Una vez disuelto el parlamento, las elecciones deben celebrarse en un plazo de 60 días.
La coalición de Scholz se derrumbó por luchas internas sobre cómo revivir la mayor economía de Europa, pero un ataque mortal con un coche en un mercado navideño la semana pasada ha renovado los acalorados debates del país sobre seguridad e inmigración.
Al confirmar la fecha del 23 de febrero para las elecciones, Steinmeier enfatizó la necesidad de “estabilidad política” y pidió que la campaña se “realice con respeto y decencia”.
También dijo que quería que “la campaña se lleve a cabo con medios justos y transparentes” y advirtió sobre los peligros de la “influencia extranjera… que es particularmente intensa en X”, la plataforma de redes sociales propiedad del multimillonario Elon Musk.
“El odio y la violencia no deben tener cabida en esta campaña electoral, ni la denigración ni la intimidación… todo esto es veneno para la democracia”, dijo Steinmeier.
También recordó a los partidos políticos y a los votantes los desafíos que enfrentará el próximo gobierno dada la “situación económicamente inestable… las guerras en Oriente Medio y Ucrania”, así como los debates sobre la inmigración y el cambio climático.
Scholz permanecerá en el cargo como canciller interino hasta que se forme un nuevo gobierno, lo que podría llevar varios meses.