Referentes del sector privado evaluaron el escenario político y económico en Mar del Plata y reclamaron medidas que impulsen la inversión y modernicen el sistema tributario y laboral
El 61° Coloquio de IDEA reúne en Mar del Plata a los principales empresarios del país en un escenario de transición económica, marcada por la volatilidad, la incertidumbre cambiaria y la proximidad de las elecciones legislativas. En los pasillos del encuentro se repitió una idea: la recuperación no depende solo del rebote poscrisis, sino de un marco de estabilidad que permita proyectar inversiones y empleo.
El empresariado llegó al coloquio con diagnósticos similares sobre los últimos meses: una actividad que se desaceleró, un consumo todavía frágil y un contexto financiero dominado por tasas altas y volatilidad cambiaria. A pesar de la prudencia, varios ejecutivos expresaron que la economía podría mostrar señales de mejora en 2026, pero si se concretan las prometidas reformas fiscales, laborales y previsionales.
El clima general del evento reflejó el contraste entre la cautela de corto plazo y el optimismo moderado de mediano plazo. Las empresas señalaron que la demanda interna continúa débil y que la inversión se mantiene contenida por la falta de crédito. Sin embargo, la expectativa de acuerdos políticos posteriores a las elecciones generó un tono más constructivo en los debates.
Los ejecutivos coincidieron en que la competitividad argentina requiere cambios estructurales. Hablaron de simplificación tributaria, de la necesidad de modernizar las normas laborales y de adaptar la regulación a un entorno global donde la inteligencia artificial y la logística internacional ganan peso. En ese contexto, cada sector trazó su propio panorama.
Entre los testimonios más representativos, Oscar Andreani, fundador del Grupo Logístico Andreani, describió una caída en los volúmenes de distribución, aunque aclaró que el impacto se compensó parcialmente con el crecimiento del comercio electrónico internacional. “Estamos en una baja aproximada del 10/12%, pero compensada a través de los envíos que hacemos con una empresa que se llama GlobalPack, de courier, de China. Tenemos clientes chinos que están compensando esta baja para poder mantener el volumen”, explicó.
En Mar del Plata, los ejecutivos plantearon un diagnóstico común sobre la economía y advirtieron que la recuperación exige previsibilidad
Sobre el futuro inmediato, expresó una mirada optimista: “Tenemos una crisis y la oportunidad está en buscar más volumen, en buscar más trabajo. Vemos un año positivo para el año que viene, con inversiones dentro de la Argentina”. También remarcó la necesidad de actualizar el marco normativo: “Estamos esperanzados en hacer una reformulación laboral, jurídica y fiscal. Necesitamos un país que se adapte a las reglas modernas”.
Desde el sector de bebidas, Martín Ticinese, presidente de Cervecería y Maltería Quilmes en Argentina y Uruguay definió 2025 como un año de “volatilidad y heterogeneidad”. “Algunos meses parecía que íbamos a estar en terreno verde y al mes siguiente estábamos negativos. Todavía está muy incierto. A lo sumo, el cierre del año va a estar levemente superior, pero no vamos a recuperar lo que pensábamos”, confesó.
Ticinese recordó que en 2024 la empresa perdió más de 20% en volumen y que en 2025 no hubo recuperación. “Todavía no estamos creciendo”, resumió. Atribuyó la falta de reactivación a las diferencias entre sectores y regiones. “Cuando ves el PBI, está verde, pero impulsado por los sectores primarios. La construcción y el comercio siguen sin traccionar. Los ingresos disponibles también son heterogéneos: los niveles más altos crecen más que los bajos”, explicó.
Sobre las tendencias de consumo, detalló que el gasto se concentró en bienes durables más que en alimentos y bebidas. “El consumo privado crece, pero impulsado por la renovación de electrodomésticos o televisores”, dijo. De cara a 2026, proyectó un crecimiento moderado. “El consumo podría crecer entre 3 y 4 puntos, pero para que eso ocurra es necesario que el Gobierno avance en reformas estructurales. Dependemos mucho de cambios en los impuestos y en el trabajo para que el país vuelva a traccionar”, afirmó. También se refirió al panorama político: “Espero que después de las elecciones de octubre haya acuerdos en función de lo que la Argentina necesita. Confío en que puedan hacerlo”.
La industria, ante las tasas y la falta de crédito
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA), su presidente Martín Rappallini, señaló que la suba de tasas “impactó mucho en la actividad industrial y frenó sectores que ya estaban débiles, como el textil, el metalmecánico y el de materiales de construcción”.
Martín Rappallini, titular de la UIA, se refirió a las altas tasas y a la crisis de la industria
El dirigente explicó que el tercer trimestre resultó “duro” y que la recuperación dependerá del resultado electoral y del contexto financiero posterior. “Esperamos que una vez que pasen las tensiones cambiarias se puedan bajar las tasas y generar líneas de crédito para las empresas. Eso ayudaría a aumentar el consumo y a que la economía empiece a recuperarse”, sostuvo.
Rappallini consideró que 2025 cerrará con un crecimiento técnico cercano al 2%, sin una mejora sustancial sobre 2024. “Vamos a terminar casi igual que el año anterior. En 2026 veremos cómo evoluciona, dependerá del escenario político y económico”, explicó. Sobre el anuncio de apoyo financiero de Estados Unidos, evaluó que “ayuda a calmar las tensiones cambiarias y a aumentar las reservas, lo que da espacio para resolver los problemas de fondo”.
En el sector automotriz, Rodrigo Pérez Graziano, director de Relaciones Externas y Comunicación de Stellantis, destacó que septiembre y octubre marcaron récords de producción en la planta de Palomar. “A nivel general, la industria automotriz creció 50% respecto de 2024. De acá en adelante las comparaciones van a ser más moderadas porque las bases del segundo semestre del año pasado son más altas”, detalló. Estimó que la producción total de este año alcanzará las 600.000 unidades y anticipó un escenario estable: “Para 2026 esperamos un año similar. Tal vez crezcamos un poco, pero no será otro año de suba de 50%. Apostamos a que se avance con las reformas de competitividad para consolidar la mejora”.
En tanto, un empresario siderúrgico explicó que “el mercado se recuperó hasta mediados de año y luego se planchó”. Agregó que el sector atraviesa “mucha incertidumbre y volatilidad” y que la evolución dependerá del plan económico que el Gobierno implemente después de los comicios. La expectativa del mercado es que se modifique el esquema de bandas cambiarias (que implique una devaluación), aunque desde el equipo económico lo niegan.
A su turno, Alejandro Díaz, CEO de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina (AmCham), aseguró que todavía no se ven señales de un rebote fuerte. “No visualizamos un cambio sustantivo en la demanda de bienes y servicios. No hay mejora en el empleo ni una política que apunte a reducir la informalidad, que debilita el ingreso fiscal y la formalización de nuevos puestos”, indicó.
Díaz planteó que una reforma laboral razonable podría modificar esa tendencia a partir de 2026. “Si se implementa una reforma laboral, previsional y tributaria mediante un proceso de negociación con el Congreso, la Argentina podría empezar a remover obstáculos para un crecimiento sostenido”, explicó.
Respecto al respaldo financiero de Estados Unidos, consideró que “el apoyo norteamericano puede contribuir a mantener la estabilidad cambiaria”. Subrayó que el país logró una política fiscal con superávit y una inflación que se redujo a niveles del 2% mensual, pero advirtió que la continuidad de esas políticas será clave para sostener el equilibrio macroeconómico.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.