Se trata de SanCor, Los Grobo, Agrofina y Red Surcos. Afrontan una compleja situación financiera, con importantes deudas con bancos, productores y proveedores. Buscan reestructurar sus pasivos y evitar la quiebra
Cuatro empresas del sector agroindustrial argentino solicitaron la apertura de concurso de acreedores en las últimas semanas, con deudas que superan los USD 650 millones. Se trata de SanCor, Los Grobo, Agrofina y Red Surcos, compañías de diferentes rubros dentro del agro que enfrentan serias dificultades financieras y buscan reestructurar sus pasivos para evitar la quiebra.
Los problemas de estas firmas se originan en una combinación de factores. Por un lado, el contexto macroeconómico argentino, con altas tasas de interés, restricciones al financiamiento y caída en la rentabilidad del sector. Por otro, errores en la gestión empresarial, planes de expansión fallidos y dificultades para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.
Desde el Gobierno, sin embargo, niegan que se trate de una crisis estructural del sector agropecuario y aseguran que estos casos responden a decisiones internas de las empresas y no a un problema generalizado en el agro. Aun así, la situación genera preocupación entre productores y proveedores, muchos de los cuales tienen créditos y compromisos financieros con estas compañías.
A continuación, se detallan los casos de cada una de las empresas involucradas en este proceso.
SanCor, un gigante lácteo
Deuda total: en el mercado se menciona una deuda principalmente al fisco y laboral que ascendería a USD 400 millones.
Motivo de la crisis: problemas financieros desde 2017, caída en las ventas y pérdida de mercados.
En un comunicado, la firma señaló que es “parte del proceso destinado a resolver la situación económica y financiera”. Desde 2017, ha intentado sin éxito distintos planes de reestructuración, incluyendo la venta de activos y la reducción de personal. Sin embargo, sus pasivos con el fisco y proveedores siguieron creciendo.
Desde 2017, SanCor intentó, sin éxito, distintos planes de reestructuración, incluyendo la venta de activos y la reducción de personal
En estos años cedió varios de sus principales negocios, como la marca Tres Niñas a manos de Adecoagro o las leches infantiles. En el último tiempo, la empresa cerró varias de sus plantas y redujo su producción, perdiendo participación en el mercado local. El concurso de acreedores busca ordenar sus finanzas y evitar la quiebra, aunque su futuro es incierto.
Los Grobo y Agrofina
Deuda total: USD 200 millones.
Motivo de la crisis: problemas de financiamiento y acumulación de deudas.
El Grupo Los Grobo, uno de los principales actores del agro argentino, enfrenta serios problemas financieros. En febrero de 2025, dos de sus empresas clave, Los Grobo Agropecuaria y Agrofina, solicitaron el concurso de acreedores tras entrar en cesación de pagos en diciembre de 2024.
El grupo arrastra un pasivo de más de USD 200 millones, mientras que sus cheques rechazados superan los $3.700 millones. La empresa aseguró que su prioridad es reestructurar sus deudas sin afectar la producción, aunque su situación sigue siendo delicada.
Tal como publicó Infobae, la deuda en mora de ambas empresas del Grupo Los Grobo -uno de los mayores productores y comercializadores de granos de Argentina- asciende a unos USD 10 millones y fue contraída por medio de pagarés bursátiles.
Las dos empresas habían notificado en diciembre pasado sus problemas para hacer frente a esos pagarés bursátiles por “una situación de iliquidez transitoria” en el contexto “de un mercado con una retracción desafiante”.
Red Surcos
Deuda total: USD 50 millones.
Motivo de la crisis: caída en la demanda y dificultades para acceder a crédito.
La empresa Red Surcos, dedicada a la producción y comercialización de insumos agrícolas, también enfrenta dificultades financieras. Con una deuda de USD 50 millones, la firma reconoció problemas de iliquidez que la llevaron a incumplir pagos de $9.300 millones en pagarés bursátiles con vencimientos entre noviembre de 2024 y junio de 2025.
La caída de la demanda en el sector agropecuario, sumada a restricciones para acceder al crédito, complicaron aún más su situación. La empresa busca una reestructuración ordenada para evitar el colapso financiero.
La empresa anunció este lunes a los mercados que se presentará ante la Justicia para pedir la apertura del concurso preventivo con el objetivo de “lograr la sustentabilidad” de su deuda “tanto en términos de volumen como de costo y, de este modo, continuar con las operaciones”.
¿Crisis generalizada del sector?
Si bien el sector agropecuario enfrenta desafíos económicos, el Gobierno sostiene que estos casos no reflejan una crisis generalizada, sino malas decisiones empresariales y estrategias fallidas de expansión.
El desenlace de estos concursos de acreedores dependerá de la capacidad de cada empresa para alcanzar acuerdos con sus acreedores y reorganizar sus finanzas. Mientras tanto, productores y proveedores afectados siguen de cerca la evolución de estos procesos, que podrían impactar en toda la cadena de valor del agro argentino.
Según cifras que maneja las autoridades, la primera aerolínea de bajo costo del país tiene un promedio de incumplimiento con sus pasajeros de 27% en lo que va del año. Podrían quitarle el CESA, el Certificado de Explotador de Servicios Aéreos, que es el permiso para operar
“Ojalá no pase, pero se puede dar en las próximas horas. El Gobierno se hartó de los incumplimientos Flybondi”, le dijo este sábado una alta fuente del Gobierno de Javier Milei a Infobae.
Luego de los paros salvajes de los gremios de Aerolíneas Argentinas e Intercargo, que dejaron varados a miles de argentinos –y en medio de procesos abiertos de privatización y desregulación para ambas empresas estatales–, las autoridades aseguran que no están dispuestas a tener más problemas con el sector aerocomercial. Y Flybondi es un problema constante, con cancelaciones diarias de vuelos y usuarios furiosos.
La empresa fue intimada, pero como el plan de contingencia que presentó el viernes no convenció a nadie, de continuar las irregularidades, el Gobierno analiza un esquema de multas de no menos de $200 millones cada una y suspenderle rutas. No sólo eso, podrían también dar un paso y quitarle el CESA, Certificado de Explotador de Servicios Aéreos; básicamente, la habilitación de la empresa para volar.
“Suspenderlos es la última opción, pero ese esquema se puede dar todo junto y puede ser inminente. Será una decisión política, cada vez hay menos paciencia. Puede ser complicado hacerlo en las Fiestas y en verano, pero están operando mal. En los últimos días, hubo muchas cancelaciones”, destacaron fuentes oficiales.
Pasajeros protestaron a fines de noviembre por otra seguidilla de suspensiones. En la imagen, la terminal de Jujuy
“Les perdonamos la vida en los primeros meses porque era muy complicado traer repuestos, se habían quedado con poca caja y por la situación general. Bajaron frecuencias y suspendieron vuelos, y los esperamos. Los dejamos operar con tripulación extranjera y traer aviones de Lituania y España. Empezaron a vender a lo loco, pero no normalizaron nada. Hay decenas de actas de infracción, pero se judicializan y todo se demora. Les dimos todo y no resolvieron nada. Noviembre fue un desastre”, resumen desde el Gobierno.
En el sector, los rumores sobre la empresa están a la orden del día. Desde que los accionistas –fondos de inversión extranjeros– están buscando vender la compañía (se habla de rangos de precios que van de los USD 200 millones a los USD 400 millones), hasta que quiere empezar a cotizar en Wall Street, algo que la empresa sí reconoció públicamente. Por ambas opciones, la aérea estaría más ocupada en sumar caja y rutas, que en cumplirles a los pasajeros. “Aceleran en lugar de mejorar. Fuimos a fondo con Aerolíneas e Intercargo, es obvio que vamos a hacer lo mismo con Flybondi”, dicen cerca de Milei.
“Nunca lo vi”
“Es un desastre, no se puede creer. Nunca lo vi”. La escena, a los gritos, en un español no perfecto, pero entendible, se dio semanas atrás en Aeroparque.
El turista, que estaba con su pareja, no podía creer que le suspendieran –aparentemente, otra vez– el vuelo que había sacado por Fybondi para un destino turístico del interior del país. Y no le paraba de gritar a una empleada de la empresa en medio de la sala de preembarque donde le había comunicado, con las valijas ya despachadas, que otra vez habría problemas con su vuelo.
El Gobierno autorizó a Flybondi a dar servicios de rampa, y luego desreguló el sector
La primera low cost argentina, que empezó a operar en el país en 2018, en medio de la “revolución de los aviones” que prometió Mauricio Macri, parece estar en crisis permanente con vuelos que se modifican –incluidas cancelaciones– a un ritmo poco frecuente en el mercado aerocomercial global y que el Gobierno estima que podría superar al 45% este mes. O sea, de los casi 3.000 vuelos que se aprobaron para la empresa del logo amarillo para diciembre, casi la mitad sufriría cambios.
La estimación oficial, a la que accedió Infobae, está hecha en base a los datos de todo año: a lo largo de 2024, el promedio de “modificaciones” de la empresa es de 26,92%, según estadísticas de la ANAC, la Administración Nacional de Aviación Civil, el regulador del sector, y la secretaría de Transporte. En julio, septiembre y octubre, por caso, los vuelos “cancelados/reprogramados/alternos”, de la empresa fueron más del 40 por ciento. El mes pasado, de 2.238 viajes aprobados, 750 (33%) tuvieron incumplimiento.
El extranjero indignado siguió gritando por un rato, pero la empleada de la empresa, de pantalón y camisa gris con detalles amarillos, se mostró impasible. “No tengo respuesta”, repetía una y otra vez. A pocos metros, un hombre de traje le dijo a su acompañante: “Si necesito llegar a un lugar, un día a una hora puntual, no voy en Flybondi. Ya me clavé muchas veces”.
Los rankings de servicios, como el de Flight Ware, por caso, la ubican entre las peores del mundo. A fines de noviembre, en solo dos días, al menos 12 servicios fueron cancelados, según pudo relevar este medio por testimonios de usuarios.
Intimación
Días atrás, la Secretaría de Transporte intimó a la línea aérea a que presente un plan correctivo para reducir drásticamente las cancelaciones que afectan diariamente a miles de pasajeros. ”La medida surge tras el elevado número de cancelaciones y reprogramaciones de vuelos por parte de la compañía low cost”, detalló ANAC.
Además, agregaron, con tono de advertencia: “La desregulación de los cielos y la política de Cielos Abiertos implementada por el Gobierno Nacional tiene como objetivo promover una mayor eficiencia en el sector aéreo, sin afectar el derecho de los pasajeros a recibir servicios de calidad, con el cumplimiento de los horarios y operaciones. El Gobierno Nacional no permitirá la prestación de servicios que perjudiquen a los usuarios”.
El director general de Flybondi, Mauricio Sana (EFE/ André Borges)
“Respondieron que va a poner un backup, un avión español o lituano, para cubrir baches, y que el 13 de diciembre van a tener un flujo de packs de repuestos para reparaciones. La queja permanente es que no puede operar con el cepo… con Alberto tenían 90% de cumplimiento”, dicen en la Casa Rosada.
Luego del conflicto con Intercargo y el anuncio de desregulación total para ese sector –conocido como handling o rampa– Flybondi fue la primera empresa autorizada a darle esos servicios a terceros. Se anunció con bombos y platillos, tanto por el Gobierno como por la empresa, pero las cosas no salieron como se esperaba, o al menos no como lo querían las autoridades. “Aún no invirtieron en equipos y sólo tienen alquilado un tractor y una linga de arrastre”, se quejaron allegados a la secretaría de Transporte, un organismo que encabeza el cordobés Franco Mogetta y que depende de Luis Caputo, ministro de Economía.
No sólo eso, hay más cuestionamientos y algunos de ellos son más graves, como los relacionados con la seguridad operacional. “Le suspendieron su taller de Ezeiza y ante la duda que pudieran haber seguido operando, se le pedirá la recertificación de las aeronaves que habrían reparado allí. También hubo incidentes graves como, por ejemplo, la declaración de emergencia en vuelo, disparo del sistema TICAS, para evitar colisiones de aeronaves y una cuasi incursión de pista, mientras despegaba otra aeronave”, le detallaron a este medio fuentes al tanto de la situación.
Según describieron, la Junta de Seguridad en el Transporte investiga esos incidentes. En el sector aseguran que hay divisiones internas en la compañía, sobre todo entre las áreas operativas y la gerencia general.
Julian Cook, fundador y primer CEO de Flybondi
Una reciente acta de ANAC, a la que accedió este medio, detalla la situación de los aviones matrícula LV-KEH, LV-KCE, LV-KEF y LV-KDR para los que se pide “aumentar los esfuerzos destinados a implementar las acciones correctivas necesarias, con el objetivo de prevenir errores y omisiones en los registros de mantenimiento” y se hace foco en el “tenor y la cantidad de observaciones, errores, carencias, omisiones” de esos registros.
Otro anexo de un informe de ANAC detalló que había instalaciones de mantenimiento de la empresa en Ezeiza con productos que no cumplían los estándares de “control de trazabilidad de consumibles, almacenamiento de herramental con requerimientos de calibración, control de temperatura y humedad, y preservación de productos hallándose desviaciones importantes a tales aspectos, como así también un significativo nivel de desorden en el almacenamiento de materiales, partes y herramientas”. Entre los incumplimientos se detalló que “los depósitos tenían partes aeronáuticas apoyadas en el piso o apiladas en sus estanterías con sus cajas rotas y estantes colapsados”.
Dueños
Como se dijo, Flybondi comenzó a operar en 2018 en el país. Sus principales dueños son tres fondos de inversión: el estadounidense Cartesian; Yamasa, con accionistas franceses y japoneses; y Givin Capital, dueño en Turquía de la aerolínea Pegasus.
En marzo, cuando aún era ministro del Interior, Guillermo Francos se reunió con Peter Yu, managing partner de Cartesian, el principal accionista de este fondo que también invirtió en Viva, una low cost que opera en Perú y Colombia.
Tiene una flota de 17 aviones y vuela a 19 destinos domésticos y tres internacionales en Brasil. Su CEO es el colombiano Mauricio Sana. El primer número uno local de la compañía, y también fundador, Julian Cook, fue echado en 2019 en medio de un escándalo. Luego de la derrota del macrismo en las presidenciales, Cook escribió en el grupo de chat empresarial Nuestra Voz, que “el peronismo es un cáncer que destruye el país poco a poco”.
“Decidí mudarme acá de Londres en 2016 y levanté USD 75 millones para lanzar Flybondi. Hemos transportado dos millones de pasajeros, 400.000 viajaron por primera vez en su vida en avión. El camino fue difícil, con un tipo de cambio que pasó de 16 a 60, teniendo en cuenta que tenemos 70% de nuestros costos en dólares”, señaló en lo que creyó era un comentario privado. El mensaje se filtró en pocos minutos y el alma mater de la compañía –quien la había ideado junto al emprendedor Gastón Parisier, quien nunca fue ejecutivo ni figura como accionista, al menos públicamente– salió eyectado de conducción de la low cost.
Ahora, el Gobierno de Milei la tiene en la mira por sus constantes incumplimientos.
A pesar de una ligera baja, el precio del oro se mantiene cerca de máximos históricos, reflejando su relevancia como refugio seguro en tiempos de incertidumbre económica
El oro sigue siendo un activo clave para las economías de todo el mundo, con un precio que actualmente ronda los 2.641,79 dólares por onza, según el último reporte de Reuters. Este nivel de cotización se encuentra cercano al máximo histórico registrado en octubre de 2024, cuando el oro alcanzó los 2.790,07 dólares por onza. Esta alta valoración subraya la importancia del metal precioso como reserva estratégica y como indicador de estabilidad financiera en un contexto global incierto.
De acuerdo con los datos más recientes del World Gold Council, Estados Unidos lidera ampliamente el ranking de países con mayores reservas de oro, acumulando 8.133,46 toneladas. Esta cifra equivale a más de cuatro veces las reservas de países como China y Rusia, que también figuran en los primeros lugares de la lista. En un mundo caracterizado por tensiones geopolíticas y fluctuaciones económicas, la posesión de grandes reservas de oro constituye un recurso fundamental para garantizar la estabilidad financiera y el poder geopolítico de una nación.
Reservas de oro: los países líderes
El ranking de países con mayores reservas de oro revela una fuerte concentración en manos de unas pocas economías. Después de Estados Unidos, el segundo lugar corresponde a Alemania, con 3.351,53 toneladas, mientras que Italia y Francia ocupan el tercer y cuarto lugar, con 2.451,84 toneladas y 2.436,94 toneladas, respectivamente. Estas naciones europeas han mantenido tradicionalmente altos niveles de reservas de oro como parte de su estrategia económica y de respaldo.
El ranking de países con mayores reservas de oro revela una fuerte concentración en manos de unas pocas economías. Después de Estados Unidos, el segundo lugar corresponde a Alemania, con 3.351,53 toneladas, mientras que Italia y Francia ocupan el tercer y cuarto lugar, con 2.451,84 toneladas y 2.436,94 toneladas, respectivamente. Estas naciones europeas han mantenido tradicionalmente altos niveles de reservas de oro como parte de su estrategia económica y de respaldo.
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En el quinto lugar se encuentra Rusia, con 2.335,85 toneladas, seguida de cerca por China, que suma 2.264,32 toneladas. Ambos países han aumentado significativamente sus reservas en la última década, con el objetivo de diversificar sus activos y reducir la dependencia de divisas como el dólar estadounidense.
Completan el top 10 Suiza (1.039,94 toneladas), India (853,63 toneladas), Japón (845,97 toneladas) y los Países Bajos (612,45 toneladas). Estos países mantienen grandes volúmenes de oro como parte de su estrategia de diversificación y protección frente a la volatilidad económica.
Reservas en América Latina
Dentro de América Latina, las reservas de oro son significativamente más bajas que en las grandes potencias mundiales, pero siguen siendo un recurso estratégico para los países de la región. Argentina, con 61,74 toneladas, está tercera entre los países sudamericanos presentes en el ranking del World Gold Council. Más arriba aparecen Brasil, con 129,65 toneladas, y México, que posee 120,37 toneladas.
Brasil encabeza las reservas de oro en América Latina, con 129,65 toneladas en su haber
Aunque estas cifras no se comparan con las de las principales economías del mundo, el oro sigue siendo un componente importante de las reservas internacionales de estos países, actuando como un seguro frente a la inestabilidad económica y política.
El máximo histórico del oro
El precio del oro alcanzó su máximo histórico en octubre de 2024, cuando cotizó a 2.790,07 dólares por onza. Este récord marcó un año excepcional para el metal precioso, que inició enero cotizando en 2.063,73 dólares por onza. A lo largo de diez meses, el oro experimentó un crecimiento de más del 33%, subiendo 670,73 dólares por onza.
Este fenómeno captó la atención de inversores y analistas, quienes señalaron que varios factores se combinaron para impulsar esta escalada. Uno de los principales motivos fue la creciente demanda por parte de bancos centrales de todo el mundo. Estos actores, especialmente en economías emergentes, incrementaron sus compras de oro como medida de protección frente a la inflación y como diversificación de sus reservas internacionales.
Estados Unidos lidera ampliamente las reservas de oro, con más de 8.100 toneladas, según el World Gold Council (Reuters)
Factores detrás del precio
Entre las causas que llevaron al oro a este nivel destacan varios elementos clave. En primer lugar, la fuerte demanda de bancos centrales actuó como un motor fundamental para el alza del precio. Según el World Gold Council, los bancos centrales poseen aproximadamente una quinta parte de todo el oro extraído en la historia, lo que subraya su papel como grandes jugadores en este mercado.
Otro factor fue el incremento en la diversificación de carteras por parte de inversores individuales e institucionales. La inestabilidad política y económica global, incluyendo conflictos internacionales y tensiones en los mercados energéticos, impulsó el interés por activos seguros como el oro. Esta tendencia se intensificó en un año marcado por elecciones clave y desaceleraciones económicas en varias regiones del mundo.
La oferta limitada de oro también contribuyó a su apreciación. Como recurso finito, la minería de oro enfrenta restricciones naturales y costos crecientes, lo que acentúa su escasez frente a la creciente demanda. Además, el oro se utiliza en sectores industriales como la tecnología y las energías renovables, aumentando su utilidad más allá de los fines de inversión y joyería.
Finalmente, las condiciones macroeconómicas también jugaron un papel central. Durante 2024, la inflación global y las decisiones de política monetaria en economías clave, como los Estados Unidos, influyeron en el atractivo del oro como refugio seguro. La reducción de tasas de interés, prevista por la Reserva Federal, reforzó el interés en el metal precioso, ya que los activos que no rinden intereses, como el oro, tienden a ganar popularidad en este contexto.
Aunque el oro ha bajado ligeramente desde su récord histórico, sigue cotizando a niveles elevados que reflejan su relevancia como activo seguro. Los analistas continúan observando de cerca factores como la política monetaria de la Reserva Federal y los desarrollos geopolíticos, que podrían influir en el futuro del mercado del oro.
A partir de las 00 hs de este martes 1 de octubre, los precios de la nafta y el gasoil de YPF tendrán una baja del 1 y 2%, respectivamente. Así lo confirmó el presidente de la compañía, Horacio Marín, quien detalló que la medida se da en consonancia con la “caída de la cotización internacional del crudo Brent que forma parte de la estructura de precios de todos los combustibles a nivel mundial”. Por el momento, el resto de las empresas no informó si se plegará a la medida.
Según informó YPF en un comunicado, desde la medianoche de este martes “el precio de las naftas bajará un 4% y el gasoil un 5% promedio en todo el país”. De todos modos, el impacto de esta rebaja en los surtidores será menor: será del 1% para la nafta y del 2% par el gasoil.
La compañía detalló que si bien “el esfuerzo de YPF es de -4% y -5% respectivamente” para los consumidores la rebaja llegará reducida porque“la devaluación y el aumento de impuestos impacta en un 3% en el precio final de los productos”.
“Quiero realizar un acuerdo justo con los consumidores.Nadie tiene que subsidiar a nadie. Ni nosotros a los consumidores ni los consumidores a nosotros”, afirmó el CEO de la empresa. Y remarcó que “si el precio del crudo internacional sube, el precio de los combustibles localmente va a subir”, mientras que “si el precio baja, vamos a bajar”.
De esta manera, la compañía afirmó que “mantiene un precio justo en sus combustibles que refleja las condiciones del mercado internacional y local” y la “evolución de costos asociados a la producción de combustibles”.
Asimismo, el comunicado destaca que “en los últimos 8 meses, YPF encontró un equilibrio entre los precios internacionales y los precios locales en surtidor que permite, de ahora en más, que éstos últimos se suban o bajen en función de valor del crudo Brent y la evolución de los componentes de costo local”.