La eliminación de las Letras de Financiamiento repercute en los instrumentos de liquidez inmediata y modifica la renta esperada por millones de ahorristas, mientras el sistema financiero y la plaza cambiaria buscan un nuevo equilibrio
El retiro de las LEFI, que eran el principal instrumento de absorción de pesos por parte del Banco Central, provocó una caída abrupta en las tasas de interés de cortísimo plazo y generó un exceso de liquidez inédito en el sistema financiero. Esa dinámica ya repercute sobre los fondos comunes de inversión que usan las billeteras digitales, lo que abre un nuevo escenario para los pequeños ahorristas: menor rendimiento, más riesgo y posibles movimientos hacia instrumentos de mayor duración.
Las LEFI –Letras Fiscales de Liquidez- fueron instrumentos emitidos por el Tesoro nacional con el objetivo de absorber pesos a cortísimo plazo. Eran colocadas exclusivamente en bancos y ofrecían rendimientos diarios con riesgo casi nulo, por lo que se habían convertido en el principal destino de los excedentes de liquidez del sistema. A comienzos de julio, las entidades financieras acumulaban unos $15,8 billones en estos instrumentos, según datos oficiales.
La decisión de eliminar las LEFI, implementada desde el jueves 10 de julio, liberó de manera inmediata una masa de pesos que no pudo ser absorbida en su totalidad en la última licitación del Tesoro. Como resultado, los bancos pasaron de registrar un déficit de encajes cercano al billón de pesos a un superávit récord de $7 billones, lo que provocó una saturación de liquidez en los instrumentos de muy corto plazo, desplomando la tasa de caución a un día desde el 20,6% nominal anual al 12%, por debajo incluso del mínimo del año.
Uno de los primeros impactos se observa en los fondos comunes de inversión de liquidez inmediata (T+0), que son utilizados por millones de ahorristas a través de billeteras digitales como Mercado Pago, Ualá, Prex, Personal Pay y otras. Estos fondos, que invierten principalmente en cauciones, ven disminuido su rendimiento ante la caída abrupta de la tasa de referencia.
Según advirtió Martín Przybylski, analista de One618, “los T+0 ya deberían empezar a sufrir: si la caución se acomoda en torno al 20% o 21%, los fondos pasarán a rendir eso en vez del 26% o 27% como venían”.
Aún no modificaron los encajes para los money market, si llegan a hacerlo, van a rendir menos todavía (Przybylski)
La situación es particularmente sensible porque los money markets no solo pagan menos, sino que podrían enfrentar nuevas limitaciones. “Aún no modificaron los encajes para los money market, si llegan a hacerlo, van a rendir menos todavía”, explicó Przybylski en diálogo con Infobae, y agregó que en ese contexto “deberíamos empezar a ver algo de traspaso hacia los T+1, fondos de Lecaps, etc.”. Es decir, hacia instrumentos con menor liquidez pero mayor rendimiento.
Aunque el impacto de la caída de tasas todavía no se reflejó de forma plena, los rendimientos de las billeteras digitales ya mostraban diferencias considerables hasta el viernes 11 de julio. Según datos relevados por el sector privado, Cocos lideraba el ranking con una TNA del 33,56%, seguida por Ualá con 30%, y Naranja X con 27%, aunque con topes de saldo a remunerar. Más abajo se ubicaban Personal Pay (25,50%), Prex (25,48%) y Mercado Pago (23,91%), mientras que otras plataformas como Astropay, Lemon Cash o LetsBit ya se encontraban por debajo del 23 por ciento.
Los rendimientos de fondos comunes de mercado de dinero podrían caer más si se concreta la suba de encajes para sus depósitos (Foto: Getty Images)
La perspectiva para estos rendimientos es marcadamente bajista, coinciden analistas del mercado. Con una caución cayendo a niveles del 12% nominal anual, y sin una nueva oferta de instrumentos de absorción inmediata por parte del Banco Central o el Tesoro, los fondos Money Market en los que invierten estas billeteras perderán rentabilidad progresivamente.
En el mercado financiero, la atención también estuvo puesta en los posibles efectos cambiarios de este nuevo entorno de tasas bajas. El viernes 11 de julio, las principales cotizaciones del dólar se mantuvieron relativamente estables, pero bajo un contexto de seguimiento estrecho por parte del Banco Central. El dólar oficial cerró en $1.275, el dólar tarjeta en $1.657,50, el blue en $1.300 (subió 0,40%), el MEP en $1.268 (0,10%) y el Contado con Liquidación en $1.270, sin cambios respecto del día anterior.
El BCRA intervino discretamente en el mercado de futuros para contener presiones en la curva del dólar
Según operadores, el BCRA intervino discretamente en el mercado de futuros para contener presiones en la curva. Las operaciones en la posición julio mostraron movimientos coincidentes con una presencia oficial destinada a frenar la escalada de cobertura en un contexto donde la caída de tasas desincentiva el posicionamiento en pesos. La tasa implícita operó elevada durante buena parte de la rueda, lo que, combinado con un cierre calmo en el segmento spot, fue interpretado como resultado de intervención activa.
El economista Belisario Álvarez de Toledo, director de True Grit, explicó a Infobae que una parte sustancial de los pesos liberados por la eliminación de las LEFI fue absorbida en forma de encajes bancarios: “¿Fueron a encajes porque no se pueden ir a otro lado los pesos? Obviamente. El único que puede absorber esa cantidad de pesos es el Banco Central, y la única forma de colocarlo es en encajes al 0%. Los bancos venían subencajando; entonces, cuando se cancelan las LEFI, esos mismos pesos fueron a encajes”.
Además, Álvarez de Toledo advirtió que el nivel de tasas actuales puede afectar los incentivos del mercado a liquidar divisas. “Los pesos sobran y empieza a haber incentivos a no liquidar dólares, a no vender. Y la demanda está. Entonces puede empezar a subir [el tipo de cambio], más que nada porque no haya incentivo de tasa para quedarse en pesos”, afirmó.
En su visión, la única forma que tendría el BCRA para mantener cierto control de tasas sería “vender títulos y absorber pesos, en una operación de mercado abierto”, aunque admitió que no está claro si el organismo cuenta con el stock suficiente para hacerlo de forma efectiva.
Mientras la tasa de caución a un día se desplomaba, algunos segmentos del mercado en pesos comenzaron a absorber parte del excedente de liquidez.
Los instrumentos más beneficiados en la semana fueron las Lecap, que llegaron a subir hasta un 1,4%, y los BONCAPs, que avanzaron hasta 1,3% (PPI)
Según un informe de la sociedad de bolsa PPI, los instrumentos más beneficiados en la semana fueron las Lecap, que llegaron a subir hasta un 1,4%, y los Boncap, que avanzaron hasta 1,3%. Estos títulos, al ofrecer rendimientos a tasa fija nominal, captaron flujos que anteriormente se destinaban a operaciones a un día, pero que ahora buscan alternativas con algo más de duración y mejor tasa efectiva.
La compresión de tasas fue particularmente fuerte en el tramo más corto de la curva. Las Lecap emitidas con vencimiento antes de las elecciones pasaron a rendir en el rango del 2,2% al 2,4% mensual, mientras que los Boncap mostraron tasas entre 2,19% y 2,55%. En este nuevo entorno, instrumentos con liquidez diaria como los T+0 pierden atractivo frente a estos activos de corto plazo pero con mejores retornos.
La curva CER, que refleja expectativas de inflación, se ajustó de forma más moderada. En la parte más corta se mantuvo estable, mientras que en los tramos medios hubo cierta recomposición del apetito, con inversores dispuestos a migrar a bonos como el TZXD5, que cotiza a una tasa real estimada del 11,5% (Foto: Reuters)
Por su parte, la curva CER, que refleja expectativas de inflación, se ajustó de forma más moderada. En la parte más corta se mantuvo estable, mientras que en los tramos medios hubo cierta recomposición del apetito, con inversores dispuestos a migrar a bonos como el TZXD5, que cotiza a una tasa real estimada del 11,5%. La relación entre tasa fija nominal y tasa real indexada abrió la puerta a cambios tácticos incluso para perfiles conservadores, según advierten desde PPI.
Desde Outlier contaron que el mercado de pesos sigue sin encontrar equilibrio tras la eliminación de las LEFI, y que el nuevo esquema de tasas bajas podría acentuar la volatilidad.
El uso de instrumentos alternativos como repos o calls está distorsionado por la carga de Ingresos Brutos y ciertas exigencias regulatorias (Outlier)
Además, advirtieron que el uso de instrumentos alternativos como repos o calls está distorsionado por la carga de Ingresos Brutos y ciertas exigencias regulatorias, lo que impide una intermediación eficiente. La estructura tributaria y regulatoria vigente complica la canalización de los flujos, y limita las opciones reales del sistema para digerir el shock de liquidez.
A pesar de ese reacomodamiento, el mercado aún no logró absorber completamente la liquidez liberada. Con una nueva licitación del Tesoro recién prevista para el 31 de julio, y sin emisiones relevantes del Banco Central en el horizonte inmediato, el exceso de pesos sigue presionando sobre las tasas, que podrían mantenerse bajas por tiempo prolongado.
Los contratos de futuros se ubican por encima de las bandas cambiarias en abril. El ministro de Economía, Luis Caputo, se reunirá en febrero con Kristalina Georgieva. La meta que no llegaría a cumplir
Tras la victoria del Gobierno en las elecciones de medio término, el dólar mayorista se estabilizó en torno a $1.457, aunque con una diferencia que se acorta respecto al techo de la banda. Sin embargo, el mercado ya está haciendo sus apuestas sobre lo que sucederá con el régimen cambiario después de la próxima revisión con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pautada para febrero.
Un informe de la consultora LCG detectó que el mercado considera que las bandas actuales continuarán, al menos en el corto plazo, con base en los contratos de dólar futuro. “El mercado le asigna todavía vida a las bandas hasta marzo 2026, asumiendo una tasa de depreciación implícita del 2,1% mensual para los próximos tres meses”, destacaron.
No obstante, para abril de 2026, los contratos de futuros se celebraron con una cotización de $1.616, lo que se ubica por encima de la banda -que se mueve a un 1% mensual- para ese entonces. Y así, para los meses siguientes, con un valor de $1.765 para septiembre próximo.
Para la consultora LCG, el mercado cree en las bandas hasta marzo.
Un gráfico similar tiene en Eco Go. “El dólar se encuentra a 4% de la banda superior y eso genera cierta preocupación. Estar tan cerca de un nivel que te obliga a vender reservas cuando lo que necesitas justamente es acumular. Como resultado se generan esos niveles de dólar futuro por encima de la banda que tiene una tasa mensual implícita acorde a la de pesos”, destacó el economista de la consultora, Lucio Garay Méndez.
La clave está en que en febrero el ministro de Economía, Luis Caputo, tendrá que verse con la directora del organismo internacional, Kristalina Georgieva, por la revisión del último acuerdo con el FMI. Si bien el equipo argentino llega a la mesa con metas sobrecumplidas en materia de superávit fiscal e inflación, el escenario se complica en el plano de la acumulación de reservas netas en el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Un gráfico similar al de LCG tienen en la consultora Eco Go respecto a los contratos con dólar futuro y las bandas.
Para diciembre, el BCRA debía tener reservas netas por USD -2.600 millones, pero luego de la activación del tramo del swap con Estados Unidos por USD 2.500 millones, se estima que se ubican en USD -16.000 millones. Pese a que Caputo sostuvo que no hay que preocuparse por la meta, ya que ahora el país ingresó en otro escenario con la asistencia financiera del gobierno de Donald Trump, el incumplimiento podría ser uno de los motivos que lleve al organismo internacional a exigir cambios en el nivel de las bandas.
En el segundo día de diciembre, el dólar mayorista subió a $1.455, su nivel más alto desde comienzo de noviembre, en una sesión con negocios por USD 394 millones en el segmento. Mientras que el régimen de bandas cambiarias del BCRA fijó para el martes un límite superior en los $1.511,98, unos 56,98 pesos o 3,9% por encima del tipo de cambio oficial.
Revisión con el FMI
En el equipo económico ya descuentan que en febrero habrá una renegociación de la meta con el FMI. A pesar de que en la última revisión hubo un recorte importante de la cantidad de reservas que debía acumular el BCRA.
La meta pasó de tener que acumular reservas netas por USD 2.400 millones a USD -2.600 millones (diferencia de USD 5.000 millones). Mientras que para el final del primer trimestre de 2026 se fijó que tendría que haber USD -3.100 millones; en el segundo, USD 1.600 millones; en el cuarto, USD 8.400 millones; y ya para diciembre de 2027, USD 22.900 millones.
“La acumulación de reservas netas establecida en el acuerdo con el FMI para diciembre, que asciende a USD 10.400 si se descuenta el swap utilizado con Estados Unidos, no se va a cumplir“, destacaron en el último informe de Analytica. Y para los vencimientos de noviembre a febrero (USD 1.478 millones con organismos internacionales y el FMI, USD 4.200 millones por pagos con tenedores privados y USD 2.000 millones en BOPREAL) consideran que se podría volver a activar el swap como se hizo para el último con el FMI en 2025 (por USD 825 millones en concepto de intereses).
“No parece factible que se inicie en el corto plazo un proceso de acumulación de reservas tal como piden el FMI y buena parte del mercado, ya que implicaría una demanda adicional significativa de divisas en un contexto en el que el tipo de cambio se encuentra a menos del 10% del techo de las bandas cambiarias”, concluyeron.
El presidente Javier Milei firmaría el decreto hacia el final de esta semana. Llamará a sesiones hasta fin de mes y con un temario amplio. El bloque libertario sumó a un diputado que responde al gobernador Frigerio y tendrá más bancas que el peronismo
“Estamos terminando de armarlo, pero la idea es que salga esta semana”, esgrime una altísima fuente del Poder Ejecutivo a Infobae. Con mucha probabilidad de que sea este viernes, el Gobierno de Javier Milei tiene previsto publicar el Decreto que llame a sesiones extraordinarias y contenga los temas que se abordarán en la primera fase de las discusiones legislativas.
El Decreto indicará dos cuestiones clave: cuánto durará el período de sesiones por fuera de las ordinarias y las iniciativas que solo estarán habilitadas a abordarse por ese plazo.
Sobre la primera, la lectura que predomina en la gran mayoría de huestes del Gobierno es que se trabaje en una primera instancia comprendida desde el 8 o 10 de diciembre hasta fin de mes. Será algo parecido a lo que se hizo el año pasado, cuando llamaron a sesiones extraordinarias del 5 al 27 de diciembre, dejando inhabilitada la actividad parlamentaria para los días de fiestas y las primeras dos semanas del año entrante.
“Creo que hasta yo me opongo a tener que trabajar a comienzos de enero”, dijo de manera jocosa un importante alfil del Gobierno, que cree que no están dadas las condiciones para que los diputados y senadores nacionales no se tomen unos días de descanso antes de la intensísima temporada de negociaciones que se darán en ambos recintos del Congreso.
Martín Menem ingresando a la Casa Rosada (Maximiliano Luna)
La idea es que se haga un segundo llamado a sesiones extraordinarias en enero del 2026. A comienzos de este año, el presidente Javier Milei retomó las discusiones en el Congreso al publicar un decreto que establecía un período de debate entre el 20 de enero al 21 de febrero de 2025. El mes próximo se hará un movimiento de similares características.
La mesa chica del Gobierno se reunió este lunes en Casa Rosada y terminó de aceitar las últimas iniciativas que irán a discutirse en esta primera etapa de las extraordinarias. Hay algunas que se incluirán con la intención de que sean aprobadas durante estas semanas, como el Presupuesto 2026 y la Ley de Inocencia Fiscal (conocida informalmente como la ley de dólares debajo del colchón), que ambas comenzarán a discutirse desde la Cámara de Diputados.
“Hay algunas que se incluirán con la intención de que sean aprobadas durante estas semanas, como el Presupuesto 2026 y la Ley de Inocencia Fiscal”, que ambas comenzarán a discutirse desde la Cámara de Diputados.
Hay otras que se habilitarán para que comience el trabajo en comisiones, pero a sabiendas de que sus aprobaciones llevarán más tiempo. Una de estas es la reforma laboral, que como notició Infobae, ya fue terminada de redactar en las mesas de trabajo propias del Gobierno. Este proyecto va a comenzar a tratarse en el Senado y tiene como principal coordinadora política a Patricia Bullrich, la flamante senadora y jefa de bloque de La Libertad Avanza en ese ámbito. En tanto, la reforma del Código Penal todavía está pasando por sus últimas revisiones legales, al igual que la tributaria.
La Libertad Avanza tendrá la primera minoría en Diputados (Jaime Olivos)
Como una de las novedades normativas de esta temporada que se viene, la Casa Rosada convalidará uno de los pedidos de los gobernadores e impulsará una modificación en la Ley de Glaciares para permitir que puedan existir explotaciones mineras y de otra índole sobre un rango de superficie que la normativa vigente no lo permite. “Es un pedido central de varios gobernadores y nos va a servir para canjear algunos votos”, reveló una fuente libertaria a este medio.
El nuevo panorama libertario
La Libertad Avanza consiguió convertirse en la primera minoría de la Cámara de Diputados, una marca registrada del Partido Justicialista desde hace décadas. El espacio oficializó ayer el fichaje del diputado entrerriano Francisco Morchio, quien responde al gobernador de su provincia, Rogelio Frigerio, con quien Milei trabó una alianza estratégica durante las últimas elecciones. A partir de este traspaso, el bloque violeta llega a 95 diputados y supera por uno a Unión por la Patria.
Por lo bajo, algunos operadores de LLA ya venían advirtiendo que el número mágino era 95 y que ese iba a ser el que le diera la primera posición en el recinto luego de que el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, diera la orden de mudar a sus legisladores del bloque peronista. El mandatario habría prometido escindir a sus cuatro diputados afines bajo una condición fundamental: que el Gobierno acelere la cesión que la compañía estatal Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD). El decreto estaría cerca de su publicación.
El Gobierno no prevé nuevas demostraciones de parte de los gobernadores. Considera que las demás gestualidades se darán en el marco de las discusiones legislativas que iniciarán por lo bajo la semana próxima. Por lo que pudo saber Infobae, Caputo estaría dispuesto a ceder en varios reclamos de los gobernadores a cambio de conseguir los votos en las tres iniciativas que más cree prioritarias para esta segunda parte de la gestión libertaria: el Presupuesto 2026, la Ley de Inocencia Fiscal y la reforma laboral.
A cambio, el ministro de Economía estaría con margen para distribuir partidas de las ATN a los gobernadores, pero en particular a aquellos que hayan dado gestos de reducir el gasto en sus propios distritos. “No podemos premiar a todos. Hay algunos que no entendieron la bajada de línea que hicimos de Nación de que las provincias también tienen que eficientizarse internamente”, explicó un altísimo funcionario a Infobae.
En todo ese marco, este miércoles al mediodía comenzará la jura de los diputados nacionales electos en las últimas elecciones generales. La Presidencia de la Cámara cursó invitaciones a los 24 mandatarios subnacionales, aunque no insistió en la presencia de ninguno. Se presume que los que vayan serán los que tengan diálogo fluido con el Gobierno.
El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo que no hay que preocuparse por la meta de acumulación con el FMI, pero varios economistas advirtieron que la compra de divisas mejoraría este indicador clave
De cara a los vencimientos en moneda extranjera de 2026, el equipo económico que lidera el ministro Luis Caputo tiene un plan A y B. El primero de ellos depende de que el riesgo país baje y la Argentina pueda acceder a los mercados internacionales de deuda. Si bien luego de la victoria electoral del oficialismo el indicador que mide el JP Morgan tuvo una baja considerable, parece haber encontrado un piso que lo complica.
El principal interrogante que sobrevuela hoy en el mercado es qué se necesita para que el riesgo país perfore los 600 puntos básicos. Las consultoras privadas calculan que para acceder a una tasa preferencial en los mercados internacionales se necesitaría que esté y se mantenga entre las 400 y 500 unidades.
La variable arrancó diciembre a 648 puntos, a pesar de que a principios de noviembre tocó un mínimo de 598. Esta baja desde los 1.100 estuvo influida por el envión que le dio la victoria en las urnas al Gobierno, pero también la versión que llegó desde Washington D. C. por parte de Bloomberg de que Caputo le adelantó a inversores la recompra de deuda, a la par de modificaciones en el régimen cambiario de bandas.
El viernes las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) cayeron a USD 40.000 millones por el pago de Bopreal y movimientos de encajes de bancos de fin de mes.
No obstante, para el director de la consultora PxQ, Emmanuel Álvarez Agis, la acumulación de reservas internacionales ayudaría a que el riesgo país baje. “Todo esto se basa en el problema libertario de no comprar reservas porque eso implica emitir dinero (…)”, destacó en Ahora Play.
A la vez, el ex viceministro de Economía señaló que el nivel de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) se ubica en un peor nivel que el que heredó el oficialismo actual. “Y lo que recibiste es la peor herencia en materia de reservas netas en la historia de la Argentina (…)”, comentó. Y detalló que el riesgo país tiene tres drivers: el político, el fiscal y el de reservas internacionales: “Milei está bien en lo político y bien en lo fiscal, por eso el riesgo vale 650 y no 1.500, pero en el de reservas está horrible”.
A pesar de las advertencias de los analistas, la no compra de reservas no es un problema para el ministro de Economía, Luis Caputo, quien acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de tener netas por USD -2.600 millones para diciembre de 2025. “Lejos de ser algo que nosotros subestimamos, para nosotros es una prioridad, pero hoy por hoy está separado lo que es acumulación de reservas de lo que es el pago de nuestras deudas (…). Hoy estamos en una situación que cambió, se abrieron varias avenidas desde lo financiero. No solo tenemos el swap chino y el apoyo de Estados Unidos, sino que ahora se han abierto otras alternativas que es la que escuchan, también estamos hablando con bancos”, afirmó el ministro durante su participación en la Conferencia Industrial de la UIA.
Para el director de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo, más allá del buen resultado electoral y del apoyo concreto de los Estados Unidos, el equipo económico aún no logró dar señales respecto a cambios que permitan mejorar la sostenibilidad del actual esquema cambiario lo que complica la baja. “Entre otras cosas, por el momento el pago de USD 4.216 millones el próximo 9 de enero con bonistas debería hacerse activando nuevamente el swap de monedas con el Tesoro de Estados Unidos y/o con los dólares que desembolsó el FMI en abril. Resta ver si en las próximas semanas hay anuncios que den mayor certidumbre sobre la deuda argentina y permitan reducir el riesgo país en el corto plazo”, comentó.
Una postura similar tuvo el director de C&T Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, para quien la publicación del Wall Street Journal sobre que se habría suspendido el préstamo por USD 20.000 millones de bancos norteamericanos para hacer operaciones en el mercado de deuda, generó ruido entre los inversores. “Fue un cambio en las expectativas, al no estar seguro o claro lo que va a pasar con eso, gana peso el tema de la acumulación de reservas”, destacó. Bajo su perspectiva, no hay dudas que la administración libertaria pagará los vencimientos de enero de 2026.
La clave para Tiscornia va a estar en cómo reaccione el Gobierno este mes, cuando quienes compraron dólares para resguardarse en la previa de las elecciones los venda porque necesita pesos y comience a aparecer la cosecha de trigo que será récord. “Si el BCRA aparece comprando los dólares, el Tesoro es más complicado porque no tiene tantos pesos”, concluyó el consultor.