Una decisión contractual inesperada convirtió a este actor en uno de los mejor remunerados del icónico film.
“Mi pobre angelito”, estrenada en 1990, se ha consolidado como un clásico navideño que continúa cautivando a audiencias de todas las edades. Dirigida por Chris Columbus y protagonizada por Macaulay Culkin como Kevin McCallister, esta comedia familiar no solo fue un éxito rotundo en taquilla, sino que marcó un antes y un después en el cine navideño.
Con una mezcla de travesuras infantiles, comedia física y una narrativa emotiva, la película recaudó más de 500 millones de dólares en todo el mundo y se convirtió en un fenómeno cultural. Sin embargo, su éxito no se limitó a la dirección o a su joven estrella; el elenco secundario, especialmente los “bandidos mojados”, interpretados por Joe Pesci y Daniel Stern, desempeñaron un papel crucial en el impacto duradero de la franquicia.
Escena protagonizada por Daniel Stern y Joe Pesci
El papel de Daniel Stern como Marv Murchins
Entre los personajes que ayudaron a cimentar el éxito de la película se encuentra Marv Murchins, el torpe pero divertido ladrón interpretado por Daniel Stern. Junto con Harry Lyme (Joe Pesci), Marv formó uno de los dúos cómicos más memorables del cine. Los “bandidos mojados” ofrecieron momentos de risas constantes y también sirvieron como el motor de la tensión y la diversión de la trama, persiguiendo sin éxito al ingenioso Kevin McCallister a lo largo de la película.
Daniel Stern interpretó a Marv Murchins en “Mi pobre angelito” (Créditos: Instagram/@realdanielstern)
Sin embargo, la participación de Stern en este icónico papel estuvo a punto de no concretarse. Cuando la producción amplió el rodaje de seis a ocho semanas sin modificar su oferta salarial inicial de 300.000 dólares, el actor decidió abandonar el proyecto. Esta partida obligó a los productores a buscar un reemplazo, pero ninguno cumplió con las expectativas. Finalmente, los productores volvieron a contactar a Stern, quien regresó al proyecto para lo que se convertiría en una de las mejores decisiones de su carrera. Años más tarde, Stern describiría su rechazo inicial como “una de las decisiones más estúpidas” de su vida profesional.
La negociación para la secuela
Afiche de “Mi pobre angelito 2”
Tras el éxito monumental de “Mi pobre angelito”, la secuela, titulada “Mi pobre angelito 2: Perdido en Nueva York”, era inevitable. La primera entrega había recaudado cifras astronómicas, y el público esperaba ansioso una nueva historia con Kevin y sus torpes enemigos. Consciente de su creciente popularidad y de la importancia de los “bandidos mojados” en el éxito de la franquicia, Stern adoptó un enfoque más estratégico al negociar su participación en la segunda película.
Inicialmente, el estudio le ofreció 600.000 dólares por su papel en la secuela, el doble de lo que había ganado en la primera película. Sin embargo, al enterarse de que su coprotagonista Joe Pesci recibiría hasta 3 millones de dólares, Stern consideró que la oferta era insuficiente. “Era el doble de mi salario anterior, pero estaba lejos de ser la fortuna que yo esperaba. Les pregunté entonces si Joe Pesci iba a cobrar lo mismo, y me dijeron que no”, contó Stern en su libro de memorias Home and Alone. Esta diferencia salarial provocó tensiones con su agente, quien sugirió aceptar una oferta revisada de 800.000 dólares. Stern rechazó esa recomendación y exigió 1,5 millones de dólares junto con el 2% de las ganancias brutas de la película.
Trailer de Mi pobre angelito
“Aunque sabía que no podían hacer la película sin mí, también estaba algo inseguro, teniendo en cuenta que casi estropeé todo una vez”, confesó Stern en sus memorias, y luego concluyó: “No quería pecar de avaricioso teniendo en cuenta lo mucho que amaba esa película y a ese personaje”.
Finalmente, aunque el estudio redujo su porcentaje de ganancias al 1%, Stern logró asegurar un acuerdo que reflejaba mejor su valor como actor y su papel en el éxito de la franquicia, y decidió despedir a su agente quien inicialmente le había sugerido aceptar la oferta de 800.000 dólares
Impacto de la cláusula contractual en su éxito financiero
La secuela, estrenada en 1992, también fue un éxito comercial, recaudando 359 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Stern recibió su salario pactado de USD 1,5 millones y también un extra de USD 3,59 millones como parte del 1% de las ganancias brutas de la película. En términos actuales (ajustados a 2024), estas ganancias adicionales equivalen a aproximadamente 8,07 millones de dólares.
Este acuerdo fue un ejemplo claro de cómo una negociación bien pensada puede transformar una carrera y garantizar beneficios financieros a largo plazo. A pesar de haber reducido su participación del 2% al 1%, Stern supo capitalizar el éxito de la secuela y consolidar su posición como una figura clave dentro de la franquicia.
La experiencia de Daniel Stern en “Mi pobre angelito” y su secuela ofrece valiosas lecciones para actores y profesionales de la industria del entretenimiento (Photo by Paul Archuleta/FilmMagic)
Más de tres décadas después de su estreno, “Mi pobre angelito” sigue siendo un fenómeno cultural, y la fama de Daniel Stern como Marv Murchins permanece intacta. Su astucia y determinación para negociar mejores condiciones contractuales no solo le aseguraron una participación justa en el éxito financiero de las películas, sino que también lo convirtieron en un ejemplo de cómo aprovechar las oportunidades en la industria del cine. En última instancia, su historia demuestra que, al igual que su torpe pero entrañable personaje, a veces basta con una jugada inteligente para salir victorioso.
Un reciente avance científico señala que la función de estas diminutas estructuras celulares resulta decisiva para el intercambio de señales entre neuronas y ofrece nuevas perspectivas para comprender y abordar enfermedades neurodegenerativas hereditarias
Un equipo de la Universidad de Aarhus realizó un hallazgo importante para entender el Alzheimer familiar, una forma hereditaria de esta enfermedad que afecta la memoria y capacidades cognitivas.
Según el estudio, publicado en junio de 2025, la mutación en el genSORL1 modifica la manera en que las células del cerebro comparten información, lo que podría explicar el deterioro que sufren quienes padecen esta patología.
El papel de SORL1 y los mensajes celulares
El estudio, dirigido por Kristian Juul-Madsen y Thomas E. Willnow, en colaboración con el Max-Delbrueck-Center for Molecular Medicine de Alemania, se centró en la variante N1358S del gen SORL1. Esta mutación se encontró en casos de Alzheimer de inicio temprano.
La salud cerebral depende en gran medida de la comunicación eficiente entre neuronas y células de soporte, que permite procesar información, almacenar recuerdos y coordinar funciones vitales (Freepik)
El gen SORL1 es responsable de fabricar una proteína llamadaSORLA, que tiene la tarea de organizar el transporte de sustancias dentro de las células cerebrales. Hasta ahora se sabía que SORLA ayudaba a evitar la formación de depósitos dañinos relacionados con el Alzheimer, pero los científicos quisieron saber si su función iba más allá de este proceso.
Para investigar, utilizaron células humanas derivadas de células madre pluripotentes inducidas. Así, crearon neuronas y microglía (un tipo de célula protectora del cerebro) que llevaban la mutación N1358S, y otras sin la mutación, para comparar sus comportamientos.
Exosomas: la vía de comunicación alterada
Uno de los grandes descubrimientos es que, aunque la mutación N1358S no cambia la interacción de SORLA con la sustancia relacionada con la formación de placas en el Alzheimer, sí altera el grupo de proteínas con las que suele trabajar.
La proteína SORLA, producida a partir del gen SORL1, interviene en mecanismos que van más allá de la prevención de sustancias dañinas, facilitando que las células cerebrales gestionen y transmitan señales de forma adecuada (Imagen Ilustrativa Infobae)
El análisis detallado reveló que los cambios afectan principalmente a la producción y liberación de exosomas. Estas son pequeñas vesículas que las células utilizan para enviarse mensajes e instrucciones entre sí.
Cuando los científicos compararon células con y sin la mutación, vieron una clara disminución en la cantidad de exosomas liberados por células que tenían la variante N1358S o que carecían del gen SORLA.
Además, los exosomas de estas células eran algo más pequeños y presentaban una consecuencia aún más importante: perdían su capacidad para ayudar en el crecimiento y desarrollo de otras neuronas. En las pruebas, exosomas normales aplicados a neuronas jóvenes estimulaban su maduración, mientras que los provenientes de células con la mutación ya no ofrecían ese beneficio.
Las vesículas conocidas como exosomas transportan instrucciones y materiales entre las células; los cambios en su cantidad y contenido pueden afectar el desarrollo y la protección de las neuronas (Imagen Ilustrativa Infobae)
El contenido de los exosomas también se vio afectado. Los exosomas de las células modificadas llevaban menos microARNes que apoyan el desarrollo neuronal, y más microARNes con efectos opuestos. Este desequilibrio se asoció con la incapacidad de los exosomas alterados para apoyar la maduración de otras neuronas.
Nuevas pistas para el entendimiento y tratamiento
El descubrimiento llevó a los autores a concluir que SORLA regula la cantidad y la calidad de los exosomas que las células liberan, y que cuando esto falla, la comunicación entre las células se ve interrumpida. Este defecto en el envío de mensajes entre las células cerebrales, y no solo la acumulación de sustancias dañinas, podría estar en el origen del Alzheimer familiar.
La investigación también observó que el papel de SORLA en la fabricación de exosomas existe tanto en neuronas como en microglía, lo que sugiere que su función es amplia dentro del cerebro.
Los investigadores concluyen afirmando que este avance ofrece la posibilidad de desarrollar nuevas estrategias para diagnosticar y tratar la enfermedad, dirigidas a restaurar la comunicación entre las células cerebrales y mejorar la calidad de vida de los pacientes con Alzheimer familiar.
La artista transita una etapa de cambios profundos, con reconciliaciones familiares, vida más reservada en México y nuevos desafíos en torno a su bienestar y privacidad
El 2 de diciembre, Britney Spears celebra su cumpleaños número 44 en medio de una etapa marcada por la transformación y la búsqueda de equilibrio personal. La referente indiscutida del pop desde finales de los 90 festeja un nuevo año de vida tras superar retos personales y familiares, y al iniciar su residencia en México, donde procura mayor tranquilidad y privacidad.
Cómo luce en la actualidad Britney Spears
Desde el final de su tutela en 2021, retomó el contacto con sus hijos, Sean Preston y Jayden James, intentando fortalecer los lazos con su familia. Su reciente aparición junto a Kim y Khloé Kardashian en Hidden Hills, California, evidenció su nuevo impulso social y su apertura a vínculos públicos.
Spears se mudó a México con el objetivo de alejarse del asedio de los paparazzi, a quienes calificó como “siempre crueles”. En redes sociales, comparte imágenes de reuniones en pijama y actividades cotidianas, mostrando una vida más relajada y centrada en su bienestar. Además, desactivó su cuenta de Instagram tras episodios de controversia mediática, y prefirió un perfil más reservado en ciertos aspectos.
Britney Spears se aleja de los paparazzi y opta por una vida más reservada, compartiendo momentos cotidianos en redes sociales (REUTERS/Mario Anzuoni/File Photo)
En 2025, protagonizó un episodio mediático durante un vuelo privado al encender un cigarrillo y consumir alcohol, lo que provocó una amonestación de las autoridades a su llegada a Los Ángeles. A pesar de estos contratiempos, la cantante asegura estar enfocada en su recuperación y aprendizaje, priorizando su privacidad y salud mental. La búsqueda de autonomía y protección familiar es uno de los pilares en este nuevo capítulo.
Cómo fue la carrera de Britney Spears
La carrera musical de Britney Spears comenzó de manera explosiva con “…Baby One More Time”, sencillo que la llevó a liderar listas en todo el mundo. Su presencia y carisma en el escenario la consolidaron como superestrella internacional. En los años siguientes, lanzó álbumes emblemáticos como “Oops!… I Did It Again” y “Britney”, y realizó giras multitudinarias.
Su imagen evolucionó paralelamente a los cambios en la industria y desafíos personales. Spears enfrentó la presión extrema de los medios, factores que propiciaron la tutela legal en 2008. Sin embargo, continuó lanzando música y colaborando con grandes figuras, manteniendo su popularidad y relevancia.
La carrera de Britney Spears revolucionó la música pop con éxitos como ‘…Baby One More Time’ y una residencia histórica en Las Vegas (Foto AP/Chiang Ying-ying)
En Las Vegas marcó un precedente al inaugurar una residencia exitosa que inspiró a otros artistas. Talento escénico y espíritu de reinvención permitieron que su figura permaneciera activa durante más de dos décadas en el panorama musical internacional.
Qué le pasó a Britney Spears
En 2008, Britney Spears fue sometida a una tutela que la privó del control sobre sus finanzas y muchas decisiones personales, con el argumento de proteger su salud mental y seguridad. Jamie Spears, su padre, fue nombrado tutor principal, lo que deterioró el vínculo entre ambos.
El arduo proceso legal para terminar la tutela se extendió hasta 2021, convirtiéndose en un caso emblemático de debate público y de movimientos de apoyo. Una vez recuperada su libertad, Spears confesó haber sufrido “daño cerebral” por experiencias traumáticas del régimen legal y expresó sentirse afortunada de “estar viva” tras superar ese periodo adverso. El lanzamiento del libro de Kevin Federline, su exmarido, con nuevas acusaciones sobre la vida familiar, volvió a encender la discusión pública.
Britney Spears mantiene su vida amorosa en reserva tras la separación de Sam Asghari, priorizando la independencia emocional y el entorno familiar
Pese a los desafíos prioriza recuperar los vínculos con sus hijos y hermanos, y busca el equilibrio en su salud mental. Después de publicar sus memorias y superar distintas controversias, la artista decidió enfocarse en proyectos personales y mantener distancia de los escenarios por el momento.
Qué se sabe de la vida amorosa de Britney Spears en la actualidad
Tras su separación de Sam Asghari en 2024, Britney Spears optó por la reserva en su vida sentimental. Las noticias actuales no la vinculan con una pareja estable y la cantante protege la intimidad sobre sus relaciones.
Spears privilegia su bienestar y la reconstrucción de su entorno familiar. Eventos sociales como su encuentro con las Kardashian generaron especulaciones en redes, pero la artista evita confirmar novedades amorosas y elige centrarse en su independencia emocional y personal. Su entorno más cercano destaca que respeta su propio tiempo y espacio en esta etapa.
Con más de veinte años de trayectoria, Spears suma premios Grammy, MTV y el lanzamiento de su línea de joyería B Tiny en 2025 (Grosby)
Los premios que recibió Britney Spears a lo largo de su carrera
En más de 20 años de trayectoria, Britney Spears ha sido reconocida con numerosos galardones internacionales. Recibió un Premio Grammy, varios MTV Video Music Awards, y premios en diferentes ceremonias internacionales. Sus discos han alcanzado múltiples certificaciones de platino y oro, consolidando su lugar en la historia musical.
Además de los premios estrictamente musicales, Spears ha sido homenajeada por su impacto en la cultura pop y su influencia en la industria del entretenimiento. Su residencia en Las Vegas revitalizó el formato y sus coreografías y videoclips han dejado huella en varias generaciones. En 2025, sorprendió con el anuncio de su línea de joyería, B Tiny, mostrando una faceta emprendedora y creativa.
Serena Kelley contó todo lo que vivió en la secta. “Era apenas una ficha dentro de un orden sagrado que solo admitía obediencia”, afirma. Los rastros de la organización de David Berg en Argentina
El tiempo parece no haber pasado en la memoria de Serena Kelley. Al cerrar los ojos, reconoce los pasillos de paredes descascaradas, el olor persistente de sopa recalentada en las cocinas colectivas, las colchas remendadas y los rezos monótonos que llenaban el aire. Pero nada pesa tanto como el día en que, a los tres años, fue obligada por los líderes de la secta Niños de Dios a casarse con su fundador, un hombre de sesenta y siete años llamado David Berg. Aquel “matrimonio” fue una ceremonia fría: nadie lloró, todos aplaudieron, y una multitud de adultos —hombres y mujeres sedientos de redención— entonaron himnos bajo una luz mortecina.
“Mi madre me entregó —relata Serena, ahora adulta—. Nadie susurró una queja. Era apenas una ficha dentro de un orden sagrado que solo admitía obediencia”.
La secta Niños de Dios, nacida en Estados Unidos a finales de los años 60, creció bajo la voluntad absoluta de David Berg, quien exigía la sumisión más extrema y disfrazaba sus violencias con palabras de amor y promesas de salvación. Para los niños, la vida bajo su credo fue una condena: no les fue permitido jugar, dudar, ni siquiera crecer en paz.
David Berg, el líder de la secta “Niños de Dios”
Himnos y rutina: el instante donde murió la niñez
La ceremonia sucedió en una sala común, adornada con flores plásticas y mantas mal dobladas. Alguien, con voz solemne, murmuró junto al oído de Serena Kelley:—Sonríe, pequeña. Es un honor. Eres la elegida del profeta.
A unos pasos, David Berg, de barba tupida y mirada hundida, alzó una copa, recitó palabras indescifrables y extendió su mano hacia la niña. Las mujeres, algunas madres, se acercaban solo para reforzar el dogma:“El amor aquí es la única ley. No tienes nada que temer. Él es nuestro pastor.”
El trauma de ese instante quedaría suspendido para siempre. “Nunca tuve la sensación de ser una persona. Me percibía como un objeto, un bien que podía cambiar de manos según la decisión de los mayores”, contó Serena más de treinta años después.
La ceremonia no fue el fin, ni el peor de los males. Solo marcó el principio de una vida tejida en abusos, secretos y silencios impuestos por quienes juraban protegerla. Estados Unidos, América Latina yEuropa. La secta dispersó a sus fieles en comunidades cerradas donde la infancia era solo un rastro difuso, rápidamente asfixiado.
La doctrina del abuso
David Berg, quien se hacía llamar “Moisés modernizado”, construyó una estructura cerrada e implacable. Sus seguidores —la familia espiritual— se regían por normas estrictas: rezos al despuntar el alba, trabajo doméstico, evangelización y absoluta devoción al profeta. Fueron miles los niños criados en este régimen. Él grababa cassettes y enviaba largas cartas manuscritas que todos debían memorizar.
La secta de David Berg tuvo seguidores en varias partes del mundo
Un día, en una de estas grabaciones, Berg insistió: “El Señor exige entrega sin peros. Los niños son del rebaño, y nosotros solo guiamos sus pasos hacia Su gracia”.
Cualquier duda, cualquier resistencia, era castigada con dureza. Temían más el rechazo de la comunidad que el afuera desconocido. Por las noches, mientras la oscuridad envolvía las casas comunes, la madre de Serena le susurraba:“Nada temas, hija. Todo ocurre porque Él lo dispone”.
Los juegos, cuando existían, eran premios fugaces por la obediencia, o máscaras detrás de las cuales se ocultaban castigos y pruebas de disciplina.
Serena Kelley con su familia cuando era parte de la secta “Niños de Dios”
El despojo gradual: madre, niña y el silencio
Serena tenía prohibido preguntar por qué ya no dormía con otros niños; por qué la llamaban “esposa pequeña” en voz baja y “elegida” en público. Las respuestas nunca llegaban. Solo quedaba el miedo de los pasillos, el frío de las miradas y la certeza de que su madre ya no podía protegerla. “Iba perdiendo mi voz. Me reconocía cada vez menos cuando me miraba a los espejos polvorientos del lugar”, recuerda.
Salían poco a la calle. Cuando lo hacían, era custodiadas por adultos devotos —llamados “tíos” y “tías”—, que evitaban cualquier contacto con el mundo exterior, temerosos de agentes del demonio, curiosos, periodistas o policías. “Aquí afuera está el infierno. Solo la familia es segura, solo nuestro pastor sabe lo que te conviene”, sentenció un día la madre de Serena ante la menor duda.
La expansión de los Niños de Dios: redes de fe y dolor
La secta Niños de Dios nació en California a finales de los años 60, con David Berg a la cabeza. Pronto, su mensaje —una mezcla de carisma, radicalismo y devoción bíblica— logró arrastrar a decenas y luego miles. Prometía una familia extensa, una comunidad capaz de proteger a sus miembros del veneno del mundo.
La realidad era otra. El “amor libre” y la obediencia estricta camuflaban abusos y sometimiento. Cambiaban de ciudad a menudo, mudándose incluso de país, huyendo de las autoridades y de cualquier rumor peligroso para la organización.
La secta se expandió a América Latina y Europa. El horror se replicaba sin distinción geográfica: todos los niños, todas las niñas eran vulnerables. Nadie escapaba al mandato del profeta.
Serena fue obligada a casarse con el líder de la secta cuando tenía apenas 3 años
’}En 1993, la Policía Federal argentina realizó siete allanamientos en distintos puntos del país, ordenados por el juez Roberto Marquevich. La denuncia era de corrupción de menores y llegaba impulsada por el consulado estadounidense que buscaba a cuatro chicos secuestrados por la secta los Niños de Dios.
A los seis años, Serena Kelley ya no tenía recuerdos de antes de la secta. Cada cumpleaños era solo una fecha en el almanaque; un día igual a todos, con nuevas obligaciones y promesas de mayor entrega. La infancia, para ella y los demás, era solo una palabra.
—Pronto, el profeta te confiará una misión inmensa —le advirtió una vez una tía, con una sonrisa ahogada.
En la comunidad, la obediencia era condición para la supervivencia. El silencio, una manera de sobrevivir. Llorar o rebelarse traía castigos que iban desde la humillación pública hasta la segregación en habitaciones oscuras.
David Berg gobernaba con mano firme. Los niños eran herramientas, símbolos de pureza y objetos de propiedad espiritual y carnal.
Serena Kelley intenta rehacer su vida tras el trauma que vivió en su niñez
La toma de conciencia fue lenta. Adolescente, Serena Kelley comenzó a escribir pequeños relatos y a leer libros clandestinos que circulaban entre los jóvenes rebeldes de la secta. Descubrió que el mundo exterior no era un abismo, sino una opción.
La huida no fue gloriosa. Llevó tiempo, dudas, amenazas de ostracismo y un trabajo minucioso para frenar el adoctrinamiento instalado desde la cuna. “La libertad aterra al principio. Te sientes incompleta, culpable, deseando volver solo para no tener que decidir sola,” cuenta Serena.
Tras su salida, las pesadillas fueron constantes. Los recuerdos volvían con frecuencia. La voz grave de Berg, las miradas de los fieles, las frases envenenadas por la devoción. Nadie la persiguió, pero la vergüenza y la sospecha nunca la abandonaron.
El testimonio y la recuperación
Solo al contar su historia, primero en círculos privados, después en reportajes y foros internacionales de víctimas de sectas, Serena Kelley halló un propósito difícil: luchar por la memoria colectiva y el reconocimiento de los horrores sufridos por los hijos de la secta Niños de Dios.
Serena a los 3 años cuando fue obligada a casarse con el líder de los “Niños de Dios”
“No pido piedad ni ira. Solo exijo memoria y verdad, para que ninguna niña tenga que vivir en carne propia lo que a mí me arrebataron”, reclama Serena cada vez que toma un micrófono.
Decenas de personas contaron historias similares. Los patrones se repiten: control total, aislamiento, abuso físico y psicológico. Las estructuras legales no siempre llegaron a tiempo. La secta —dispersa y debilitada tras la muerte de Berg en 1994— sobrevivió en pequeñas células, amparada muchas veces por la inacción judicial y el olvido social.
En una carta pública leída en una conferencia para sobrevivientes de sectas en Los Ángeles, Serena Kelley resumió el sentido de su lucha:
“A quienes me piden que olvide, les digo: sigo siendo una niña de tres años, con un vestido viejo y la promesa del profeta clavada en el pecho. No dejaré que esto se olvide. Hablo por todas las que no pudieron, las que aún callan, las que murieron esperando otra oportunidad de ser libres”.