En una señal a dos puntas, la mesa chica cegetista convocará a la marcha del 7 de agosto en San Cayetano, pero mantiene su presencia en el Consejo de Mayo. Los detalles incómodos del acuerdo con el gobernador
La CGT volverá a marchar el 7 de agosto, tal como lo hizo el 1° de mayo pasado
¿Se puede dialogar con el Gobierno y, a la vez, protestar en la calle contra ese mismo Gobierno? La CGT lo hará posible: su máxima dirigencia está a punto de convocar a una movilización para el 7 de agosto, con motivo de San Cayetano, que tendrá un fuerte sesgo opositor, sin dejar de participar del Consejo de Mayo, con funcionarios libertarios, gobernadores, legisladores y empresarios, donde se buscan acuerdos sobre la modernización laboral, entre otros temas.
Será todo un desafío para la CGT tener un pie en cada vereda, aunque también podría suceder algo similar en su relación con Axel Kicillof: en la reunión de este viernes, una comitiva cegetista le llevó el apoyo a su proyecto político, pero se fue con la amarga certeza de que le bajarán de 3 a uno los lugares en la lista de candidatos a diputado nacional en las elecciones del 26 de octubre.
En principio, la mesa chica de la CGT podría reunirse en los próximos días para formalizar la convocatoria a sumarse el 7 de agosto a la marcha que desde 2016 realizan los movimientos sociales a la iglesia de San Cayetano, en Liniers, heredera de la movilización que la CGT de Saúl Ubaldini realizó contra la dictadura el 7 de noviembre de 1981, con la consigna “Pan, paz y trabajo”.
La marcha a San Cayetano que hicieron los movimientos sociales en 2024 (Foto NA)
¿Por qué los líderes sindicales darán una clara señal opositora en medio del diálogo con la administración libertaria? “Hasta ahora no logramos nada porque el Gobierno no da muestras de querer negociar e incluso nos enteramos por los diarios de medidas como el cierre de Vialidad”, se quejó a Infobae un jefe cegetista.
La dirigencia de la CGT, por un lado olfatea una oportunidad de desgastar a la Casa Rosada luego de la fuerte pelea de Javier Milei con los gobernadores y la zozobra de los proyectos oficiales en el Congreso. Al mismo tiempo, la CGT quiere evitar que el ala dura sindical la siga corriendo por izquierda con protestas como la marcha contra Federico Sturzenegger y las 30 ollas populares instaladas en Plaza Constitución.
Por eso la cúpula de la CGT resolvió subirse a la marcha a San Cayetano para recuperar el reflejo opositor y darle un mensaje tanto al Gobierno como a sus rivales internos. No parece casual: la movilización del 7 de agosto ya había sido resuelta por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que capitanea la postura sindical más dura y armó una suerte de central obrera paralela con la creación del Frente de Lucha por la Soberanía, el Trabajo Digno y el Salario Justo, junto con las dos CTA, la UTEP y los movimientos sociales.
El Frente Sindical marchó ante el Ministerio de Desregulación, con algunas críticas a la CGT
Los cuestionamientos a la conducción cegetista porque no hace un paro contra el Gobierno surgidos en la marcha contra Sturzenegger detonaron a fines de junio una áspera reunión de la mesa chica de la CGT, en donde varios dirigentes le reprocharon ese matiz crítico al titular de la CATT, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento). Uno de los apuntados fue el secretario del Interior de la CGT, Abel Furlán, enrolado en el kirchnerismo, quien había emplazado a la central obrera a a lanzar en forma urgente un paro general “contra el ajuste y la proscripción de Cristina Kirchner”.
En medio de esas presiones internas, la CGT ratificó su decisión de que Gerardo Martínez (UOCRA) participe del Consejo de Mayo, donde este líder sindical viene consensuando posiciones con el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, para impedir que el Gobierno tome la iniciativa con proyectos que pueden ser más ríspidos y controvertidos.
En principio, la CGT y la UIA plantearán una postura conjunta en un tema en el que habitualmente el sindicalismo no se mete: cómo bajar el costo argentino, es decir, cómo evitar que se incrementen los costos locales por el impacto de los impuestos. Todo comenzó cuando Rappallini le envió a Martínez el link de una entrevista que le hicieron a Claudio Drescher, creador de CaroCuore y titular de la Cámara de Indumentaria, quien reveló que un producto de su firma fabricado aquí se vende más barato en Chile que en la Argentina. “Lo que acá vale 100 de mi marca en Chile cuesta 85”, graficó.
Los integrantes del Consejo de Mayo, en su primera reunión en la Casa Rosada
El empresario le echó la culpa a algo que todos saben, pero nadie modifica: afuera no existe el costo financiero de las cuotas, el IVA, ingresos brutos, el impuesto al cheque y el costo financiero del 8% en vez del 35% real, según detalló. La idea del bloque CGT-UIA es reclamarle al Gobierno que sea el Estado el que alivie esa ecuación, pero, como advierte el líder de la UOCRA, sin tocar los derechos laborales. Según su visión, el famoso costo laboral no influiría en esta disparidad e incluso asegura que Rappallini comparte la postura que sostiene a rajatabla la CGT: “El costo argentino no incluye el salario ni los derechos constituidos”.
Mientras, el otro desafío que afronta la CGT quedó al desnudo en la reunión que tuvo con Axel Kicillof en La Plata: hasta ahora, el gobernador les había prometido 3 lugares entre los primeros 7 de la lista de candidatos a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires, pero, a partir del acuerdo en el PJ que derivó en el frente Fuerza Patria, la central obrera tendría sólo uno.
Ese escenario precipitará un debate interno en la central obrera: aunque presionaba por más espacios en las listas para tener un bloque sindical numeroso en el Congreso, ahora deberá conformarse con un único lugar en la nómina de diputados para octubre. ¿Quién será el elegido? ¿Será Héctor Daer, quien anunció que no iba a seguir en el triunvirato cegetista y luego decidió no competir por su reelección en ATSA Buenos Aires?
Axel Kicillof y la CGT, en la reunión de este viernes en La Plata
Daer tendría el aval del resto de los sectores de la central obrera, pero no sería el único sindicalista que accedería a un lugar en la lista de diputados nacionales. Cada sector interno del peronismo tendrá sus espacios en las listas de Fuerza Patria y decidirá cómo los distribuye. Por eso dicen que el líder de Sanidad sería el dirigente propuesto por Kicillof, mientras que Cristina Kirchner elegiría a Sergio Palazzo, el titular de la Asociación Bancaria, cuya banca de diputado vencerá en diciembre. Habrá que ver qué pasa con Vanesa Siley (SITRAJU), leal a la ex vicepresidenta, cuyo mandato de diputado nacional también vence a fines de año y es clave para el kirchnerismo: integra el Consejo de la Magistratura.
Hasta ahora, Sergio Massa no llevaría el nombre de ningún sindicalista a la mesa de negociaciones con Kicilof y Máximo Kirchner para las nóminas de candidatos. En su entorno deslizaron que el líder del Frente Renovador sólo tiene una deuda de gratitud con 4 o 5 dirigentes y con algunos incluso arrastra una particular enemistad desde su gestión como ministro de Economía.
El gobernador también afronta su propio desafío en las filas sindicales: cómo conformar a los sectores que quedarán afuera de las listas de candidatos. Aunque el nombre de Daer surja por consenso en la CGT, la lógica indica que Kicillof debería compensar a Hugo Moyano (Camioneros), que busca una banca para uno de sus hijos (Facundo o Hugo Antonio), y también a Luis Barrionuevo (gastronómicos), que negocia con el mandatario provincial desde la plataforma de su nuevo partido, Trabaj.ar, que lanzó con varios aliados gremiales.
Sergio Massa, Máximo Kirchner y Axel Kicillof
¿Kicillof abrirá su gabinete para hacerle honor a su acuerdo con el amplio espectro interno de la CGT? Incorporar cuadros propios al gobierno bonaerense es la expectativa que tienen algunos sindicalistas, resignados a que tendrán un solo lugar en la lista de diputados nacionales, aunque existe la promesa de una participación “amplia y activa” en el armado electoral para las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y los comicios nacionales del 26 de octubre.
Para la votación en la Provincia, de todas formas, la CGT reclamará a los intendentes espacios en las listas legislativas, así como lo hará en cada sitio en donde la central obrera haya normalizado sus regionales.
“No queremos limitarnos a sacar a la militancia a pintar paredes y a fiscalizar las elecciones; queremos recuperar poder”, advierten en la CGT, casi como un ruego. Y con la íntima sospecha de que, una vez más, no lo conseguirá.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.