Surgió de Gimnasia La Plata, proviene de una familia con fuertes vínculos con el fútbol y lo buscaron Racing y Talleres antes de que emigrara al Bologna
“Benja Domínguez es un chico que está bien, se puede sacar hombres de encima, puede jugar de extremo. Nos decidimos por él por encima de Garnacho para poder verlo y conocerlo“, declaró Lionel Scaloni en conferencia de prensa, en la antesala del partido de la selección argentina con Uruguay, por las Eliminatorias sudamericanas. El juvenil de 21 años se ganó la convocatoria por el gran presente que atraviesa en el Bologna de la Serie A.
Como la gran mayoría de los jugadores nacidos en suelo argento, dio sus primeros pasos en el fútbol en los clubes de barrio: pasó por Siglo XXI y Comunidad Rural, de la localidad de Los Hornos, en La Plata. Luego, dio el salto a Gimnasia (LP). Hizo las inferiores en el Loboy debutó en Primera División el 23 de noviembre de 2021, en un encuentro frente a Talleres de Córdoba.
“Siempre jugó de extremo por izquierda siendo un jugador derecho, pero también maneja bien la zurda. De todas maneras a veces jugó de extremo por derecha y también de 9. El tema que en un club de barrio es común que vayan 9 jugadores y por eso es que se cambian las posiciones, Benja jugó hasta de 5”, comentó hace un tiempo Juan José Tejeda, quien supo ser su entrenador en la categoría 2003 de Comunidad Rural, en diálogo con la Radio AM 1270.
En su casa se respira fútbol. “Con Benjamín la historia es diferente a otras porque viene de parte de la familia, yo entrené a uno de los tíos de chiquito y quedó una gran amistad con la abuela que era la cocinera de Estudiantes, Inés, es una fenómena. El hermano más grande es Leo, categoría 2002, defensor zurdo, luego sigue Franco (2005), un crack también, pero Benja era el exquisito de los hermanos Domínguez”, contó Tejeda.
El formador recordó cómo fue la llegada del juvenil al Lobo: “Benja me dice que su papá lo había llevado a probarse a Gimnasia, todo esto sin que nosotros supiéramos. De todas maneras yo sabía que había quedado y todo. Por supuesto le deseé lo mejor. Él estaba bien entrenado físicamente cuando se fue a probar, hacía dos años que venía trabajando con nosotros en el desarrollo físico de alto rendimiento que brindamos en Comunidad Rural. En esa parte estaba en igualdad de condiciones con el resto”.
Su etapa con losTriperos coincidió con momentos complejos del club platense, que hasta llegó a jugar un partido para no perder la categoría frente a Colón. Sin embargo, a fuerza de buenas actuaciones y goles, supo destacar y ganarse el cariño de sus hinchas. Disputó 89 partidos, facturó diez tantos y brindó cuatro asistencias.
Las primeras imágenes de Benja Domínguez con la selección argentina
En el medio, surgió un desacuerdo con la Secretaría Técnica del club platense. A principios de 2024, el futbolista pidió un tiempo para firmar la renovación de su contrato, las negociaciones se estiraron y pasó un tiempo marginado del plantel. No obstante, en febrero de ese mismo año puso la rúbrica y la cuestión se solucionó.
Fue en ese ínterin que varios clubes aprovecharon para ofertar por su pase. Talleres llegó a ofrecer 2 millones de dólares y un 20% de plusvalía y Racing se lo quiso llevar, pero terminó por desistir, debido a que desde La Plata pidieron 7 millones de dólares. Además, hubo rumores del interés de River Plate y Boca Juniors, pero que no hicieron ninguna propuesta formal. También pasó por las selecciones juveniles, bajo la tutela de Javier Mascherano, hoy orientador del Inter Miami.
Antes de irse transferido al Bologna por una cifra cercana a los 4.500.000 de dólares, disputó un encuentro por la Copa Argentina ante Barracas Central, en el que firmó el único tanto y le dio a Gimnasia la clasificación a la siguiente etapa. “Anoche cuando me fui a dormir soñaba con esto, con hacer un gol y despedirme de la gente. Me voy tranquilo, con el cariño de los hinchas, que sé que la mayoría me quiere y me ama, y los chiquitos que cada vez que me ven y se vuelve locos. Eso no tiene precio y me lo llevo en mi corazón para siempre”, confesó tras el partido sobre su lazo con el Lobo.
Su llegada al fútbol italiano
“Bolonia FC 1909 anuncia que ha adquirido definitivamente el derecho a los servicios deportivos del delantero Benjamín Domínguez del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata . Decimosexto futbolista argentino de nuestra historia, Benjamín es una de las perspectivas más interesantes de su país: talento que se nota, lateral izquierdo diestro y con una técnica envidiable, le encanta converger con el balón en los pies para buscar la conclusión. Es peligroso en el uno contra uno, generoso en la carrera y preciso de cara a la portería”, escribió el club a modo de definición del futbolista.
Benja Domínguez fue convocado a la selección argentina para los compromisos con Uruguay y Brasil
El juvenil logró adaptarse al ritmo del fútbol europeo. Lleva jugados 19 partidos, entre Serie A y Copa Italia, en los que logró marcar en cuatro oportunidades y brindar tres asistencias. Estas actuaciones con el Rossoblù lo pusieron en la órbita de la Selección y Scaloni terminó por decantarse por él, por sobre otras opciones.
“Estoy muy contento, con mucha ilusión. Me mandó un mensaje Pablito Aimar para decirme que iba a estar en la prelista. Después en la semana me mandaron el pasaje y me mandó un mensaje el profe. Es un montonazo, porque desde que llegué a Italia estoy creciendo”, declaró en su llegada al país para sumarse a los entrenamientos con la Albiceleste.
Su convocatoria y la posibilidad de entrenarse con Lionel Messi, las relató con mucha ilusión: “Vamos a entrenarnos hoy a la tarde, no sé si va a estar él. Nunca lo vi, no sé ni qué decirle. Es el sueño de todo jugador”. Finalmente, Leo no pudo ser parte de la lista por la lesión en el aductor izquierdo, por lo que el cara a cara con el astro rosarino tendrá que esperar.
Argentina jugará ante Uruguay este viernes en el estadio Centenario y cuatro días más tarde será la anfitriona del duelo ante Brasil. Pese a que la posibilidad de que Domínguez sume minutos en alguno de los encuentros existe, el llamado ya es un reconocimiento a su nivel y al potencial futbolístico para ser uno de los herederos de La Scaloneta.
El camino rumbo al Mundial 2026 siguió su curso este jueves y continuará este viernes con el choque entre Uruguay y Argentina como plato principal
El 2025 abrió sus actividades a nivel selecciones con una etapa clave en Sudamérica. Las Eliminatorias que definirán a los clasificados al Mundial 2026 vibran con una doble fecha que será fundamental para las aspiraciones de los combinados y que ofrece partidos de alto vuelo, con el líder Argentina afrontando los clásicos ante Uruguay y Brasil.
La Albiceleste visitará este viernes a Uruguay en Montevideo sabiendo que, pase lo que pase, no perderá su condición de líder en esta 13ª fecha. Al mismo tiempo, un empate ya le asegurará terminar esta ventana de marzo como puntero más allá de lo que haga el siguiente martes en el Estadio Monumental contra Brasil. En caso de rescatar resultados positivos, los de Lionel Scaloni podrían terminar esta jornada con el boleto en el bolsillo a la Copa del Mundo que organizarán conjuntamente México, Estados Unidos y Canadá.
Los seis primeros de la tabla clasificarán directo al certamen más importante a nivel selecciones y el séptimo disputará un repechaje.
Brasil tomó impulso como local: venció 2-1 a Colombia en el Estadio Mané Garrinchagracias a un golazo de Vinicius Junior sobre el final y ahora viajará confiado a Buenos Aires para disputar el derby regional con la Albiceleste. Los de Dorival Júnior están segundos con 21 puntos. Paraguay, en tanto, dio otro paso hacia el sueño que propone Gustavo Alfaro: derrotó 1-0 a Chile y alcanzó la línea de los 20 puntos.
Y Perú alimentó sus ilusiones con el triunfo 3-1 contra Bolivia. Así, salió del fondo de la tabla (acumula diez puntos) y sumergió en el sótano a los dirigidos por Ricardo Gareca. Los del Altiplano, por su parte, permanecen en el escalón de repechaje (19 unidades). De acá a septiembre quedarán definidos los seis participantes sudamericanos de la próxima Copa del Mundo y el elenco que disputará la repesca por estirar a siete ese número.
Se cumplen 30 años de la primera vuelta de Su Majestad a los Chicago Bulls tras su alejamiento en 1993. Los detalles de su decisión y el impacto de verlo sin el icónico N° 23
Pocas veces el mundo del deporte sintió tal impacto. El 6 de octubre de 1993, a un mes del comienzo de una nueva temporada de la NBA, el ambiente deportivo se paralizó con la noticia. En el mejor momento de su carrera y a pocas semanas de haber logrado su tercer título consecutivo con los Chicago Bulls, Michael Jordan anunció su retiro y sorprendió al mundo. “Cuando ya no siento esa motivación por el juego, es hora de retirarme del básquet”, dijo el número 23 sentado junto a su por entonces esposa y madre de sus hijos, Juanita.
Aquella tarde de otoño, sus compañeros estuvieron incrédulos. Lo mismo sucedió con Phil Jackson, el histórico entrenador que con su filosofía zen pudo transformar a Chicago en un equipo temible. Al igual que todos ese día, el mundo de la NBA y el deporte se preguntó: ¿por qué Jordan decidió retirarse en el pináculo de su carrera y a unos jóvenes 30 años?
Poco menos de un mes después de vencer a los Phoenix Suns de Charles Barkley en las finales del 93, MJ recibió la noticia de que su papá fue secuestrado. Eso ocurrió el 23 de julio, pero el 3 de agosto sucedió lo peor: el cuerpo de James Jordan fue encontrado flotando en un riachuelo de Carolina del Sur. Una vez que el FBI descubrió su cuerpo, la autopsia confirmó que había sido ejecutado de un balazo en la zona del pecho.
La pérdida de su papá destruyó a Michael y lo impulsó a tomar una decisión que buscó bloquear su dolor y el de toda una familia. Por eso, en la cúspide de su trayectoria como basquetbolista, eligió sacarse la camiseta número 23 de los Bulls y, una vez que superó el duelo, Jordan pensó que la mejor forma de honrar a su padre sería jugar al deporte favorito de James: así fue que a principios de 1994, MJ firmó un contrato con los Chicago White Sox -una de las dos franquicias de béisbol de la ciudad que militan en la Mayor League Baseball (MLB), la liga más importante de la disciplina en Estados Unidos- y cambió la pelota naranja por el bate y la bola blanca.
Jordan con la camiseta de los White Sox durante los entrenamientos en Sarasota durante febrero de 1994 (AP Photo/John Swart)
Tras completar la pretemporada con su nuevo equipo -el dueño era Jerry Reinsdorf, también propietario de los Bulls-, Jordan fue enviado a los Birmingham Barons, la filial de la franquicia de las Grandes Ligas. Su pobre rendimiento al momento de batear en ofensiva -terminó con un porcentaje de 0,252-, sumado a la necesidad de volver a sentirse competitivo, fueron los factores que comenzaron a impulsar el retorno a su viejo y gran amor.
Un paso gigante de seducción fue el evento que ocurrió el 1 de noviembre del 94. En el flamante United Center -la nueva casa de los Bulls- Jordan junto a su familia vio cómo la famosa 23 se instaló para siempre en el techo del nuevo estadio. Al mismo tiempo, la organización presentó la icónica estatua en las afueras de la arena. Todo un símbolo para con el hombre que cambió la vida de una ciudad. Y de toda la NBA, claro.
El tiempo pasó y en marzo del año siguiente se terminó de gestar el regreso de Michael Jordan a Chicago. Mientras los Bulls ya eran el equipo de Pippen, el histórico ladero del 23, Scottie aprovechó las transmisiones de los partidos por la televisión nacional para mostrar la suela de sus zapatillas de la marca Air Jordan y llamar a su amigo para volver.
Todo se confirmó antes del día elegido para el anuncio. Jordan se sumó a los entrenamientos del equipo en la antesala de los playoffs y aquel famoso 18 de marzo se encargó de redactar el fax que explotó en todas las redacciones, radios y canales de TV de los Estados Unidos: “I’m back”, dijo el escueto comunicado. Minutos más tarde, el entrenador Jackson en diálogo con la prensa, hizo el anuncio formal. “Hoy, Michael Jordan fue activado como un Chicago Bull”, dijo el personaje de bigote prominente.
El comunicado que escribió el mismísimo Jordan para confirmar su vuelta a la NBA
El domingo 19 de marzo, los Bulls tenían que visitar a los Pacers en Indiana. MJ se subió al avión con el resto del equipo y, una vez que llegó a la ciudad de Indiana, el mundo de la NBA ya había mostrado los cambios: decenas de reporteros en la puerta del hotel del equipo y centenares de fanáticos de Jordan, con pancartas en las afueras de la concentración.
“Después de verlo en la cancha, creo que podré describirlo. O tal vez no pueda describirlo. Pero una vez que lo veamos en ese uniforme rojo jugando para los Chicago Bulls, ese será el momento emotivo que hemos buscado y todos esperábamos”, dijo Phil Jackson, el DT en la previa del primer partido, el del regreso del hombre que llevó a la NBA a otro nivel.
Pero antes de saltar a la cancha, Jordan impactó al mundo entero con un cambio sustancial. Como el 23 de los Bulls estaba retirado, eligió vestirse con el número 45, ese que no pudo utilizar en su adolescencia en la escuela secundaria Emsley A. Laney porque su hermano mayor Larry le ganó de mano. A pesar de no jugar por más de 18 meses al básquet, MJ fue titular en el duelo ante los Pacers.
Se lo notó lento, un poco desenfocado y fuera del timming de juego, situaciones normales tras tantos meses fuera de la actividad. Jordan terminó con 19 puntos aquella noche, con un mal porcentaje de efectividad en tiros de campos -anotó 7 tiros de 28 intentados con un 0-4 en triples- y no pudo evitar la derrota de Chicago por 103-96.
“Necesitaba alejarme del juego en ese momento, pero realmente lo extrañé. Extrañé al equipo y a mis compañeros”, dijo Jordan en la multitudinaria conferencia de prensa posterior a su regreso. Tras este, vinieron varios encuentros más: triunfo ante los Celtics en Boston, derrota en el primer partido en Chicago ante el Magic de Shaquille O’Neal, victoria ante Atlanta con un tiro ganador hasta lo que fue su vuelta al Madison Square Garden de Nueva York, el día que convirtió 55 puntos, en una de demostración de que su juego estaba intacto.
La temporada terminó temprano para el nuevo Chicago de Jordan. Orlando eliminó a los Bulls en las semifinales de la postemporada en la Conferencia Este y desactivó el sueño de volver a ver al mejor jugador de los últimos años en lo más alto de la NBA. “El 23 no es el 45″, fue la frase que lanzó Nick Anderson, una de las figuras de la nueva franquicia que dejó sin playoffs a Su Majestad tras una serie que terminó 4-2 en contra. Ese comentario fue un bidón de nafta para el fuego interior de uno de los atletas con mayor nivel de competitividad de todos los tiempos.
¿Qué hizo Michael tras la decepción que le causó no conseguir un nuevo anillo? No se fue a su casa, se mudó a Hollywood para filmar la original Space Jam. Y mientras ayudó a que Bugs Bunny y sus amigos los Looney Tunes para que no fueran conquistados por los Monsters, se preparó como nunca para volver a subirse al trono. El resto, ya es historia conocida. Y aunque pasaron 30 años, es uno de los capítulos más impresionantes en la historia del deporte mundial.
Jordan con el número 45 en su regreso a la NBA en la temporada 94-95
El atacante del Manchester United fue “cortado” por Lionel Scaloni de la prelista de la Selección para los dos partidos más convocantes de las Eliminatorias
El 14 de noviembre del año pasado, en el estadio Defensores del Chaco, Argentina perdió 2 a 1 ante Paraguay. Fue la penúltima presentación de los campeones del mundo, que cinco días más tarde vencieron a Perú 1 a 0 en la cancha de Boca. Aquella noche en Asunción, Lionel Scaloni mandó a la cancha a Alejandro Garnacho a los 18 minutos del segundo tiempo. Los paraguayos ya ganaban 2 a 1 y Alexis Mac Allister le dejó su lugar al delantero del Manchester United. Los 27 minutos que tuvo para ayudar a cambiar la historia del encuentro estuvieron lejos de alcanzarle a Garnacho: todos los intentos por imponerse en el uno contra uno resultaron vanos y no dispuso de ninguna situación de gol. A un costado del campo de juego, Scaloni se lamentó por esas búsquedas infructuosas de Garnacho, en un par de ocasiones con gestos elocuentes. Se notó en Asunción que el técnico no quedó conforme con la actuación del juvenil de 20 años nacido en Madrid y de madre argentina.
Ahora, en la antesala de los clásicos frente a Uruguay y Brasil, Scaloni incluyó a Garnacho en la prelista de 33 futbolistas que convocó y luego lo sacó en el corte que transformó a la nómina en una más corta, de 26 jugadores. Los que se quedaron afuera por lesiones fueron Lionel Messi, Paulo Dybala, Giovanni Lo Celso y Gonzalo Montiel, a quienes ayer se sumó Lautaro Martínez por un desgarro grado uno en el isquiotibial izquierdo. Y los tres que seguirán esos duelos desde Europa por televisión, por razones futbolísticas, son Claudio El Diablito Echeverri, Francisco Ortega y el propio Garnacho.
Garnacho entrenando con la Selección
Campeón de la Copa América 2024 en Estados Unidos con el seleccionado, la salida de la lista de Garnacho es la que más ruido hizo, especialmente por las bajas de Messi y de Dybala, y por la ausencia de última hora de Lautaro Martínez para los duelos en el Centenario y en el Monumental.
Aun con este escenario, Scaloni prefirió dejarlo afuera de la lista definitiva de 26. ¿A qué se debe la baja de Garnacho? Según pudo averiguar Infobae, la razón es exclusivamente por su nivel de juego no solo en los ocho partidos que disputó para la Selección Mayor sino también en el Manchester United. “Y además Scaloni quiso premiar el muy buen presente de otros jugadores, como Benjamín Domínguez y Santiago Castro en Bologna, y por eso los llamó a ellos”, dijo a este medio una fuente cercana al técnico del conjunto albiceleste.
“Scaloni pretende que Garnacho levante su rendimiento porque considera que es un jugador con un potencial enorme”, agregó el informante.
El juego de Garnacho siempre sedujo a Scaloni, al punto de que lo hizo debutar en el seleccionado con apenas 18 años. Fue el 15 de junio de 2023, en una victoria 2 a 0 ante Australia que tuvo lugar en el estadio De los Trabajadores de Pekín, en China. Aquel día ingresó en lugar de Nicolás González a los 18 minutos del segundo tiempo.
Garnacho festejando un gol del United (Foto REUTERS/Chris Radburn)
Desde entonces jugó un total de ocho encuentros vestido de celeste y blanco, pero todavía no logro convertir ningún gol. Es más: a decir verdad, sus actuaciones en el seleccionado siempre estuvieron al menos un escalón por debajo de lo que suele mostrar en Manchester United.
El domingo anotó uno de los goles con los que su equipo venció por 3 a 0 a Leicester, por la Premier League, y después del partido subió una historia a su cuenta de Instagram que puede leerse como una expresión de tristeza por su ausencia en la lista definitiva del seleccionado: se lo ve sentado sobre un cartel de publicidad y mirando hacia abajo.
Para los clásicos frente a Uruguay y Brasil, los delanteros que quedaron por encima de Garnacho en la consideración de Scaloni son Julián Alvarez, Giuliano Simeone, Angel Correa, Benjamín Domínguez y Santiago Castro (también había sido citado Lautaro Martínez pero quedó desafectado por lesión).
Scaloni dará una conferencia de prensa hoy al mediodía y seguramente explicará los motivos de la ausencia de Garnacho, al que siempre consideró el juvenil de mayor proyección de todos los que están en el fútbol europeo.