Con más de 4,7 millones de electores y una alta densidad urbana, la Primera sección concentra un botín clave para las principales fuerzas políticas. Cómo se compone y cómo juega cada intendencia
“La Tercera es del peronismo, el interior es del antiperonismo, y el que gana la Primera gana la elección”. La sentencia de un veterano dirigente que conoce de armados, campañas y discusiones políticas en la provincia de Buenos Aires grafica, de manera muy simplificada, como analiza el poder la estrategia de cara a las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre.
Pero la frase adquiere por estos días más valor: según datos oficiales del padrón provisorio, la Primera Sección cuenta con 4.732.831 electores habilitados, lo que la convierte en la sección más poblada de la provincia, por encima de la Tercera (4.637.863). Por primera vez, el conurbano norte y oeste supera al sur en cantidad de votantes, y eso altera el equilibrio de fuerzas dentro del mapa bonaerense.
Así, el peronismo unido y el frente del PRO y La Libertad Avanza apuestan a los 24 distritos del conurbano norte y oeste, un tercio del electorado bonaerense, para incidir en el resultado electoral: se trata de Campana, Escobar, General Las Heras, General Rodríguez, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, Luján, Malvinas Argentinas, Marcos Paz, Mercedes, Merlo, Moreno, Morón, Navarro, Pilar, San Fernando, San Isidro, San Miguel, Suipacha, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López.
Este grupo de municipios representa un voto heterogéneo. Por ejemplo, Vicente López es gobernado por Soledad Martínez, referente del PRO bonaerense y vicepresidenta del partido a nivel nacional, que reemplazó a Jorge Macri cuando el actual jefe de Gobierno porteño decidió hacer política en CABA. Fue una de las dirigentes que resistió el acuerdo con los libertarios. San Isidro, en tanto, es gobernado por Ramón Lanús, un ex funcionario macrista con muy buena relación con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Lo mismo que Diego Valenzuela en Tres de Febrero. Son tres regiones importantes donde, en teoría, la preferencia del voto iría con el oficialismo nacional.
Otros distritos tienen más historia peronista, con intendentes que responden a diferentes corrientes internas, como Merlo (Gustavo Menéndez), Moreno (Mariel Fernández), Malvinas Argentinas (Leonardo Nardini), José C. Paz (Mario Ishii), Ituzaingó (Pablo Descalzo), Hurlingham (Damián Selci), San Martín (Fernando Moreira), Escobar (Ariel Sujarchuk), General Rodríguez (Mauro García), Marcos Paz (Ricardo Curutchet, aliado del peronismo), San Fernando (Juan Andreotti), Tigre (Julio Zamora), Luján (Leonardo Boto), Navarro (Facundo Diz), Las Heras (Javier Osuna) y Suipacha (Alejandro Federico).
Diego Valenzuela, de Tres de Febrero
Un dato clave que seguirán de cerca es el resultado que obtuvo LLA en 2023. Pese a no ganar intendencias, logró entre el 17 % y el 25 % en varios municipios (Morón, Merlo, Malvinas Argentinas), lo que lo convirtió en un actor relevante, además, dentro de los concejos deliberantes.
Así, los municipios que conforman el núcleo más poblado de esta región, y tienen un peso decisivo en el reparto de bancas legislativas, son Merlo (434.550 electores), San Martín (378.476 electores), Moreno (372.309 electores), Tigre (293.452 electores), San Isidro (291.305 electores). De los cinco, tres responderían al peronismo, uno al frente PRO-LLA y otro al flamante frente “Somos Buenos Aires”.
En cuanto al desempeño electoral, en 2023, Unión por la Patria se impuso por 18 puntos porcentuales a Juntos: 44,36% (1.504.238 votos) a 26,46% (897.328 votos). En tercer lugar, quedó LLA con casi el 24,78% (840.345 sufragios). Este año, todas las proyecciones del peronismo no son tan optimistas.
A nivel general, la lista de los 10 primeros municipios con más electores la encabeza La Matanza (1.057.458), seguido por La Plata (576.691), Mar del Plata (575.613), Lomas de Zamora (519.157), Quilmes (480.256), Almirante Brown (460.982), Merlo (434.550), San Martín (378.476), Lanús (375.477) y Moreno(372.309). A excepción de Mar del Plata, el resto son distritos gobernados por el peronismo.
Senadores y nombres
En este turno electoral, a Primera Sección de la provincia de Buenos Aires renovará sus 8 bancas de senadores provinciales. Por la rotación que hay en cada elección, en esta oportunidad no pondrá en juego bancas de diputados provinciales. Del lado del flamante Frente La Libertad Avanza, la mesa de negociación que integran Cristian Ritondo, Diego Santilli, Guillermo Montenegro y el libertario Sebastián Pareja, analiza varios nombres para encabezar la boleta.
Diego Valenzuela es uno. El jefe comunal viene levantando su perfil en los últimos meses, y la semana pasada encabezó un acto en su municipio junto a Bullrich. Todo un gesto político para aquel que lo quiera ver. El macrista Cristian Gribaudo, ex candidato a presidente de Boca Juniors, es otro. Algunos también mencionan a Santilli: el diputado nacional tendría decidió dejar pasar septiembre y ser candidato en octubre, pero hay sectores que lo quieren en la lista para el 7 de septiembre con la premisa de que “tienen que jugar todos los mejores”.
Gabriel Katopodis. Actual funcionario bonaerense (@gkatopodis)
En cuanto al peronismo, suenan los nombres del ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, y el jefe comunal de Malvinas Argentinas, Nardini. El primero estaría mejor posicionado en las encuestas. Los intendentes de Pilar, Achaval, y San Fernando, Andreotti, también estarían en la discusión, teniendo en cuenta que aún rige la prohibición a la reelección indefinida en cargos ejecutivos. La especulación en cuanto a la Primera Sección es intentar equiparar los votos y buscar hacer diferencia en la Tercera, donde todavía resta definir si Máximo Kirchner finalmente se presentará como candidato.
Por último, la nueva oferta que representa la alianza entre el peronismo disidente, el radicalismo y la Coalición Cívica, entre otros partidos, podría llevar a Julio Zamora al frente de la boleta de senadores.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.