La liquidación del Estado avanza. El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que está en estudio la venta de gran cantidad de activos públicos “por miles de millones de dólares” al solo efecto de acumular reservas en el Banco Central y dar tranquilidad a los inversores sobre el pago de la deuda pública.

De esa manera, Caputo avanzó en las vías alternativas para sumar reservas sin que el Banco Central intervenga en el mercado abierto, evitando de esa manera cualquier riesgo de generar una presión alcista que eleve el tipo de cambio. La prioridad del gobierno en materia económica, hoy por hoy, es tener el dólar “planchado” hasta las elecciones de octubre para mantener la tranquilidad cambiaria.

Para incrementar las reservas internacionales “también está la opción de la que no se habla pero en la que nosotros de hecho estamos trabajando: que va a haber venta de activos por miles de millones de dólares”, anticipó el ministro.

Las afirmaciones del ministro se produjeron en una entrevista de casi una hora de duración en el programa Las Tres Anclas, que se difunde por el canal de streaming Carajo, donde se difunden las ideas libertarias. El ciclo es conducido por tres integrantes del equipo económico: Federico Furiase, director del Banco Central, y Martín Vauthier y Felipe Núñez, directores del BICE. Como para completar la mesa de truco, invitaron a sus tres jefes: Caputo, el viceministro José Luis Daza y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili.

Privatizaciones

Vamos a vender muchos de los activos de la AABE (Agencia de Administración de Bienes del Estado) y eso va a generar un ingreso de miles de millones. Y va a haber licitaciones, por ejemplo, de centrales hidroeléctricas en el corto plazo, en las que el Estado recaudará 400 o 500 millones de dólares. Va a haber privatizaciones. O sea, la forma en las que se acumulan las reservas las decide el gobierno nacional y son, como dijimos, diferentes. No es necesariamente que el tipo de cambio tenga que ir al piso de la banda para comprar”, detalló Caputo.

La AABE es el organismo que se encarga de la administración de todos los inmuebles del Estado. Allí se incluyen edificios públicos y también terrenos ociosos, como los playones ferroviarios que rodean las estaciones de Retiro, Caballito, Liniers y Constitución, muy apetecibles para los desarrolladores inmobiliarios.

En cuanto a las centrales hidroeléctricas, su cuestión está bajo estudio desde hace algún tiempo porque el plazo original de 30 años por el que el menemismo las cedió al sector privado ya está vencido. El tiempo de prórroga no logró destrabar el quid de la cuestión: lo que se adjudicó fue la concesión del servicio, mientras que las represas siguen perteneciendo al Estado nacional, por lo que su potencial venta requiere un trámite nuevo, diferente y más extenso.

Las privatizaciones se unen a los otros recursos para juntar dólares que fueron anunciados por el gobierno el último lunes: la concreción de un repo (préstamo garantizado con activos públicos) con bancos privados, cuyos detalles se conocerán en los próximos días; y la licitación mensual de los Bonte, el título en pesos que se suscribe en dólares y está reservado a inversores del exterior; este último tuvo un lanzamiento experimental hace 10 días y ahora se resolvió que la Secretaría de Finanzas lo ofrezca una vez por mes. La utilización de ambas herramientas ya había sido adelantada por Tiempo en su edición impresa del domingo 9 de junio.

Con esos recursos, el gobierno busca mitigar el incumplimiento de la meta de acumulación de reservas prometida al Fondo Monetario Internacional, uno de los principales criterios de performance del programa firmado en el mes de abril. Las autoridades necesitarían reunir unos 4.500 millones de dólares para satisfacer el requerimiento. Como primera medida, lograron postergar la auditoría del FMI, que se iba a efectuar a partir de la semana que viene y fue demorada para fines de julio. El retraso de la revisión, junto con el repo y las nuevas emisiones de Bonte, serviría para paliar el incumplimiento de ese objetivo.