Hubo emisarios que enviaron mensajes antes de las declaraciones del presidente y el jefe del PRO. El rol de Santiago Caputo. La posición de Karina Milei. ¿El ex mandatario quiere ser candidato?
Se aceleraron los tiempos. Mauricio Macri no tenía previsto para estos días el mensaje de X como el que publicó en la mañana de ayer: “Estaba pensado para más adelante”, aseguró un dirigente de su entorno. Sin embargo, la entrevista del miércoles de Javier Milei, en la que se pronunció en favor de un acuerdo electoral con el PRO para “arrasar con el kirchnerismo”, revitalizó las conversaciones.
Hasta ese extenso reportaje, el presidente y su antecesor solo habían cruzado un cordial pero protocolar saludo de WhatsApp por el fin de año. Pero fue antes de Navidad, a punto de instalarse en Cumelén, el exclusivo country de Villa La Angostura en el que prevé descansar durante buena parte del verano, cuando Macri recibió un mensaje del gobierno. El emisario, según reconstruyó este medio, fue Facundo Calegari, un consultor con doble mérito: mantiene desde hace rato un trato fluido con el ex presidente y construyó una relación muy cercana con Santiago Caputo, el asesor estrella de la Casa Rosada.
Calegari le transmitió al jefe del PRO la posibilidad de avanzar con un eventual encuentro entre cúpulas -así lo revelaron fuentes macristas-, una opción a la que, según abundaron, el ex presidente habría accedido. Desde la Libertad Avanza resaltaron, de todos modos, que el mensaje del consultor fue un tanto más inquietante: le dijo a Macri que el triángulo de hierro empezaba a impacientarse.
El ex presidente es consciente de que el PRO está en inferioridad de condiciones, pero no le gusta que lo apuren. Horas después de la advertencia de la cúpula libertaria, su primo Jorge fue el encargado de responder: anunció el adelantamiento de las elecciones porteñas, una propuesta mal recibida por el Gobierno, en particular por Karina Milei, la influyente secretaria General de la Presidencia que se opone a cualquier tipo de entendimiento electoral con el macrismo y que este jueves todavía mantenía su decisión de avanzar sobre la capital, la casa matriz del PRO.
Con ese nivel de tensión cruzada, con el diálogo muy cortado y cada vez más desconfianza acumulada, el presidente ofreció, sin embargo, un nuevo gesto. Con otro emisario, le hizo llegar a Macri, a través de un dirigente cercano, que estaba dispuesto a acordar de cara al 2025, a pesar, incluso, de la resistencia de su hermana. Por esas horas, grabó la entrevista con Luis Majul.
El asesor Santiago Caputo y el presidente Javier Milei
El ex presidente convocó entonces a parte de la cúpula partidaria, muy inquieta por las indefiniciones internas. Hasta que Milei habló en ese reportaje, Macri había instalado en todos lados que se preparaba para competir con listas propias, y que no descartaba presentarse como candidato a senador en la Ciudad para salvar al partido de una posible derrota en el distrito emblema del PRO.“Se viene Mauricio candidato”, insistió este jueves el jefe de Gobierno en el acto que organizó en un club de Villa Pueyrredón. Macri no tiene ninguna intención de postularse a nada que tenga que ver con la tarea legislativa y detesta el Congreso; en sus dos años de diputado, entre el 2005 y el 2007, apenas fue un puñado de sesiones y casi no se le conoció la voz, y la advertencia de su primo está mucho más relacionada con sus necesidades electorales que con la realidad. “Mauricio odia esa posibilidad, si lo hace es porque realmente no le queda otra”, explicó un dirigente que habló varias veces con el ex presidente en estas últimas 48 horas.
Así lo interpretaron dentro de LLA.
Algo similar ocurre con la hermana del presidente, que en un acto en el barrio de Flores apeló a la misma estrategia que su rival porteño: dijo que estará en el lugar en el que su hermano la “necesite”, aunque todos dentro del Poder Ejecutivo coinciden en que es muy improbable que sea candidata. Su debut en el Parque Lezama, en el último trimestre del 2024, fue descolorido y marcó para ella un difícil precedente.
“Querido Javier”, encabezó Macri su mensaje de X de ayer por la mañana. “Estamos dispuestos a conformar un equipo de trabajo conjuntamente con quien vos dispongas”, agregó. Diez minutos después, nominó, también en X, a “Cristian Ritondo, Ana Clara Romero, Silvia Lospennato, Hernán Lacunza y Soledad Martínez” para trabajar junto a “los nombres que LLA proponga” de cara a un acuerdo para este año.
“Eligió a Lacunza, que se cansó de criticar el programa económico del gobierno”, se divirtió un dirigente del PRO que propicia un entendimiento con los libertarios pero que desconfía de ambas cúpulas. No hubo respuesta por parte del gobierno. Según trascendió, hasta mayo no habría ninguna propuesta concreta.
Por ahora, se trata solo de una oferta y una contrapropuesta informal a través de las redes.
El mensaje de Mauricio Macri a Javier Milei
Ayer por la tarde, mientras la atención giraba en torno a Venezuela y se esperaba por la convocatoria a sesiones extraordinarias para las próximas semanas, fuentes macristas señalaron que, más allá de las proclamas en redes, habría existido algún cruce de WhatsApp entre el presidente y el jefe del PRO que ningún dirigente de ambos campamentos pudo confirmar.
No había, por caso, ninguna reunión agendada. Si se preveía que Santiago Caputo viajara en estas horas hasta la costa bonaerense, seguramente a Pinamar, para veranear por el fin de semana, y que ese mini-descanso de verano podía llegar a incluir alguna reunión con Ritondo o con Martín Yeza, que oficia de local y que construyó en estos años un vínculo aceitado con el consultor estrella de la Casa Rosada.
Las señales de estas últimas horas, a pesar de los pronunciamientos públicos de Milei y Macri, parecieran ser, por el momento, muy débiles en comparación a la tensión que se acumuló en estos meses entre el PRO y La Libertad Avanza, y que se acrecentó con la denuncia que el gobierno realizó esta semana cuando filtró una lista de empresarios y ex funcionarios que, según comunicó el propio jefe de Estado, habrían sido llamativamente cubiertos por el macrismo en la ex AFIP durante la administración de Cambiemos.
La filtración alteró a Macri en su descanso de verano. Y ordenó que salieran a responder de manera tajante después de la Casa Rosada, a través de una de las cuentas de X que se le atribuye al gobierno de manera informal, enloqueciera a un buen número de ex funcionarios macristas. El ex presidente ya había pedido máxima publicidad en otros temas de disputa con el gobierno, como la licitación por la hidrovía.
Karina Milei en una reunión con Cristian Ritondo, dirigentes aliados y Martín Menem en Casa Rosada
Con ese nivel de desconfianza, que quedó bien expuesto tras la sesión fallida por Ficha Limpia, el presidente anunció públicamente que estaba dispuesto a trabajar de manera activa para un acuerdo electoral para barrer con el kirchnerismo. “Lo anunció con Majul, podría haberlo hecho por WhatsApp”, ironizó un macrista de paladar negro.
Se tiran la pelota. Se desconfían, de un lado a otro. “Nadie quiere quedar como el que no acordó”, explicó un dirigente que conoce bien a ambos bandos.
Dicen que Milei quiere acordar, que Caputo no lo ve buen ojos pero que hará lo que le pida el presidente, y que es su hermana la que está bien firme en no ceder ni un centímetro a las exigencias de Macri.
En ese contexto, hay un grupo de dirigentes macristas que empiezan a impacientarse. En especial, los que tienen que renovar sus bancas, como Diego Santilli. No es el único. Son varios los que no están dispuestos a presentarse en una lista pura del PRO separada del gobierno. Para eso, dicen, que sea Macri el que ponga el cuerpo. Urgido, en ese caso, como su primo, por retener la capital.
En La Plata mantienen las dudas sobre el accionar de la agrupación ultra K en los acuerdos subterráneos. Entre los intendentes creen que lograrán acercar posturas
Idas y vueltas. Una vez más. Van y vienen los pedidos de apoyo para que el Gobierno bonaerense tenga la habilitación para endeudarse y respire hondo en el medio de una gestión asfixiada por la falta de fondos de la Casa Rosada. Detrás de esas negociaciones cruzadas, permanentes e inestables, está presente la interna del peronismo. La relación tormentosa y furiosa que tienen el kicillofismo y el cristinismo.
Ayer por la tarde, Kicillof hizo un pedido concreto y directo. Tomó la precaución de dejar expuesta la necesidad que tiene su gobierno de obtener el endeudamiento y la situación de debilidad en la que deja a la gestión si la ley no sale. En La Plata se encargaron de reforzarlo. “Si no logramos sacarlo, quedamos en una situación crítica”, precisaron.
“La provincia de Buenos Aires necesita las herramientas para no desproteger a nuestro pueblo. Es una emergencia económica del país y de la provincia. Estamos atravesando una profunda recesión que afecta a todos los sectores”, expresó el Gobernador durante una conferencia de prensa que brindó en La Plata.
Kicillof aseguró que se perdieron “5.000 empresas en la provincia” y “172.000 puestos de trabajo”, además de destacar que hay “mil obras frenadas en todos los rubros” con una gran cantidad de “despidos, suspensiones y cierres de empresas”. El Gobernador habló de “asfixia financiera” por parte del gobierno de Milei.
En la conferencia, que buscó ser una muestra de alineamiento detrás del pedido del Gobernador, había referentes del Frente Renovador, La Cámpora y el peronismo bonaerense, identificado, sobre todo, en los intendentes y el sector sindical.
La cuestión por el endeudamiento deja al descubierto la interna peronista en la Provincia de Buenos Aires (Adrián Escandar)
Sin embargo, hay dos versiones de una misma historia. El presidente del bloque de diputados de Fuerza Patria en la Legislatura Bonaerense, Facundo Tignanelli, es el vocero de la postura del kirchnerismo. En los últimos días no se ha movido un centímetro de su discurso público. Consideró que es necesario sacar la ley de endeudamiento “para poder cumplir con todas las obligaciones que la provincia tiene”. Además, sostuvo que en el peronismo vienen “trabajando para tratar de lograr esa ley tan necesaria”.
La unidad que expresa el legislador camporista, no es decodificada de la misma forma en el kicillofismo, donde desconfían, en forma permanente, de cada una de las negociaciones de la que es parte el cristinismo. “Nos corren el arco todo el tiempo. A la mañana dicen una cosa, a la tarde otra y a la noche una nueva”, se quejó un importante funcionario platense.
En el Gobierno bonaerense y en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF) hay una desconfianza permanente sobre cada movimiento del cristinismo. Tiene que ver con que, en el fondo, advierten que la relación política está rota y que nadie de esa tribu quiere que Kicillof sea el candidato a presidente del peronismo ni que se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner.
Kicillof en la presentación del Presupuesto 2026
Si no quieren el objetivo de fondo, tampoco van a querer el objetivo a corto plazo. Entonces, el desgaste de la gestión estará siempre presente como una postura del cristinismo para con el kicillofismo. “Quieren ver cuántos nos sacan, cuánto nos debilitan. Están jugando en tándem con algunos sectores de la oposición”, indicaron en una oficina importante de la gobernación.
Entre los intendentes hay una visión más moderada. Creen que no hay “temas sensibles“ sin cerrar y que este miércoles el peronismo llegará con una posición unificada. La clave, entonces, será buscar los votos en los sectores más blandos de la oposición.
La vocación de cerrar acuerdos va a contramano de los sentimientos que atraviesan la relación política entre el kicillofismo y La Cámpora. No se eligen, no se quieren, pero el contexto y las necesidades de ambas partes los lleva a tener que buscar un punto de acuerdo forzado.
En una llamada, de menos de 15 minutos, el presidente de Estados Unidos le dijo al líder del régimen chavista que tenía una semana para abandonar Venezuela con su familia. Ese plazo habría expirado el viernes, según dos fuentes
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se está quedando sin opciones para dimitir y salir de su país bajo un salvoconducto garantizado por Estados Unidos, tras una breve llamada con el presidente estadounidense, Donald Trump, el mes pasado, donde el presidente rechazó una serie de solicitudes del líder venezolano, según cuatro fuentes informadas sobre la llamada.
El llamado, del 21 de noviembre, se produjo después de meses de creciente presión estadounidense sobre Venezuela, incluidos ataques contra presuntos barcos de tráfico de drogas en el Caribe, reiteradas amenazas de Trump de extender las operaciones militares a tierra y la designación del Cártel de los Soles, un grupo que la administración Trump dice incluye a Maduro, como una organización terrorista extranjera.
Maduro y su gobierno siempre han negado todas las acusaciones criminales y dicen que Estados Unidos está buscando un cambio de régimen para tomar el control de los vastos recursos naturales de Venezuela, incluido el petróleo.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa, incluida la eliminación de todas las sanciones estadounidenses y el fin de un caso emblemático que enfrenta ante la Corte Penal Internacional, dijeron tres de las fuentes.
Maduro le dijo a Trump durante la llamada que estaba dispuesto a abandonar Venezuela siempre que él y sus familiares tuvieran una amnistía legal completa (REUTERS)
También solicitó el levantamiento de las sanciones a más de 100 funcionarios del gobierno venezolano, muchos de ellos acusados por Estados Unidos de abusos a los derechos humanos, tráfico de drogas o corrupción, según las tres personas.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes.
Trump rechazó la mayoría de sus solicitudes en la llamada, que duró menos de 15 minutos, pero le dijo a Maduro que tenía una semana para salir de Venezuela al destino de su elección junto con sus familiares.
Ese pasaje seguro expiró el viernes, lo que llevó a Trump a declarar el sábado que el espacio aéreo de Venezuela estaba cerrado, dijeron dos de las fuentes. El Miami Herald informó previamente varios detalles de la llamada. La fecha límite del viernes no se había revelado previamente.
Trump confirmó el domingo que había hablado con Maduro, sin proporcionar detalles. La Casa Blanca se negó a dar más detalles, y el Ministerio de Información de Venezuela, encargado de todas las consultas de prensa del gobierno, no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Maduro pidió a la vicepresidenta Delcy Rodríguez dirigir un gobierno interino de cara a nuevas elecciones, según dos de las fuentes (REUTERS)
El gobierno de Trump ha declarado que no reconoce a Maduro, en el poder desde 2013, como presidente legítimo de Venezuela. Maduro se proclamó reelegido el año pasado en unas elecciones nacionales que Estados Unidos y otros gobiernos occidentales calificaron de farsa y que, según observadores independientes, obtuvo una victoria abrumadora de la oposición.
El lunes, al dirigirse a los manifestantes, Maduro juró “absoluta lealtad” al pueblo venezolano.
No está claro si Maduro aún puede presentar una nueva propuesta que incluya un salvoconducto. Trump se reunió este lunes con sus principales asesores para abordar la campaña de presión sobre Venezuela, entre otros temas, según informó un alto funcionario estadounidense.
Una fuente con sede en Washington informada sobre las discusiones internas de la administración Trump no descartó la posibilidad de una salida negociada de Maduro, pero enfatizó que aún quedan desacuerdos significativos y detalles importantes sin resolver.
La recompensa millonaria por la captura del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos ha aumentado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro y ofrece 25 millones de dólares por otros altos funcionarios del gobierno, incluido el ministro del Interior, Diosdado Cabello, acusado en Estados Unidos de presunto narcotráfico, entre otros delitos. Todos han negado las acusaciones.
La administración de Maduro ha solicitado otra llamada con Trump, según las tres fuentes.
El oficialismo podría presentar un bloque de 94 miembros. Mientras, busca que los gobernadores le quiebren la bancada al peronismo
El mundo libertario se encamina a tener el primer festejo parlamentario con la nueva composición del Congreso de la Nación.
Luego del fallido intento por Lorena Villaverde en el Senado, el bloque de LLA tendrá algo para mostrar a la exigente Casa Rosada que solo quiere triunfos y no perdona derrotas. Por estas horas estará ingresando el documento que lleva la firma de Gabriel Bornoroni con el listado de los legisladores que conformarán el bloque de LLA y se quedaría con la primera minoría de laCámara de Diputados.
“En solo 4 años pasamos de dos diputados –Javier Milei y Victoria Villarruel– a ganar la presidencia y sumar 94, 95 diputados” señala, exultante, un diputado de LLA que va a empezar a transitar su tercer año de mandato en pocos días.
Mientras la oposición buscaba reorganizarse y trabajaba sus propias versiones de los proyectos de reformas, el oficialismo se dedicó a salir de caza por el recinto y se llevó en solo un mes más de 14 diputados.
Al término de la elección, el bloque de LLA iba a estar conformado por 79 legisladores. Hubo un principio de conversación con el PRO por un interbloque y el partido amarillo aseguró que iba a apostar por la independencia. Luego de esa decisión, y antes de que comenzara noviembre, se fueron Damián Arabia, Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado, Patricia Vásquez y Silvana Giuidici. Luego se sumaron Marilú González Estevarena, Belén Avico, Carlos Almena y en las últimas horas Verónica Razzini y Alejandro Bongiovanni.
Verónica Razzini junto a Patricia Bullrich y Martín Menem
A este grupo se le sumó el bloque de los radicales con peluca con el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat y el correntino Federico Tournier. Hasta acá, los libertarios sumaban 91 diputados.
Pero los pases no parecen haber terminado y en las últimas horas los libertarios apuestan a sumar entre tres y cuatro diputados más y, por otro lado, incentivan a los gobernadores peronistas no kirchneristas para que se vayan del bloque de UP y armen uno nuevo.
En lo que se refiere a posibles incorporaciones al mundo libertario, se espera la llegada de José Nuñez y de Lorena Petrovich, ambos del PRO. Esta última asumirá para completar el mandato de Silvia Lospennato y todos tienen en Patricia Bullrich su terminal política.
De completarse todos estos pases, el bloque que conduce el cordobés Gabriel Bornoroni llegará a la sesión preparatoria con 94 diputados.
Ese número los dejaría a las puertas de arrebatarle al peronismo la primera minoría y ya sin “peceras” a dónde ir a pescar, la estrategia libertaria se concentró en “empujar” a los gobernadores peronistas a romper el bloque en el Congreso. Principalmente al catamarqueño Raúl Jalil que viene amagando desde hace tiempo con retirar a sus legisladores del bloque de UP.
El peronismo logró contener en las urnas la cantidad de legisladores y el 27 de octubre el bloque que conduce Germán Martínez amaneció con 98 integrantes.
El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el de Tucumán, Osvaldo Jaldo (NA)
Pero al poco tiempo el tucumano Javier Noguera anunció que no iba a asumir en el bloque y se iba a Independencia, el bloque del gobernador de esa provincia, Osvaldo Jaldo. Un camino similar seguiría el diputado por San Luis, Jorge “Gato” Fernández.
Pero lo que busca el oficialismo es que los cuatro diputados catamarqueños que responden todos al gobernador Raúl Jalil; o los siete santiagueños que responden a Gerardo Zamora.
“No necesitamos que los gobernadores rompan, necesitamos que uno solo lo haga, con eso nos alcanza”, reconoció un libertario que transita los pasillos de Diputados.
Las negociaciones se mantienen. El oficialismo promete a los gobernadores vía el ministro del Interior, Diego Santilli, y la oposición les recuerda que en dos años no les cumplieron la promesa.
“No sé que van a hacer los catamarqueños, lo que sí te adelanto es que los santiagueños están adentro” aseguró una alta fuente del bloque del peronismo en Diputados.
Los bloques tienen tiempo hasta hoy para presentar su conformación por lo que las negociaciones continuarán durante toda la jornada. En el oficialismo la expectativa es la de pegar el “zarpazo” y quedar como la primera minoría que, más allá del título, los deja muy bien posicionados para lo que será el reparto de las sillas en las comisiones; y con una posición de fortaleza que habrá que ver cómo se traduce en el recinto.