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Salud

Advierten que el Gobierno desmanteló el Programa de Cuidados Paliativos

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Profesionales del área denuncian despidos y suspensión de la compra de opioides, necesarios para aliviar dolores en quienes atraviesan la última etapa de su vida por cáncer y otras enfermedades.

Se ha desmantelado el Programa Nacional de Cuidados Paliativos del Instituto Nacional del Cáncer (INC), formador de recurso humano interdisciplinario en Cuidados Paliativos a través de becas en servicios de excelencia y cursos variados, provisión de morfina y metadona a las 24 jurisdicciones del país para apoyar principalmente el tratamiento del dolor severo por cáncer en las provincias más pobres, y asesoría y apoyo permanente a los equipos de cuidados paliativos de toda la Argentina. Cumplo en informar desde adentro. Muchos no hablan por miedo. Los Cuidados Paliativos argentinos estamos de luto.

El texto fue publicado por la médica Mariana Pechenik (MN 109663), actual referenta del Programa Nacional de Cuidados Paliativos, en su cuenta de Facebook (y autorizó su réplica). La especialista añadió que “se suspendieron las compras de opioides (morfina y metadona), se echaron a 6 de los 8 integrantes del equipo”. Las consecuencias del recorte, advirtió, serán “aumento de la prevalencia de cáncer, aumento de los padecimientos asociados a la enfermedad, más pacientes sin recibir atención de personal calificado en cuidados paliativos ni alivio del dolor”.

Pechenik expresó que “el Instituto Nacional del Cáncer, junto a la Asociación Argentina de Cuidados Paliativos y los institutos privados de formación, estaba torciendo el camino de la ignorancia vergonzosa que tiene el sistema de salud argentino en la materia. Esta política nacional es un descuido profundo a nuestros derechos humanos”.

El paso de la motosierra sobre el INC también despertó preocupación entre organizaciones y familias que impulsaron la Ley de Oncopediatría, sancionada en 2022 y cuyos alcances nunca terminaron de garantizarse, a riesgo de retroceder.

De la vanguardia al desmantelamiento del Programa de Cuidados Paliativos

“Así como hay equipos que se encargan de cuidar los nacimientos, con obstetras, neonatólogos, también tiene que haber equipos que se encarguen de cuidar el final de la vida”, decía a Tiempo en julio de 2022 María Julia Aparicio, médica coordinadora del Centro Universitario de Tratamiento del Dolor Crónico y Cuidados Paliativos del Hospital de Clínicas. Por entonces, la sanción de la Ley Nacional de Cuidados Paliativos era celebrada porque “pone a la Argentina a la vanguardia en la atención de personas con enfermedades crónicas avanzadas”. Tres años después, la noticia del desmantelamiento difundida desde dentro del Programa Nacional -y ante la falta de información oficial- causó preocupación entre las organizaciones abocadas al tema.

“Desde la Asociación publicamos nuestra preocupación ante una situación que creemos que es de extrema gravedad. La información que tenemos es extra oficial, pero hace 48 horas mandamos mails al INC y al Programa pidiendo información concreta y no obtuvimos respuesta, lo cual en sí mismo es una respuesta”, lamentó Silvina Dulitzky, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina y Cuidados Paliativos (AAMyCP), en diálogo con Tiempo.

Desde la entidad se contactaron también con legisladores que impulsaron la normativa nacional sancionada en 2022, para intentar motorizar un pedido de informes. “Lo que sabemos es que va a haber varios despidos. El Programa tenía siete profesionales y hasta donde sabemos extra oficialmente quedarían dos. Lo que nos preocupa es que creemos que no hay garantías de continuidad del Programa ni de las cosas que éste garantizaba, como provisión de opioides, educación, formación, red, federalismo en la atención paliativa”, enumeró. Y remarcó que ya se estaban registrando problemas con el acceso a opioides, aún no de manera extrema. “Para nosotros contar con opioides es medular”, definió la especialista en aliviar padecimientos en pacientes graves.

“Nación lo que hace es garantizar la equidad de accesibilidad, porque hay diferencias entre las provincias” con más y menos recursos, explicó Dulitzky sobre la necesidad de que el Estado Nacional continúe a cargo del tema. “Tenemos una población creciente de pacientes con necesidad de atención paliativa, que si no la reciben van a fallecer con un sufrimiento que se podría aliviar”. La accesibilidad estaba lejos de ser total, pero la existencia del Programa apuntaba a homogeneizar las posibilidades en distintos puntos del país. “Del 100% de la población que necesitaría tener una atención paliativa, solo la recibe el 14%. Eso a nivel mundial, y en Argentina las cifras son parecidas”, alertó. Y agregó: “Si no tenés un vademécum básico y provisión de opioides, tenés población con indicación analgésica pero sin accesibilidad”.

Menos salud

La situación del Programa de Cuidados Paliativos se da en el marco de un fuerte recorte en el Ministerio de Salud de la Nación, comandado por Mario Lugones. Desde que comenzó el año anunció 1400 puestos de trabajo menos, así como el cierre o vaciamiento de direcciones especializadas como las de tuberculosis, HIV y vacunas. Por estos ajustes que implican quitas de derechos se convoca a una marcha en defensa de la salud pública el próximo 27 de febrero, impulsada por trabajadores del Hospital Garrahan.

El achique del Estado en materia sanitaria incluyó 56 despidos en el Instituto Nacional del Cáncer, del que depende el Programa de Cuidados Paliativos. A partir de ello presentó su renuncia la directora, Verónica Pesce, aunque aún no fue aceptada. Por otra parte, un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre la subejecución presupuestaria del gobierno de Javier Milei durante 2024 mostró que, para el INC, fue nada menos que del 55%.

En tanto, en los últimos días se puso en circulación una nota dirigida al Ministerio de Salud que hasta este miércoles reunía más de 400 firmas para denunciar la “preocupación ante la situación de demora y discontinuidad en la provisión de medicación inmunosupresora para pacientes trasplantados con cobertura pública exclusiva por parte del Ministerio de Salud de la Nación a través del Programa de Seguimiento Postrasplante que afecta a más de 5400 ciudadanos”.

Alertaron que los problemas en la entrega en tiempo y forma de esas medicaciones llevaron a las provincias “a efectuar compras que involucran un altísimo porcentaje del presupuesto de los organismos provinciales de procuración y trasplante poniendo en riesgo la actividad de los mismos. Aun así estas adquisiciones difícilmente podrán garantizar la cobertura al requerimiento de todo un año. Esta situación pone en riesgo la sobrevida del trasplante, haciendo que los pacientes trasplantados renales deban volver a diálisis y los pacientes trasplantados de otros órganos, puedan perder no solo el injerto sino su vida”.

La nota fue firmada entre otros por representantes de instituciones sanitarias y trabajadores de la salud, incluyendo ocho directores de CUCAIBA, 150 Directores Ejecutivos/Asociados de Hospitales Provinciales, 51 Jefes de Servicios y diferentes autoridades Ministeriales, así como por pacientes.

Desde el Ministerio de Salud aseguraron a este medio que “no hay faltante de entrega. Pudo haber alguna demora de parte de los laboratorios pero siempre dentro de los plazos establecidos. Esto mismo se le informó a los ministros el lunes en la reunión del Cofesa (Consejo Federal de Salud)”. Sobre la situación del Programa Nacional de Cuidados Paliativos y las denuncias de desmantelamiento, en cambio, no hubo respuesta.

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“Sin una campaña de vacunación efectiva, el brote de sarampión es imparable”

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La advertencia fue planteada por el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires. ¿Hay vacunas disponibles para una campaña masiva? La población objetivo supera por mucho el stock confirmado por Nación. Además, en 2024 fue desoída una recomendación de la CONAIN.

Ante el brote de sarampión iniciado en la Ciudad de Buenos Aires en febrero, que ya se expandió hacia territorio bonaerense y lleva ocho casos confirmados, el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires emitió un comunicado para advertir que “sin una campaña de vacunación efectiva, el brote de sarampión es imparable”.

“Nuestra entidad solicita a las autoridades nacionales y provinciales en materia sanitaria, instrumentar y/o reforzar todas las políticas para plasmar campañas vacunatorias e informativas, de modo de garantizar de manera efectiva la salud de la población”, difundió días atrás.

¿Hay vacunas disponibles para una campaña masiva? Este diario consultó al Ministerio de Salud sobre el stock de vacuna triple viral, la que incluye protección contra el sarampión (además de rubéola y paperas). La respuesta fue: “vacunas tienen que entrar vía OPS (hay compradas 500 mil), pero están con problemas de abastecimiento porque se las acaparan USA e Inglaterra. Hay falta de stock mundial”.

Luego, desde la cartera que conduce Mario Lugones añadieron que “hay más de 200 mil repartidas y disponibles en las jurisdicciones y MinSal tiene más de 30 mil en stock”.

Los números no dan

Según el informe de coberturas de 2023, la población objetivo ese año era de 487.796 bebés de un año para la primera dosis, y 682.154 para la dosis de refuerzo, en el quinto año de vida. En total, 1.169.950. Pese a la baja de natalidad que se viene registrando, las cifras actualizadas no varían demasiado: en 2023 hubo 460.902 nacidos vivos (bebés que cumplieron un año a lo largo de 2024) y en 2020 esa cifra fue de 533.299: es la población que cumple cinco este año.

Sea cual sea el dato que se tome de referencia, ni las 200 mil distribuidas, ni las 30 mil en stock en manos de Nación, ni las 500 mil en espera ya compradas a la Organización Panamericana de la Salud resultan suficientes para la población objetivo actual. A ella hay que sumarle la población con esquema incompleto que no se vacunó en los años previos, cuando le correspondía, y la indicación de dosis extra –por el momento, en Provincia de Buenos Aires- para personas de 13 meses a 4 años que hayan tenido contacto con casos confirmados, así como para bebés de entre 6 y 11 meses que hayan tenido contacto con esos casos (para este grupo se denomina ‘dosis cero’ y no cuenta para el esquema regular a completar luego).

De acuerdo al informe antes mencionado, la cobertura en 2023 para la primera dosis fue del 81,6% a nivel nacional, con casos muy por debajo de ese promedio, como CABA, con el 66%. Para la segunda dosis el resultado fue marcadamente peor: 54,8% promedio en todo el país.

Acefalía y recomendaciones desoídas

El panorama se agrava por la situación de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (DiCEI), el área que se ocupa de las vacunas en el Ministerio de Salud. Tras el despido del 30% del equipo, otra gran parte presentó su renuncia ante la imposibilidad de sostener las políticas básicas, como explicaron los profesionales mediante un comunicado. Luego, fue la directora nombrada por la actual gestión quien dio un paso al costado. Así, el área quedó acéfala.

Este lunes, el Ministerio de Salud mantuvo una reunión con la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn), el organismo técnico que asesora a las autoridades para la toma de decisiones en materia de vacunación. No hubo un resultado cerrado aún: el encuentro continuará este jueves.

Pero lo cierto es que, según figura en las actas –publicadas días atrás- por el Ministerio de Salud, la CoNaIn ya había emitido en agosto del año pasado recomendaciones para evitar el avance del sarampión. Esas recomendaciones no se tradujeron en medidas.

“La CoNaIn recomienda avanzar en la modificación del CNV (Calendario Nacional de Vacunación) con la disminución de la edad de aplicación de la segunda dosis de SRP (sarampión, rubéola y parotiditis) a los 15- 18 meses”, plantearon por entonces desde la comisión de especialistas. Además, “sugiere promover acciones para elevar las coberturas de Vacunación de las primeras y segundas dosis, reforzar la Vigilancia Epidemiológica de las EFE (Enfermedades Febriles Exantemáticas) y avanzar en el recupero de esquemas para cerrar brechas en cada cohorte de edad”.

Sin campañas en los medios masivos de comunicación, en plena proliferación de discursos antivacunas y con las coberturas en descenso, la situación no hizo más que empeorar. El brote en curso se da con el área de Vacunas de Nación desmantelada y sin siquiera stock sólido de gammaglobulina, necesaria para la profilaxis en caso de contacto con enfermos: “quedan muy pocas, porque se demoró un proceso de compra”, confirmó a Tiempo la propia cartera sanitaria. “Debería entrar en breve”, prometió.

La meta es el 95%

El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo. Para prevenir brotes se necesita una cobertura de al menos el 95 por ciento.

La alarma no sólo está encendida en la Argentina. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica ante al aumento de casos en varios países de la región de las Américas. Hasta la semana epidemiológica 8 de este año (21 de febrero de 2025) se habían confirmado 268 contagios -incluyendo una defunción- en Argentina, Canadá, Estados Unidos y México. “Este aumento representa un incremento significativo en comparación con el mismo período de 2024, cuando se registraron 60 casos durante las primeras ocho semanas del año”, contrastó el organismo.

Para completar esquemas se necesitan dos dosis, y no hay que esperar a cumplir cinco años para la segunda. “En el antiguo esquema de vacunación antisarampionosa, que se llamaba ‘ingreso escolar’, la segunda dosis se colocaba a los cinco años. Hoy por hoy, es en diferentes cohortes. Este año deben aplicarse a todos los niños nacidos en el 2020, sin necesidad de que tengan cinco años cumplidos”, explicó Liliana Bertoni, jefa de Epidemiología de San Juan.

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Salud

5 síntomas de deficiencia de la vitamina K

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Fundamental para la coagulación sanguínea, la salud ósea y la protección cardiovascular, este nutriente es vital en funciones biológicas clave que el cuerpo no puede realizar sin ella

Las vitaminas son compuestos esenciales para el funcionamiento adecuado del cuerpo humano. Aunque en pequeñas cantidades, su presencia es vital para numerosos procesos biológicos, desde la regulación de las funciones metabólicas hasta el mantenimiento de los sistemas inmunológico, óseo y cardiovascular.

Sin la cantidad adecuada de vitaminas, el cuerpo no podría realizar funciones clave, lo que podría resultar en una serie de trastornos y enfermedades. Entre todas las vitaminas, la vitamina K ocupa un lugar destacado debido a su influencia en la coagulación sanguínea, la salud ósea y la protección de los vasos sanguíneos.

La falta de vitamina KLa falta de vitamina K favorece la calcificación arterial, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares graves como la hipertensión y la arteriosclerosis – (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuáles son los síntomas de deficiencia de la vitamina K

La deficiencia de vitamina K puede ser silenciosa al principio, pero con el tiempo puede manifestarse en síntomas graves que afectan la coagulación sanguínea, los huesos y el sistema cardiovascular. Estos son cinco de los síntomas más destacados asociados con la falta de vitamina K en el organismo.

  1. Sangrado excesivo y moretones frecuentes: la vitamina K juega un papel esencial en la coagulación sanguínea al activar proteínas clave, como la protrombina, que son necesarias para detener el sangrado. Según un estudio de la Universidad de Harvard, la deficiencia de vitamina K puede interferir con este proceso, lo que lleva a una coagulación sanguínea deficiente y, como resultado, a un sangrado más prolongado y a la aparición de moretones con facilidad. Este síntoma es particularmente evidente en personas que sufren heridas o cirugías, donde el sangrado puede ser más difícil de controlar.
  2. Osteoporosis y mayor riesgo de fracturas: la vitamina K es clave para la mineralización ósea. Esta vitamina ayuda a activar proteínas como la osteocalcina, que regula la fijación del calcio en los huesos. La deficiencia de vitamina K puede contribuir a una mayor pérdida de densidad ósea, lo que aumenta el riesgo de fracturas y osteoporosis. Según un artículo publicado en la revista The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, las personas con niveles bajos de vitamina K tienen mayor probabilidad de sufrir fracturas óseas, especialmente en las caderas.
  3. Calcificación arterial y enfermedades cardiovasculares: la calcificación de las arterias es un proceso patológico en el cual el calcio se acumula en los vasos sanguíneos, lo que puede llevar a un endurecimiento arterial y aumentar el riesgo de hipertensión y enfermedades del corazón. La vitamina K desempeña un papel crucial en la inhibición de este proceso, activando proteínas como la matrix Gla-protein (MGP), que impide que el calcio se deposite en las arterias. La deficiencia de vitamina K puede contribuir a la calcificación arterial.
  4. Fatiga inexplicable y debilidad general: la falta de vitamina K también puede provocar fatiga generalizada, ya que esta vitamina está involucrada en varios procesos metabólicos, incluida la regulación de la producción de energía. En una revisión publicada en Nutrition Reviews, se destacó que los déficits vitamínicos pueden influir en la capacidad del cuerpo para generar energía celular, lo que podría traducirse en una sensación persistente de cansancio y debilidad.
  5. Alteraciones en la coagulación durante procedimientos médicos: las personas con niveles bajos de vitamina K pueden experimentar dificultades durante procedimientos médicos, como cirugías o intervenciones invasivas, debido a la alteración en la coagulación sanguínea. Un estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) señala que aquellos con deficiencia de vitamina K tienen mayor probabilidad de experimentar hemorragias excesivas durante procedimientos quirúrgicos, ya que su cuerpo no produce suficiente proteína coagulatoria.
La deficiencia de vitamina KLa deficiencia de vitamina K compromete la mineralización ósea, aumentando la probabilidad de fracturas y desarrollando osteoporosis – (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por qué la vitamina K es importante para el organismo

En términos de coagulación, esta vitamina facilita la activación de diversas proteínas que permiten que la sangre forme coágulos eficaces cuando es necesario. Sin suficiente vitamina K, el riesgo de sangrados excesivos aumenta, lo que pone en peligro la salud, especialmente en situaciones de trauma o durante cirugías.

Además, la vitamina K tiene un impacto directo en la salud ósea, ya que activa la osteocalcina, una proteína que permite que el calcio se deposite correctamente en los huesos, fortaleciendo su estructura y evitando la pérdida de densidad ósea. La deficiencia de vitamina K puede llevar a un mayor riesgo de fracturas y enfermedades como la osteoporosis.

En términos cardiovasculares, la vitamina K previene la calcificación de las arterias, lo cual es crucial para evitar enfermedades cardiovasculares graves como la arteriosclerosis y la hipertensión.

Las yemas de huevo sonLas yemas de huevo son buenas fuentes de vitamina K (Imagen Ilustrativa Infobae)

Qué alimentos contienen vitamina K

La vitamina K se encuentra principalmente en alimentos de origen animal y en productos fermentados. Algunas de las mejores fuentes de esta vitamina incluyen:

  1. Alimentos fermentados: enatto, un alimento tradicional japonés hecho de soja fermentada, es extremadamente rico en vitamina K, especialmente en su forma K2. Otros alimentos fermentados, como el chucrut y ciertos quesos curados (como el gouda y el queso suizo), también contienen cantidades significativas de vitamina K.
  2. Carnes y vísceras: la carne de res, el pollo y especialmente el hígado son fuentes importantes de vitamina K, particularmente en su forma K2, que es valioso para la salud ósea y cardiovascular.
  3. Pescados grasos: el salmón y otros pescados grasos contienen vitamina K, que es clave para el mantenimiento de la salud cardiovascular y ósea.
  4. Huevos y lácteos: las yemas de huevo y ciertos quesos son buenas fuentes de vitamina K. Los productos lácteos de animales alimentados con pasto, como la mantequilla, también contienen este nutriente.

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