La temporada de balances de las “Siete Magníficas” se perfila como un punto de inflexión para el mercado, en un contexto donde las valuaciones de las “big tech” se encuentran bajo escrutinio tras la estrepitosa incursión en el mercado de DeepSeek.
En una semana que parece no tener fin para los inversores, se conocerán los primeros balances de 2025 de cuatro de las llamadas “Siete Magníficas” de Wall Street. Informes clave que llegan luego de que DeepSeek sembrara dudas sobre el gasto en Inteligencia Artificial (IA) por parte de empresas como Nvidia (NVDA), Microsoft (MSFT), Meta (META) y Alphabet (GOOG).
El calendario bursátil marca que Tesla (TSLA), Microsoft y Meta presentarán resultados este miércoles 29 de enero, después del cierre del mercado, seguidos por Apple el jueves. La semana próxima será el turno de Google el martes y de Amazon (AMZN) el jueves 6 de febrero. Como de costumbre, Nvidia cerrará la temporada con su balance el 26 de ese mes.
A la ansiedad que genera en el mercado saber si las grandes empresas de Wall Street convalidarán los elevados múltiplos a los que cotizan, hay que sumarle la decisión de la Reserva Federal (Fed) sobre las tasas de interés que también se conocerá en esta jornada.
Las expectativas de un recorte de tasas son bajas, pues el organismo que conduce Jerome Powell adelantó en diciembre que solo prevé dos recortes en 2025. En rigor, los operadores apuestan a que en esta ocasión los tipos de interés se mantendrán sin cambios, según la herramienta FedWatch del CME Group.
Los balances y DeepSeek bajo la lupa de la city
Como bien explica Paulino Seoane, Head Investment Ideas en Balanz Capital– en declaraciones a Ámbito– las expectativas sobre los reportes de estas empresas “son muy altas”. Sucede que el mercado está con múltiplos altos y es necesario que dichas compañías validen este nivel de precios con balances acordes, ya que de no ser así, y dado el actual contexto donde se pone en duda la supremacía de EEUU en un campo tan sensible como la IA, podría haber una corrección importante sobre dichas compañías.
No obstante, Seone estima que “es muy pronto” para sacar conclusiones sobre el impacto de DeepSeek en las empresas de Wall Street. Aunque desliza que “a nivel global siempre es mejor una IA barata y accesible que una muy cara y monopólica”. Esto se debe a que la IA se compone de datos más motores de entrenamiento y herramientas de inferencia y, “los dueños de los datos siempre están en mejor posición relativa”.
En tanto, Diego Ilan Méndez, Team Leader de Créditos Corporativos en Portfolio Personal de Inversiones (PPI) -sostiene en declaraciones a este medio- y en línea con Seoane que, hay una realidad y es que las “Siete Magníficas” han estado “tradeando a múltiplos demasiado elevados”. Un tema de debate, puesto que esos ratios implican crecimientos agresivos de forma sostenida, lo cual, dadas las escalas de estas compañías, “resulta cada vez más complicado”.
El estratega comenta que, en lo personal, no se siente cómodo con valuaciones como las que ostenta el “G7 techno” para recomendarlas como una oportunidad de inversión, aunque admite que con el susto del lunes los precios de mercado de esas empresas se acomodaron un poco.
Meta, Microsoft y el impacto de DeepSeek
No obstante, para Ilan Méndez, “decir que no hay que tener posición en las big tech es una especie de suicidio”. Pues recuerda que la situación fue similar durante los últimos dos años y el mercado ya fue testigo de cuanto más podían crecer esas empresas. “Cualquier asset manager que haya evitado la exposición a estas compañías hoy está sin empleo”, comenta.
Y es que por ejemplo mientras las acciones tecnológicas de Wall Street perdían casi u$s1 billón el lunes, la empresa matriz de Facebook (META) vio cómo sus papeles permanecían inmunes al batacazo chino, lo que demostró que los inversores mantienen su confianza en los planes de IA de la compañía, que al igual que DeepSeek, es de código abierto (Llama).
Por ello, la fortaleza de Meta contrasta con la Microsoft, cuyas acciones flaquearon debido a preocupaciones por el elevado gasto en IA, incluida su participación en OpenAI, un competidor directo de DeepSeek.
También sucede que Meta ha sido el mejor desempeño entre las “Siete Magníficas” en lo que va de enero, acumula un alza que se acerca al 16% y está en camino a su mayor ganancia mensual desde febrero (2024). Microsoft, por su parte, trepó apenas un 6% en lo que va del año y solo aumentó un 12% en 2024. El martes, las acciones de Meta subieron un 3%, lo que configuró su séptima sesión positiva al hilo, mientras que las de Microsoft avanzaron un 2,8%.
Ambas empresas destacaron su compromiso con el gasto en IA. Meta anunció el pasado viernes que planea invertir hasta u$s65.000 millones en desarrollos en 2025, mucho más de lo esperado. Por su parte, Microsoft planea gastar u$s80.000 millones en este año fiscal.
Y es aquí donde hay que recordar que los dos últimos balances de Microsoft decepcionaron a Wall Street, y su gasto es objeto de escrutinio, en particular ante los indicios de que sus servicios de IA no traccionan como se espera. En contraste, Meta reportó en el último trimestre que la IA tiene “un impacto positivo en casi todos los aspectos de su trabajo”, lo que contribuye a la percepción de que su aumento en el gasto es una muestra de confianza en su propia estrategia.
Así, Meta se muestra más fuerte tanto en impulso como en fundamentos frente a Microsoft. No obstante, la forma en que muchas de estas acciones de IA estaban valoradas, se vieron sacudidas con la aparición en el radar de DeepSeek y si bien la venta masiva del lunes pudo ser una reacción exagerada, el gasto en IA es clave, y el desarrollo chino podría significar un cambio completo en cómo los inversores evaluarán de ahora en más la eficiencia de dicho gasto.
Cedears: la estrategia que recomiendan los expertos
Para Ilan Méndez, dado el contexto actual, hay que buscar exposición a compañías vistas como “value investing“, que tendrán ratios de valuación más conservadores. “Para eso también es útil la nueva emisión de Cedears de Comafi”, analiza, pues “se puede invertir en el ETF iShares S&P 500 Value (IVE) para obtener exposición a un conglomerado de estas compañías”.
Lo cierto es que, en los últimos dos años, las compañías “growth” superaron a las “value” por un amplio margen -la mayor diferencia en dos años de la historia-, y se podría esperar un retorno a la media. Como referencia, la última vez que el ratio growth/value estuvo en estos niveles fue en el 2000, previo al “crash dotcom“. “Pocas cosas en la historia de los mercados se han sostenido de manera indefinida”, concluye el estratega de PPI.
Por su parte Flavio Castro, Asset Management de Criteria, recuerda que al cierre de 2024, el ETF Schwab US Large Cap Growth, que sigue a empresas de alta capitalización y crecimiento, obtuvo un retorno del 140% en cinco años y del 37% en el último, lo que expone la fortaleza de las grandes compañías tecnológicas.
“Para 2025, se espera que dichas firmas mantenga el liderazgo en los mercados”, dice Castro. En contraste, las empresas de pequeña capitalización, medidas por el ETF Russell 2000, exponen rendimientos más modestos: 6% en 2024 y menos del 30% en cinco años, con sectores como el financiero (30%) y el de bienes raíces (10%) que ofrecen pocas oportunidades de valor.
Para Castro, la brecha entre grandes y pequeñas empresas parece difícil de cerrar, a menos que el crecimiento de las “megacaps” se desacelere, “lo cual es poco probable a largo plazo”. Además, sostiene que la Inteligencia Artificial se perfila como un motor clave para la economía de la próxima década.
Por ello, el estratega de Criteria es determinante al concluir que es poco probable que las grandes empresas de crecimiento repliquen el rendimiento extraordinario de 2024 o por lo menos, “en la misma magnitud”. Sin embargo, considera que es todo un desafío encontrar valor fuera de las principales compañías de ese sector, “que destacan por su capacidad para generar importantes flujos de caja y mantener posiciones financieras sólidas”. En este contexto, Castro mantiene un enfoque optimista hacia los resultados de Nvidia (NVDA), Microsoft (MSFT), Amazon (AMZN) y Alphabet (GOOG) de cara a 2025.
El desempleo alcanzó a 113.000 porteños en el cuarto trimestre del año pasado, con un fuerte impacto en mujeres y trabajadores de la zona sur
La desocupación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aumentó con fuerza en el cuarto trimestre de 2024, alcanzando el 6,7% de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que equivale a 113.500 personas sin empleo. Este aumento representa un salto considerable en comparación con el 4,6% registrado un año atrás, lo que implica una suba del 50,7% en la cantidad de personas desocupadas.
Según el Instituto de Estadística y Censos de CABA, el impacto del desempleo no fue uniforme entre los distintos sectores de la población. Las mujeres fueron las más afectadas, con una tasa de desocupación del 7,8%, mientras que en los hombres se ubicó en el 5,7%. Asimismo, la crisis golpeó con mayor fuerza en la zona Sur de la Ciudad (Comunas 4, 8, 9 y 10), donde la desocupación trepó al 9,2%, muy por encima del promedio general y con un alza significativa respecto al 5,1% registrado en el mismo período del año anterior.
Los nuevos desocupados
Otro dato relevante es el perfil de quienes perdieron su empleo. El 93% de la población desocupada proviene del sector privado y, dentro de ese grupo, el 85,5% se desempeñaba en el sector de servicios. Además, el 71,3% realizaba tareas de baja calificación y el 72,8% tenía menos de cinco años de antigüedad en su última ocupación.
En cuanto a la modalidad laboral, la mayoría de estos nuevos desocupados (personas que perdieron su empleo recientemente y están buscando activamente un nuevo trabajo), había trabajado antes en relación de dependencia (71,7%), mientras que el 26,2% lo hacía como cuentapropista. De quienes eran asalariados, el 61,2% carecía de registro en la seguridad social, lo que pone de manifiesto la alta informalidad en el mercado laboral. Entre quienes sí estaban registrados, el 31,2% recibía descuentos jubilatorios. En este contexto, el 83,7% de los asalariados y el 64,4% de los trabajadores independientes perdieron su empleo por causas laborales.
La tasa de desempleo en Colombia para hombres y mujeres alcanzó el 8,4 % y el 12,9 % respectivamente en junio de 2024, reflejando una brecha de género de 4,5 puntos porcentuales – crédito iStock
Por otro lado, la tasa de subocupación horaria, que mide a quienes trabajan menos de 35 horas semanales y desean aumentar su carga laboral, se situó en 8,7%, una de las más bajas de la serie histórica desde 2014 para un cuarto trimestre. En este segmento, las mujeres también fueron las más afectadas, representando el 58% de la población subocupada.
Algunos datos positivos
Pese al aumento del desempleo, algunos indicadores del mercado laboral muestran tendencias positivas. La cantidad de asalariados creció un 3,2% interanual, y el porcentaje de trabajadores en relación de dependencia con descuentos jubilatorios se elevó al 73,2%, superando el 72,4% registrado un año antes. Sin embargo, la proporción de trabajadores por cuenta propia cayó al 20,9%, el nivel más bajo de los últimos tres años, reflejando una disminución del 5,3% en esta categoría, lo que contribuyó al crecimiento del desempleo.
En cuanto a la distribución del empleo por sectores, el 73,5% de los ocupados trabajan en el sector de servicios, seguido por el comercio, que representa el 14,6% del total. La industria y la construcción abarcan el 11,2%. Por otro lado, es importante mencionar que la carga horaria de los trabajadores se mantuvo estable en comparación con el año pasado, con un 45,7% trabajando entre 35 y 45 horas semanales y un 26,2% superando las 45 horas.
El aumento de la desocupación en CABA refleja una situación compleja del mercado laboral, con un fuerte impacto en sectores de menor calificación y una creciente disparidad por género y ubicación geográfica. Mientras algunos indicadores muestran leves mejoras, la expansión del desempleo y la precarización laboral plantean desafíos significativos para la economía porteña.
Si bien la inflación muestra una tendencia a la baja, la recuperación del empleo dependerá de la reactivación de la economía y de políticas que impulsen la formalización laboral.
Siguen activas las solicitudes en bancos e inmobiliarias, así como las visitas a inmuebles y las perspectivas hacia adelante son muy favorables
Las solicitudes de créditos hipotecarios y las visitas a inmobiliarias se mantuvieron activas en febrero, con un monto otorgado de $270 millones. La cifra refleja un crecimiento respecto de enero, cuando se entregaron $210 millones, pese a que el verano suele ser un período de menor movimiento en el mercado por razones estacionales.
En paralelo, un informe de First Capital Group señala que el stock de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por UVA, creció 12,8% mensual, alcanzando un saldo total de 2,3 billones de pesos.
Especialistas del sector proyectan que la demanda seguirá en aumento y estiman un crecimiento de 30% en 2025.
Según Guillermo Barbero, de First Capital Group, en términos interanuales, el financiamiento hipotecario aumentó 283,7% nominal y 131% en términos reales en los últimos 12 meses, consolidándose como la línea de crédito en pesos de mayor expansión.
Ante este escenario, destacan que es clave evaluar ciertos aspectos antes de tomar un préstamo, desde tasas y plazos hasta la relación cuota-ingreso y los costos asociados a la compra de una propiedad.
Las inmobiliarias registran un buen nivel de consultas y en 5 de cada 10 casos los interesados buscan comprar con financiamiento hipotecario.
También se realizan visitas a los inmuebles, y en su mayoría las propiedades buscadas para compra tienen valores de hasta USD 120.000 dentro del segmento medio del mercado inmobiliario.
Cuáles son las tasas de interés
A la hora de solicitar un crédito, especialistas aconsejan analizar las tasas y los costos asociados. El sistema ofrece herramientas de simulación de cuotas en las páginas web de los bancos, lo que permite comparar opciones.
También existen diferencias según la entidad financiera, la localización de la vivienda y si el solicitante es cliente o no del banco.
Las tasas de interés de los créditos hipotecarios mostraron una estabilización en el inicio de 2025, tras la tendencia alcista del año pasado.
Alan Daitch, CEO de Tasa Tasa, destacó que este cambio responde a un contexto macroeconómico más predecible, impulsado por la reducción del “crawling peg” al 1% y la moderación de la inflación.
“Los comenzaron a ofrecer condiciones más competitivas, con tasas desde el 3% anual en instituciones como el Banco Municipal de Rosario y el Banco Ciudad”, explicó.
Sin embargo, advirtió que más allá de la tasa nominal, es clave evaluar el Costo Financiero Total (CFT), que incluye seguros, comisiones y gastos administrativos.
Para el resto de 2025, Daitch proyectó que la demanda de créditos hipotecarios continuará en ascenso, si la estabilidad económica se consolida. “Si la inflación sigue en baja, podríamos ver tasas más accesibles y una aceleración en la toma de créditos, lo que permitiría superar los 30.000 préstamos otorgados en el año”, señaló.
No obstante, advirtió que el mercado inmobiliario también está en plena recuperación, con aumentos mensuales en los valores de las propiedades. “Esperar una baja de tasas puede parecer una estrategia lógica, pero si los precios de las viviendas suben más rápido que la reducción de intereses, postergar la decisión puede terminar siendo más costoso”, agregó.
El mercado está activo a esta altura del año (Imagen Ilustrativa Infobae)
A la hora de elegir un crédito, Daitch recomendó analizar el tipo de tasa –fija, variable o mixta– y utilizar simuladores para estimar la cuota real a lo largo del tiempo. También sugirió comparar el TIN (Tasa de Interés Nominal) con la TAE (Tasa Anual Equivalente), ya que esta última incluye costos adicionales y refleja el verdadero costo del financiamiento. “En algunos casos, un crédito con una tasa más baja puede terminar siendo más caro si los costos asociados son elevados”, explicó.
Levantamiento del cepo, clave para el crédito
El posible levantamiento del cepo cambiario tendrá un impacto limitado en el crédito hipotecario en el corto plazo, pero será determinante en el mediano plazo.
Federico González Rouco, economista de la consultora Empiria y especializado en el mercado inmobiliario, explicó que la eliminación de las restricciones cambiarias facilitará la securitización y la salida al mercado de capitales de los bancos locales, lo que les permitirá acceder a mayor liquidez en pesos y dólares para otorgar préstamos.
“El cepo afecta la capacidad de financiamiento de los bancos. Sin estas restricciones, podrán ampliar su oferta crediticia y mejorar las condiciones para quienes buscan un crédito”, afirmó.
A nivel macroeconómico, González Rouco sostuvo que la medida favorecerá el crecimiento de la economía, lo que derivará en una mejora en los ingresos. “Generalmente, una economía en crecimiento se traduce en más empleo, más consumo, más demanda y más dinero en circulación”.
En el mercado inmobiliario, el impacto también será significativo, ya que la mayor capacidad de financiamiento de los bancos impulsará la demanda de propiedades. “Será una excelente noticia porque habrá libre movilidad de inversiones y menos incertidumbre por el dólar”, añadió.
Dinamismo
Entre enero y febrero se otorgaron 5.500 créditos hipotecarios, la mitad de los entregados durante todo 2024 (11.000), lo que refleja una fuerte demanda y una recuperación del sector.
“Este ritmo de financiamiento muestra una evolución positiva y si se mantiene, podríamos acercarnos a los niveles de 2018″, señaló Fernando Álvarez de Celis, director ejecutivo de la Fundación Tejido Urbano.
Destacó que los bancos están más consolidados en el otorgamiento de este tipo de préstamos y que la demanda seguirá sostenida por la necesidad de acceso a la vivienda.
Febrero registró un leve incremento respecto de enero, consolidó la tendencia de crecimiento en el financiamiento hipotecario. Según Álvarez de Celis, este comportamiento confirma la recuperación del sector y anticipa un marzo con una mayor cantidad de créditos otorgados. “Es un muy buen año para los hipotecarios y todo indica que se superarán ampliamente los valores de 2018″, concluyó.
La industria y la construcción, dos de los rubros más impactados por la recesión de 2024, comenzaron el año con altibajos. El mercado ajustó hacia arriba su proyección de mejora del PBI para este año
La actividad económica muestra en la primera parte del 2025 que la tendencia general de recuperación todavía se sostiene, que hay sectores que todavía tienen un marcado rezago y, en las últimas semanas, un sube y baja en su variación mensual. Es la última foto que recogió un semáforo sectorial con los datos más recientes disponibles y que exhibe que la industria manufacturera y la construcción no logran enhebrar números positivos para recuperar el terreno perdido en 2024.
Un trabajo realizado por la consultora Econviews así lo observó al recopilar la información más actualizada de un grupo de indicadores decisivos que anticipan el Estimador Mensual de la Actividad (EMAE) que el Indec publica mes a mes y que funcionan como un adelanto de la variación del PBI.
El EMAE del año pasado, de punta a punta, mostró una caída de la economía de 1,8%, menor a la esperada por el mercado. Y que en diciembre, en comparación con diciembre del año anterior, hubo un repunte de 5,5 por ciento. En ese contexto, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central midió que las proyecciones de mejora del PBI para este año fueron ajustadas al alza desde 4,6% que esperaban las consultoras un mes atrás, hasta 4,8 por ciento.
Para Leila García Kerman, economista de esa consultora y quien elaboró el semáforo sectorial, aseguró a Infobae: “Vemos que la actividad se recupera de manera heterogénea. Si bien en febrero los indicadores tempranos de la industria y la construcción mostraron subas mensuales, no somos muy optimistas respecto a estos sectores”, indicó. “En el caso de la construcción, el freno en la obra pública y los elevados costos de los insumos en dólares afectan su recuperación”, planteó.
“Sin embargo, la recuperación está liderada por el sector privado, alentada por los créditos hipotecarios. En cuanto a la industria, el panorama es más incierto: la apertura de importaciones y la estabilidad del dólar favorecen la compra de insumos, pero al mismo tiempo desincentivan las exportaciones y la adquisición de bienes finales locales”, aseveró García Kerman.
Cómo fue la última foto sectorial del 2024 según datos oficiales. (Fuente: PxQ)
“Otros sectores, como la minería, el petróleo y el gas, podrían contribuir a la recuperación. Por su parte, el crédito privado está creciendo hace varios meses seguidos y esto ayuda a la recuperación en todos los sectores en general. Un sector que se recupera en gran parte por el crédito es el comercio. En febrero, según nuestra desestacionalización, las ventas minoristas de CAME crecieron un 1,1% mensual. En conclusión, la recuperación de la actividad es heterogénea pero es evidente”, completó la economista de Econviews.
Semáforo sectorial: las luces en verde y en rojo, por rubro
Ese semáforo sectorial de Econviews, elaborado con datos oficiales y privados, arrojó distintas conclusiones: la producción industrial en enero registró una caída de 1,4% en términos mensuales, aunque mostró un leve crecimiento de 0,8% en la comparación trimestral. En el sector automotriz, la producción de vehículos aumentó 2,1% en febrero respecto del mes anterior y acumuló un alza de 1,9% en términos trimestrales.
Por otro, el siderúrgico presentó un comportamiento dispar. La producción de acero creció 7,3% en enero en la medición mensual, pero cayó 10,9% en términos trimestrales. En cuanto a la producción de alimentos, la industria avícola mostró un incremento de 6,9% en enero tanto en la variación mensual como en la anual. En contraste, la producción láctea descendió 1,4% en el mes, aunque subió 1,9% en términos trimestrales.
Otros indicadores mostraron que la faena vacuna cayó 5,4% en enero respecto del mes previo y acumuló una baja de 2,3% en el trimestre. En el sector inmobiliario, las escrituras en la Ciudad de Buenos Aires mostraron una fuerte caída de 19,8% en enero, a pesar de un crecimiento de 8,1% en el trimestre.
En la industria molinera, la producción de harina aumentó 0,4% en enero, con una leve mejora de 0,1% en términos trimestrales. En el sector energético, la producción de petróleo se mantuvo estable en enero, mientras que la de gas creció 4,7% en la medición mensual, aunque registró una baja de 2,7% en el trimestre.
El sector de la construcción mostró señales de recuperación. La producción de cemento subió 3,1% en febrero respecto de enero y acumuló un incremento de 5,2% en el trimestre. La actividad general de la construcción, en tanto, registró una leve caída mensual de 1% en enero, pero una mejora de 2,3% en términos trimestrales.
Semaforo de la actividad económica en los primeros meses del 2025. (Fuente: Econviews)
El consumo de combustibles mostró variaciones moderadas, con un aumento de 2,1% en la venta de naftas en enero, mientras que el patentamiento de motos cayó 14,4% en febrero, aunque acumuló un alza de 11,1% en el trimestre.
En el sector energético, el consumo de electricidad en noviembre se mantuvo sin cambios en la medición mensual, pero subió 3,4% en términos trimestrales. En transporte, los viajes en tren en octubre cayeron 3,7% en la comparación mensual y 3,4% en la trimestral.
Otras miradas: qué se espera para los próximos meses
LCG apuntó en un informe reciente qué puede pasar con la construcción, que con mucha diferencia fue el sector que más cayó a lo largo de 2024. “Después de dos meses consecutivos de crecimiento mensual, la construcción volvió a caer en enero: -1% mensual sin estacionalidad. Deja una contracción anual del 1,3 por ciento. Este último dato resalta ya que la base de enero era sensiblemente baja”, aseveró.
“Aun en este contexto, las perspectivas de estabilidad en la actividad de la construcción mejoraron entre las empresas dedicadas a obras privadas, con un aumento del 63% al 69% respecto al mes anterior. Al mismo tiempo, las expectativas de crecimiento se fortalecieron en el sector de obras públicas, pasando del 20% al 31%”, concluyeron en base a datos del Indec.
Sobre la industria, la Fundación FIEL dijo en su último informe: “La industria volverá a crecer en 2025 después de dos años, pero deberá profundizar los esfuerzos para elevar la productividad -lograr reducciones reales de costos- y con ello mejorar la competitividad, mientras el proceso de reformas puestas en marcha alcanza madurez”, mencionaron, aunque aseveraron que el sector deberá “sortear” desafíos.
Entre ellos, nombraron: “Un menor crecimiento esperado de Brasil –que experimenta mayores presiones inflacionarias y una política monetaria astringente‐, teniendo en cuenta que ese país significó en 2024 el destino del 38% de las exportaciones”, junto con “el crecimiento de importaciones en un contexto de atraso cambiario, mayor apertura y recuperación de actividad” y, por último, “las consecuencias de la guerra comercial global con la atención puesta en la búsqueda de mercados alternativos para la producción industrial de los países alcanzados por las restricciones aplicadas”.