La vicepresidenta no recibió directivas del Gobierno, que prefiere negociar aparte con los bloques. Cambios en autoridades y el desafío de sobrepasar sin heridas la tensa preparatoria de febrero
Las sesiones extraordinarias que comienzan este lunes en el Congreso, durante un mes, se convertirán en un doble desafío para la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel: tendrá que avanzar con la agenda libertaria en un escenario muy delicado de votos y, sobre todo, deberá sobrepasar sin heridas una tensa sesión preparatoria que ocurrirá a fines de febrero, cuando aparezcan inevitables cambios en las autoridades de la Cámara alta. Es decir, el corazón de un día a día que podría complicar aún más la convivencia, en todo sentido.
Veamos primero las extraordinarias. El Gobierno lanzó, tras semanas de promociones exageradas, un temario que no carga -por ahora- demasiado al Senado, ya que la única ley dictaminada y lista para ir al recinto de la Cámara alta es la de “antimafias”. Días atrás, el santacruceño José María Carambia aseguró a Infobae que solicitaría “algunas modificaciones”, y dejó a la iniciativa al borde de ser modificada, lo que obligaría un regreso en segunda revisión a Diputados.
Como cuestión de mayor relevancia sí aparecen, en stand by y sin dictamen oficial, los dos pliegos de los candidatos propuestos para integrar la Corte Suprema de Justicia: Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
¿Por qué es espinoso el panorama previo en el Senado? Enfrentado a la Casa Rosada aparece el kirchnerismo, que cuenta a 33 legisladores y tendrá 34 desde la próxima sesión, cuando la camporista Stefanía Cora asuma una de las tres bancas entrerrianas, en reemplazo del expulsado Edgardo Kueider, preso en Paraguay. En tanto, del otro lado aparecen un oficialismo y una oposición -cada vez menos- “dialoguista”, que suma 37.
El total da 70 integrantes, y no 72, el pleno de la Cámara alta. Esto es por Cora y el radical Víctor Zimmermann, que extendió una licencia sin goce de sueldo -hasta que finalice febrero próximo- por un cargo en el Ejecutivo de Chaco. Su suplente es la experimentada ex diputada Alicia “ponja” Terada, amiga íntima de Elisa Carrió y, por tanto, lejana al oficialismo.
El legislador radical Víctor Zimmermann está de licencia hasta finales de febrero -por un cargo en Chaco- y complica los planes del oficialismo en la Cámara alta (Prensa Senado)
De esta manera, el Gobierno sólo cuenta, en el mejor de los casos, con 37 senadores libertarios y de la oposición dialoguista. Es el quorum justo para iniciar una sesión y también para votar. No obstante, en ese lote se encuentran los santacruceños Carambia y Natalia Gadano -ofuscados con la Casa Rosada por la falta de respuesta a reclamos provinciales-; radicales como Martín Lousteau -presidente del partido a nivel nacional-, que en muchas ocasiones coincidió en el recinto con el cristinismo; y otras bancadas que, a esta altura, caminan con pies de plomo para evitar mayores tropelías legislativas.
Mucho más viscoso es el terreno que afrontará Villarruel el mes próximo. Durante las últimas semanas, la vicepresidenta ejecutó corrimientos de funcionarios que, horas antes de ser eyectados, participaron de una cena de fin de año en uno de los edificios anexos de la Cámara alta, sobre la avenida Entre Ríos. También hubo una designación en el área de Seguridad que en varios despachos llamó demasiado la atención y encendió un puñado de alertas.
A pesar de todo ello, lo trascendental a saldar en febrero es la preparatoria. Según el reglamento, el 24 de ese mes “o el día inmediato hábil anterior en caso que sea feriado”, el pleno se debe reunir “a fin de designar autoridades y fijar los días y horas de sesiones ordinarias”.
Hay un paso anunciado hace larguísimas semanas: habrá una persona nueva a cargo de la secretaría administrativa del Cuerpo, la tan deseada caja del Senado. Esto es, sin lugar a dudas, una batalla de primera magnitud, y la quita de funciones y poderes que la propia Villarruel ejecutó sobre este cargo no hacen más que agitar el clima interno de la Cámara alta. Justo, en un área en la que tenía resultados para mostrar y con gremios muy nerviosos y siempre atentos a la obra social del Congreso.
Quien se regocija con esto es el cristinismo, que sueña en grande tras la expulsión de Kueider y ahora pretende quedarse con algún puesto de relevancia, en connivencia con los sindicatos. También la Casa Rosada, que sueña con una intervención total para derrotar en todo sentido a la vicepresidenta.
Hay dos bibliotecas que describen la actualidad del Senado. La primera y más sensata apunta a errores no forzados que Villarruel acumuló demasiado rápido desde noviembre pasado y que taparon -en parte- un año legislativo donde, con sólo siete de 72 integrantes, se votaron leyes importantes y, sobre todas las cosas, se ganó muchísimo tiempo ante inevitables derrotas. A medida que transcurren las semanas, la vicepresidenta se muestra más cerrada en cuanto a su círculo chico y hay varias dudas sobre qué tipo de relación tiene hoy en día con Javier Milei y su entorno, tras sagas de peleas y reconciliaciones sobre las que se empieza a desconfiar.
El senador por Santa Cruz José María Carambia analiza cambios para la ley anti mafias del Gobierno y se demoraría su sanción. Si es modificada, volverá en segunda revisión a Diputados
Ayer, el vocero presidencial, Manuel Adorni, fue prudente sobre Villarruel -de mínima, aportó una pizca de seriedad- y señaló en declaraciones radiales que “mientras que las cuestiones institucionales funcionen, son relaciones que pueden ser más o menos intensas o cercanas”. En esa línea, agregó: “Creo que ella, como presidente del Senado, hace su trabajo institucional de la forma que cree correcto y está muy bien. Por otro lado, el Presidente ejerce el poder como cabeza del Ejecutivo haciendo lo que cree mejor. No hay más para analizar”.
Quien estuvo la semana pasada con la titular de la Cámara alta fue el jefe de bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), Eduardo Vischi. El correntino no pudo hacer pie en 2024 y, en varias sesiones, la bancada dijo una cosa y después hizo otra, lo que dejó al centenario partido más que devaluado, con legisladores que parecen libertarios y, otros, kirchneristas. Todo, en simultáneo.
Otra bancada en montaña rusa constante es la del PRO, que ahora espera el regreso de vacaciones y la renuncia formal de Luis Juez como presidente de dicho espacio en el Senado. El cordobés busca un abrazo y baño de témpera libertaria para ser postulante (una vez más) a gobernador de su provincia, en 2027.
Como si fuera poco, los silvestres provinciales ya saben que, sin ellos, no hay quorum posible y se regodean con el seguro llamado del Gobierno en modo SOS. Las acciones escalan con el correr de las horas y la Cámara alta se verá rodeada de pedidos para las provincias. Será interesante ver la cintura política del Ejecutivo: cuando ganó, se colgó algunas medallas que no eran del todo suyas; en las derrotas, se borró y ni se inmutó para criticar -sin argumentos sólidos- a Villarruel.
Mientras muchas cuestiones están en pleno desarrollo, casi toda la oposición todavía se pregunta por qué perdió en 2023.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.