Sobre la cabeza del dictador chavista pesa una recompensa: 50 millones de dólares. Cómo la organización creció al tiempo que millones de venezolanos debieron abandonar su país y sus familias
Es paradójico. A medida que Venezuela fue enredándose en los tentáculos del chavismo y enterrándose en una decadencia que pareciera no tener fin, el Cartel de los Soles fue creciendo en infraestructura, influencia territorial e internacional. Lo que a esta altura no resulta paradójico es que el poder tanto del régimen como del grupo narcoterrorista se centra en una sola persona: Nicolás Maduro.
Si bien nació hacia 1993, el cartel se convirtió en una multinacional del narco con el ascenso y consolidación de Hugo Chávez y Maduro en Miraflores.
Con la llegada de Chávez al Ejecutivo, el grupo sistematizó el uso de infraestructura estatal y militar venezolana -aeropuertos, puertos marítimos y vehículos oficiales- para movilizar cocaína hacia el Caribe, América Central, África, Medio Oriente y Europa.
En las últimas dos décadas su crecimiento fue progresivo y constante, y cuando el régimen venezolano supo que además de recibir sobornos por hacer la vista gorda podía ser socio activo y mayoritario, se involucró de lleno, de acuerdo a una investigación de la ONG InsightCrime. Fue así que durante el chavismo, ese mismo esqueleto militar le permitió reforzar sus vínculos con otras organizaciones criminales de América Latina, como las FARC y el ELN, en Colombia, o el Cartel de Sinaloa, en México.
Esa estructura, con el correr de los años -regada por Chávez primero y Maduro después- fue creciendo de forma desmedida. En ella se vieron involucrados los generales del Alto Mando Militar dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) -con Vladimir Padrino López a la cabeza-, el propio Maduro, Diosdado Cabello, Cilia Flores y los ‘narcosobrinos’, las agencias de inteligencia chavistas, jueces y empresarios del poder.
El dictador Nicolás Maduro (centro) y el general Vladimir Padrino López (derecha) durante un ejercicio en Fuerte Tiuna en enero pasado. Ambos están señalados de ser popes dentro de la estructura del Carte de los Soles (Reuters)
En la actualidad, gran parte de las maniobras que realiza Maduro son tendientes a facilitar el accionar de esta organización criminal. Desde la asignación de determinados militares y magistrados hasta el llamado a comicios –tanto estatales como municipales– para, al mismo tiempo, validar áreas de operatividad y barrer opositores que podrían estropear las operaciones.
Las “elecciones” de alcaldes en el país del pasado 27 de julio resultaron un cronograma más de control territorial para ilícitos que para mostrar algún tipo de progreso democrático al mundo, luego del megafraude del 28 de julio de 2024, donde la dictadura le robó el triunfo presidencial a Edmundo González y a los venezolanos.
Este último simulacro electoral le sirvió al chavismo para quedarse con 285 alcaldías de las 335 en juego. Muchos de los postulantes opositores clave no pudieron participar: fueron detenidos a principios de 2025. Esto le garantizó a Maduro -y al Cartel de los Soles– territorios fronterizos clave para el narcotráfico.
Esa es una de las claves de esta organización criminal. El Cartel de los Soles es un gran facilitador de rutas de otros grupos narcoterroristas como el mexicano Cartel de Sinaloa o el también venezolano Tren de Aragua. Incluso, la de Maduro es una banda delictiva que durante todos estos años se dedicó también al tráfico de armamento y al lavado de activos.
Recompensa
Fueron dos los golpes que recibió Maduro en apenas días. El primero de ellos fue el 25 de julio cuando el Departamento del Tesoro designó al Cartel de los Soles como “Terrorista Global Especialmente Asignado”.
Scott Bessent, secretario de esa oficina norteamericana dijo: “El Departamento del Tesoro seguirá tomando medidas enérgicas contra organizaciones violentas como el Tren de Aragua, el Cártel de Sinaloa y sus facilitadores, como el Cártel de los Soles”.
Joaquín “El Chapo” Guzmán está preso de por vida en una penitenciaría de Colorado, Estados Unidos. Durante su juicio salieron a la luz nexos del Cartel de Sinaloa con el Cartel de los Soles (EFE)
Pocos días después, el 7 de agosto, los Estados Unidos anunciaron que elevaban la recompensa para aquel que aportara información que pudiera dar con Maduro hasta un valor récord: 50 millones de dólares. La cifra representa bastante más de lo que alguna vez la Casa Blanca ofreció por Osama Bin Laden, enemigo número uno y el autor intelectual del ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
“Es una organización criminal, que abarca hasta los diversos cárteles que operan en México, Ecuador y Guatemala”, dijo Marco Rubio, secretario de Estado norteamericano, en referencia al Cartel de los Soles.
El cartel de “recompensa” con la imagen de Maduro y la estampa de los 50 millones de dólares recorrió el mundo y despertó aún más curiosidad sobre este dictador acusado de liderar una de las mayores organizaciones de narcotráfico del planeta.
Al mismo tiempo que la fiscal general de los Estados Unidos Pamela Bondi anunciaba cuánto valía la información por la cabeza de Maduro, informaba que también se habían incautado bienes del pope venezolano por 700 millones de dólares.
Entre lo confiscado figuraban dos aviones, varias propiedades en Florida, mansiones en República Dominicana, una finca de caballos, vehículos superlujosos, joyas y efectivo. “Es uno de los mayores narcotraficantes del mundo y una amenaza para nuestra seguridad nacional”, dijo Bondi.
“No toleraremos a un narcoterrorista que inflija daño a los Estados Unidos. Trataremos a los terroristas como Estados Unidos los ha tratado en el pasado“, dijo el senador republicano por Ohio, Bernie Moreno.
Por su parte, el representante republicano por FloridaCarlos Giménez dijo: “50 millones de recompensa al que nos ayude a capturar al dictador criminal Nicolás Maduro. Hay que acabar con este asesino, el verdugo de la nación venezolana”.
Hace pocos días, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, también designó al Cartel de los Soles como organización terrorista. El jefe político ecuatoriano sabe a lo que se enfrenta: el grupo narco chavista opera también en su territorio y podría ser una de las organizaciones que dan vida a las mafias locales que tienen en jaque a la sociedad.
El Cartel de Maduro
Aislado internacionalmente, temeroso de salir de Miraflores, con la popularidad en sus niveles más bajos, una situación social y económica crítica, siete millones de venezolanos en el exilio, cientos de presos políticos y viendo fantasmas a cada paso, Maduro se recostó aún más sobre los militares, garantes y portadores de las armas. Para ello les otorga más y más poder dentro de la organización delictiva. En definitiva, el Cartel de los Soles amaneció en las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Maduro también buscó apoyo de los jefes de las FARC para capacitar a un grupo de milicianos ilegales que actuó, en la práctica, como un brazo armado del Cartel de los Soles.
Además, coordinó con traficantes de drogas de Honduras y otras naciones, facilitando operaciones de tráfico a gran escala. Dirigió al Cartel de los Soles para suministrar armas de uso militar a las FARC y participó en una alianza violenta y corrupta de narcoterrorismo junto a la organización guerrillera colombiana y se cree que gestionó personalmente envíos de varias toneladas de cocaína producida por las FARC.
Nicolás Maduro se dirige al público durante un acto para conmemorar el aniversario de su controversial reelección y el cumpleaños de Hugo Chávez, el lunes 28 de julio de 2025, en Caracas (AP)
Los tentáculos internacionales de la mafia fueron creciendo a medida que los venezolanos se empobrecían y huían del país. Durante años, el Cartel de los Soles y sus popes dieron asistencia a otro célebre criminal transnacional: Joaquín “El Chapo” Guzmán, el capo absoluto del Cartel de Sinaloa y, a la postre, socio de Maduro.
Hoy, Guzmán cumple sentencia en la prisión federal ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos. Es la más segura del país y, para muchos, la más impenetrable del planeta. Antes de alojarse allí para siempre, durante el juicio que se le siguió se explicó con detalle cómo el Cartel de Maduro asistía a su organización.
Entre otras cosas, las pistas aéreas en Maracaibo desde donde despegaban aviones repletos con toneladas de cocaína hacia los destinos señalados por el grupo de Sinaloa eran algunos de los vínculos que pudieron comprobarse durante el juicio contra el narco mexicano en Nueva York, a partir de llamadas cruzadas y testimonios clave. Así lo documentó la Fiscalía de Estados Unidos ante la Corte del Distrito Este de esa ciudad el 20 de enero de 2017.
En marzo de 2020, otro tribunal neoyorquino -Distrito Sur- presentó cargos contra Maduro por conspiración para poseer ametralladoras y artefactos destructivos, así como por posesión de dichas armas. También fue acusado por conspiración para importar cocaína y delitos de narcoterrorismo.
Pero eran tiempos en que su cabeza valía 15 millones de dólares. Hoy, esa recompensa se elevó a 50 millones, la más alta en la historia de los Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos evitó calificar el diálogo como positivo o negativo y no precisó qué asuntos se abordaron ni los alcances del intercambio
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este domingo que habló por teléfono con el dictador venezolano Nicolás Maduro, aunque evitó ofrecer detalles sobre el intercambio.
El anuncio se produjo a bordo del Air Force One, donde el mandatario fue consultado por la prensa acerca de reportes publicados por distintos medios.
“La respuesta es sí”, dijo al confirmar la llamada. Ante preguntas sobre cómo transcurrió la conversación, señaló: “No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica”.
Añadió que se trata de un asunto “muy complicado”, sin ampliar el contenido del diálogo.
La confirmación del contacto ocurre en un contexto de creciente presión por parte de Washington. Según fuentes consultadas , Trump, acompañado por el secretario de Estado Marco Rubio, comunicó a Maduro que Estados Unidos intensificará las acciones militares si no abandona el poder.
El presidente de Estados Unidos evitó calificar el diálogo con el dictador chavista, Nicolás Maduro, como positivo o negativo (REUTERS/Leonardo Fernández Viloria)
Sobre las distintas versiones de la prensa sobre el contenido de la conversación, un vocero negó que Trump y Maduro estén evaluando un encuentro para negociar una transición.
“Es un invento”, afirmó la fuente a Infobae al descartar cualquier tipo de acercamiento bilateral orientado a otorgar margen de maniobra al régimen chavista.
En este escenario, los líderes opositores Edmundo González Urrutia y María Corina Machado esperan que se produzca un cambio definitivo en el poder para asumir una transición democrática y pacífica.
Las recientes declaraciones de Trump también evidencian el endurecimiento de las acciones sobre el dictador chavista.
Durante el intercambio con los periodistas a bordo del avión presidencial, el mandatario estadounidense argumentó que elespacio aéreo venezolano debía considerarse cerrado porque su gobierno no considera al país “amistoso”.
Aseguró que desde allí ingresó al territorio estadounidense un elevado flujo de personas que, según él, provienen de “cárceles, pandillas y redes de narcotráfico”. Cuando se le preguntó si esa advertencia implicaba acciones militares inminentes, respondió: “No interpreten nada”.
Donald Trump confirmó que habló con el dictador venezolano Nicolás Maduro (REUTERS/Anna Rose Layden)
Tras la advertencia de Trump, seis aerolíneas internacionales suspendieron vuelos hacia y desde Venezuela, lo que llevó a la dictadura chavista a revocar sus permisos en represalia y acusarlas de “sumarse a las acciones de terrorismo de Estado promovido por el gobierno de los Estados Unidos”.
Entretanto, el senador republicano Markwayne Mullin confirmó que Washington puso sobre la mesa una oferta de salida para Maduro.
“Le dimos la oportunidad de irse. Le dijimos que podía ir a Rusia o a otro país”, afirmó en una entrevista con CNN, precisando que la administración Trump busca elevar la presión sin planear el despliegue de tropas en territorio venezolano.
Mullin, miembro del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, subrayó que el objetivo del gobierno es “proteger nuestras propias costas”.
Estas gestiones diplomáticas se desarrollan en medio de un amplio operativo estadounidense cerca de Venezuela.
Trump advirtió esta semana que los esfuerzos para frenar el narcotráfico venezolano “por tierra” comenzarían “muy pronto”.
Trump advirtió esta semana que los esfuerzos para frenar el narcotráfico venezolano “por tierra” comenzarían “muy pronto” (REUTERS)
Diversos sitios de rastreo de aeronaves han registrado una actividad constante de aviones de combate estadounidenses apenas a unas decenas de kilómetros de las costas venezolanas en los últimos días. Países vecinos como República Dominicana autorizaron a Estados Unidos el uso de infraestructuras aeroportuarias, mientras Trinidad y Tobago albergó ejercicios recientes del Cuerpo de Marines estadounidense.
El refuerzo militar incluye mayor presencia de escuadrones y ataques selectivos a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, medidas que Washington justifica como parte de la lucha contra el tráfico de drogas que, según sus informes, coordina el régimen venezolano.
Un despliegue militar sin precedentes en el Caribe intensifica la presión internacional sobre el régimen de Maduro, mientras la oposición busca sumar apoyo interno y externo para propiciar la transición en Venezuela
“Necesitamos reunir todas nuestras fuerzas para lograr un golpe capaz de variar la suerte del país”. Lo escribió Simón Bolívar en 1823, en una carta desde Guayaquil dirigida al general Antonio José de Sucre, en plena expedición colombiana al Perú.
Pero, aceptadas las licencias históricas, podría ser una cita del “Manifiesto de Libertad” que estos días ha lanzado María Corina Machado, en plena ofensiva contra el régimen de Maduro.
“El pueblo se alzará desde esta oscura era de opresión con una sola misión: la libertad”, asegura en su proclama al pueblo venezolano, después de haber pedido al Ejército que acompañe la transición pacífica: “Se parte del futuro luminoso de Venezuela y no de la ruina que la tiranía destruyó”.
En el remate final, una afirmación epifánica: “Lo que va a pasar ya está pasando. Esa hora decisiva es inminente”.
¿Es así, tal como asegura la líder venezolana? ¿Lo que va a pasar ya está pasando, y la hora decisiva es inminente? Ciertamente, el presente continuo es indiscutible, porque los acontecimientos se están precipitando a un ritmo extraordinario. Pero que ello implique una hora decisiva e inminente, es decir, un momento histórico, es una afirmación tan entusiasta como precipitada.
María Corina Machado publicó el Manifiesto de Libertad
Son tantas las variables que están interfiriendo en la cuestión venezolana, que solo es seguro afirmar dos cosas: una, que ha llegado la hora de Venezuela; y dos, que la rueda que ha empezado a girar ya no puede pararse. Sin embargo, confirmado el movimiento, cualquier análisis que intente descifrar qué dirección tomará, entra en el terreno de la especulación.
Los hechos son claros: Venezuela sufre un régimen criminal asentado en estructuras del narco, infiltrado por la inteligencia cubana, apoyado por Irán y Rusia y gobernado por un poder autárquico y represivo que ha destruido a tal nivel los recursos del país, que su colapso no tiene parangón en la historia reciente de Latinoamérica. Más de un millar de presos políticos, una represión sistémica, una destrucción masiva de la actividad económica, y la perversa impunidad de mantenerse en el poder robando literalmente las elecciones.
A ello cabe añadir la nefasta influencia en todo el eje bolivariano, la exportación de sus estructuras narco en países cercanos, y su capacidad de mimetismo en los entornos vecinos, con Colombia como preocupación urgente.
Si el régimen de Maduro cae, Cuba es insostenible, no en vano sobrevive gracias a la vampirización que perpetra de los recursos venezolanos, y con ella tampoco se mantiene el régimen de Nicaragua. Pero, sobre todo, como avisa la oposición colombiana, la caída de Maduro frenará la bolivarización que Petro lidera en Colombia.
Los dictadores de Cuba y Venezuela: Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro (REUTERS/Leonardo Fernandez Viloria)
En definitiva, la caída del régimen es necesaria a todos los niveles: para acabar con la brutal represión que sufre el pueblo venezolano; para luchar contra el crecimiento ingente del narco; para sanear la economía del país y de toda la región; y, en definitiva, para convertir el hub criminal que ahora es Venezuela, en un hub económico y energético que dinamice toda la región.
Pero, con los hechos claros, la cuestión es cómo se consigue que caiga el régimen, y a pesar de que el ruido militar en el Caribe pudiera sugerir que solo hay una posibilidad, lo cierto es que hay cuatro opciones para la caída de Maduro: la intervención militar exterior; la intervención militar interior; la sublevación militar interior, combinada con una insurrección interior; y un pacto con el régimen para una transición pacífica.
Cabría imaginar una quinta, la opción del mantenimiento del régimen, pero ello, a estas alturas, es altamente improbable. La maquinaria política y militar que se ha puesto en marcha es enorme, el momento es oportuno y la degradación del régimen ha entrado en barrena. Además, es impensable que la administración Trump deje inconcluso el proceso que ha iniciado.
Donald Trump prevé hablar con Nicolás Maduro (REUTERS/Anna Rose Layden)
Primera opción, la intervención americana. De momento, Estados Unidos ha desplegado el 20% de su fuerza naval en el Caribe. Los datos son estridentes: el poderoso USS Gerald R. Ford, miles de marines desplegados, los caza F-35 y los destructores afincados en la base Roosevelt Roads de Puerto Rico, los paseos de los aviones de guerra por los cielos de Curazao, el imponente avión de ataque AC-130J Ghostrider, maniobrando con dos otros aviones de guerra en El Salvador, y para rematar, los viajes del jefe del estado mayor americano, el general Dan Caine, por Puerto Rico y ahora en Trinidad y Tobago.
Es evidente que se trata de un despliegue imponente -el más grande en América Latina desde la invasión de Panamá-, con un poder amenazador indiscutible. Pero, ¿su función es intervenir, asustar, u obligar a pactar? O todo a la vez, que también es posible.
Si fuera el caso, no es imaginable una intervención terrestre, que podría convertir a Venezuela en un nuevo Vietnam. Pero, sin infantería, Estados Unidos podría planificar una intervención con drones y mísiles contra sectores estratégicos, como el Puerto Cabello, el más importante, y clave en el tránsito de drogas.
La guerra sería, sin ninguna duda, asimétrica y probablemente tan rápida como lo fue la intervención en Irán, pero sería un terremoto cuyas réplicas llegarían a Rusia. Además, Trump no es un belicista, sino un negociador, un pactista, y cabe imaginar que esta opción será la última y, si es el caso, combinada con la opción interior.
El portaaviones USS Gerald R. Ford (AP foto/John Clark)
La segunda opción cabalga con la tercera, no en vano parece improbable una sublevación militar contra el régimen, a pesar de la alta deserción que sufre el ejército venezolano. Pero también es alta la corrupción de sus dirigentes, y su implicación con el Cártel de los Soles (llamado así precisamente por la insignia del sol que lleva el ejército en el uniforme), que acaba de entrar en la lista OTE norteamericana de organizaciones terroristas.
En cambio, no es tan improbable que, si se consigue una insurrección general ciudadana, auspiciada por el movimiento de María Corina Machado -que ya demostró su enorme fuerza popular con la masiva abstención en los últimos comicios-, se produzca también el apoyo de parte del ejército. Con ello cuenta la oposición, como también debe contar con la ingente presencia de miembros de la CIA en el país.
Pero esa posibilidad necesitaría de la intervención americana en sectores estratégicos, para garantizar el éxito, y es por ello, probablemente, que se ha producido el gran despliegue militar americano. Como decía Philip Gunson, experto del International Crisis Group, “si la presión no funciona, y no hay respuesta militar de Estados Unidos, la flota debería irse sin haber completado su misión, y eso tendría un precio político enorme”.
La recompensa millonaria de Estados Unidos por la captura de Nicolás Maduro
Finalmente, la cuarta, en línea con “la presión” de la que habla Gunson: el pacto para una transición pacífica. No hay duda de que sería la opción deseable, y si es cierto que Trump está dispuesto a hablar con Maduro, según ha publicado el portal Axios y él mismo ha ratificado, la vía de la negociación podría abrirse. Y una negociación con la oposición a punto de calle y con el poderío militar americano a las puertas, podría tener más visos de tener resultados. Ello si finalmente ocurre, lo cual es tan posible, como improbable.
“Lo que va a pasar, está pasando”, decía Corina, y sin duda está pasando de todo. Pero la situación es muy inflamable y de muy difícil pronóstico. Solo cabe esperar que los acontecimientos se precipiten en la dirección de un futuro libre para Venezuela. También para ello, se puede rememorar a Bolívar cuando decía que era el hombre de las mil dificultades. Las venció a todos. Su memoria acoge la esperanza.
El veredicto contra Ali, declarado culpable del homicidio de Rachel Castillo y de violar sus restos tras exhumarlo, conmociona a la sociedad estadounidense y marca un precedente en la lucha contra la violencia de género
Zarbab Ali, de 28 años, fue declarado culpable por el tribunal del condado de Ventura, en California, del asesinato de su exesposa, Rachel Castillo.
El caso generó profunda conmoción en Estados Unidos por el nivel de violencia y la ausencia de remordimiento mostrada por Ali durante el proceso judicial. Los hechos ocurrieron el 10 de noviembre de 2022, cuando Ali ingresó ilegalmente al departamento de Castillo en Simi Valley, donde la atacó por sorpresa y la apuñaló en repetidas ocasiones.
“Abrí el cuchillo y la apuñalé. Ella intentó huir y defenderse, pero la alcancé”, declaró Ali ante el tribunal, según Paris Match y Ventura County Star.
Ali relató que planeó el crimen durante meses, impulsado por celos y el resentimiento tras la separación y el pago de la pensión alimenticia. La noche del asesinato dejó a sus dos hijas, de 2 y 5 años, al cuidado de sus padres, anticipando que no podría responsabilizarse de ellas después del crimen. “La quería muerta… Me enfurecía que no me dejara pasar página”, explicó en la audiencia.
El juicio se llevó a cabo en la Corte Superior del condado de Ventura, donde el acusado relató con frialdad y detalle cómo ideó y ejecutó el crimen (Ventura County District Attorney’s Office)
Detalles del caso y confesión del acusado
Después de asesinar a Castillo, Ali envolvió el cuerpo en una manta e intentó limpiar el lugar antes de trasladarlo a una zona remota de Antelope Valley.
Allí, la enterró en una tumba poco profunda. Sin embargo, la violencia no terminó. Horas después, cerca de las dos de la madrugada, regresó al sitio, exhumó el cadáver y lo violó. En su confesión policial, que fue proyectada en la sala, afirmó: “Solo para confirmar que soy un monstruo, la violé. Si no hubiera asumido mi naturaleza monstruosa, ella habría muerto inútilmente”. Tras esa acción, volvió a enterrar el cuerpo.
La desaparición de Castillo fue reportada el 10 de noviembre, luego de que su hermana encontrara una gran cantidad de sangre en el apartamento y observara que tanto el teléfono, las llaves como el coche de Rachel seguían allí.
El 13 de noviembre, el cuerpo fue hallado en Antelope Valley por las autoridades. Ali fue arrestado el 14 de noviembre y, tras varias declaraciones, confesó de manera detallada sus actos. Los investigadores y la fiscalía presentaron pruebas contundentes que llevaron al veredicto de culpabilidad.
Zarbab Ali fue arrestado el 14 de noviembre de 2022, apenas un día después de que la policía hallara el cuerpo enterrado de Rachel Castillo en una zona desértica del Antelope Valley (Ventura County District Attorney’s Office)
Impacto en la familia y próxima sentencia
El fiscal David Russell destacó el sufrimiento de los familiares de Rachel: “Nuestros pensamientos están con la familia de Rachel, que ha soportado un dolor inimaginable desde el día en que se la arrebataron”. Russell subrayó que esta condena “asegura que el acusado pase el resto de su vida en prisión y que la comunidad quede protegida de él para siempre”.
Tras el fallo, los familiares de Castillo, entre ellos su tía Renee Redding, expresaron alivio por el veredicto, a la vez que desmintieron los argumentos de Ali sobre una supuesta vida sexual promiscua de la víctima.
“Era una estudiante brillante de máster, no una adicta ni una ninfómana”, declaró Redding al Ventura County Star.
Los allegados de Rachel Castillo enfrentan la imposibilidad de reparar la pérdida, mientras esperan que la condena definitiva brinde algo de justicia el próximo 12 de enero (Familia Castillo)
Castillo, madre de dos hijas pequeñas, cursaba un máster en psicología clínica en la Universidad Pepperdine y aspiraba a ser terapeuta.
Ali fue condenado por homicidio en primer grado, exhumación de cadáver y violación de restos humanos. La sentencia definitiva se dará a conocer el 12 de enero de 2026.
La crudeza de los hechos, la planificación y la total falta de arrepentimiento de Ali convirtieron este caso en uno de los más estremecedores del estado. El recuerdo de Rachel Castillo permanece vivo entre sus seres queridos, quienes destacan el vacío profundo que deja en la vida de sus hijas y familiares.