La dirigencia peronista advierte que la conducción y los liderazgos solo pueden ser resueltos a través del sufragio de sus afiliados. La elección del PJ Bonaerense y una posible PASO nacional
Mientras en el peronismo bonaerense se suman los capítulos de la interna, en paralelo, entre los principales dirigentes crece la convicción de que la única salida a tantas diferencias y resquemores es a través de los votos. Es con una interna partidaria o, eventualmente, en unas PASO, cuando llegue el momento de que afronten una nueva elección nacional.
La unidad está desgastada. El peronismo la utilizó tantas veces como un salvoconducto de las crisis internas, que estar unidos bajo un mismo techo ya no asegura la armonía. Mucho menos garantiza un triunfo. El mejor ejemplo de eso fue la conformación del Frente de Todos. El segundo capítulo de esa historia es la edificación de Fuerza Patria y el fuego cruzado que solo se cortó durante la campaña electoral. El peronismo perdió las últimas tres elecciones nacionales que afrontó unido, pero todos peleados internamente.
“La lista de unidad no existe más porque no existe un conductor que identifique una síntesis”, fue la sentencia de un intendente del interior bonaerense, que tiene una larga trayectoria en el PJ. En ese sentido, agregó: “Axel está construyendo su candidatura nacional, Cristina está cada vez más identificada con La Cámpora, Sergio juega en el medio. No hay conducción nacional. No hay unidad”.
Esa definición, que muchos dirigentes comparten, retrata a las claras que en esta instancia de la historia del peronismo, la unidad es el resultado de un encastre de necesidades que no están entrelazadas a un proyecto político unificado, sólido y representativo. El justicialismo de la provincia hoy son parcelas de poder en las que conviven diferentes tribus con tensiones permanentes. Y en dónde Kicillof trata de acumular fuerzas para agrandar su base de poder.
En el kicillofismo creen que las internas recién se saldarán con una elección que legitime los liderazgos (Aglapalata-fotonoticias)
En el peronismo de la PBA actualmente se discute por el liderazgo, la presidencia del PJ Bonaerense, el Presupuesto 2026, el endeudamiento, los fondos municipales, los puestos vacantes en el estado provincial y la construcción de un nuevo proyecto político que sea la sombra de la gestión de Javier Milei. Muchos temas y pocos consensos. El desafío de encontrar puntos de acuerdo es inmenso. Sobre todo ante un oficialismo nacional que intenta afirmase con alianzas estratégicas que contengan al PRO y la UCR.
En los últimos días tal vez nadie haya explicado con tanta precisión y simpleza el fondo de la discusión peronista, como lo hizo el titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), Juan Manuel Olmos.“El que quiera reemplazar a Cristina lo tiene que hacer con votos”, aseguró durante una entrevista con radio Milenium. Fuerte y al medio.
Olmos, que es uno de los principales articuladores de voluntades que tiene el peronismo nacional, emitió un mensaje muy crítico respecto al momento que vive la fuerza política. “Al peronismo le falta una mesa de diálogo y acuerdo. Kicillof y Cristina tienen estrategias divergentes y cuando vos no tenés la misma estrategia, los dos sectores van a tener razón. Disputan candidaturas 2027, cuando hay que dar una discusión de programa”, precisó.
La idea de saldar las diferencias a través de los votos gana adeptos a medida que pasan las horas, como consecuencia de la imposibilidad de construir acuerdos sólidos. Uno de los que se expresó en esa dirección fue el intendente de Exaltación de la Cruz, Diego Nanni, que fue el primer candidato a diputado provincial de Fuerza Patria por la segunda sección electoral.
Máximo Kirchner avisó que quiere estar al frente del PJ Bonaerense por cuatro años más
“Hay resultados, hay gestión y hay una aceptación de la gente que marcan el liderazgo de Axel. Hay cada vez más sectores y dirigentes que se van acercando. A veces le quieren buscar la quinta pata al gato y ponen sobre la mesa discusiones sin sentido. El Gobernador hizo una elección histórica y está enfrentando al gobierno de Milei que lo dejó sin recursos. Hay un montón de compañeros que van entendiendo esto y se van encolumnando. Falta que un sector del peronismo, que no es la mayoría, entienda esto. Y sino habrá que apelar a una interna madura para llegar con fuerza a la elección del 2027″, explicó en una entrevista brindada a la AM 1220 Eco Medios.
En el peronismo bonaerense hay cada vez más nombres propios que creen que la elección interna es el mejor camino que pueden seguir para achicar las grietas. La primera parada sería entre febrero y marzo del año que viene, cuando se tenga que efectuar el cambio de autoridades en el PJ Bonaerense. Máximo Kirchner dijo que quiere seguir al frente del partido y que está dispuesto a competir. “Tal vez sea un buen momento para legitimar una conducción a través de los votos. Sino esto no termina más”, analizó, con cierto fastidio, un jefe comunal del conurbano.
Kicillof avisó internamente que no cuenten con él para competir. Parece no querer meterse en el barro de la disputa. “Intendentes van a sobrar para competir por la presidencia del partido. Hay una revolución silenciosa contra el cristinismo. Aunque no lo digan en público, todos están hartos de La Cámpora”, sostuvo un experimentado intendente de la provincia de Buenos Aires.
La segunda parada sería en el 2027, cuando llegue el momento de definir la candidatura presidencial. Para ese entonces, hay dos opciones. O afrontar unas PASO, en el caso de que el gobierno nacional no logre eliminarlas por completo o resolver las diferencias en una interna partidaria a nivel nacional. Por el momento, no hay demasiados nombres que la dirigencia visualice como potenciales candidatos. El primero y principal es Axel Kicillof. Pero en esa lista aparecen también los nombres de Sergio Massa, Gerardo Zamora y Sergio Uñac. Falta demasiado tiempo. Son hipótesis del presente que van construyendo una cancha donde discutir la renovación del peronismo a nivel nacional.
En definitiva, lo que existe en las bases dirigenciales es la idea de que la unidad con forceps ya dejó de tener sentido. Y que la conducción de los Kirchner al frente de ambos PJ (Bonaerense y Nacional) han perdido legitimidad con el paso de los meses. Sobre todo el que conduce el líder de La Cámpora, que recibe críticas de los intendentes por lo bajo, aunque cuatro años atrás muchos de ellos le habían dado su respaldo para poder asumir.
Cristina Kirchner mantiene la conducción del PJ Nacional desde San José 1111, donde cumple la prisión domiciliaria (RS Fotos)
“Hace 37 años que no hay elecciones internas de verdad para cargos partidarios nacionales y provinciales. Hubo parodias de elecciones con lista única, impidiendo la presentación de listas opositoras. Hubo congresos en donde se eligieron conducciones sin internas verdaderas. La exigencia de democracia interna es impostergable”, afirmó a Infobae un histórico dirigente del PJ Bonaerense.
En algún momento de la historia reciente, Cristina Kirchner dijo “organicen un partido político, preséntense a elecciones y gánenlas”, en referencia a la oposición, que cuestionaba incesantemente el modelo económico de su última gestión. Ese mismo concepto bien podría utilizarse, pero en el marco de la interna peronista, para resolver las diferencias que atormentan la convivencia diaria de la fuerza política en la provincia más poblada del país.
La legitimidad de los votos termina con las amenazas y las advertencias, con el fuego cruzado que deteriora la identidad del armado político y agota al electorado. Para muchas voces peronistas, la interna culminará cuando haya votos para contar y un ganador puesto por los afiliados o, en el mejor de los casos, por los ciudadanos.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.