Hace una década se producía un episodio de violencia que quedaría marcado en la historia negra del fútbol argentino. Qué fue de la vida del principal acusado
Yo me inmolé por Boca y no me arrepiento. Es lo mismo que sepa que van a entrar a robar a mi casa con mis hijos adentro y me quede de brazos cruzados sin hacer nada. El tiempo me fue dando la razón pero ya está, ya pasó. Nunca quise hacerme famoso y siempre preferí resguardar a mi familia. Algún día nos vamos a sentar dos horas y voy a contar todo, pero hoy no es el momento”. El que habla, pelo más corto que aquella noche en que se hizo conocido para todo el mundo, es Adrián Napolitano. Sí, el Panadero. El hombre del gas pimienta, el que arrojó aquel líquido en el entretiempo cuando el plantel de River volvía para jugar los 45 minutos restantes y que terminó suspendiendo el partido de octavos de final de la Copa Libertadores 2015 del 14/5/15 que estaba cero a cero (en la ida había sido triunfo Millonario 1 a 0) y con la Conmebol dándole el triunfo “en el escritorio” a River por 3 a 0. Copa que terminaría con River campeón.
Leonardo Ponzio fue uno de los más afectados por el gas pimienta
Una exacta década después, el Panadero no está arrepentido de lo ocurrido. Y se muerde la boca para no hablar. Sus hijos aún están en edad escolar y dice que salir a contar su verdad va a remover todo un escándalo que ya dejaron en el pasado. Atrás quedaron los días en que lo escrachaban en la panadería de Valentín Alsina, atrás quedaron las jornadas en que su cara era el rostro del mal para los habitantes de la Bombonera. Hoy el Panadero sigue trabajando en el rubro de siempre y se maneja con un bajo perfil absoluto que, afirma, le permitió recuperar la vida. Y a diez años del episodio que lo marcó para siempre sólo agrega “el fútbol es una runfla” y no dice más.
En 2016 fue allanado uno de los locales de Napolitano
Su discurso, claro, no ha variado mucho. Hace cinco años le decía a este periodista algo muy parecido. “La gente se está dando cuenta de por qué se hizo lo que se hizo. Estaba todo arreglado por Burzaco para que pasara River, igual que todo lo que vino después (NdR: por Alejandro Burzaco, mandamás por entonces de la empresa Torneos, responsable de las transmisiones de Conmebol quién después terminó condenado en la causa del Fifagate). Nunca quisimos suspender el partido, era sólo meter presión y se fue de las manos, porque la idea no era dañarlos físicamente, sino que sintieran que esto es Boca. Y hoy, después de todo este tiempo, la gente está viendo lo que pasa. Que estaba y está todo arreglado. Por eso creo que voy a poder volver a la cancha: el hincha sabe que nunca quise perjudicar a Boca y que quienes lo están perjudicando son otros”.
Boca recibió una dura sanción y fue eliminado de la competencia. River terminaría ganando esa Copa Libertadores (Foto NA)
Lo cierto es que después de tanto tiempo, Adrián Napolitano está libre de culpa y cargo. Cumplió la probation que acordó con la Justicia ayudando en la parroquia de su barrio y colaborando con otras entidades y también se le venció a fin de 2019 la prohibición para ir a la cancha. Después vino la pandemia, claro, y la pregunta del millón es si volvió o no a la Bombonera. Ninguno de sus allegados responde pero más de uno se sonríe cómplice ante la requisitoria. El Panadero siempre dijo que vivía por Boca y esa pasión no retrocedió ni un ápice. De hecho la gente que lo rodea cuenta que los primeros tiempos tras la sanción judicial fueron un calvario. Porque si bien pudo recomponer su vida normal cuando los ecos del escándalo se acallaron, los días de partido eran su talón de Aquiles. Porque mientras sus amigos iban a la cancha a la primera bandeja que da a Casa Amarilla, la misma desde donde apretó el gatillo del gas pimienta, él tenía que ver todo por televisión. Y se encerraba en la panadería para ver el partido sólo, lidiando con su destino. Por eso y si bien nadie admite nada, la sonrisa sobre si volvió a pisar la Bombonera se vuelve cómplice, casi una confesión.
Napolitano en la época en la que viajaba a todos lados siguiendo a Boca
Su rutina de cualquier manera no ha cambiado. Admite que el negocio anda bien y que se sigue levantando de madrugada para amasar y hornear el pan junto a dos colaboradores y después agarrar la camioneta con la que repartirá el producto desde las siete, no sólo en su confitería de Valentín Alsina sino también proveyendo a otras de la zona, como una de Lanús que era suya y después del escándalo de la Libertadores 2015 decidió transferir. A media mañana la rutina sigue por la compra de productos para volver a amasar lo que se venderá desde la tarde y acopiar para el día siguiente. Después se dedica a su familia (tiene una hija adolescente y un hijo más chico) y a vivir como cualquier hijo de vecino más. Porque en la calle ya nadie lo insulta, en el barrio volvió a ser el Tano, el pibe que hace el pan y habla de Boca, y suele ir a comer afuera pasando inadvertido. “Ustedes me trataron como a un delincuente pero la gente sabe que no lo soy y sólo me desbordó la pasión”, le dijo tiempo atrás a este cronista justificando aquel accionar que no sólo sacó a Boca de aquella Libertadores sino que fue un mojón importante en lo que construiría después el River de Gallardo. Porque si bien un año antes ya el team del Muñeco había eliminado al Xeneize en las semifinales de la Copa Sudamericana, tras pasar a Boca en los octavos de la Libertadores empezó a generar esa paternidad copera dejando afuera al clásico rival en esa instancia, ganándole la final de la Copa en 2018 en Madrid y también eliminándolo en 2019 en la semifinal.
Daniel Osvaldo y Marcelo Gallado discutiendo en el campo de juego con el partido suspendido
Claro que para el Panadero todas esas circunstancias deportivas hubiesen seguido igual aún si él jamás hubiera actuado como actuó diez años atrás. Porque como buena parte del mundo Boca, cree que River tenía un arreglo con la Conmebol. Por eso dice “yo no quiero hablar pero si van a escribir, vayan a la realidad”, abonando la teoría conspirativa. Por eso, aunque no lo dice, cree que el mundo Boca lo perdonó porque todo estaba ya planeado para beneficiar al primo de Núñez pasara lo que pasara. De hecho hasta la sacó muy barata en la Justicia gracias a los oficios de su abogado Javier Raidan, actual ministro del Superior Tribunal de Justicia de Chubut: si uno pide el certificado de antecedentes de Adrián Napolitano, no aparece ninguno, porque aquel hecho en la Bombonera terminó cumplido y dejando su foja libre de cualquier acto ilícito.
El Panadero en uno de los viajes al exterior siguiendo a Boca. En la foto, junto a Carlos Bianchi
Si se le pregunta por la actualidad de Boca, no responde. El que participó en política en la agrupación de Roberto Digón se llama a silencio. Dice que no es momento de exponerse. “Ya nos vamos a volver a cruzar y voy a hablar”, le asegura a este cronista a quién le confesó el hecho diez años atrás cuando supo que su nombre ya se había filtrado, al que siete meses después le contó que ese acto le había arruinado la vida “porque yo vivo por y para Boca” y que tuvo que irse de su vivienda durante dos semanas porque era blanco fácil en la calle de la bronca de los hinchas. Hasta que el tiempo hizo lo suyo y lo volvió a dejar en el anonimato, ese que tenía hasta el 14 de mayo de 2015 y que diez años después espera mantener aún cuando una vez más, no se arrepienta de nada.
El Merengue finalmente se quedó con la joya argentina que buscaban los principales clubes de Europa
La novela finalmente terminó. Una promesa de River Plate, que rompe récords y llama la atención de todo el continente, se marcha al Real Madrid, el club que ha transformado la exportación de talento joven en una política de Estado. Franco Mastantuono, a los 17 años, rubricó con su presente un destino reservado solo para unos pocos elegidos.
“El 11 de junio de 2025, Franco Mastantuono ejecutó su cláusula de rescisión, en conjunto con el Real Madrid, finalizando de forma anticipada su contrato con River Plate. El jugador se incorporará al club español tras la disputa del Mundial de Clubes FIFA 2025. El monto total de la operación fue de € 63,2 millones, equivalentes a USD 72,6 millones, constituyéndose como la mayor transferencia en la historia del fútbol argentino. River Plate percibirá € 45 millones netos (USD 51,7 millones)“, informó el Millonario en su sitio oficial.
En su anuncio, el conjunto de Núñez también aclara que el resto del dinero se dividió de la siguiente manera: € 11,8 millones (USD 13,6 millones) al fisco español, € 1,4 millones (USD 1,6 millones) a Futbolistas Agremiados, € 0,9 millones (USD 1 millón) a Fondos Estructurales AFA, € 3,6 millones (USD 4,1 millones) por el Decreto 510/2023 y € 0,5 millones (USD 0,6 millones) por otras tasas.
“Gracias, Franco, por tu entrega y talento. Un orgullo verte crecer en el Club. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa que viene post Mundial de Clubes“, añadió el club.
La Casa Blanca, por su parte, no profundizó en cuanto a los números de la operación a la hora de anunciar la contratación de la joven joya argentina. “El Real Madrid C. F. comunica que Franco Mastantuono será jugador de nuestro club durante las próximas seis temporadas, desde el 14 de agosto de 2025 hasta el 30 de junio de 2031. Mastantuono se formó en la cantera de River Plate entre 2019 y 2024, y ha formado parte del primer equipo en la pasada temporada 2024-2025. En febrero de 2024, se convirtió en el goleador más joven en la historia de River Plate, equipo con el que ha ganado una Supercopa de Argentina. A sus 17 años, también es el jugador más joven en jugar un partido oficial con la selección de Argentina en toda su historia”, informó.
En el desenlace de su traspaso, otro nombre merece un apartado: Juni Calafat. Para comprender la dimensión de este pase, hay que entender la relevancia que el directivo español tiene en la estructura del Real Madrid. Calafat, de 52 años, Chief Scout y Director de Fútbol Internacional, fue el protagonista silencioso detrás de los fichajes de Vinicius Jr., Rodrygo, Fede Valverde, Militao, Camavinga, Bellingham y Arda Güler, entre otros. Su metodología no reside únicamente en el análisis técnico y el seguimiento de videos, sino en el vínculo personal, la empatía con las familias y la capacidad de interpretar el entorno sudamericano mejor que nadie en Europa.
La intervención de Calafat fue determinante en la puja con el PSG. Ante la avanzada del club francés, el Real Madrid aceleró y envió a Buenos Aires a su principal estratega. El español tomó contacto con el entorno íntimo de Mastantuono, ofreció más que un proyecto deportivo, y tejió el mismo lazo de confianza que supo emplear en anteriores operaciones exitosas. Su presencia, además de ser una declaración de intenciones, inclina hacia el club blanco a casi cualquier talento sudamericano codiciado en el continente.
Fuentes de la negociación indican que Juni fue el principal interlocutor en la fase clave de las charlas con el representante Walter Tamer y la familia Mastantuono. Por eso, el joven acordó un contrato hasta 2031 con el Real Madrid, en una de las operaciones más resonantes de la historia reciente millonaria.
LA HISTORIA DE FRANCO MASTANTUONO:
El informe de Franco Mastantuono en España
La historia de Mastantuono es, ante todo, la de un chico que respiró deporte desde la cuna. Nació el 14 de agosto de 2007 en Azul. Cristian, su padre, fue su guía en los primeros pasos futboleros en River de Azul, la escuelita donde empezó a codearse con la pelota a los tres años, mientras en su casa compartía juegos y rutinas con su madre Sofía y sus hermanos Lucila y Valentín.
Lo extraordinario de su formación radica en que su destino parecía bifurcarse entre dos disciplinas: el fútbol y el tenis. Durante varios años, Franco dividió sus energías entre la genética de un mediocampista incisivo y los movimientos técnicos de un tenista entre los mejores Sub 12 del país. Sus entrenadores en el club Azul lo recuerdan como un talento innato, con una capacidad poco común para resolver situaciones complejas. Físicamente ágil, mentalmente predispuesto y con una táctica asombrosa para la edad, Mastantuono parecía destinado al alto rendimiento sin importar el deporte que eligiera. Ocupaba desde muy chico el top 10 de los juveniles de su categoría, venció a varios de los mejores proyectos nacionales y dejó a los técnicos con la sensación de que en la raqueta también había nacido para estar entre los mejores.
Eligió el fútbol finalmente, no porque el tenis lo haya vencido, sino porque su vocación por la pelota y el césped fue más fuerte. River Plate, a través de un trabajo paciente de su captador Daniel Brizuela, convenció a la familia con argumentos deportivos e institucionales sólidos: “Fue una pulseada de dos años con la familia. Él seguía destacándose en el tenis y nos decían que el fútbol era un juego, pero cuando lo vimos supimos que teníamos que traerlo”, rememoró el encargado de llevárselo a Núñez.
Su llegada formal a River fue en 2019, a los 12 años, aunque la seducción de los cazatalentos millonarios había comenzado antes. En su debut, en la última fecha de una liga local y con apenas un par de entrenamientos en el lomo, jugó como si ya llevara años en el club, contribuyó al título del equipo y rápidamente convenció a todos.
Franco Mastantuono brilló desde sus inicios con la camiseta de River Plate
Pocos futbolistas en la historia reciente del fútbol argentino irrumpieron con tanta naturalidad en todas las categorías como Mastantuono. Inicialmente, la zurda exquisita sobresalió en la Séptima y la Octava División, donde no solo fue goleador sino capitán y líder del grupo. Su eventual salto a las Juveniles nacionales llegó rápido: convocado a la Sub 17 y hasta fue llamado por Javier Mascherano a la Sub 20 a los 15 años.
Ya en el club de Núñez, técnicos como Martín Pellegrino y Pablo Fernández coincidieron en cuestiones clave: Franco reúne atributos técnicos superlativos y una mentalidad de competencia fuera de lo usual. Describe Pellegrino: “Es muy vertical, determinante en el uno contra uno, con una pegada formidable; de los que no ves todos los días. Hace rato que no veía a alguien golpear la pelota así”. Fernández, por su parte, le sumó: “Es líder natural, tranquilo, pero de gran personalidad. Y tiene recursos para llegar al gol de todas las formas: pelota parada, media distancia, cabeza”.
La racha de récords, en consecuencia, se dio de manera natural. El 28 de enero de 2024 debutó en Primera frente a Argentinos Juniors, con solo 16 años, 5 meses y 14 días, tercero más joven en estrenarse en el club después de Mateo Mussachio y Tomás Rossi. Apenas un par de semanas después, marcó de zurda un gol ante Excursionistas y se convirtió en el goleador más joven de la historia de River. Luego, su sello ganador se desparramó por todo Sudamérica: en abril de ese año anotó en su primer partido de Copa Libertadores en Asunción, transformándose en el más joven en lograrlo con la camiseta millonaria. Y la obra cumbre: su gol de tiro libre a Boca en el último Superclásico, que le dio a River una victoria memorable y a él el privilegio de ser también el más joven con la banda roja en anotar en ese partido con apenas 17 años, 8 meses y 13 días.
Mientras tanto, en Selección Argentina, la estadística y la historia se rindieron a sus pies. Scaloni lo citó a la Mayor y lo hizo debutar en un partido oficial a los 17 años, 9 meses y 22 días, quedando como el debutante más joven de la historia en ese contexto, superando récords previos de Alejandro Garnacho y Facundo Buonanotte.
La selección de Scaloni mostró carácter en un juego complejo, supo sobreponerse a la desventaja y con uno menos, por la expulsión de Fernández, llegó al empate 1-1.
En un partido cargado de tensión en la previa y que terminó con empujones y muchos nervios, Argentina y Colombia empataron anoche 1-1 en el Monumental por la fecha 16ª de las eliminatorias de Conmebol.
La igualdad premió al campeón del mundo, que nunca bajó los brazos y que cuando se vio en desventaja fue al frente, buscó el gol y no disminuyó en su esfuerzo hasta conseguirlo.
Al mismo tiempo, el resultado castigó a Colombia, porque, después de un inteligente primer tiempo y de irse en ventaja, se quedó sin osadía, se refugió y trató de aguantar sin lograr el objetivo.
La Albiceleste ya sacó su boleto al Mundial 2026 hace rato, pero el juego sirvió para ratificar el presente de Almada y de Álvarez, y mostró que hay equipo para un largo tiempo.
Pegó Colombia
La primera parte tuvo movilidad por ambos lados, una presión alta de Colombia y el intento de manejar con criterio la pelota por el lado de Argentina en cada una de las salidas desde el fondo.
La Albiceleste se vio un poco sorprendida por el juego del Cafetero, quien no le dejó manejar con tranquilidad la pelota y siempre colocó gente cerca de Messi como para que el capitán no pudiera manejar la pelota con simpleza.
La salida rápida y la contra fueron el arma utilizada por el equipo visitante, y desde el juego de James Rodríguez, más la velocidad de Luis Díaz, nació lo mejor del equipo de Lorenzo.
Un par de aproximaciones de los locales hizo que la gente se levantara, pero el campeón no tuvo la precisión habitual en los metros finales.
A los 23, una pelota profunda terminó en los pies de “Lucho” Díaz y el atacante del Liverpool dejó parado a “Cuti”, a Otamendi y a Molina para definir ante la salida del “Dibu”.
La transición paciente y con pases precisos en el campeón del mundo se diluyeron en los metros finales, y aunque hubo un par de buenas combinaciones entre Almada, Julián Álvarez y Messi, el final no fue el soñado por la multitud.
Con el 0-1 colocado en el marcador, los dirigidos por Scaloni se mostraron confundidos y por momentos perdieron la línea.
La chapa del campeón
En la segunda parte, y con la ventaja a su favor, la visita decidió cambiar la manera de jugar y ello fue clave para que el partido tomara un rumbo totalmente distinto, porque el técnico Lorenzo colocó un 4-5-1 y decidió resistir la diferencia.
En su afán por defenderse, dejó en libertad a Messi y el capitán generó juego y, en un par de ocasiones, el equipo estuvo cerca de llegar al gol.
Colombia apostó a una corrida de Díaz, quien en soledad siguió manejando los ataques visitantes y complicando a los locales. Pero pagó la idea de jugar unos metros más atrás.
González exigió a Mier y después el propio González estrelló un remate en el poste. Y cuando Fernández levantó el pie y vio la roja tras pegarle a un adversario y Messi dejó el campo, el campeón siguió jugando mejor, hasta que Almada la clavó cruzada y abajo para poner el empate.
Fue justicia en el Monumental, porque Colombia no se animó a ser protagonista ante Argentina y porque el campeón nunca se da por vencido.
Hay varias selecciones que podrían sellar su boleto a la próxima Copa del Mundo
Las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, se encuentran en su etapa decisiva. Este martes 10 de junio, la fecha 16 podría definir la clasificación directa de varias selecciones, entre ellas Ecuador, Paraguay y Brasil, dependiendo de los resultados de sus respectivos encuentros y de otros partidos clave.
Los enfrentamientos programados incluyen a Bolivia contra Chile en El Alto, Uruguay frente a Venezuela en Montevideo, Argentina recibiendo a Colombia en Buenos Aires, la Verdeamarela enfrentando a la Albirroja de Gustavo Alfaro en São Paulo y Perú midiéndose ante el combinado ecuatoriano en Lima.
Ecuador y Paraguay, que ya tienen asegurado el repechaje, podrían confirmar su clasificación directa al Mundial si logran una victoria en sus respectivos partidos contra el combinado incaico y la Canarinha, siempre que Venezuela no gane su encuentro. En caso de que la Vinotinto pierda, un empate también sería suficiente para que ambas selecciones aseguren su lugar sin necesidad de disputar el repechaje.
El cronograma de la fecha 16 de las Eliminatorias Sudamericanas
Por su parte, Brasil, que aún no garantizó su posición entre los siete primeros clasificados, necesita vencer al elenco guaraní para asegurarse, al menos, el repechaje. Si además los venezolanos pierden su partido, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti obtendría automáticamente su pase directo al Mundial. Incluso en caso de una derrota ante los paraguayos, el Scratch podría asegurar un lugar en la repesca si Bolivia pierde.
Quien quedaría muy cerca de lograr el boleto a la siguiente cita ecuménica en caso de una victoria es el elenco charrúa. De hecho, si logra los tres puntos en su duelo con Venezuela, los dirigidos por Marcelo Bielsa se asegurarán un lugar en el repechaje y quedarán a una sola unidad de confirmar su presencia en el máximo torneo de selecciones. Por su parte, la Vinotinto podría asegurar su lugar en el repechaje en caso de imponerse ante los uruguayos y que Bolivia pierda.
La misma situación que Uruguay corre para Colombia. Con 21 puntos, la selección cafetera se garantizará un puesto en la repesca si logra vencer a la Albiceleste, en condición de visitante y quedaría a un pequeño paso de confirmar su pasaje a Norteamérica.
Más abajo y con menos probabilidades de clasificación aparecen Bolivia, Chile y Perú. La Roja y la Verde tendrán un duelo clave en las aspiraciones de cada uno, en el que un empate no le sirve a ninguno de los dos. A los dirigidos por Ricardo Gareca, que la única forma que tienen de acceder al Mundial es por la vía del repechaje, solo le vale una victoria y esperar que Venezuela no gane. Por su parte, el elenco boliviano podría quedar eliminado en caso de perder y que la Vinotinto obtenga los tres puntos.
El combinado incaico solo tiene una esperanza: terminar séptimo y entrar a la repesca. Opción que puede quedar descartada si el elenco venezolano se impone ante la Uruguay de Bielsa. Con este panorama, se puede dilucidar que Venezuela será el gran juez de esta jornada.
Vale recordar que la única selección sudamericana que ya tiene su boleto sellado es la Argentina, que se encuentra clasificada hace tiempo y que además tiene asegurado el primer puesto.