Las periodistas Emilia Frigerio y Violeta Santamarina publicaron un libro donde entrevistan a mujeres cuyos hijos se destacaron. Y les cuentan anécdotas imperdibles
Hay muchas frases lindas, intensas, fuertes en Madres de, el libro que acaban de lanzar las periodistas Emilia Frigerio y Violeta Santamarina. ¿Cómo no las habría? Las autoras pensaron que todo talento sale de alguna parte y entrevistaron a quince madres para este libro y a varias más para un podcast que están por lanzar. La madre del Dibu Martínez pero también la del creador de Mercado Libre, Marcos Galperín. La madre de Esteban Bullrich, de Paloma Herrera, de Manu Ginóbili. La de Alexis McAllister, la de Lucha Aymar, la de Peque Schwartzman. Y más y más.
“Mujeres muy inteligentes, profundas e inteligentes”, dice ahora Violeta Santamarina. Decidieron preguntar como madres: “Si, yo me muero cuando mi hijo va al escenario y canta el himno nacional… y lloro cuando veo a un hijo con la bandera, de escolta, ¿qué se siente cuando tu hijo gana el Oscar? Eran preguntas de madre a madre”.
Por ejemplo, ella tiene una hija de 19 años que es tenista y está viviendo, estudiando, haciendo su carrera en los Estados Unidos. “A mi hija primero le agarró un huracán en Carolina del Norte y la pasó muy mal porque se asustó mucho. Y después la coach durante cuatro meses no la puso. Y, lejos de compararla con el Dibu, cuando entrevisté a la mamá, pensé en cómo es sostener un hijo a la distancia cuando las cosas no le salen. Yo decía: ‘¿Cómo esta mujer logró sostener a ese chico para que no renunciara a lo que él quería tantos años afuera, solo, con otro idioma…?’”
La madre de Galperín, cuenta Frigerio, les dijo que había tenido la suerte de poder estar presente: “Nos dijo: ‘Yo fui una mamá reexigente, pero no hago alarde de eso, porque yo tenía la posibilidad económica de estar en mi casa. Entonces, como tenía tiempo, podía exigir’”.
Emilia Frigerio y Violeta Santamarina hablaron con las madres de esos personajes que marcaron un camino.
-¿Ven diferencias entre esas madres y esta generación de madres jóvenes como ustedes?
EF: -Para mí, hay una cosa generacional. Siento que las madres de antes, que son un poco las madres de la gente que tiene nuestra edad, tenían mucha exigencia.
VS: Veo límites.
EF: Límites sin miedo. Y bajada de línea. O sea, la mamá de Lucha Aymar es una mamá que creía en que los chicos crecieran rodeados de deporte. Ella es profesora de Educación Física, el marido también. Y es lo que te dice al final del capítulo y al final de cualquier charla: “Mamis, deporte en equipo”. Para ella se vive así. Te enumera todos los beneficios de criar en el deporte a un chico y vos decís: ‘¿Cómo no todas las madres están llevando a los chicos a hacer algún deporte? ¿Cómo no es tan obvio?’”
Tienen más ejemplos: la mamá de Vicentico le cantaba en vez de leerle cuentos, la mamá de Ale Sergi les contó que: “Un día me miré con mi marido y dijimos: ‘Somos conscientes que no tenemos un hijo que va a ser contador’”.
“Madres de”, el libro de Emilia Frigerio y Violeta Santamarina.
¿Tuvieron algo que ver en qué fueron sus hijos? Emilia Frigerio parece creer que sí: “Te diría que los vieron, con mayúscula, a sus hijos. Y vieron que, estos chicos tenían un foco propio y una tenacidad propia diferente a cualquier chico. Por eso Ginóbili es Ginóbili. Hay algo propio de estos chicos que por eso llegan tan lejos. Pero también hubo madres que supieron ver esa tenacidad y acompañar esos talentos. Y que estuvieron dispuestas a ser generosas con el deseo del chico”.
Algunas frases
“Venía a las 5:30 de la mañana para repasar antes de un examen. Hice el secundario de nuevo con él. Era un enfermo de la exigencia”, dice Silvana, mamá del Peque Schwartzman.
Y María, la mamá de Esteban Bullrich dice que sí, está triste porque su hijo está enfermo de ELA, pero rescata: “Recuerdo cuando, en 1983, hicimos una especie de ‘prode’ en familia por las elecciones presidenciales. Lo ganó Esteban, y no tenía más de 15 años. Una muestra más de su olfato político”.
“Luciana no iba a fiestas, sacrificaba todo por el deporte”, dice Nilda, la mamá de Lucha Aymar. “La exigencia fue propia, algo que se impuso a sí misma y que emociona, es muy noble”.
Silvia, la mamá de Marcos Galperín, habla de cómo le pusieron el nombre: “Buscábamos algo simple, que no le complicara la vida y que fuera fácil de pronunciar en cualquier país, porque en un mundo tan global no sabes dónde vas a vivir; por eso lo llamamos Marcos”. La verdad, no la sorprende “que haya llegado tan lejos” porque “lo que lo distingue es que tiene la capacidad de hacer fácil lo que es difícil y de no alterarse en el camino”.
Aquí, un fragmento del capítulo donde habla Susana Romero, la madre del arquero de la Selección argentina de fútbol:
Dibu y el pilates
Susana Giménez y nosotras. En 24 horas, Susana, la mamá de Emiliano Martínez, el “Dibu” para toda la Argentina, estuvo con la diva de los teléfonos y con las autoras de este libro. La mamá del héroe nacional vive en Mar del Plata y vino a Buenos Aires para celebrar el Día de la Madre en televisión junto con otras mamás de los campeones del mundo. Aprovechamos su estadía para concertar la entrevista en el hotel donde se quedó.
Violeta Santamarina y Emilia Frigerio con Susna Romero, la madre del Dibu Martínez.
Nos encontramos con una mujer magnética. Alta, monísima, serena, pensante, segura de sí misma, centrada, con su maternidad clara, con aplomo y dulzura. Hablar con ella es conocer a alguien espectacular, y además es entender cómo crio al gran arquero de la selección. Es comprender cómo entendió muy temprano la personalidad del Dibu y cómo lo acompañó a cumplir su sueño.
Susana habla de su hijo como un talentoso arquero, claro, pero a la hora de definirlo, cree que la razón de su éxito es su empatía. Así, equipara al amoroso Emi niño ayudando a un compañerito maltratado en el jardín de infantes con el amoroso Emi adulto que contiene a sus compañeros de equipo.
Lo llamó Damián Emiliano. El segundo nombre viene de su abuelo materno, que se llamaba Emilio; en realidad el arquero iba112 113 a ser Emiliano Damián, pero al llenar los datos de la partida de nacimiento, Susana puso primero la D, y como creía que no debía ni tachar ni borrar, siguió con el Damián como primer nombre. Sin embargo, siempre lo llamó Emi.
(…)
Esta charla obliga a Susana a viajar al pasado, cuando permitió que su hijo de apenas 12 años se mudara a Buenos Aires para vivir en la pensión del club Independiente de Avellaneda. Recuerda la añoranza de su hijo por la comida casera de casa, especialmente la tortilla de papa, que hoy en día sigue siendo su comida favorita (aunque, al ser frita, no siempre la puede disfrutar). También rememora su personalidad tan marcada y enfocada: “Era un chico muy constante. Y también independiente; así los críe a ambos. Era protector, ayudaba a los débiles, siempre estaba para abrazar y defender. Esas cualidades las mantiene de grande. Está siempre pendiente del otro. Si alguien de su equipo no convierte un penal, pareciese ser que él emerge para emparejar la serie y proteger a su amigo. Te pasó a vos, acá estoy yo”.
Esa cuidadosa empatía también la ha mostrado con sus rivales. “Es que él entiende lo que es que te metan goles. Detesta que le metan goles, desde chico; entiende al arquero de otro equipo que no pudo atajar bien”.
¿Siempre quiso ser arquero?
Era pésimo alumno y no le importaba. Ya desde chico me decía que iba a ser arquero o colectivero, y que para ninguna de las profesiones era importante saber matemática. Si bien fue un muy buen jugador de fútbol y comprometido defensor, adora ser arquero. Siempre le gustó, desde chiquito. Todavía me lo acuerdo persiguiendo al entrenador del hermano, con un short larguísimo y las mangas eternas. Tendría 4 años y preguntaba “¿Cuándo entro? ¿Cuándo entro?” Nació para eso.
Era tal su pasión que se autogestionaba todo. Esta mamá recuerda que ni siquiera tenía que hacerle el bolso o limpiarle los botines. “Hacía todo solo. Yo llegaba de trabajar y él estaba sentado, listo para ir a entrenar”.
(…)
Yo siempre sé de antemano lo que va a pasar. Interpreto hasta cómo repiquetea. Me doy cuenta de si va a poder o no, observo sus ojos, su postura, su intención. No sé cómo explicarlo, pero lo siento en el cuerpo. No soy adivina, soy la mamá. Este equipo demostró ser el engranaje perfecto, encajan muy bien. Lo supe con claridad desde que incorporaron al Cuti Romero. Y mi hijo… honró el pilates que tanto le recomendé.
Se refiere al minuto 123, en el que su hijo le regaló al mundo una atajada mágica: estiradísimo, evitó el gol del francés Kolo Muani en la última jugada del partido. Los argentinos volvieron a respirar. Esa imagen del Dibu realizando lo imposible se convirtió en tapa de diario, meme, sticker de WhatsApp, protagonista de termos y computadoras, una escena memorable. Casi una escarapela para reconocer argentinos en cualquier lugar del mundo.
Susana celebra que Emiliano siguió su consejo de practicar pilates hace años. “Tener buena elongación es clave para cualquier deportista de alto rendimiento. Emi lo entendió y vio los frutos. Yo lo practico desde hace mucho tiempo”. Cuando uno ve las fotos y los videos de la histórica atajada del Dibu en la final del mundial entiende de lo que habla su mamá. Y ella cuenta con humor que, después de esa atajada, le escribió por chat: “Pilates, gordo”.
La Academia superó por penales al Matador y se metió entre los mejores cuatro de la competencia. En semifinales chocará ante Boca
Racing venció a Tigre en una dramática definición por penales y las redes sociales se inundaron de bromas, memes y reacciones. El duelo, válido por los cuartos de final del Torneo Clausura 2025, mantuvo en vilo a los hinchas de ambos equipos en el Cilindro de Avellaneda y finalizó pasada la medianoche tras expulsiones, alargue y una tanda de penales, lo que contribuyó al ingenio de los usuarios. El partido concluyó con una emotiva definición por 4-2 en los penales a favor de la Academia, que avanzó a la semifinal, donde enfrentará a Boca Juniors.
Entre las imágenes más compartidas sobresalió la figura de Adrián Maravilla Martínez, quien algunas varias oportunidades de gol. Los usuarios aprovecharon una bandera que circula en cada partido de Racing en la que se lleva la cuenta de los goles convertidos por el delantero. A esa bandera ahora se le suman chistes sobre las ocasiones que desperdicia el goleador de la Academia o su merma en el nivel tras la salida de Maxi Salas rumbo a River, situaciones que fueron motivo de innumerables publicaciones con referencias a situaciones cotidianas en las que se falla justo antes de alcanzar un objetivo.
El horario de finalización del encuentro fue otro de los focos principales para la creatividad digital. El comienzo a las 21.30 y la extensión del juego hasta entrada la madrugada motivaron imágenes sobre hinchas llegando tarde a sus casas o cómo resistían el sueño.
La actuación de Joaquín Laso, defensor de Tigre y ex jugador de Independiente, también propulsó una ola de comentarios cuando malogró su penal. Tras el fallido disparo, la expresión de Facundo Cambeses, arquero del conjunto de Avellaneda, también se transformó rápidamente en meme.
El árbitro Andrés Merlos recibió atención de los internautas debido a su labor y una noche plagada de polémicas. Parte de los memes, además, anticipaban la conferencia de prensa de Gustavo Costas, director técnico del conjunto de Avellaneda, y las protestas que podría plantear por el desgaste del equipo de cara a la semifinal ante el conjunto de Claudio Úbeda.
Desde lo futbolístico, las acciones más determinantes sucedieron en tiempo suplementario, cuando Racing volvió a marcar un gol que fue anulado por posición adelantada y se produjeron dos expulsiones. Asimismo, los intentos de Tigre fueron fácilmente neutralizados hasta la serie de penales. Allí, Facundo Cambeses se transformó en figura tras atajar dos disparos y garantizar la presencia de su equipo entre los cuatro mejores del torneo.
Con la clasificación, la Academia enfrentará al Xeneize en una semifinal que ya acapara la atención de la mayoría del fútbol argentino. Por la otra parte del cuadro también habrá un emparejamiento electrizante, ya que se librará una nueva edición del Clásico de La Plata: Gimnasia se medirá contra Estudiantes.
En La Bombonera, el equipo de Claudio Úbeda eliminó a los dirigidos por Nico Diez y sumó su sexta victoria al hilo. Espera en semis por el ganador de Racing-Tigre
Boca Juniors avanzó a las semifinales del Torneo Clausura tras vencer por 1-0 a Argentinos Juniors en el estadio Alberto J. Armando (La Bombonera). El único gol del encuentro lo marcó Ayrton Costa en los primeros minutos, asegurando la clasificación del equipo local, que ahora espera por el ganador del cruce entre Racing y Tigre.
El equipo dirigido por Úbeda consolidó su candidatura al título al sumar su sexta victoria en siete partidos. Durante el partido, Agustín Marchesín fue determinante al evitar el empate en varias ocasiones, destacándose especialmente ante remates de Diego Porcel y Alan Lescano.
El Millonario necesitaba que el Granate siguiera en carrera por el Torneo Clausura, pero su derrota ante Tigre lo complicó. Qué necesita para participar del máximo certamen continental
La derrota de River Plate ante Racing por los octavos de final del Torneo Clausura en el Cilindro de Avellaneda, eliminó una de las chances que le quedaban al conjunto dirigido por Marcelo Gallardo para poder clasificarse a la Copa Libertadores 2026. Era la única en la que dependía de sí mismo.
Al no poder ser campeón, la Banda dejó atada a otros tres equipos su suerte para lograr un boleto para la fase previa del torneo internacional: lo conseguirá si se libera un cupo en la tabla anual, donde River Plate terminó en el cuarto puesto.
Sin embargo, una de estas tres posibilidades se esfumó esta noche, con la eliminación de Lanús del Torneo Clausura. Es que con la reciente conquista del Granate en la Sudamericana, la combinación extra a su favor era que el equipo de Mauricio Pellegrino se consagrara campeón del Clausura para liberar un cupo por la Tabla Anual que caería para los de Núñez.
Te puede interesar:Maxi López explicó por qué sus hijos no vieron a Mauro Icardi cuando estuvo en el país: “Con mis chicos estoy yo”
El artículo 27.10 del Reglamento de la Liga Profesional así lo indica: “Si un equipo argentino resultara Campeón de la Copa Conmebol Sudamericana 2025, el mismo obtendrá una plaza adicional a la Copa Conmebol Libertadores 2026. Si este equipo ganador de la Copa Conmebol Sudamericana 2025, ya ocupara alguna de las posiciones clasificatorias previstas en los artículos 27.1., 27.2., 27.4., 27.5. o 27.6., su lugar será ocupado por el siguiente equipo mejor ubicado de la Tabla General de Posiciones 2025 (artículo 24), según corresponda (River Plate), produciéndose el reordenamiento de Posiciones en las plazas de la Copa Conmebol Libertadores 2026 de acuerdo a la reglamentación aquí aludida, hasta cubrir la totalidad de las mismas (incluidas la Copa Conmebol Libertadores 2026 y Sudamericana 2026)“.
El equipo de Gallardo ya había visto cerrarse otras vías de clasificación tras ser eliminado de la Copa Libertadores por Palmeiras y de la Copa Argentina por Independiente Rivadavia. Por este motivo, la tabla anual se había transformado en la última esperanza para el club de Núñez. Si no logra el objetivo, River Plate deberá conformarse con disputar la próxima edición de la Copa Sudamericana, un desenlace que marcaría el cierre de un año adverso para la institución.
River Plate fue campeón de la Copa Libertadores en cuatro ocasiones: 1986, 1996, 2015 y 2018, las últimas dos bajo la conducción técnica de Gallardo. Hace siete años la coronación llegó con el valor agregado de vencer en la final a Boca Juniors en el recordado partido disputado en el Estadio Santiago Bernabéu, en Madrid.
Poder estar presente en la venidera Copa Libertadores representa un desafío deportivo por el prestigio del certamen, pero también un objetivo por lo económico. En caso de no conseguirlo por primera vez en doce años River Plate no disputará el principal torneo de clubes del continente.