando con poco resto
Fueron días de negociaciones frenéticas. Patricia Bullrich fichaba aliados del PRO y de la UCR mientras Martín y Lule Menem se dedicaban a desarmar al peronismo. El Gobierno transitó así el primer mes tras las elecciones de medio término, rearmando la gobernabilidad con aliados fagocitados y un quórum asegurado sin intermediarios.
“Estos días va a haber más novedades”, refleja un operador bullrichista sobre la semana que comienza, expectante por lograr un pase más que engrose el bloque oficialista y lo deje consolidado como primera minoría en la cámara de diputados. La mira está puesta en Verónica Razzini, diputada por Santa Fe, actualmente con un monobloque. De concretarse, y tras el pase esta semana de los tres radicales libertarios, dejará al bloque oficialista con 92 integrantes. La otra batalla que librará el sector que responde a la ministra de Seguridad para estos días será la de conseguir que Silvia Lospennato, del PRO, renuncie a su banca de diputada para asumir como legisladora porteña. “Sería la primera testimonial de PRO en su historia”, chicanea Damián Arabia, espada legislativa de Bullrich. Con su paso al costado, La Libertad Avanza se quedaría con una banca más. Su reemplazante es Lorena Petrovich, del ala patricia.
Después de esquilmar al PRO, el otro bloque en crisis que observa con ansias el oficialismo es el de la UCR, sobre todo entre aquellos legisladores con terminal en gobernadores aliados, como Chaco y Mendoza. Entre los libertarios abren la puerta a la incorporación de la mendocina Pamela Verasay y el chaqueño Guillermo Agüero. Pero el gobernador Alfredo Cornejo tiene otros planes y promueve a la primera como jefa de bloque de lo que sería el escuálido radicalismo oficial. El asedio a los aliados se expande también a los despachos. Martín Menem ordenó que el radicalismo devuelva el ala derecha del segundo piso que ocupa en el palacio parlamentario. La resolución fue para todos los bloques, pero sobre todo para el centenario partido que con su representación tan diezmada no puede seguir gozando de privilegios de otros años.
Pamela Verasay
El oficialismo disfruta por ahora de las matemáticas que sólo le derivan sumas para su propio bloque y restas para el peronismo. El Gobierno espera para estos próximos días el premio mayor: achicar el número de Unión por la Patria, el último eslabón de su trabajo de este mes para conseguir convertirse en la primera minoría. Ya logró que el tucumano Javier Noguera aceptara la “invitación” del gobernador Osvaldo Jaldo para sumarse a su bloque propio, Independencia, y está en etapa final la definición de los cuatro catamarqueños que responden a Raúl Jalil. Será el golpe de gracia. El gobernador se reunió el martes pasado con Germán Martínez, jefe del bloque de UP. Le dijo que todavía no había tomado una decisión. Eso en lo formal. En las filas de Martín Menem, principal operador del salto del gobernador, contemplan otro plan: que la decisión ya está tomada y sólo falta el anuncio. Confían en que en los próximos días la Casa Rosada publicará el decreto con el traspaso a la provincia de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD). A esta altura de la negociación, todo depende de María Ibarzabal, la secretaria de Legal y Técnica. Jalil pasó el lunes a verla por la Casa Rosada. Según los Menem, el acuerdo está sellado. Sólo falta la publicación en el Boletín Oficial. Nadie parece estar dispuesto todavía a dar el primer paso, como en el amor. Y no es casual eso del factor emocional. La diputada Silvana Ginocchio, de ascendencia en el cristinismo y mujer de Jalil, era la que más se resistía entre los catamarqueños a seguir las nuevas alianzas del gobernador. El 10 de diciembre termina su mandato. Y él queda con las manos libres para avanzar.
Diego Santilli, Manuel Adorni y Raúl Jalil
El mismo problema lo está padeciendo ahora José Mayans, en el Senado. “Perón decía que en la política, el orden no existe jamás”, recita el formoseño, que este fin de semana se quedó en Buenos Aires para ultimar detalles de los últimos días en los que ostentará la mayoría. “Hablé con Manzur, estaba en Nueva York”, lo excusó, sobre el faltazo del senador electo a la cena del miércoles pasado en la sede del PJ donde el bloque peronista mostró más ausencias que presencias. De sus futuros y prometidos 28 integrantes, había 15. Tampoco estuvieron los cuatro legisladores del bloque Convicción Federal, distantes de la conducción de Cristina Kirchner. Son Carolina Moisés (Jujuy), Fernando Salino (San Luis), Guillermo Andrada (Catamarca) y Fernando Rejal (La Rioja). Desde afuera se hicieron notar. “Bueno… siguen declarando ´unidad´ sin convocar a nadie. Siguen imponiendo sin consensuar ni una idea. ¿Unidad es con otros o con ellos mismos? Puros, el que piense distinto que se vaya. Me parece que ese es el mensaje de hoy. Subordinación o traición”, se descargó Moisés en redes sociales.
El malestar con la conducción del bloque hizo caer la sesión que se iba a hacer el jueves, por la falta de acuerdo en los nombres para la Auditoría General de la Nación (AGN). Según los rebeldes del PJ, el consenso incluía a Javier Fernández, pero desde el kirchnerismo no querían ni siquiera compartir el nombre de quien representaría el segundo sillón en disputa.
Tampoco estuvo en la cena el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, que dos días después recibía en su provincia al ministro del Interior, Diego Santilli. En unos días ingresará a la Cámara alta como senador. Hará un bloque propio con Elia Moreno. “Él hace su bloque pero trabajamos muy bien juntos”, le baja el tono Mayans. De todas maneras, el peronismo se expone a que los prometidos 28 senadores del bloque unificado bajo el nombre Justicialista pasen en unos días a ser sólo 22. Zamora tiene juego propio y está en carrera para una futura candidatura presidencial.
Gerardo Zamora junto a Cristina Kirchner
Mientras tanto, Mayans ya se prepara para los cruces que tendrá con Patricia Bullrich. Todavía no se vieron, pero le hace una invitación sugestiva. “Ella tiene 20 senadores y yo otro tanto si nos juntamos ponemos todos los jueces de la Corte”, lo han escuchado decir. Hay quienes dicen que Bullrich quisiera ocuparse de ese tema.
La todavía ministra de Seguridad ya desembarcó en el Senado y levanta el perfil. Empoderada por Karina, apeló a un nuevo comunicador creativo que la muestra menos rígida, como en la convocatoria en busca de detectives en la que la caricaturiza como “Tía Sam” o la promoción de la edición limitada de los DNI con su firma. Fue la gran artífice del salto de los diputados del PRO a LLA, y tiene en carpeta la incorporación de algún otro senador, o más bien senadora, del radicalismo al espacio que ya preside. En el peronismo apuestan a que podría ser Carolina Losada.
El Gobierno todavía no anunció quién ocupará la estratégica Presidencia provisional del Senado. Fue un cargo que en el inicio de la gestión les valió varias idas y vueltas. El actual senador Bartolomé Abdalá se autoratificó. Anunció días atrás que por reglamento, tiene mandato hasta el 24 de febrero. Para ese lugar suenan los karinistas Nadia Márquez (Neuquén) y Agustín Coto (Tierra del Fuego). La cercanía de Abdalá a Victoria Villarruel le juega en contra.
Los reacomodamientos en el Congreso son clave para la etapa que viene. El viernes juran los nuevos senadores y el 3 de diciembre lo harán los diputados. El peronismo en el Senado insiste con la posibilidad de avanzar en otra sesión de despedida, el jueves, antes del ingreso de los nuevos legisladores, pero con el bloque implosionado, es poco probable que pueda concretarlo. Encima, Martín Lousteau no garantiza apoyo y los temas a tratar, como las nuevas autoridades de la AGN, no terminan de tener consenso.
Sin intermediarios
La hoja de ruta que trazó el Gobierno incluye sesiones en paralelo. Diputados arrancará en sesiones extraordinarias con el Presupuesto, la ley impositiva e inocencia fiscal, y el Senado con reforma laboral, el nuevo código penal y ley de glaciares. De ahí el afán por consolidar bloques propios y acuerdos con los gobernadores de manera directa. La implosión del centro político dejó a sus integrantes en un total aislamiento. “No hay ningún diálogo con el Congreso”, dice un diputado de Encuentro Federal, el espacio que conduce Miguel Pichetto, que supo ser en estos dos años intermediario entre la Casa Rosada y los gobernadores. “Eso se terminó”, aportan cerca de Martín Menem. Ahora la relación es directa con cada gobernador.
Miguel Pichetto, presidente de Encuentro Federal
Tampoco hay un espacio unificado en las provincias, que bien podrían clasificarse en cuatro ligas: la opositora de Axel Kicillof, Gildo Insfrán, Gustavo Melella y Ricardo Quintela; la diezmada Provincias Unidas, con Martín Llaryora y Maximiliano Pullaro como principales exponentes; el nuevo bloque de la “gobernabilidad”, representados con Osvaldo Jaldo, Raúl Jalil, Gerardo Zamora, Sergio Ziliotto, Gustavo Séenz, Hugo Passalacqua y Rolando Figueroa; y los aliados como Rogelio Frigerio, Alfredo Cornejo o Jorge Macri. Milei puede gobernar con estas dos últimas ligas. Un lujo que se da. A ellos se dedicó fundamentalmente Santilli desde que asumió.
Del grupo de aliados, el más complicado es el jefe de Gobierno porteño. El espacio mileísta en la ciudad de Buenos Aires es más opositor que oficialista. Amor no correspondido. Esta semana se conoció que los fondos por coparticipación para la Ciudad no están en el Presupuesto simplemente porque Luis Caputo le discute el número a los funcionarios porteños. En la Legislatura pasa algo similar. “Gobernabilidad sí, cheque en blanco no”, le recuerdan en el bloque que conduce Pilar Ramírez, sobre la estrategia de negociación que se viene en suelo porteño, donde pedirán un trato especial en el reparto de comisiones y autoridades.
Con este escenario, el principal problema al que se enfrenta Milei no es la política, es la economía. La segunda medición pos elecciones de Aresco, la consultora de Federico Aurelio, muestra que el núcleo blando de apoyo que le renovó el contrato hace un mes mantiene las esperanzas, pero sin margen para más ajuste. El Presidente recuperó todo lo que perdió en la previa de las elecciones tanto a nivel de valoración de gestión como personal. “Tenemos el mismo nivel de popularidad que al empezar el Gobierno pero con el triple de poder legislativo”, sostuvo el Presidente esta semana, en su discurso en Corporación América.
“El resultado fue 41 a 24. Y 41 a 24 se llama primera vuelta”, se envalentó Milei. Esos 24 puntos opositores de los que habla el Presidente son, en realidad, alrededor de 31, lo que igual le abre la puerta a una reelección sin balotaje. De sus 41 puntos, entre 30% y 33% es núcleo duro, pero el resto depende de una mejora sustancial de su situación económica personal. Lo que surge en la mayoría de los focus group como resultado de esta última elección es la renovación de la esperanza, pero para un cambio. Es una variable que, de no modificarse, en dos años no perdona.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.