Investigaciones recientes evidencian que años de actividad física moldean respuestas inmunes menos inflamatorias y más eficientes, una estrategia esencial ante el avance de enfermedades crónicas asociadas a la edad
El ejercicio físico regular fortalece no solo músculos y corazón, sino que también actúa como un entrenador del sistema inmune en adultos mayores. Un estudio internacional coordinado por la Universidade Estadual Paulista (UNESP) en Brasil, cuyos resultados atribuidos a FAPESP se destacan, muestra que quienes practican entrenamiento de resistencia durante años desarrollan células de defensa más adaptables, menos inflamatorias y con mayor eficiencia metabólica.
El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, incluyó a adultos mayores con y sin antecedentes de entrenamiento de resistencia, tales como carreras de larga distancia, ciclismo, natación, remo y caminata.
El equipo, liderado por Luciele Minuzzi de la Universidad Justus Liebig de Giessen (Alemania) y Fábio Lira de la UNESP, se enfocó en las células asesinas naturales (NK), linfocitos clave en la defensa contra virus y células enfermas, incluidas las cancerosas.
Estas células pueden compararse con patrullas especializadas que recorren el cuerpo en busca de intrusos, eliminando a virus y células anómalas antes de que causen daño mayor.
Según FAPESP, los adultos mayores entrenados presentaron células NK con una capacidad de adaptación mejorada, menor presencia de marcadores inflamatorios y mejor uso de la energía celular.
“Es como si el ejercicio también entrenara el sistema inmunitario”, explicó Minuzzi a FAPESP. El estudio muestra que el entrenamiento de resistencia a largo plazo modula la respuesta inflamatoria, lo que garantiza un control más efectivo de la inflamación que en adultos mayores sedentarios.
La práctica sostenida de deportes de resistencia favorece adaptaciones celulares protectoras y un mejor control de la inflamación en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae)
Lira, coordinador del proyecto, señaló a FAPESP que el sistema inmunitario puede verse influido por factores como la calidad del sueño, la alimentación, el estrés, la vacunación y los medicamentos inmunosupresores, aunque el ejercicio físico resalta como un factor que mejora la inmunidad y modula su respuesta a lo largo del tiempo.
Mecanismos celulares y adaptaciones inmunometabólicas
Para profundizar en los mecanismos celulares, los investigadores analizaron el fenotipo, la función y el metabolismo mitocondrial de las células NK bajo estímulos inflamatorios. Además, estas células se expusieron a bloqueadores farmacológicos como propranolol, que inhibe la vía adrenérgica, y rapamicina, que afecta la señalización mTORC1 relacionada con el crecimiento y la proliferación celular.
Incluso bajo estas condiciones, las células NK de los adultos entrenados conservaron su función inmunitaria, mientras que las de los no entrenados exhibieron signos de agotamiento celular o fallas en la respuesta inflamatoria. Minuzzi explicó a FAPESP que el ejercicio regular favorece adaptaciones inmunometabólicas protectoras, generando células más maduras, menos senescentes y mejor preparadas para situaciones de estrés.
Adultos mayores entrenados presentan menos marcadores inflamatorios y mayor eficiencia metabólica en sus células de defensa (Imagen Ilustrativa Infobae)
La comparación entre adultos mayores entrenados y no entrenados evidenció que los primeros tenían menos marcadores inflamatorios y más marcadores antiinflamatorios, lo que permitió un control superior de la inflamación.
Estudios previos del mismo grupo ya habían demostrado que la obesidad y el sedentarismo aceleran el envejecimiento de las células de defensa. Por el contrario, el entrenamiento de resistencia durante la vida promueve una respuesta inmunitaria más equilibrada y eficaz.
En una investigación adicional publicada en Frontiers in Immunology, el equipo comparó la respuesta inmunitaria de atletas jóvenes y veteranos antes y después de una sesión aguda de ejercicio. Los resultados evidenciaron que los atletas veteranos, con más de 20 años de entrenamiento, mostraban una respuesta inflamatoria más controlada que los jóvenes, quienes presentaron mayores incrementos de citocinas proinflamatorias como IL-6 y TNF-α.
Estudios comparativos muestran que atletas veteranos controlan mejor la inflamación que los jóvenes tras el ejercicio (Imagen Ilustrativa Infobae)
De acuerdo con los investigadores, esto apunta a que el entrenamiento regular a lo largo de la vida adapta el sistema inmunitario, haciéndolo más resistente y menos proclive a respuestas inflamatorias desmedidas.
Implicaciones para el envejecimiento saludable
Las consecuencias de estos hallazgos, según FAPESP, son relevantes para un envejecimiento saludable y la prevención de enfermedades crónicas. Un sistema inmunitario eficiente y sin excesos reduce el riesgo de patologías asociadas a la inflamación crónica, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y diversos tipos de cáncer. Además, el estudio refuerza la importancia de mantener hábitos de vida activos en la vejez para preservar la funcionalidad inmunológica.
El sedentarismo y la obesidad aceleran el envejecimiento celular, mientras que el ejercicio promueve una inmunidad equilibrada (Imagen Ilustrativa Infobae)
El contexto de la investigación subraya la colaboración internacional y la continuidad de estudios previos del grupo, que ya había demostrado el impacto negativo del sedentarismo y la obesidad en la inmunidad. El equipo, liderado por Minuzzi y Lira, continúa investigando cómo factores como el ejercicio físico pueden modular la respuesta inmunitaria y contribuir a una mejor calidad de vida en la población mayor, según FAPESP.
Los resultados sugieren que el sistema inmunitario de los adultos mayores activos mantiene la capacidad de respuesta sin caer en excesos, lo que amplía la comprensión sobre cómo el ejercicio puede favorecer un envejecimiento saludable y proteger contra las enfermedades asociadas a la inflamación desregulada.
Un equipo de 160 científicos de 23 países analizaron datos sobre la salud de los ecosistemas, niveles de temperatura y registros de fenómenos extremos relacionados con el cambio climático. Qué concluyeron
Los arrecifes de coral son estructuras submarinas formadas por animales pequeños que producen esqueletos de carbonato de calcio y se encuentran en aguas poco profundas y cálidas, principalmente en el Caribe, el Indo-Pacífico y la Gran Barrera de Coral en Australia.
Un equipo de 160 especialistas de 23 países realizó una evaluación global y detectó que los arrecifes de coral del planeta pasaron un “punto de inflexión” climático.
Eso significa que el daño que sufrieron los arrecifes por el calentamiento global inducido por la emisión de gases contaminantes ya no puede revertirse con las condiciones actuales. Los corales seguirán desapareciendo, salvo en pequeños refugios especialmente protegidos.
El calentamiento global ya provocó la pérdida masiva de corales. El problema afecta a los ecosistemas marinos y a mil millones de personas. DAVID GRAY / AFP)
En el reporte que publicaron, los científicos liderados por expertos de la Universidad de Exeter del Reino Unido alertaron que la mortalidad masiva de corales representa un quiebre definitivo para los ecosistemas marinos y la vida de casi mil millones de personas.
Resaltaron que esos sistemas esenciales para los océanos enfrentan una amenaza irreversible bajo las temperaturas actuales, mientras líderes y ministros climáticos preparan la próxima cumbre COP30 de Naciones Unidas que se hará desde el 10 al 21 de noviembre en Belém, en Brasil. El encuentro se hace para debatir las medidas prioritarias para hacer frente al cambio climático.
El cambio climático acelera la pérdida de los corales
Los corales solo podrán conservarse si las temperaturas globales bajan notablemente/Archivo
Para los expertos, este fenómeno ya no forma parte de un escenario hipotético: “No podemos hablar más de los puntos de inflexión como un riesgo futuro. Esta es nuestra nueva realidad”, afirmó Steve Smith, científico social de la Universidad de Exeter y uno de los autores principales del reporte.
El concepto de punto de inflexión climático define el umbral a partir del cual un ecosistema sufre cambios irreversibles provocados por el aumento de la temperatura.
En el caso de los corales, este proceso llegó tras años de episodios repetidos de blanqueamiento, cuando los animales pierden las microalgas que les dan alimento y color.
“La situación de los corales es una tragedia para la naturaleza y para las personas que dependen de ellos para comer y obtener ingresos”, advirtió Mike Barrett, asesor científico jefe del Fondo Mundial de Vida Silvestre del Reino Unido y coautor.
Los arrecifes de coral sostienen la vida marina en aguas cálidas y poco profundas/ REUTERS/Lucas Jackson
La degradación de los arrecifes no afecta solo a la vida marina. El cuarto evento global de blanqueamiento coralino, que comenzó en enero de 2023, ya dañó más del 84% de estos ecosistemas en todo el mundo.
Los especialistas coinciden en que la pérdida de corales reduce la seguridad alimentaria, limita el turismo y agrava la exposición de muchas comunidades a tormentas.
“El periodo de recuperación que solía existir entre los disturbios prácticamente ya no sucede, y ese es el gran problema para los corales”, aseguró Michael Studivan, ecólogo de la Universidad de Miami.
Incluso si la humanidad logra estabilizar la temperatura a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, los corales continuarían en declive y solo podrían preservarse refugios muy limitados.
La meta principal del Acuerdo de París es limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 °C respecto a los niveles preindustriales y realizar esfuerzos para que no supere 1,5 °C. Sin embargo, hoy parece insuficiente.
El primer “tipping point” climático
Pequeños refugios protegidos serán el último recurso para la supervivencia de los corales/ DAVID GRAY / AFP)
Los investigadores detallaron que los arrecifes tropicales alcanzaron su límite térmico con solo 1,2 grados de calentamiento. Las cifras coinciden con recientes signos de deterioro observados en la Gran Barrera de Coral en Australia y otros enclaves de biodiversidad.
Los datos enfatizan la gravedad del cambio. “Los arrecifes de coral a escala significativa se perderán, a menos que la temperatura global regrese hacia 1 grado o menos”, describió el estudio presentado por Tim Lenton, director del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter.
La única ruta para revertir estos desastres ecológicos sería no solo detener el calentamiento, sino llevar a cabo la extracción activa de dióxido de carbono en la atmósfera.
El informe puso el foco en la necesidad de proteger los refugios de coral que aún sobreviven, al invertir en estrategias de conservación que reduzcan presiones adicionales como la sobrepesca y la contaminación.
También los investigadores señalaron que la solución global requiere reducir de manera drástica las emisiones de gases de efecto invernadero.
Cuáles son los riesgos próximos
El colapso de la corriente AMOC podría alterar el clima en Europa y disminuir la producción de alimentos en varias regiones./Archivo
Los científicos proyectaron escenarios para otros puntos de inflexión próximos. La Amazonía, el manto de hielo polar y grandes corrientes marinas como la Circulación de Retorno Meridional del Atlántico (AMOC) podrían pronto cruzar sus propios umbrales.
“Perderíamos también la Amazonía, los hielos y las corrientes oceánicas vitales. En ese escenario, enfrentaríamos un resultado realmente catastrófico para toda la humanidad”, sostuvo Mike Barrett en diálogo con la revista Nature.
Advirtieron que el colapso del AMOC generaría inviernos más fríos en el noroeste de Europa, alteraciones del monzón en África Occidental y la India, y caída de las cosechas agrícolas en buena parte del planeta.
La COP30 en Brasil buscará acordar medidas urgentes frente al cambio climático/Archivo
La comunidad científica estimó que el deterioro de la Amazonía, que afecta a más de 100 millones de personas, podría empezar con solo 1,5 grados de calentamiento, un nivel antes considerado seguro.
Frente a este panorama, los organizadores de la COP30 solicitaron una “movilización global” y políticas urgentes para evitar más umbrales peligrosos.
“La naturaleza abrupta e irreversible de los puntos de inflexión climática exige respuestas innovadoras: prevenirlos demanda mitigar desde ya y escalar tecnologías de captura de carbono”, puntualizó Manjana Milkoreit, politóloga de la Universidad de Oslo.
Estas propuestas permiten aprovechar sus texturas y aromas en combinaciones creativas
La presencia de frutos secos en la alimentación cotidiana se ha incrementado gracias a sus múltiples beneficios nutricionales y a su capacidad para complementar tanto recetas dulces como saladas.
Incorporar almendras, nueces, pistachos o avellanas a las comidas permite sumar texturas, aromas y una gran variedad de matices. Aquí, algunas ideas.
1- Ensalada de espinaca, manzana verde y nuez
Las ensaladas con fruta, queso y nueces ofrecen contrastes de textura y un aporte extra de energía (Imagen Ilustrativa Infobae)
Esta ensalada ofrece un contraste atractivo entre dulzura, acidez y crocancia. La espinaca aporta frescura, la manzana otorga un toque ácido y la nuez complementa con su perfil crujiente. Se trata de una opción ligera y equilibrada, ideal como entrada o acompañamiento.
Ingredientes:
200 gramos de espinaca fresca
1 manzana verde
70 gramos de nueces
100 gramos de queso de cabra
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharada de vinagre balsámico
Sal y pimienta
Preparación:
Lavar la espinaca y secarla bien.
Cortar la manzana en rodajas delgadas.
Trocear las nueces.
En una ensaladera, combinar espinaca, manzana, nueces y queso de cabra en pequeños trozos.
Batir aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta. Verter el aderezo sobre la ensalada justo antes de servir y mezclar suavemente.
2- Galletas de avena y almendras
Las galletas de avena y almendras se destacan como opción saludable y saciante para el desayuno o la merienda (Imagen Ilustrativa Infobae)
Estas galletas combinan la suavidad de la avena con el sabor y la textura de la almendra. Son ideales para desayunos, meriendas o para acompañar infusiones, ofreciendo energía y saciedad durante el día.
Ingredientes:
160 gramos de copos de avena
80 gramos de almendras picadas
100 gramos de azúcar
1 huevo
60 mililitros de aceite vegetal
1 cucharadita de polvo de hornear
Preparación:
Mezclar avena, almendras, azúcar y polvo de hornear en un bol.
Añadir el huevo y el aceite, unir todo hasta formar una masa uniforme.
Formar bolitas y aplanarlas sobre una placa para horno cubierta con papel manteca.
Hornear a 180 °C durante aproximadamente quince minutos, hasta dorar los bordes.
Dejar enfriar para que se endurezcan y resulten crocantes.
3- Pollo con costra de pistachos
El pollo en costra de pistachos resulta una alternativa original para cocinar carnes blancas con mayor valor nutritivo (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los pistachos forman una cobertura aromática y sabrosa, transformando una simple pechuga de pollo en un plato principal destacado. Esta receta resulta adecuada para quienes buscan opciones diferentes con carnes blancas.
Ingredientes:
4 pechugas de pollo
100 gramos de pistachos pelados
2 huevos
3 cucharadas de pan rallado
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta
Preparación:
Picar los pistachos hasta obtener un granulado no muy fino.
Mezclar pistachos y pan rallado.
Salpimentar las pechugas y pasar por huevo batido.
Empanar cada pechuga con la mezcla anterior.
Cocinar en sartén con aceite caliente hasta dorar ambos lados y asegurar la cocción interna.
Presentar cortado en medallones para resaltar la costra.
4- Pasta integral con pesto de avellanas
El pesto de avellanas transforma platos de pasta integral, sumando antioxidantes y sabor intenso (Freepik)
El pesto de avellanas resulta una alternativa al clásico pesto genovés. Proporciona un sabor intenso y una textura cremosa, acompañando muy bien a la pasta integral y a distintos platos de verduras asadas o carnes magras.
Ingredientes:
70 gramos de avellanas tostadas
2 tazas de hojas de albahaca
40 gramos de queso parmesano rallado
1 diente de ajo
120 mililitros de aceite de oliva
Sal
400 gramos de pasta integral
Preparación:
Cocinar la pasta en abundante agua con sal, siguiendo las indicaciones del envase.
Colocar avellanas, albahaca, queso y ajo en una procesadora.
Triturar y agregar aceite hasta obtener una salsa densa y homogénea.
Rectificar la sal y reservar.
Escurrir la pasta caliente y mezclar con el pesto antes de servir.
5- Barritas energéticas de frutos secos y semillas
Las barritas energéticas caseras combinan frutos secos, semillas y frutas deshidratadas, ideales para colaciones y snacks (Imagen Ilustrativa Infobae)
Estas barritas caseras permiten aprovechar distintos frutos secos, combinados con semillas, avena y frutas deshidratadas. Son aptas para colaciones, meriendas o para llevar como snack durante actividades fuera de casa.
Ingredientes:
120 gramos de frutos secos mixtos
60 gramos de semillas (girasol, chía o calabaza)
80 gramos de copos de avena
80 gramos de miel
2 cucharadas de crema de cacahuate
40 gramos de pasas o arándanos secos
Preparación:
Trocear los frutos secos y mezclarlos con semillas, avena y frutas deshidratadas en un bol.
Calentar la miel y la crema de cacahuate hasta obtener una mezcla fluida.
Integrar con los ingredientes secos y mezclar rápido para que quede todo bien unido.
Disponer la preparación en un molde y presionar.
Refrigerar al menos dos horas y cortar en barritas para conservar en recipiente hermético.
Un análisis reciente explora los cambios que puede generar este hábito en distintos aspectos de la rutina, según expertos consultados por Prevention. Cómo sumar este alimento a la dieta diaria brinda mayor vitalidad y un mejor control del apetito
Un simple tazón de avena puede transformar la percepción sobre el desayuno saludable y aportar beneficios concretos a la rutina diaria. Diversos expertos destacan, en revisiones y guías alimentarias, cómo este cereal influye de manera positiva en la saciedad, los hábitos alimenticios y el bienestar general.
Desde una visión basada en la evidencia, la avena aporta cinco gramos de proteína y cuatro gramos de fibra por taza, sumando minerales como fósforo y magnesio.Según reportaron expertos de Prevention, laHarvard T.H. Chan School of Public Health señala que la avena contiene fibra soluble (beta-glucano), la cual se asocia con la reducción del colesterol LDL, la mejoría del control glucémico y la disminución del riesgo cardiovascular.
Según esta institución, incluir avena en el desayuno propicia una mayor sensación de saciedad, lo que reduce la probabilidad de consumir excesivas calorías a lo largo del día y ayuda al control del peso corporal.
La avena aporta fibra soluble, proteínas y minerales que favorecen la saciedad y la salud cardiovascular (Imagen Ilustrativa Infobae)
Cleveland Clinic subraya que la ingesta regular de avena puede prolongar la saciedad matinal, disminuyendo la necesidad de tentempiés entre comidas y favoreciendo la regulación del apetito y los hábitos digestivos. Además, la fibra presente mejora el tránsito intestinal, aportando una regularidad digestiva que los profesionales consideran fundamental para la salud.
Cambios observados tras la incorporación de avena al desayuno
Las principales instituciones académicas y de salud informan que, tras un periodo en el que se consume avena diariamente en el desayuno, suelen observarse los siguientes efectos:
Incremento significativo de la saciedad matinal: gracias a la proteína y la fibra del cereal. Esto permite llegar al almuerzo con menor sensación de hambre frente a desayunos menos nutritivos o altos en azúcares simples.
Estabilidad de la energía y la glucemia: durante la mañana, ya que la avena es un carbohidrato complejo que libera energía de manera gradual, ayudando al control del azúcar en sangre y evitando picos y caídas bruscas.
Mejora en la regularidad intestinal: la fibra soluble estimula una digestión saludable y puede prevenir episodios de estreñimiento.
La fibra de la avena mejora la digestión y previene el estreñimiento, según expertos en salud (Imagen Ilustrativa Infobae)
Facilidad de adaptación y sostenibilidad: la avena se puede preparar de múltiples formas, tanto dulces como saladas, y acepta variedad de ingredientes, lo que facilita su integración a la rutina diaria.
Efectos potenciales sobre el metabolismo y el peso corporal: estudios citados por Harvard y Cleveland Clinic asocian el consumo habitual de avena con una menor acumulación de grasa abdominal, mayor control del peso y circunferencia de cintura, y una reducción en los factores de riesgo metabólico.
Bienestar general y estructuración de hábitos: incorporar avena al desayuno puede contribuir a un día más ordenado y predecible en cuanto a apetito, energía y hábitos digestivos, elementos que las instituciones consideran clave para un estilo de vida saludable.
Recomendaciones institucionales
Harvard y Cleveland Clinic recomiendan la avena como base de un desayuno equilibrado y saludable (Imagen Ilustrativa Infobae)
Harvard T.H. Chan School of Public Health y Cleveland Clinic recomiendan incorporar la avena como parte fundamental de un desayuno equilibrado, debido a su contenido de fibra soluble, proteínas y minerales esenciales como magnesio y fósforo.
Ambas instituciones subrayan que el consumo habitual de avena, especialmente combinada con lácteos, frutas frescas y frutos secos, favorece una mayor saciedad, ayuda al control del apetito y el peso, mejora la salud digestiva y contribuye a mantener estables los niveles de energía durante la mañana.
Según reportaron expertos de Prevention, el perfil nutricional de la avena ayuda además a reducir el colesterol LDL y controlar los niveles de glucosa en sangre, lo que resulta beneficioso para la salud cardiovascular y metabólica. Su facilidad de preparación y accesibilidad permiten que pueda integrarse diariamente de forma sostenible en cualquier dieta.
El consumo regular de avena ayuda a controlar el apetito, el peso corporal y la energía matinal (Imagen Ilustrativa Infobae)
Esto es lo que sucede en tu cuerpo si consumes avena todos los días durante 30 días: se observa una mejora notable en la digestión y el tránsito intestinal, una reducción progresiva de los niveles de colesterol LDL, mayor estabilidad de la energía, menos fluctuaciones en la glucemia y un control más efectivo del apetito y el peso corporal.
Además, este hábito puede ayudar a reducir el riesgo cardiovascular, mejorar la composición corporal y establecer una rutina de bienestar sostenida.
Por estos motivos, tanto la Harvard T.H. Chan School of Public Health como la Cleveland Clinic consideran que incluir avena en el desayuno es una estrategia sencilla y eficaz para fortalecer los hábitos alimenticios y cuidar la salud a largo plazo.