Connect with us

Nacionales

El gobierno de Chubut frenó la ayuda a las víctimas de los incendios en Epuyén

Publicado

on

De los 7.000 millones de pesos aportados por el gobierno nacional, el Ejecutivo del gobernador Ignacio Torres otorgó apenas 20 millones para quienes perdieron sus hogares en las llamas. El testimonio de las víctimas y la preocupación de cara al invierno..

A casi dos meses del incendio que calcinó una parte de la pequeña localidad cordillerana de Epuyén, el gobernador de la provincia de Chubut, Ignacio Torres, abandonó definitivamente a las víctimas de la tragedia y las dejó libradas a su suerte con solo una pequeña asistencia básica de subsistencia que culminará en un mes, en abril, cuando el otoño patagónico ya comenzará a sentirse en toda su crudeza.

Aunque prometió una rápida reconstrucción de todo lo perdido, tal cual estaba antes del fuego, con los 7.000 millones de pesos que aportó el Gobierno nacional, el gobernador solo entregó una pequeña asistencia alimentaria por cuatro meses con un subsidio de alquiler por igual lapso, y un voucher por hasta 20 millones de pesos, con pocos beneficiarios, para comprar materiales de la construcción.

Ignacio Torres, gobernador de Chubut

Torres no envió equipos de Desarrollo Social a fin de censar a las víctimas para conocer la real magnitud de sus necesidades y responder con políticas de atención acordes, ni llegó con grupos interdisciplinarios de salud para contener física y psicológicamente a los damnificados, ahora revictimizados por el abandono oficial.

Además, descargó sobre los afectados la responsabilidad de la gestión administrativa de la escuálida asistencia, al obligarlos a presentar presupuestos para las compras de materiales en plazos imposibles, liquidaciones de gastos en alimentos facturados al municipio y contratos de alquiler con exigencias incumplibles en la zona.

Simultáneamente, la gobernación decidió cerrar este año dos salas en el jardín de infantes 476 a las que debían asistir muchos de los niños y niñas afectados por el incendio, y que ahora o quedarán fuera del sistema o hacinados de a 20 en salas de 6 por 5 metros y mezclados en edades de 3, 4 y 5 años.

“El desamparo es muy angustiante. Casi todo lo que pudimos hacer es gracias a la solidaridad de la gente, porque el Estado no está respondiendo al contexto de emergencia y catástrofe que vivimos en Epuyén”, explica Azu Gatti Yapur, una de las víctimas del incendio que desde el 15 de enero arrasó con todo lo que tenía hasta ese instante.

Azu y su familia viven ahora en un pequeño domo precario que logró montar con ayuda de amigos y vecinos solidarios sobre las cenizas de su casa, mientras se sumerge en el laberinto de la reconstrucción y comienza a organizarse con otras víctimas, igual de abandonadas, para exigir a los estados nacional y provincial que cumplan su rol con responsabilidad y una condición de humanidad hasta ahora ausente.

Uno de los inconvenientes para la organización es la falta de información oficial confiable sobre la cantidad real de afectados. Hubo un trabajo de relevamiento inicial realizado por las “Trabajadoras Comunitarias de Salud” del hospital local (las únicas que llegaron con un abrazo inicial a las víctimas) pero el Municipio se niega a compartirlo con el argumento de preservar la privacidad.

Hay personas que todavía viven en carpas, algunos en pequeñísimas casas de turismo y otros hacinados entre dos o más familias de amigos o familiares.

Foto: NA

A medida que van superando el estado de shock inicial y padeciendo la muralla burocrática de la indiferencia oficial, las víctimas del incendio comenzaron a tejer una red incipiente de organización que tuvo esta semana su primera aparición pública con un comunicado para explicar el estado de situación, y una carta al gobernador Torres y al intendente local José Contreras con los primeros enunciados de sus reclamos. Hasta el cierre de esta edición no había respuestas.

Tiempo accedió a todos esos documentos y dialogó con varios de los y las damnificadas, a través de cuyos testimonios pudo reconstruir los hechos que  confirman la ausencia del Gobierno provincial, la crueldad de su indiferencia y la incapacidad del Municipio para dar respuestas a una tragedia que los supera por completo.

Alimentos: Pagos de 350.000 pesos mensuales de asistencia alimentaria hasta abril, con el poco feliz nombre de “Subsidio de Subsistencia”. Es un monto fijo por familia que no diferencia ni la cantidad de miembros ni las edades ni las necesidades especiales. Recién comenzaron a pagarlo en marzo y debe liquidarse por mes con facturas de cada compra a nombre del municipio.

Vivienda: Subsidio de Alquiler por 350.000 pesos hasta abril, con contrato de alquiler legalizado y sólo para quienes presenten el título de propiedad de la tierra que habitaban o el contrato de alquiler anterior. Cualquier otra variante de vivienda no está contemplada.

Reconstrucción: La provincia entrega un voucher de 20 millones de pesos para la compra de materiales que, según los afectados, en el mejor de los casos alcanza para pisos, paredes y techo en una edificación de 32 metros cuadrados, sin contemplar cañerías, artefactos, cableados, puertas, ventanas y la mano de obra que ronda los 25 millones de pesos. El voucher solo puede usarse en los tres corralones de El Bolsón, localidad distante a 25 kilómetros hacia el norte de Epuyén, una distancia muy difícil de salvar para quienes perdieron todo, incluida la movilidad propia.

Pero a ese beneficio solo accederán aquellas personas con título de propiedad de la tierra que habitaban, y nada más que para una casa por título cuando, en las zonas rurales, lo habitual es que en los campos haya muchas subdivisiones con casas de las familias que van conformando los hijos y las hijas (como mínimo) del propietario inicial.

Bajo ninguna de sus formas, la asistencia para la construcción contempla a las y los trabajadores independientes, artesanos, carpinteros, ceramistas, orfebres, ebanistas, luthiers, entre muchos otros, que además de sus casas y huertas, perdieron los talleres y herramientas que son su forma de sustento.

Tampoco a aquellos productores rurales que perdieron cultivos, acopios, animales y criaderos, ni tampoco a quienes salvaron la hacienda pero carecen de pasturas o granos para alimentarlos durante el crudo invierno patagónico.

Una de las víctimas, María Rosa Corbalán, contó a Tiempo que cobrará un voucher de 20 millones cuando en el incendio perdió su casa, las tres viviendas de alquiler que eran su medio de vida y una quinta edificación que habitaba su pareja, empleado municipal no registrado que percibe la mitad de un salario mínimo. “Lo que han hecho no son medidas tomadas con la verdadera conciencia que la situación requiere; son anuncios tirados solo para calmarnos” precisó María Rosa.

El Gobernador Torres visitó tres veces Epuyén desde el 15 de enero, acompañado siempre de funcionarios y equipos de camarógrafos: en la primera prometió ayuda y destinó la mayor parte de su discurso a culpar a las comunidades mapuches por el fuego; en la segunda prometió la reconstrucción total de cada casa tal y como se encontraba hasta el minuto anterior al incendio, y se comprometió a reponer los talleres, elementos de trabajo e insumos para continuar la producción rural. La tercera vez trajo consigo una decena de lotes de herramientas, se fotografió y filmó mientras visitaba los escombros de algunas casas, y ya no regresó más.

“El panorama que nos deja es desolador. Pero si bien la situación es dramática, la respuesta comunitaria es maravillosa, nadie ha quedado a la intemperie gracias al abrazo comunitario. Dentro de la tragedia que sufrimos, quedó claro que en lo comunitario hay algo hermoso y muy pero muy humano”, celebra Azu.

Nacionales

Pese al cientificidio, Argentina sigue destacándose: diez estudiantes ganaron el mundial aeroespacial impulsado por la NASA

Publicado

on

Por

La edición 2025 reunió a 40 equipos universitarios: solo 20 provenían de fuera de Estados Unidos. La meta era desarrollar y poner a prueba un prototipo de satélite. El grupo del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) fue el único de América Latina en competir y lograr un puesto en el Top 5.

Pese a las políticas que desfinancian y buscan desprestigiar al sector de la ciencia y técnica en Argentina, el sector sigue demostrando su altísimo nivel. Diez estudiantes universitarios locales ganaron el mundial aeroespacial que impulsa la NASA. Se trata de la CanSat Competition, un evento anual de relevancia internacional que consiste en desarrollar y poner a prueba un prototipo de satélite. Además de subir al podio, el equipo del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) fue el único de América Latina en competir y lograr un puesto en el Top 5.

El grupo campeón está integrado por Ezequiel Bolzicco, Daniela Maradei, Thomas Marthi y Agustin Pilotto en Estructura y Materiales; Agustin Haarth, Santiago Agosti, Emanuel Albornoz y Rafael Dalzotto en Hardware; Micaela Perillo en Software; Santiago Bolzicco en Operaciones, y Eduardo Barbier como Advisor. Son estudiantes de las carreras de Ingeniería Mecánica, Electrónica, Industrial, Informática y Bioingeniería.

Comenzaron a trabajar en enero, en el marco de una iniciativa extra curricular no obligatoria para participar en la competición internacional de ingeniería organizada por la American Astronautical Society (AAS) con el respaldo de la NASA, Lockheed Martin, Siemens y otras instituciones.

La edición 2025 reunió a 40 equipos universitarios: solo 20 provenían de fuera de Estados Unidos. La competencia se divide en varias etapas, desde el prediseño hasta la misión final. El equipo argentino alcanzó un 99% de cumplimiento técnico en la primera entrega, lo que les permitió clasificarse como uno de los cinco mejores grupos a nivel global antes de viajar a la ciudad de Virginia, donde el certamen comenzó el 3 de junio y terminó este lunes, con el triunfo.

Un mini satélite

El equipo del ITBA tenía la misión de diseñar, construir y lanzar un satélite funcional del tamaño de una lata de gaseosa. Debía transmitir datos en tiempo real, registrar video aéreo y medir variables ambientales durante su descenso controlado desde una altura de 700 metros.

“El satélite se lanza a 700 metros, se abre y unas aspas comienzan a girar a 18 kilómetros por hora en caída. Va girando como un helicóptero. Nosotros usamos una antena direccional que tenemos que ir apuntando a donde va a estar el satélite y ahí empieza la toma de datos”, explicó antes de la final Thomas Marthi, estudiante de Ingeniería Electrónica del ITBA, en diálogo con Infobae. “El dispositivo no entra en órbita, pero transmite datos como temperatura, presión y posición tras ser lanzado”, detalló por su parte Daniela Maradei, estudiante de Ingeniería Mecánica.

El objetivo de la competición es hacer una simulación de un proyecto real aeroespacial, tal como ocurre en la industria. Por eso los dispositivos fueron evaluados por profesionales con trayectoria en la NASA.

Varios de los ganadores ya habían participado en ediciones anteriores de la competencia, y el ITBA había sido finalista en 2021, 2022 y 2024. Solo faltaba el triunfo definitivo.

Pese al cientificidio, Argentina sigue destacándose: diez estudiantes ganaron el mundial aeroespacial impulsado por la NASA

Más logros

El triunfo del equipo argentino en Estados Unidos no fue el único logro del área en el último tiempo. A fines de mayo, un equipo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) se ubicó entre los cinco mejores en el mundial de satélites enlatados organizado por la Universidad Nacional de México. El grupo fue seleccionado entre más de 100 equipos participantes.

Los participantes fueron Clara Telesca, Pedro Monczor, Pilar Risso, Santiago Perez Garber y Juan Valle, estudiantes de las carreras de Física y Química de la Facultad de Ciencias Exactas.
Se habían anotado en diciembre de 2024, y tras superar las primeras cuatro etapas recibieron la premiación que los ubicó entre los mejores cinco equipos de la competencia.

A la Luna

Las promesas universitarias argentinas tienen su correlato en el regreso de la exploración humana del espacio profundo después de más de 50 años, que contará con la presencia de un microsatélite desarrollado por investigadores locales.

Se trata del microsatélite ATENEA, resultado de un esfuerzo conjunto entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) e instituciones académicas y científicas, entre ellas la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires (FIUBA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

Todo tiene aún más valor en el contexto de crisis sin precedentes que atraviesa el sector científico, tecnológico y universitario por las políticas de ajuste –a la par de ataques discursivos– del Gobierno nacional.

Seguir leyendo

Nacionales

Pluriempleo y sobreocupación: las dos caras de la pérdida del poder adquisitivo y la precarización

Publicado

on

Por

En 2024, el pluriempleo tocó un inédito 12,4%, mientras que la sobreocupación -personas que trabajan más de 45 horas semanales- continuó creciendo. Esto demuestra que la sobreexplotación se muestra como una alternativa a los bajos salarios.

Seguir leyendo

Nacionales

Cayó en default Albanesi, uno de los grandes grupos energéticos del país

Publicado

on

Por

No pagó una pequeña fracción de intereses correspondientes a una deuda de corto plazo de U$S 220 millones. En total adeuda U$S 1100 millones.

El Grupo Albanesi formalizó este jueves el default de su deuda. El hecho, si bien previsible y anunciado un mes antes por la propia empresa, impactó en los medios financieros locales y del exterior y podría derivar en una nueva venta de activos argentinos, cuyo nivel de riesgo aumentará.

El default de Albanesi sucedió una vez vencidos los 30 días de negociaciones entre la empresa y sus acreedores. En realidad, lo que dejaron de pagar las dos subsidiarias de Albanesi –Generación Mediterránea (Gemsa) y Central Térmica Roca– es una fracción (un tramo de los intereses) de una deuda de corto plazo de U$S 220 millones y una total del grupo de U$S 1100 millones.

El recurso de Albanesi

Albanesi envió a la Comisión Nacional de Valores (CNV) un texto en el que aseguró: “Vencido el plazo de gracia previsto en los términos y condiciones de las Obligaciones Negociables y no habiéndose efectuado el pago de los intereses correspondientes, se ha configurado un Supuesto de Incumplimiento”.

El incumplimiento corresponde al bono Clase XXXIX, identificado en los mercados por el ticker MR390, con vencimiento en 2031. Se trata de un título que había despertado el interés de los inversores por su tasa del 11% anual en dólaresmuy por encima de los rendimientos promedio del sector energético local.

En el mismo comunicado a la CNV, Albanesi consignó que, con la ayuda de sus asesores financieros y legales, locales e internacionales, inició “un proceso de reordenamiento financiero”. Agregó que “el objetivo final es readecuar la carga de nuestras obligaciones al flujo de caja generado por nuestras operaciones».

También anticipó que está «analizando distintas alternativas para resolver esta situación a la mayor brevedad posible, buscando priorizar la continuidad de su operación y preservar los intereses de sus acreedores».

electricidad albanesi

Tiempo observó dos semanas atrás que el desequilibrio financiero de Albanesi empezó con la decisión del gobierno nacional de pagar acreencias acumuladas con un bono y no con cash. Y que luego se acentuó con la modificación de las condiciones cambiarias, que cortó la bicicleta financiera a la que muchas empresas apelaron para arrancar otra con nuevas condiciones.

Pero en ese cambio, las empresas que tomaron deudas en dólares para transformar esos fondos en pesos y ganar renta con las elevadas tasas de interés, perdieron el beneficio y terminaron quedándose con deudas en dólares a tasas elevadas. Albanesi emitió el bono Clase XXXIX el 30 de octubre de 2024, con un valor nominal de US$ 350,25 millones, y posteriormente realizó una emisión adicional el 8 de noviembre de 2024 por US$ 3,7 millones a una tasa de interés del 11%. Ese nivel de renta solo era pagable con la bicicleta financiera (o «carry trade»,en la jerga del sector). Insostenible.

Seguir leyendo

Mas Leidas

© 2022 FM Integracion 90.1. Todos los Derechos Reservados. | Desarrollado por Conexión Streaming

FM Integracion 90.1