Se trata de una investigación internacional publicada en la revista Nature. Una científica argentina que participó, contó a Infobae cómo hay actividades humanas que generan pérdidas invisibles. Cuáles son sus recomendaciones y qué es el concepto de “diversidad oscura”
Las poblaciones del árbol del caldén se usaron en el siglo pasado para la elaboración desde adoquines hasta leña. También fueron afectadas por los incendios, las especies invasoras y la expansión de la frontera agropecuaria, entre otras razones.
Todo hizo que el caldén, un vegetal nativo de la Argentina, ya casi no esté en muchos lugares aunque la especie persista regionalmente.
Es parte de la llamada “diversidad oscura”, el conjunto de especies que podrían estar presentes en un determinado sitio pero que, por algún motivo, no lo están.
El caldén, un árbol nativo de Argentina, ha sido afectado por incendios y actividades humanas. Anibal Prina /ArgentiNat FVSA
Hoy es el Día Internacional de la Diversidad Biológica, una fecha designada por las Naciones Unidas para fomentar la conciencia y el conocimiento sobre la importancia de la biodiversidad.
Este año se resaltó el lema de que los humanos vivan en “armonía con la naturaleza y el desarrollo sostenible”, y más de doscientos científicos de diferentes países han publicado recientemente resultados que consideran “alarmantes”.
Demostraron que las perturbaciones por las actividades humanas ejercen un impacto mucho mayor de lo que se pensaba inicialmente. Incluso llegan a zonas protegidas alejadas de la fuente del impacto de las personas.
La ‘diversidad oscura’ se refiere a especies potenciales ausentes pese a condiciones favorables para estar en determinados sitios (Imagen Ilustrativa Infobae)
La contaminación, la deforestación, el sobrepastoreo y los incendios pueden afectar a las especies vegetales en sus hábitats naturales e impiden su recolonización, expresaron a través de un estudio publicado en la revista Nature.
En diálogo con Infobae, una de las autoras, Melisa Giorgis, del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), que depende del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba, explicó cómo hicieron la investigación y cuáles son las implicancias de los resultados.
El sitio de Córdoba (Chaco Serrano) que formó parte del estudio internacional (Lucas Enrico)
Los investigadores pertenecen a la red de colaboración DarkDivNet y registraron las plantas presentes en alrededor de 5.500 sitios, repartidos en 119 regiones de todo el mundo. Consiguieron identificar la diversidad oscura en cada uno de ellos.
La Argentina estuvo representada en la muestra con dos sitios, localizados en las provincias de Córdoba y Santa Cruz.
La científica Melisa Giorgis durante la investigación en Córdoba (Lucas Enrico)
Además de la bióloga Giorgis, también colaboraron Lucas Enrico, del IMBIV, y Pablo Peri del Centro de Investigación y Transferencia de Santa Cruz, que depende del Conicet, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y la Universidad Tecnológica Nacional.
La metodología permitió estimar la diversidad vegetal potencial en cada lugar de estudio y compararla con las plantas realmente presentes.
¿Por qué la “diversidad oscura” es clave?
Investigadores del País Vasco también participaron en el estudio de 5.500 sitios en 119 regiones del mundo. (UPV/EHU)
El concepto de “diversidad oscura” se refiere a las especies vegetales que, aunque son ecológicamente adecuadas para ciertos ecosistemas, están ausentes a nivel local por factores como la fragmentación del hábitat o la actividad humana.
Los resultados del estudio global mostraron que en áreas con bajo impacto humano aproximadamente el 35% de las especies potenciales sí están presentes en un sitio determinado.
Sin embargo, en regiones con alta actividad humana, este porcentaje desciende a menos del 20%.
El Índice de Huella Humana evalúa cómo disturbios humanos afectan diversidad vegetal local (Imagen Ilustrativa Infobae)
Según los investigadores, la diversidad oscura aporta una medida crítica que se conoce como “completitud comunitaria”, que evalúa qué tan cerca está un ecosistema de albergar todas las especies potenciales que debería tener.
Esta métrica es crucial porque permite revelar impactos ocultos en la biodiversidad, incluso cuando otros indicadores estándar, como el número de especies presentes, no muestran cambios significativos.
El equipo utilizó el índice de la “huella humana”, que incluye la densidad de población, el uso de suelos agrícolas y la infraestructura y contaminación, entre otros factores.
Este índice fue aplicado en radios de hasta 400 kilómetros alrededor de cada sitio de estudio, y la correlación fue clara: a mayor huella humana, menor es la oportunidad de que especies vegetales adecuadas ocupen su hábitat natural.
Ecosistemas globales muestran pérdida de diversidad proporcional al impacto de actividades humanas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
La idea del estudio fue de Meelis Pärtel, investigador de la Universidad de Tartu, Estonia, quien fue el primer autor.
“Habíamos introducido la teoría de la diversidad oscura y desarrollado métodos para estudiarla, pero para realizar comparaciones globales necesitábamos un muestreo consistente en muchas regiones. Parecía una misión imposible, pero muchos colegas de diferentes continentes se unieron a nosotros”, comentó Pärtel en un comunicado.
Finalmente la investigación se puso en marcha en 2018. Duró cinco años y los investigadores tuvieron que lidiar con las limitaciones impuestas por la emergencia sanitaria causada por la pandemia del coronavirus.
El empobrecimiento de la diversidad ocurre cuando la influencia de las actividades de los seres humanos, como la fragmentación de hábitats, la pérdida de conectividad, la contaminación, entre otros factores, reduce la capacidad de un sitio de albergar las especies potencialmente adecuadas.
Disturbios humanos como tala, basura y urbanización dificultan recolonización de plantas/ REUTERS/Todd Korol
La descentralización del estudio, que incluyó datos de ecosistemas en Europa, Asia, África, América y Oceanía, posibilitó detectar que el empobrecimiento es un fenómeno global y no solo un problema localizado.
Por ejemplo, regiones con alta “completitud comunitaria” incluyen hábitats semi-naturales como pastizales moderadamente manejados. Estos ecosistemas, donde prácticas humanas históricas como el pastoreo y la quema controlada han coexistido de manera equilibrada, parecen resistir mejor al impacto negativo.
Sin embargo, el panorama general deja mucho por reflexionar: incluso regiones dentro de áreas protegidas muestran pérdidas significativas de biodiversidad oculta, lo que implica que las estrategias de conservación actuales pueden estar pasando por alto este problema.
Qué aconsejaron
Restaurar ecosistemas puede implicar reconectar vegetaciones naturales y reducir contaminación y fragmentación. REUTERS/Yves Herman
En diciembre de 2022, el mundo había acordado el Marco Mundial Kumming-Montreal, (también conocido como El Plan de Biodiversidad), con 23 metas para 2030 y 4 objetivos mundiales para 2050 con el fin de detener y revertir la pérdida de la naturaleza en 25 años.
Se propuso restaurar el 30% de los ecosistemas, reducir a la mitad los desechos de alimentos e invertir al menos 200.000 millones anuales en estrategias que beneficien a la biodiversidad.
Los investigadores del estudio publicado en Nature alertaron que “proteger un 30% del territorio global, como lo propone la Convención sobre la Diversidad Biológica, “podría ser insuficiente si no se considera la preservación de especies ausentes que aún están presentes en la región”.
Cómo se podrían usar los resultados del estudio
Proteger el 30% del planeta debería incluir conservar la diversidad oscura. REUTERS/Gustavo Graf/
Uno de los mensajes más importantes del estudio es que el concepto de “diversidad oscura”. “No solo es una herramienta para evaluar el daño, sino también una oportunidad para la restauración”, consideró el doctor Enrico al ser entrevistado por Infobae.
Las poblaciones de especies ausentes en los ecosistemas locales aún podrían recolonizar sus hábitats si se implementan medidas como reconectar fragmentos de vegetación natural y reducir presiones como la contaminación y la pérdida de conectividad en los ecosistemas.
“Nuestra investigación sobre la diversidad oscura establece una base sólida para debates sobre políticas públicas ambientales y brinda una nueva manera de medir los impactos humanos que son invisibles a simple vista”, comentó.
Tal vez en esa “oscuridad” se encuentren claves para proteger el futuro de los ecosistemas.
El humo de los incendios en el Parque Nacional Nahuel Huapi, que comenzaron hace dos meses, llegó a la ciudad de Bariloche y los vecinos informaron a la Agencia Noticias Argentinas que también hay “fuerte olor”.
En medio de un clima de incertidumbre por la falta de recursos en medio de la exhaustiva labor de bomberos y brigadistas, los residentes y turistas de Bariloche se despertaron este miércoles con el humo de los incendios.
“Hay mucho humo y olor. Se deberían ver las montañas, pero hoy no existen”, expresó con dolor un vecino a la agencia NA.
Los expertos informaron que la densa masa de humo continuará durante toda la jornada por la dirección del viento del oeste.
El Comité de Emergencia comunicó que sigue activo el incendio en Los Manzanos, sobre todo en dos sectores, uno es Lago Roca – Hess y El Manso.
A su vez, quienes están en plena labor manifiestan que los focos están en zonas poca accesibles, así como tampoco tienen los para combatir las llamas.
Aunque no se esperan días con calor extremo, con temperaturas máximas de tan solo 23 grados, las lluvias aisladas recién llegarían en la tarde-noche del sábado.
Accidente de trabajadores
Una camioneta que transportaba trabajadores del Ministerio de Seguridad de Neuquén que iban a combatir el incendio en el Parque Nacional Lanín volcó y el conductor está internado en grave estado.
El siniestro sucedió en la noche del lunes cuando cuatro empleados estatales se dirigían a continuar con los trabajos para mitigar las llamas y en la Ruta Provincial 23, a unos 30 kilómetros de Junín de los Andes, volcaron en una curva peligrosa.
Por el accidente, dos de los ocupantes resultaron heridos y horas después comunicaron que el conductor fue derivado a terapia intensiva tras sufrir un trauma cerebral.
Tras las primeras pericias se determinó que el conductor, de 44 años, perdió el control del vehículo en una curva pronunciada y el rodado quedó dado vuelta.
Los trabajadores de la Secretaría de Emergencia y Gestión del Riesgo tenían como destino el sector de la Cuesta del Rahue donde hay un campamento de brigadistas donde se asiste a las tareas para combatir el incendio forestal.
A fines de enero comenzó el fuego arrasador y en pocas semanas ya consumió más de 22 mil hectáreas.
En los trabajos de combate trabajan en conjunto equipos del Parque Nacional Lanín, el Sistema Provincial y Nacional de Manejo del Fuego, y bomberos voluntarios de distintas provincias.
Como ocurre en gran parte de la Patagonia, el factor climático más grave es el viento. Para los próximos días se esperan ráfagas de entre 50 y 70 kilómetros por hora.
El aumento de la temperatura del mar en todo el planeta ha provocado un fenómeno de blanqueamiento que se prevé sea el más extenso jamás registrado.
El aumento de la temperatura del mar en todo el mundo ha provocado un fenómeno de blanqueamiento que se prevé será el más grande jamás registrado.
El lunes, la Oficina Nacional de Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) y sus socios internacionales anunciaron que los arrecifes de coral de todo el mundo están sufriendo de un fenómeno de blanqueamiento global provocado por las extraordinarias temperaturas oceánicas.
Se trata del cuarto fenómeno mundial de este tipo del que se tiene constancia y se prevé que afecte a más arrecifes que ningún otro.
El blanqueamiento se produce cuando los corales se estresan tanto que pierden las algas simbióticas que necesitan para sobrevivir.
Los corales blanqueados pueden recuperarse, pero si el agua que los rodea está demasiado caliente durante demasiado tiempo, mueren.
Los arrecifes de coral son ecosistemas vitales:
Corales blanqueados y muertos alrededor de la isla Lizard en la Gran Barrera de Coral, situada a 270 kilómetros (167 millas) al norte de la ciudad de Cairns. (Foto de DAVID GRAY / AFP) /
cunas calcáreas de vida marina que nutren a una cuarta parte de las especies oceánicas en algún momento de sus ciclos vitales, sustentan peces que proporcionan proteínas a millones de personas y protegen las costas de las tormentas.
El valor económico de los arrecifes de coral del mundo se ha calculado en 2,7 billones de dólares anuales.
Calentamiento
En el último año, las temperaturas de los océanos se han disparado.
“Esto da miedo, porque los arrecifes de coral son muy importantes”, dijo Derek Manzello, coordinador del programa de Vigilancia de Arrecifes de Coral de la NOAA, que vigila y predice los fenómenos de blanqueamiento.
La noticia es el último ejemplo de que las alarmantes predicciones de los científicos del clima se están cumpliendo a medida que el planeta se calienta.
A pesar de décadas de advertencias de los científicos y promesas de las autoridades, los países queman más combustibles fósiles que nunca y las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando.
Se ha confirmado la muerte sustancial de corales en torno a Florida y el Caribe, sobre todo entre las especies cuerno de alce y cuerno de ciervo, pero los científicos afirman que es demasiado pronto para calcular cuál será el alcance de la mortalidad mundial.
Para determinar un episodio de blanqueamiento global, la NOAA y el grupo de socios mundiales, la Iniciativa Internacional de Arrecifes de Coral, utilizan una combinación de temperaturas de la superficie del mar y pruebas procedentes de los arrecifes.
Según sus criterios, las tres cuencas oceánicas que albergan arrecifes de coral ―la del Pacífico, la del Índico y la del Atlántico― deben experimentar un blanqueamiento en un plazo de 365 días, y al menos el 12 por ciento de los arrecifes de cada cuenca deben estar sometidos a temperaturas que provoquen el blanqueamiento.
En la actualidad, más del 54 por ciento de la superficie coralina mundial ha sufrido estrés térmico de nivel de blanqueamiento en el último año, y esa cifra aumenta aproximadamente 1 por ciento por semana, según Manzello.
La famosa Gran Barrera de Coral de Australia está al borde del abismo, tras sufrir uno de los episodios de blanqueamiento de coral más graves de los que se tiene constancia (el quinto en ocho años), lo que hace dudar a los científicos sobre su supervivencia. (Foto de DAVID GRAY / AFP) / Compartir con Australia-Climate-Conversation-Reef por Laura CHUNG
Añadió que dentro de una semana o dos, “es probable que este evento sea el blanqueamiento global espacialmente más extenso registrado”.
Cada uno de los tres blanqueamientos mundiales anteriores ha sido peor que el anterior.
Durante el primero, en 1998, el 20 por ciento de las zonas de arrecifes del mundo sufrieron estrés térmico de nivel de blanqueamiento. En 2010, fue el 35 por ciento.
El tercero se extendió de 2014 a 2017 y afectó al 56 por ciento de los arrecifes.
Según Manzello, se espera que el fenómeno actual dure menos tiempo, ya que El Niño, un patrón climático natural asociado con océanos más cálidos, se está debilitando y los meteorólogos predicen que un período más frío de La Niña se afianzará a finales de año.
La decoloración se ha confirmado en 54 países, territorios y economías locales, tan distantes entre sí como Florida, Arabia Saudita y Fiyi.
La Gran Barrera de Coral de Australia está sufriendo lo que parece ser su episodio de blanqueamiento más grave; alrededor de un tercio de los arrecifes inspeccionados por aire mostraban prevalencia de blanqueamiento muy alto o extremo, y al menos tres cuartas partes mostraban cierto blanqueamiento.
“A veces me deprimo, porque mi sensación es: ‘Dios mío, esto está ocurriendo’”, afirmó Ove Hoegh-Guldberg, profesor de estudios marinos de la Universidad de Queensland que publicó las primeras predicciones sobre lo catastrófico que sería el calentamiento global para los arrecifes de coral.
“Ahora nos encontramos en un punto donde estamos en la película de la catástrofe”, dijo.
Antecedente
La confirmación más reciente del blanqueamiento generalizado, que motivó el anuncio del lunes, procede del océano Índico occidental, que incluye Tanzania, Kenia, Mauricio, las Seychelles y la costa occidental de Indonesia.
Swaleh Aboud, científico especializado en arrecifes de coral de CORDIO East Africa, un grupo de investigación y conservación sin fines de lucro con sede en Kenia y enfocado en el océano Índico, afirmó que las especies de coral conocidas por su resistencia térmica se están blanqueando, al igual que los arrecifes de una zona más fría considerada un refugio climático.
Hace poco visitó una comunidad pesquera de Kenia llamada Kuruwitu que ha trabajado para recuperar su arrecife. Muchas de las colonias de coral restauradas se habían vuelto de un blanco fantasmal.
Otras estaban pálidas, aparentemente en vías de desaparición.
“Es necesaria una acción mundial urgente para reducir futuros episodios de blanqueamiento, provocados principalmente por las emisiones de carbono”, señaló Aboud.
Los científicos siguen aprendiendo sobre la capacidad de los corales para adaptarse al cambio climático.
Se están realizando esfuerzos para criar corales que toleren temperaturas más altas.
En algunos lugares, como Australia y Japón, los corales parecen estar migrando hacia los polos, empezando a ocupar nuevos lugares.
Pero los científicos afirman que diversos factores, como la cantidad de luz que penetra en el agua y la topografía del fondo marino, hacen que esa migración sea limitada o improbable en gran parte del mundo.
Además, está el problema de la acidificación de los océanos: a medida que el agua del mar absorbe dióxido de carbono de la atmósfera, se vuelve más ácida, lo que dificulta la formación y el mantenimiento de los arrecifes de coral.
Hoegh-Guldberg, que ha estudiado el impacto del cambio climático en los arrecifes de coral durante más de tres décadas, fue autora de un informe de 2018 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que concluyó que el mundo perdería la gran mayoría de sus arrecifes de coral con un calentamiento de 1,5 grados centígrados, y prácticamente todos con 2 grados.
Los compromisos actuales de las naciones sitúan a la Tierra en la senda de los 2,5 grados para 2100.
Aun así, no pierde la esperanza.
“Creo que resolveremos el problema si nos levantamos y luchamos por resolverlo”, afirmó Hoegh-Guldberg.
“Si seguimos hablando de la boca para afuera, pero no nos ponemos a buscar soluciones, nos estaremos engañando a nosotros mismos”.
Ingresó al Congreso el 9 de abril y fue presentado ante la comunidad internacional en la cumbre mundial que se realiza en Atenas.
La depredación del océano austral que está ocasionando la industria pesquera llegó este martes a la agenda del conservacionismo global. En un viaje que comenzó en la Patagonia, picó en Buenos Aires y recaló en Atenas, la organización Misión Atlántico, apuntalada por activistas y científicos locales, presentó ante la mirada de los grandes filántropos ecologistas un proyecto de ley para proteger el 30% del Mar argentino.
Por estos días, transcurre en Grecia la novena edición de la cumbre Our Ocean, lanzada en el año 2014 por el ex Secretario de Estado norteamericano, John Kerry. Es un apéndice crucial en el contexto de la discusión permanente sobre lucha contra el cambio climático. Pero trata de manera exclusiva sobre el mar, el ecosistema más grande del planeta, tan postergado de los debates como amenazado por diferentes prácticas industriales. Por eso, la iniciativa argentina, lanzada a un auditorio integrado por representantes de las grandes ONGs globales, es un hecho potente. Busca que la comunidad internacional tome conciencia sobre el vacío que existe en el Atlántico Sur y se pliegue con su apoyo al proyecto legislativo.
Antes de hacer su escala definitiva en Grecia, la ley ingresó al Congreso de la Nación. El pasado 9 de Abril, el diputado Facundo Manes tomó el desarrollo de Misión Atlántico y le dio curso para que adquiriera estado parlamentario. Este martes, fue el mismo Manes quien lo presentó en Atenas.
“A pesar de la inmensa superficie de aguas argentinas, a menudo se las ha pasado por alto, lo que ha provocado una sobrepesca crónica y el agotamiento de las poblaciones de peces. La acción es imperativa. Nuestro gobierno carece de un plan concreto. Esto subraya la urgencia de que nos unamos para preservar nuestros océanos para las generaciones futuras. Aprobar este proyecto de ley será un gran paso para salvar nuestro océano. Establecerá áreas protegidas en aguas de Argentina, prohibiendo la pesca de arrastre de fondo y protegiendo la biodiversidad y los ecosistemas marinos críticos”, expresó, y advirtió: “Sin embargo, no podemos lograrlo solos. Necesitamos el apoyo de científicos, formuladores de políticas, líderes empresariales, ONG y ciudadanos”.
En el año 2022, la Argentina se comprometió junto a otras 188 naciones a proteger el 30% de su plataforma marina continental para el año 2030. Pero hasta ahora tan sólo el 7% del mar argentino está protegido. “Esta situación presenta una oportunidad única para ampliar la red de áreas marinas protegidas en la región y cumplir con el compromiso global de proteger el 30% de los océanos del mundo para el año 2030. Aunque existen esfuerzos de conservación en la región, es fundamental poner al Atlántico Sur en la agenda pública de conservación marina a nivel global, promoviendo la protección de sus especies emblemáticas y sus ecosistemas”, expresó el referente de Misión Atlántico, Juan Pablo Luque, también presente en Atenas.
Facundo Manes, que ingresó el proyecto al Congreso, el ex Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, y Juan Pablo Luque, de Mision Atlántico.
La zona exclusiva económica, que abarca todo el litoral patagónico, desde sus costas hasta la milla 200, cubre un millón de kilómetros cuadrados. Es el 33% del territorio nacional. El proyecto busca crear nuevas Áreas Marinas Protegidas (AMPs) en diferentes sectores del Atlántico Sur para que alrededor de 200 mil kilómetros cuadrados se conviertan en una zona “no take”. Significa que allí, de aprobarse la iniciativa, no podría existir ningún tipo de actividad industrial. Podría leerse como un desafío a la industria pesquera, que viene ocasionando desde hace 50 años un desmonte silencioso, que no se ve, porque ocurre debajo del agua. Pero también un convite a repensar la transición ecológica hacia nuevas prácticas industriales y mecanismos sostenibles de producción.
La pesca de arrastre favorece el calentamiento global
El proyecto de ley no está diseñado al voleo. Cada una de los 7 zona que incorpora para llegar al total propuesto de áreas protegida fue analizado, estudiado y consensuando con científicos de diversas áreas reunidos bajo la órbita del Foro para la Conservación del Mar Patagónico.
– FTP CLARIN Especial Sobre PESCA DE ARRASTRE (4).jpeg Z Invitado
Lucía Castro, activista de la organización Sin Azul No Hay Verde, estaba exultante. Llegó hasta Atenas por la causa de defender el mar, haciendo el máximo esfuerzo: “Celebro que quienes deben legislar para preservar nuestros recursos tomen conciencia de lo necesario que es cuidar nuestro mar. Ahora necesitamos más apoyo y más conciencia de todos los argentinos. Acá no se trata solo de lo que hacen los chinos en la milla 201, sino de lo que pasa con nuestro mar, dentro de jurisdicción argentina”.
El influencer Nico Marín también celebraba, con su sonrisa inmensa: “Lo vamos a lograr”, decía y repartía camisetas argentinas con la leyenda 30×30 a los asistentes. Hasta John Kerry recibió una y posó para la fotos apoyando la causa argentina. La filántropa Dona Bertarelli, navegante de todos los mares y fundadora de Blue Mission, celebro vía X la noticia: “Excelentes noticias llegan desde el Congreso argentino”, tuiteó. También se entusiasmó Sylvia Earle, una leyenda del conservacionismo global, la gran madre de la protección de los mares: “Ahora hay información. Para los argentinos es el momento de actuar. Es ahora”, expresó en diálogo con Clarín.
Dona Bertarelli, una de las mas importante donantes de fondos para conservar la naturaleza a nivel global.
El desafío, de ahora en adelante, es grande. Lo que ocurre debajo del agua no se ve. Lo que no se ve, no representa un problema. Pero cada vez más, gana espacio en la agenda de medios lo que ocurre con la industria pesquera. Bajas regalías, falta de control, matanza de especies, devastación del lecho marino son la contracara de un negocio que genera 2500 millones de dólares al año en exportaciones.
Primero Javier Milei, cuando intentó desregular la actividad mediante la ley ómnibus, y más recientemente el caso del pesquero Tai An, que pescó toneladas de merluza negra de manera ilegal, pusieron el tema del descontrol pesquero en superficie. Hay un debate para dar, un debate que tiene 3 patas, una política, una económica y una tercera ambiental. Pero que debe contar con el compromiso de la ciudadanía, tal como ocurrió en años anteriores con las leyes de bosques y glaciares. Los elementos ya están a la vista. Es viaje, aquí en Grecia, recién empieza.