El flamante presidente de EEUU, Donald Trump, prodigó una avalancha incesante de actividades, declaraciones, firma de decretos y cambios de derechos, reglas de juego y nombres geográficos. En Davos fue un paso más allá y se zambulló con gusto en el territorio de la FED.
Donald Trump ya es el presidente número 47 de los Estados Unidos. Y prometió la irrupción de una nueva edad dorada en la ceremonia de asunción. Durante la semana se prodigó en una avalancha incesante de actividades, declaraciones, firma de decretos y cambios de derechos, reglas de juego y nombres geográficos. En Davos fue un paso más allá y se zambulló con gusto en el territorio de la FED. “Voy a demandar, dijo, que las tasas de interés caigan inmediatamente”. Trump tuvo tiempo para mostrarse feroz y comenzar urgente las deportaciones de inmigrantes indocumentados y desplazar efectivos militares a la frontera con México. Y para anunciar grandes inversiones (y ser relativizado por Elon Musk, el hombre más rico del mundo que juega de funcionario, pero, a la vez, de líbero con agenda propia). Y también pudo elogiar a su colega Xi Jinping, lo que no hizo en su debut presidencial ocho años atrás, y expresar la voluntad de ponerse de acuerdo con China.
La exuberancia es su sello personal. Pero el show político no estaría cumplido sin un voto de confianza de los mercados. Ya se dijo que, en su primer mandato, fue el presidente más obsesionado con los avatares de la Bolsa de toda la historia de los EEUU. De ahí, se desprende el cuidadoso guión que desplegó las dos últimas semanas, desde unos días antes del traspaso de mando, con la difusión de una conversación amable con Xi Jinping. Tan importante como lo que Trump dijo, eso sí, fue lo que calló. O, en el caso de su pretensión de tasas de interés más bajas, el contexto y su letra chica. En síntesis, los mercados aprobaron, con alivio, lo que vieron hasta ahora de Trump 2.0. Y el presidente consiguió así la foto que buscaba: el S&P500 en el pedestal de un nuevo máximo, atribuible a él y la esperanza que despierta, y ya no al viejo Biden.
Pero, ¿dónde está la artillería de aranceles que se había planeado para machacar a mansalva desde el Día 1? Cualquier discurso de un año atrás contiene más cifras y precisiones que el de la inauguración oficial. Ningún otro tema, vale decir, concitaba mayor preocupación. Trump, quien se definió alguna vez como el Hombre de los Aranceles, prefirió bajarle el voltaje a todo el asunto (sabiendo que se lo podrá subir después si hace falta), y facilitar de esa manera un rally de alivio. En los días subsiguientes, la suavidad inicial se corregiría. El magnate deslizó que el aumento de los aranceles regirá a partir del sábado próximo. Curiosamente, sería más severo – 25% – para México y Canadá (los dos socios comerciales en el USMCA) que para China – 10% -. No obstante, nadie cree que se ejecute antes de un par de meses. Sin olvidar que el propio presidente presentó los gravámenes como de aplicación condicional al incumplimiento de parámetros referidos al ingreso de inmigrantes y fentanilo, los que requerirían una previa discusión, pero bien podrían satisfacerse.
Con la suerte de Tik Tok en la palestra, y la voluntad de la Casa Blanca de forjar un “deal” para evitar la prohibición de su uso en los EEUU, la imposición de mayores aranceles a China se retardará. Es la moneda de cambio para que Beijing acceda a las pretensiones de Trump. Suya fue la idea original en 2020 de quitarla de circulación en el país por constituir un riesgo para la seguridad estratégica. Y luego del fallo pertinente de la Corte Suprema, suya es la iniciativa de empujar la entrada de capitales estadounidenses para compartir la propiedad 50% / 50% con China y sortear la interdicción.
Como sea, todo indica que la guerra comercial deberá esperar. Y los mercados lo ven mejor así. Inevitable, quizás, pero ni una obsesión a toda costa ni tampoco la prioridad de la Administración. De hecho, los secretarios de Comercio y del Tesoro, Lutnick y Bessent, guardaron silencio de radio sobre el particular. Es gente de las finanzas, que podrá ignorar las minucias del comercio exterior, pero, veteranos traders ambos, conoce de primera mano la sensibilidad de Wall Street.
Trump es un empresario de bienes raíces. Sabe lo que son las tasas de interés. “Más que la FED”, dijo. Durante todo su mandato anterior abogó, sin éxito, por tasas más bajas. Confrontó con Janet Yellen, y la removió cuando expiró su período. Con Jerome Powell, el reemplazo que promovió, votante republicano registrado, no le fue mejor. Y una baja de tasas es lo primero que pidió en Davos. Pero Trump es un animal político distinto al de ocho años atrás, aunque con la misma obsesión. Powell ya hizo los deberes y le marcó la cancha (hasta abril de 2026). Y el presidente, a su vez, aprendió y se rodeó de financistas. Sabe que la FED puede reducir las tasas si la política económica, su responsabilidad, se lo permite. De hecho, dos recortes adicionales están consignados en el último mapa de puntos para este año. Trump dijo que va a impulsar una política de energía para impulsar la caída de los precios del crudo. Y una vez que ello se concrete, será un golpe fuerte para la inflación. “Eso va a bajar automáticamente las tasas de interés”, reflexionó a la manera casi de un Milton Friedman. Y así su comentario no provocó espanto sino adhesión. Y fue el trampolín para el nuevo récord del S&P 500. Si Trump entiende que es su agenda de políticas la que impide que las tasas bajen, y la que elevó un punto completo las tasas largas y fortaleció el dólar sobremanera, la batalla por la economía está ganada de antemano.
EEUU ya es la envidia del mundo, reza una portada de The Economist de tiempo atrás. Nadie lo discute. ¿Cómo no creer en una edad dorada si Trump no la va a boicotear? Wall Street la vio primero cuando la FED todavía no había domado a la inflación, los pronósticos de recesión reinaban por doquier, y, aun así, lanzó un nuevo mercado bull en octubre de 2022. Hoy el desafío es más sencillo. Es una tarea de mantenimiento, que de Trump depende y que no le impedirá desplegar otras aristas rutilantes de su agenda. Colonizar Marte, la obsesión de Elon Musk, solo por dar un ejemplo de un titular grandioso.
El índice de precios al consumidor registró una leve baja en relación con el mes de enero
La inflación en Estados Unidos se desaceleró el mes pasado por primera vez desde septiembre, y una medida de la inflación subyacente cayó a su nivel más bajo en cuatro años, a pesar de que aranceles adicionales sobre acero y aluminio que entraron en vigor el miércoles amenazan con aumentar los precios.
El índice de precios al consumidor aumentó un 2,8% en febrero en comparación con el año anterior, según el informe del miércoles del Departamento de Trabajo, por debajo del 3% del mes anterior. Los precios básicos, que excluyen las categorías volátiles de alimentos y energía, subieron un 3,1% respecto al año anterior, frente al 3,3% en enero. Esta cifra básica es la más baja desde abril de 2021.
Las disminuciones fueron mayores de lo que esperaban los economistas, según una encuesta realizada por el proveedor de datos FactSet. Sin embargo, siguen siendo más altas que el objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal. Una inflación persistente podría generar problemas para el presidente Donald Trump, quien prometió durante la campaña del año pasado “acabar con la inflación de manera rotunda”.
Sin embargo, en términos mensuales, la inflación también fue mucho más baja de lo esperado. Los precios al consumidor subieron un 0,2% en febrero con respecto al mes anterior, frente a un fuerte aumento del 0,5% en enero. Y los precios básicos aumentaron solo un 0,2%, por debajo del incremento del 0,4% en enero. Los economistas observan los precios básicos porque suelen ser un mejor indicador del rumbo futuro de la inflación.
La Reserva Federal observa con cautela los efectos de los aranceles sobre la inflación y descarta reducir tasas de interés en el corto plazo (EFE/ARCHIVO)
Los precios de los comestibles se mantuvieron sin cambios el mes pasado respecto a enero, lo que brindó algo de alivio a los consumidores que enfrentan un aumento del 25% en los precios de los comestibles en comparación con hace cuatro años. Sin embargo, el costo de los huevos subió un 10,4% en febrero respecto al mes anterior y es casi un 60% más caro que hace un año.
La gripe aviar ha obligado a los agricultores a sacrificar más de 160 millones de aves, incluidas 30 millones solo en enero. El precio promedio de los huevos alcanzó los 9,79 euros (4,95 dólares) por docena a nivel nacional en febrero, un máximo histórico. El precio se había mantenido consistentemente por debajo de los 3,92 euros (2 dólares) por docena durante décadas antes de que la enfermedad se propagara.
Y con Trump imponiendo —o amenazando con imponer— una amplia gama de aranceles sobre importaciones de Canadá, México, China, Europa e India, la mayoría de los economistas pronostica que el crecimiento de los precios probablemente se mantendrá elevado este año.
Analistas advierten por el impacto de los aranceles a distintos rubros impuestos por Donald Trump (REUTERS/ARCHIVO)
Los aranceles han sacudido los mercados financieros y podrían desacelerar drásticamente la economía, con algunos analistas que elevan las probabilidades de una recesión. Muchos economistas esperan que la inflación disminuiría este año si no existieran los impuestos a las importaciones, pero con la imposición de los aranceles, pronostican que la inflación se mantendrá elevada hasta finales de este año.
Trump se ha comprometido a imponer aranceles recíprocos a cualquier país que mantenga gravámenes sobre las exportaciones de Estados Unidos el 2 de abril. Los economistas del Yale Budget Lab calculan que esos gravámenes, por sí solos, podrían elevar la tasa de arancel promedio de EE. UU. a su nivel más alto desde 1937 y costar a los hogares un promedio de 3.238 euros (3.400 dólares).
La actualización del miércoles probablemente alentará a los combatientes de la inflación en la Reserva Federal. El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo en enero que las reducciones de tasas de interés estaban en pausa y que es muy poco probable que haya otra reducción en la reunión de la Fed la próxima semana.
Los costos de los comestibles en Estados Unidos permanecen sin cambios, aunque los huevos subieron 10,4% en febrero frente al mes anterior (REUTERS/ARCHIVO)
La mayor incógnita para la Fed —y para la economía en general— son los aranceles y las amenazas de Trump de imponer más. Desde su toma de posesión en enero, Trump ha impuesto un 20% de impuestos sobre todas las importaciones provenientes de China y un 25% sobre importaciones de Canadá y México, aunque la mayoría de esos aranceles se han suspendido por un mes.
El miércoles, la administración aumentó los aranceles sobre todas las importaciones de acero y aluminio al 25%, prometiendo que los impuestos ayudarían a crear empleos en fábricas estadounidenses en un momento en que las amenazas arancelarias fluctuantes de Trump están sacudiendo el mercado de valores y generando temores de una desaceleración económica.
La Unión Europea respondió de inmediato anunciando acciones comerciales de represalia con nuevos gravámenes sobre productos industriales y agrícolas de Estados Unidos.
Trump ha prometido aranceles recíprocos sobre los países que gravan las exportaciones de Estados Unidos, incluidos Europa, India y Corea del Sur, el 2 de abril.
Cumbre en Yedah entre delegaciones de ambos países encabezadas por sus respectivos cancilleres. Zelenski se disculpó con Trump por el choque en el Salón Oval.
Las delegaciones de Estados Unidos y Ucrania iniciaron este martes una cumbre en Arabia Saudita que intenta «el camino hacia la paz» y en el refuerzo de las relaciones bilaterales tras el choque público entre Donald Trump y Volodimir Zelenski.
El Ministerio de Exteriores ucraniano difundió imágenes del inicio de esta reunión, en la que por parte de Kiev están representados el jefe de la diplomacia, Andri Sibiga, el ministro de Defensa, Rustem Umerov, y el responsable de la oficina presidencial, Andri Yermak.
La delegación estadounidense, por su parte, está encabezada por el secretario de Estado, Marco Rubio, el asesor de Seguridad Nacional, Michael Watz, y el enviado especial Steve Witkoff, que ya estuvieron presentes en la reunión celebrada el 18 de febrero con el Gobierno ruso para tratar de avanzar hacia unas negociaciones de paz.
Esta nueva cita generó especial expectación, no sólo entre las partes directamente implicadas. El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, instó en redes sociales a los gobiernos estadounidense y ucraniano a «no malgastar esta oportunidad», ya que «todo el mundo está mirando» lo que ocurre este martes en Yedáh.
El Gobierno de Estados Unidos, por su parte, indicó que en los últimos días se ha producido un «progreso sustancial» en las negociaciones con Kiev para la firma de un acuerdo de minerales y dijo tener «esperanzas» de que las autoridades ucranianas cierren el pacto en la capital de Arabia Saudita, Riad.
«Parte de una mediación como esta sirve para acercar a las dos partes, reducir las diferencias. Hemos avanzado mucho en ese sentido con los rusos y tengo muchas esperanzas. Todas las señales son muy, muy positivas», explicó el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, en una entrevista con la cadena estadounidense Fox News.
Witkoff resaltó así que acuden a Yedáh «con la expectativa» de que se logre un importante «progreso» en las conversaciones. «Espero que haya acuerdo. Lo importante es discutir los protocolos de seguridad para los ucranianos. Eso les preocupa: las cuestiones territoriales, pero no son cosas complicadas. Simplemente hay que ponerlas sobre la mesa», dijo.
En este sentido, puntualizó que en los últimos días ha habido «muchas conversaciones» entre los equipos, tanto ucranianos como europeos y estadounidenses. «Zelenski envió una carta al presidente (Donald Trump). Se disculpó por todo el incidente del Despacho Oval. Creo que ese fue un paso importante», ha agregado.
También asisten a la reunión el canciller saudita, Faisal bin Farhan Al Saud, y el consejero de Seguridad Nacional del país árabe, Musaed Al Aiban.
El presidente ucraniano Zelenski llegó a Arabia Saudí el lunes y se marchó a primera hora de este martes tras reunirse con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman Al. “Hemos tratado todos los temas clave de la agenda, tanto los asuntos bilaterales como la cooperación con otros socios. Reconocí los esfuerzos del Príncipe Heredero por acercar la paz verdadera. Arabia Saudita ofrece una plataforma crucial para la diplomacia, y lo valoramos”, posteó Zelenski en sus redes sociales.
“Con el Príncipe Heredero mantuvimos una conversación detallada sobre los pasos y las condiciones necesarios para poner fin a la guerra y lograr una paz fiable y duradera. Hice hincapié en la cuestión de la liberación de los prisioneros y el regreso de nuestros hijos, que podrían convertirse en un paso clave para generar confianza en los esfuerzos diplomáticos. Una parte importante de la conversación se dedicó a los formatos de las garantías de seguridad”, culminóó Zelenski.
A todo esto, el Ministerio ruso de Salud rusos indicó que tres personas murieron y 17 resultaron heridas, incluido tres niños, como resultado del ataque masivo de drones ucranianos lanzado la madrugada de este martes contra la provincia de Moscú y la capital.
El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó que las fuerzas de defensa antiaérea del país derribaron 337 vehículos aéreos no tripulados lanzados por las Fuerzas Armadas de Ucrania durante la noche, 91 de ellos en la región de Moscú.
Según el organismo ruso, el mayor número de aparatos aniquilados se registró en la provincia de Kursk, con 126 drones derribados. Se trata del ataque de drones más masivo de los llevados a cabo por Kiev en 2025, se afirma.
El Vaticano informó que el pontífice de 88 años evoluciona favorablemente, pero aún no hay fecha para su alta médica
El papa Francisco pasó “una noche tranquila” y continúa respondiendo bien al tratamiento para la neumonía que lo ha mantenido hospitalizado durante más de tres semanas, informó este lunes el Vaticano.
El pontífice de 88 años, líder de casi 1.400 millones de católicos, ha mostrado leves signos de mejoría en los últimos días, aunque aún no se ha informado cuánto tiempo más permanecerá ingresado en el hospital Gemelli de Roma.
El domingo, en su mensaje dominical del Ángelus, que por cuarta semana consecutiva fue enviado por escrito en lugar de ser pronunciado en público, el Papa expresó su gratitud hacia el personal médico que lo atiende.
“Hermanos y hermanas, en mi prolongada hospitalización, también yo experimento el esmero en el servicio y la ternura en el cuidado, especialmente por parte de los médicos y de los operadores sanitarios, a quienes doy las gracias de corazón”, escribió el pontífice.
El Vaticano informó que el pontífice de 88 años evoluciona favorablemente, pero aún no hay fecha para su alta médica (REUTERS/Vincenzo Livieri)
Desde su ingreso el 14 de febrero, Francisco no ha sido visto en persona, lo que ha generado inquietud sobre su estado de salud.
Esta es la cuarta y más prolongada hospitalización del Papa desde 2021, en un contexto en el que su salud se ha visto debilitada por operaciones en el colon y el abdomen, así como por dificultades para caminar.
El domingo, el Papa participó de manera remota en el retiro espiritual anual del Vaticano para dar inicio a la Cuaresma, conectándose por videoconferencia para seguir la meditación del padre Roberto Pasolini, predicador de la casa pontificia. Sin embargo, los sacerdotes, obispos y cardenales reunidos en el auditorio del Vaticano no pudieron verlo ni escucharlo directamente.
A pesar de su hospitalización, Francisco continúa con sus funciones desde el centro médico. El domingo mantuvo su tercera reunión en el hospital con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, y el arzobispo Edgar Peña Parra, jefe de despacho.
El Papa, que ha sufrido problemas pulmonares desde su juventud, ha permanecido estable durante la última semana, sin fiebre ni crisis respiratorias. No obstante, los médicos mantienen su pronóstico como “reservado” y han indicado que sigue utilizando oxígeno suplementario durante el día y ventilación mecánica no invasiva por la noche.
Francisco continúa con sus funciones desde el centro médico
El próximo jueves, la Santa Sede conmemorará el 12º aniversario del pontificado de Francisco, el primero en el que el papa permanecerá fuera de la vista pública. Elegido el 13 de marzo de 2013, Francisco se convirtió en el 266º pontífice, el primero jesuita y el primer latinoamericano en la historia de la Iglesia católica. Aunque ha elogiado la renuncia de su predecesor, Benedicto XVI, Francisco ha reiterado en varias ocasiones que considera su misión como vitalicia y que no tiene intención de dimitir.
El Vaticano se espera que proporcione un nuevo parte médico en las próximas horas.