El presidente espera el resultado del domingo mientras analiza su sistema de toma de decisiones. El dilema Caputo. La continuidad de Francos. El futuro del triángulo de hierro. Los nombres en danza, y las dudas de Macri
“A partir del domingo va a cambiar en serio la Argentina”, aseguró ayer Javier Milei en el cierre de campaña de La Libertad Avanza en Rosario. Más allá del resultado, que definirá la fortaleza que tendrá el oficialismo en el Congreso a partir del 10 de diciembre, se especulaba aún más anoche con la profundidad de los cambios que el presidente ejecutará a partir del lunes en su gabinete.
En las próximas 72 horas, Milei estará recluido entre Olivos y la Casa Rosada para definir el rediseño de su gobierno y del sistema de toma de decisiones que ayer mantenía en vilo hasta a la plana mayor del Ejecutivo. “El sistema está agotado, independiente del resultado de este domingo”, se sinceró anoche un alto secretario de Estado.
El presidente viajó ayer hasta Santa Fe -un distrito que, según sus propias proyecciones, LLA peleaba anoche en los primeros puestos con Fuerza Patria-, acompañado de casi todo su gabinete en medio de una húmeda ola de calor que convirtió a la zona VIP del Parque España, donde se realizó el acto de cierre, en un hervidero, en línea con la ola de versiones en torno al futuro de varios ministros que levantó temperatura en el seno del elenco oficialista.
El único que no viajó fue Mariano Cúneo Libarona, que este jueves confirmó públicamente que dejaría el Ministerio de Justicia a partir del próximo lunes, una decisión que comunicó días atrás al presidente pero cuya oficialización, en medio de la campaña, no cayó para nada bien en Olivos. El ministro estaba cansado de tanto desgaste -lo habían dado fuera del gabinete en decenas de oportunidades en el último año-, y ayer por la tarde, mientras Milei llegaba a Rosario, daba clases en la facultad.
La salida de Cúneo Libarona, cuyo reemplazo aún no había sido confirmado, fue, de todos modos, mucho menos ruidosa que la del saliente canciller, Gerardo Werthein, que este miércoles aceleró el calendario de modificaciones y le obsequió a Milei un inesperado regalo de cumpleaños: se convirtió, más de un año y medio después del inicio de la administración libertaria, en el primer funcionario de peso en renunciarle sorpresivamente al presidente a través del sistema de gestión electrónica. Una señal del desgaste de la figura presidencial.
En rigor, Werthein ya le había avisado a Milei y a su hermana Karina el viernes pasado que daría un paso al costado, molesto por la ofensiva lanzada desde Las Fuerzas del Cielo después de la reunión con Donald Trump en Washington y de las incómodas declaraciones del presidente republicano que desde sectores vinculados a Santiago Caputo le achacaron al renunciado canciller. Ayer, cuando se comunicó oficialmente a Pablo Quirno como sucesor para tratar de dar vuelta la página en pleno cierre de campaña, la Oficina el Presidente agradeció el trabajo de Werthein, pero en el entorno presidencial persistía aún un creciente malhumor por la decisión del ex funcionario. En el viaje de vuelta de Washington, en los días previos, Milei y su hermana Karina evidenciaron las molestias con Werthein por algunos detalles de la reunión grupal que mantuvieron en la Casa Blanca en un pasaje del vuelo que compartieron con la ministra Patricia Bullrich.
Santiago Caputo y Karina Milei (REUTERS/Tomas Cuesta)
Ese viaje tuvo a Santiago Caputo como protagonista central, y desde entonces empezó a especularse con su posible ingreso formal al gabinete: hasta ayer, el futuro del consultor era una de las principales incógnitas del nuevo rediseño del gobierno, y un dilema central por la reformulación, o no, del triángulo de hierro y los alcances de ese eventual movimiento en la relación con Karina Milei.
En las últimas horas circularon, en ese sentido, dos versiones tan contrapuestas como las múltiples elucubraciones que se esparcieron esta semana respecto al futuro del gabinete: que el consultor le había acercado al presidente un boceto con un nuevo esquema de poder, y que, por el contrario, desde que Milei aseveró la semana pasada que el estratega tendría “un rol central” a partir de este lunes, no hablaron a solas en ningún momento.
Lo cierto es que el hipotético ingreso formal del consultor al gabinete se convirtió en la última semana en el tema central del nuevo rediseño del gobierno, acompañado por una versión muy instalada, apuntalada además de manera insistente por Las Fuerzas del Cielo, que dio cuenta de un supuesto pedido de la administración norteamericana para que el asesor tome un rol institucional en el Ejecutivo. El viaje del estratega a Washington -por fuera de la comitiva oficial-, su participación en el rescate financiero del Tesoro en sintonía con el ministro Luis Caputo, “Toto”, y su equipo, y las reuniones que el lobista Barry Bennett, conectado con la Casa Blanca y con cabilderos de la administración republicana, mantuvo en Buenos Aires con dirigentes afines y legisladores presumiblemente aliados, abonaron esa teoría.
Cerca de Caputo -no viajó ayer a Rosario- insistían anoche en que el consultor prefería mantenerse en su rol de asesor sin cargo, pero los dichos de Milei de la semana pasada abrieron una caja de pandora respecto a la decisión que el presidente deberá corroborar en las próximas 72 horas, para ejecutar una vez que reciba los resultados de las elecciones en todo el país.
De confirmarse, antes o después de los resultados, terminaría por configurar la segunda modificación del sistema de toma de decisiones desde que desembarcó en la Casa Rosada. Obligado, por primera vez el año pasado, por la salida de Nicolás Posse, el ex jefe de Gabinete al que Milei le había confiado la administración de la gestión central del gobierno, con injerencia en todas las áreas, incluida la SIDE.
De izquierda a derecha, el ministro de Justicia argentino, Mariano Cuneo Libarona, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos (AP Foto/Natacha Pisarenko, Archivo)
Caído Posse en desgracia, el presidente empoderó extraoficialmente a Caputo y le dio vía libre para avanzar en áreas sensibles como la ex AFIP, la ex AFI, la UIF, las empresas públicas y múltiples organismos de la administración. A partir de esa decisión, el consultor se erigió como un asesor estrella, clave, sin cartera, pero con espalda para acaparar la relación con el Parlamento y buena parte del círculo rojo. En paralelo, Milei reservó para su hermana el poder de veto, y la respaldó en el control de las decisiones políticas y, en especial, las partidarias en todo el país. Por esas gestiones, para las que la secretaria General se valió de Eduardo y Martín Menem, en creciente disputa con Las Fuerzas del Cielo hasta estallar por los aires, el consultor terminó al final por replegarse.
Ese sistema es el que entró en crisis, y el que hasta anoche mantenía expectante, por ejemplo, a Guillermo Francos, el jefe de Gabinete cuyo poder de fuego interno creció y mermó a lo largo del año.
“Guillermo va a esperar y va a escuchar a lo que resuelva Milei el domingo”, resaltaron cerca del ministro coordinador.
Francos también está cansado. La volatilidad del sistema de toma de decisiones lo agotó. Su continuidad, que se puso en duda por un supuesto reemplazo en manos de Caputo, incluye un condimento extra, para nada menor: el jefe de ministros se transformó en el último mes y medio en el principal interlocutor de Mauricio Macri, que considera al funcionario como el más racional del esquema libertario.
En las últimas horas, sin embargo, se coló en el seno de LLA el nombre de otro dirigente que mantiene con Milei y su hermana un vínculo muy estrecho: Diego Valenzuela, el intendente de Tres de Febrero, senador provincial electo, que fue anfitrión del mandatario en la última actividad en la que participó en territorio bonaerense en esta campaña.
Macri ejecutó en los últimos días una serie de movimientos pendulares. Desde que se reunió por segunda vez con Milei, semanas atrás, viajó primero a Madrid con su familia, después a Cumelén, en Villa La Angostura, con su amigo Guillermo Dietrich, y no volvió a comunicarse con el presidente. El jefe del PRO tiene pocas expectativas respecto a la respuesta que Milei podría tener, a partir del lunes, con algunas de las sugerencias de gestión que le recomendó en las dos reuniones que mantuvieron en Olivos. El prudente silencio que exhibió Karina Milei en el segundo encuentro le dejó una mala espina: Macri está convencido que es la hermana presidencial la que termina por convalidar o no las decisiones del jefe de Estado, y que ella no es la más proclive a aceptar esas sugerencias. Si eso se suma el dilema respecto a la continuidad de Francos, el panorama trazado por el jefe del PRO no es el más alentador. Para peor, sus colaboradores están seguros de que se podría avanzar en algunas incorporaciones de dirigentes que estuvieron vinculados al macrismo pero que hace rato responden a las directivas de Balcarce 50.
Consciente de eso, Macri pidió la semana pasada una convocatoria “honesta” para construir una “nueva mayoría en el Parlamento. Y desplegó en estos días una campaña de redes, que combinó con algunas fotos, en la que llamó al electorado a votar por los candidatos del PRO, en particular por Fernando de Andreis, el más cercano de ellos. Su mayor muestra de adhesión violeta fue convocar a votar por “la lista 501 LLA+PRO”, sin mayores detalles.
Milei debe decidir, por lo pronto, los reemplazos de Bullrich, Luis Petri, Manuel Adorni y Cúneo Libarona. También si sigue o no Lisandro Catalán en Interior. Ayer circuló Sebastián Amerio como sucesor del ministro de Justicia, pero trascendió que el funcionario, ligado a Santiago Caputo, prefería seguir en su rol de secretario. Se especuló entonces con Guillermo Montenegro, que aún no había recibido indicaciones. En el caso de Seguridad, Bullrich dijo entre sus íntimos que había hablado con el presidente para que Alejandra Monteoliva, de su riñón, siguiera al frente del ministerio o que tuviera injerencia en la próxima etapa.
Hasta anoche, el rediseño del gobierno se mantenía en estricto hermetismo, bajo resguardo de los hermanos Milei. Aunque más allá de la magnitud de los cambios, que el presidente se ve obligado a implementar por la crisis política que lo atraviesa desde hace meses, y que se agudizó con la derrota del 7S, en el interior del gobierno descuentan que, independientemente del resultado de este domingo, el mandatario tendrá que construir una red de aliados que le de gobernabilidad en el Congreso para defender las reformas que enviará al Parlamento. Fue, en teoría, un pedido especial de Estados Unidos, ligado al fenomenal rescate del programa económico. Anoche, Milei aseveró que este año se enfrentó a un “Congreso destituyente”. Con ese Congreso deberá negociar a partir del próximo lunes.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.