La ex presidenta ganó centralidad y confrontó, en forma sistemática, con el mandatario. La alianza del justicialismo sobrevivió a una fractura expuesta, pero ingresó en una violenta guerra de poder
La llegada de Javier Milei a la Casa Rosada dio vuelta el escenario político. Lo sacudió y lo fragmentó. El presidente libertario impuso nuevas reglas de convivencia para la política tradicional. Algunas duraron apenas unos meses, otras siguen vigentes hasta hoy. Lo cierto es que la propuesta disruptiva de la campaña electoral se trasladó rápidamente a la gestión de gobierno. Y entonces todas las fuerzas políticas debieron acostumbrarse a lo nuevo, a lo extraño, a lo que no habían vivido antes.
En ese contexto turbulento, innovador, violento y arrasador, la oposición tuvo que entender cómo debía comportarse ante el nuevo fenómeno político que representó la irrupción de Milei, pero también el desembarco de funcionarios sin experiencia de gestión, libertarios de ideas firmes y comunicadores de redes sociales dispuestos a construir un nuevo relato épico. Un cambio de época marcado a fuego.
Rápidamente el plano opositor quedó subdividido en tres posturas disímiles. El peronismo y la izquierda se volcaron al extremo opositor. Fueron, durante todo el año, los principales opositores al Gobierno. Unión por la Patria (UP) seguirá siendo hasta las elecciones de medio término la primer minoría en las dos cámaras legislativas, lo que le permitió tener la fuerza suficiente para condicionar al oficialismo en algunas leyes.
En muchas oportunidades ese freno fue gracias a una articulación con sectores del radicalismo y del bloque que conduce Miguel Pichetto, representantes de una postura intermedia en la oposición. El tercer sector fue el PRO, aliado estratégico de la Casa Rosada, con el que hoy tiene una relación de amor-odio que no termina de ordenarse.
El peronismo no le votó ninguna de las iniciativas y le bloqueó algunas trascendentes. Además le ganó la pulseada cuando se conformó la bicameral de Inteligencia y, en un acuerdo con la UCR, lograron imponer a Martín Lousteau para la presidencia. También lograron derrumbar en Diputados el decreto que autorizaba $100 mil millones de pesos de fondos reservados para la SIDE, obtuvieron la media sanción del financiamiento de Universidades Nacionales y aprobaron la nueva fórmula de movilidad jubilatoria en la Cámara alta.
El presidente del bloque de diputados de Unión por la Patria (UP), Germán Martínez, durante el debate de la ley Bases
Fue en agosto, cuando en UP trataban de asimilar el escándalo en el había quedado envuelto Alberto Fernández por una denuncia de violencia de género realizada por su mujer, Fabiola Yáñez. La victoria que saborearon en el invierno, se derritió con los vetos de Milei a las leyes de financiamiento universitario y movilidad jubilatoria. Vetos que la oposición dura no pudo dar vuelta y que el Gobierno defendió con artimañas políticas, aplicando la lógica del toma y daca, y haciendo sucumbir la promesa de no embarrarse en el subsuelo de la política tradicional. Borraron las primeras hojas del libro libertario.
La CGT hizo dos huelgas generales que provocaron menos ruido del esperado. Tanto que el mes pasado la central obrera decidió dejar sin efecto la convocatoria de Pablo Moyano para hacer un nuevo paro a fin de año. El titular de UPCN, Andrés Rodríguez, puso en palabras lo que la mayoría de los integrantes de la conducción sindical interpretan: “No hay ánimo social para avanzar con un paro”. Esa postura derivó en la fractura del tridente cegetista y el alejamiento del camionero. Pero, al mismo tiempo, fue la aceptación de un clima de época.
La fractura del sindicalismo, dividido en un sector afín al kirchnerismo y otro más dialoguista con la Casa Rosada, le permitió a Milei limitar la fortaleza gremial en la calle. Incluso, en uno de los conflictos con mayor impacto mediático, como fue el de Aerolíneas Argentinas y los principales sindicatos aeronáuticos, pudo forzar un acuerdo luego de acorrarlarlos con la amenaza de venta de la aerolínea de bandera y la quita de beneficios a los pilotos y empleados.
La figura central del peronismo durante el primer año de la gestión libertaria fue Cristina Kirchner. De menor a mayor exposición, fue apropiándose del lugar de líder opositora. Su voz, siempre potente, opacó la de Axel Kicillof y Ricardo Quintela, que arrancaron el año siendo los principales voceros, anclados en una postura bien dura, sin márgenes de negociación con la Casa Rosada.
Ricardo Quintela y Axel Kicillof fueron los dos gobernadores del PJ que más confontaron con el gobierno de Javier Milei
En ese movimiento hacia el lugar donde apuntan los reflectores, CFK jugó también algunas fichas en la interna peronista. Le puso un límite al ascenso de Kicillof, enfrentado con ella y Máximo Kirchner, y se quedó con la centralidad necesaria para empezar a construir una candidatura legislativa para el próximo año. En el peronismo hay un convencimiento bastante uniforme sobre que será candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires.
Durante todo el año la ex presidenta confrontó con Milei en forma sistemática. Por los sueldos de los funcionarios, por las medidas económicas, por su jubilación de privilegio, por la ratificación de su condena en la causa Vialidad y por Edgardo Kueider, el senador peronista que fue detenido en Paraguay con 200 mil dólares sin declarar. Siempre en un lugar antagónico, buscando polarizar al máximo y decidida a responder todas las chicanas y acusaciones del oficialismo.
Así fue ganando un lugar cada vez más preponderante dentro del ecosistema político. Milei la eligió como principal rival. La subió al ring. Ella no dudó ni un minuto en aceptar el desafío. Y anclada en ese lugar virtual del mapa político llegó a la cima del PJ Nacional, desde donde se prepara para tener un rol aún más activo el año que viene y absorber la centralidad opositora.
¿Será candidata a diputada nacional el año que viene? Fiel a su estilo, CFK mantendrá la incógnita hasta último momento. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ha sido claro respecto a la voluntad de Milei. Quiere ganarle en las elecciones del año que viene para derrumbar su expresión política. El Gobierno quiere polarizar con ella y herir su liderazgo a fuerza votos. La disputa tiene fecha y lugar.
Sergio Massa se inclinó por el silencio durante todo el año. Cristina Kirchner siguió el camino contrario y peleó por la centralidad opositora (REUTERS)
Entre la dirigencia política existe también una enorme duda. ¿Cristina Kirchner tiene posibilidad de ganar la elección del año que viene? Las encuestas la marcan competitiva. La provincia de Buenos Aires es el lugar donde el kirchnerismo tiene su base de poder y en donde La Cámpora se juega la renovación de varias bancas en el Congreso, la legislatura bonaerense y los concejos deliberantes municipales.
Hay quienes piensan que Milei, a priori, está cometiendo exactamente el mismo error que Macri, cuando eligió a la ex presidenta como principal adversaria. En la elección de medio término del 2017 CFK compitió y perdió. Entró a la Cámara alta por la minoría. Dos años después volvió al gobierno pero como vicepresidenta de La Nación. Macri, al día de hoy, pelea por hacer subsistir su liderazgo y su fuerza política.
Muchos de los principales encuestadores del país coinciden en que el liderazgo de Cristina Kirchner sufrió un daño muy grande y que su intención de voto tiene un techo marcado. Incluso en el territorio bonaerense. Y, además, advierten que la intención del Gobierno es discutir, en las próximas elecciones, si la ex presidenta puede volver a la Casa Rosada o no. Parte del relato político libertario.
Sergio Massa fue protagonista desde su silencio. En público solo hizo una declaración escueta durante la primera marcha universitaria. Nada más. Algunos dirigentes del peronismo entendieron su extremo perfil bajo. Parte de una estrategia política pero también de un convencimiento. La gente no está dispuesta a escuchar lo que el líder del Frente Renovador ya le dijo en la campaña. Otros dirigentes lo cuestionaron por no asomar la cabeza. Le pidieron confrontar con Milei. No sucedió.
De todas formas, desde la Fundación Encuentro, que opera en sus históricas oficinas de Avenida Libertador, han sacado comunicados muy críticos respecto a la política económica de la gestión libertaria. Más temprano que tarde Massa volverá al ruedo. Mañana participará de la cumbre peronista en Moreno, convocada por Máximo Kirchner. Será una aparición pública relevante porque participará de una foto que busca dar muestras de que existe un camino de unidad posible.
El lunes será un día importante para el peronismo. Para su organización, su proyecto electoral y el vínculo que tendrá con el Gobierno en los próximos meses. ¿Habrá foto de unidad para confrontar con Milei? El tiempo y las caras frente a la cámara lo dejarán claro. Lentamente el peronismo se fue corriendo de la incomodidad de los primeros meses, donde el acompamiento público era mayoritario. Ahora siente que puede volver a tomar envión para ser competitivo el año que viene. Pero para eso debe resolver sus problemas internos.
El gobernador bonaerense pidió que parte del acuerdo con el FMI sea destinado a la reconstrucción de la ciudad, pero en la Casa Rosada no contestarán. Hay dos proyectos en el Congreso para declarar la emergencia
Mientras buena parte de Bahía Blanca y sus alrededores se encuentra aún bajo el agua y crecen los pedidos de ayuda de los vecinos afectados, en la Casa Rosada adelantan que seguramente sujetarán eventuales erogaciones de la Nación a un pedido específico del distrito, en lugar de acompañar los proyectos de ley que se presentaron en el Congreso con ese fin. Evitaron confrontar con Axel Kicillof, luego del picante pedido del gobernador bonaerense para que el Gobierno destine una parte del monto que envíe el FMI al país a reconstruir la ciudad costera.
“No vamos a entrar en una disputa, ni con Kicillof ni con nadie. Decretamos tres días de duelo nacional. Ya ni eso respetan”, dijo, ofuscado, un funcionario en Balcarce 50 que responde a Karina Milei, guardiana de la imagen del Presidente. En la sede del Gobierno donde avanzan con pies de plomo y aplican una estrategia de comunicación extremadamente cuidada en el caso de la tragedia de Bahía Blanca. “Es una opinión suya”, agregó otro, que se limitó a responder, por lo bajo, que el dinero que le va a dar el Fondo a la Nación “no tiene asignación”. “Va para pagar deuda y al Tesoro”, deslizó.
El oficialismo enmarcó los cuestionamientos de Kicillof en la interna del peronismo: “Axel y Cristina necesitan pelearse con Javier, hay una discusión entre ellos a ver quién le pega más. A nosotros no nos cambia nada”, dijo un asesor.
No sólo evitaron contestarle a Kicillof: las apariciones de los funcionarios en general se limitan a las redes sociales; Manuel Adorni no adelantó sus conferencias de prensa; y Javier Milei no dio una sola entrevista y suspendió su agenda pública. El cambio rotundo se produjo esta mañana, cuando el Presidente arribó a Bahía Blanca sin preanuncios: arribó temprano, evitó las fotos y se dirigió directamente al centro de monitoreo de la ciudad.
Con todo, anoche, poco después de la conferencia de prensa de Kicillof desde Bahía Blanca, en la Legislatura bonaerense uno de los alfiles de Santiago Caputo contraatacó. El titular de la bancada violeta, Agustín Romo, que frecuenta el despacho del asesor en la Casa de Gobierno y forma parte de la agrupación “Las Fuerzas del Cielo” informó que acababa de presentar un proyecto para exigirle a la gobernación que destine a Bahía el dinero que está previsto para las PASO locales, que se suspendieron a nivel nacional a instancias de un proyecto de ley de La Libertad Avanza. Fue una contrachicana clara, realizada indirectamente desde la cúpula libertaria.
La trágica inundación causó al menos 16 muertes (REUTERS)
Con todo, en la Nación dicen que se encuentran a la espera de que la Provincia oficialice la emergencia y haga un pedido formal de fondos, específico, para luego evaluar si las cantidades solicitadas son viables. Condicionarán la ayuda, como advirtió el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, a que haya “un plan” de la provincia y el municipio.
“Seguramente le estemos solicitando ayuda financiera al gobierno nacional”, dijo ayer al mediodía el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Blanco, cuando transcurría el quinto día desde la tragedia y el gobernador, Axel Kicillof, se disponía a brindar su conferencia de prensa junto al intendente, Federico Susbielles. Ninguno de los dijo el monto que le pedirá al Gobierno para empezar a reconstruir Bahía Blanca.
En medio de las chicanas, en la Nación dicen que siguen dispuestos a otorgar más fondos para la reconstrucción -si es que deciden hacerlo-, pero señalan que el método no está claro, y que evalúan mecanismos.
En principio contemplan dos vías. Por un lado, están los pedidos que presentaron en el Congreso casi todos los partidos el mismo viernes en ambas Cámaras.
Ese día, cuando el agua aún no había bajado, un grupo transversal de diputados, con representantes de Unión por la Patria, PRO y la UCR, avanzaron con una demanda al Gobierno para que declare la emergencia y cree un fondo, aunque sin especificar cifras. En el Senado hicieron lo propio los kirchneristas Eduardo De Pedro y Juliana Di Tullio, y el radical Maximiliano Abad, también en conjunto, aunque sin firmas de la tropa amarilla y con un número claro: 20 mil millones de pesos.
Kicillof pidió en conferencia de prensa que el Gobierno destine parte de la plata del acuerdo con el FMI para reconstruir Bahía Blanca
Hasta ahora, la Nación le otorgó 10 mil millones de pesos a la ciudad costera, casi de inmediato. Primero lo anunció el ministro de Economía, Luis Caputo. Después, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos confirmó que la transferencia se había realizado. El jefe comunal, Federico Susbielles, agradeció la ayuda, pero señaló en conferencia de prensa, el domingo pasado, que no sería suficiente y habló de un mínimo de 400 mil millones de pesos. En principio, deslizó que estaba hablando con La Plata para definir financiamiento internacional y un programa puntual.
La solicitud para declarar la emergencia en la Cámara baja podría tratarse hoy, si es que prospera la polémica sesión especial que pidió la oposición para tratar los pedidos de investigación legislativa por el caso Libra, que complica sobremanera al Gobierno. Por lo pronto, esta tarde, el oficialismo aceptó incluir el tema, pero podría no haber quórum (de hecho, el Gobierno hace lo posible para evitar que se sesione).
El bloque libertario en Diputados aún no definió qué hará en este caso particular, y espera instrucciones de Balcarce 50. “Teniendo en cuanta los antecedentes de los incendios en la pampa y Córdoba, si llega a haber quorum la lógica indicaría que podríamos acompañar”, dijeron en la bancada mileista.
El intendente Federico Susbielles habló de un mínimo de 400 mil millones de pesos para recuperar la ciudad
Pero remarcaron que la decisión no está tomada. Y en la Casa Rosada, donde se toman las decisiones, deslizaron, a priori, que se inclinan por el mecanismo de la declaración de la emergencia en la Provincia de Buenos Aires -que aún no se tramitó-. “Esos fondos van a ser discrecionales, no van a tener que explicar para qué van específicamente. Pero tiene más sentido ir por esa vía”, dijeron en Balcarce 50.
El Gobierno mira con mejor predisposición la vía de un pedido de fondos de parte de Kicillof, y aseguraron que aún esperan que su administración y la Legislatura bonaerense oficialicen la emergencia. Pero en el entorno de Milei mostraron reticencia con respecto a los proyectos que se presentaron en el Congreso, con extremo cuidado de no generar polémicas en torno al delicado caso de Bahía.
Comunicación cuidada
A pesar de los cuidados más arriba mencionados, los libertarios salen a contestar los tuiteros estrella que responden a Santiago Caputo, pero sus voces no son oficiales y, por lo tanto, se mantienen en el terreno de las redes.
Preocupados por no pisar el palito, los funcionarios tampoco confrontaron Cristina Kirchner, que le dedicó al Presidente uno de sus mensajes que empiezan con “Che, Milei”, en Twitter. “No nos suma en nada”, deslizaron. La bajada desde la cúpula es no hacer ruido político con la tragedia.
Adorni decidió no adelantar, como en otras ocasiones, la conferencia de prensa que hace dos semanas decidió fijar los miércoles (antes se hacía los días martes y jueves, varía según el momento del año). En cambio, la sostuvo para hoy, cuando pasaron seis días desde que se inundó Bahía Blanca. “¿Por qué la adelantaríamos? ¿En qué ayudaría a los bahienses?”, dijeron en la Casa Rosada. Creen que es suficiente con la serie de tuits que publican casi hora a hora Patricia Bullrich y Luis Petri desde el lugar; y el resto de los ministerios, como Capital Humano, e inclusive ARCA (ex AFIP) e YPF.
Hay dos proyectos presentados en el Congreso para declarar la emergencia en Bahía Blanca
En la misma Milei no sólo eligió quedarse en Olivos el fin de semana y durante los primeros días hábiles post-tormenta. También evitó las entrevistas. Además, se cuidó de frenar todas las actividades públicas que tenía previstas, dicen en su círculo, para seguir con la mayor atención posible el operativo de contención en la zona. En ese contexto suspendió sus viajes a Mendoza y a Chile, y aún no confirmó si irá a ExpoAgro el viernes, como tenía previsto.
La novedad se produjo esta mañana, cuando el jefe de Estado llegó a Bahía Blanca tras un viaje que se mantuvo bajo estricta reserva. Lo acompañó una comitiva reducida integrada por Karina Milei, Guillermo Francos y Patricia Bullrich.
Hasta ahora la encargada de poner la cara había sido la ministra de Seguridad, que dio innumerables entrevistas, por teléfono y en el piso de los principales canales de TV, casi todos los días posteriores al desastre. No fue el caso de Petri, que a pesar de estar al frente de buena parte del operativo, apenas habló en estos días. Hay ciertos rumores de que no fue autorizado para que “poner la cara” luego del malestar que crecía con él en cierto sector del Gobierno hasta la semana pasada.
Las autoridades nacionales criticaron al ex presidente, pero separaron las críticas de un eventual respaldo al acuerdo con el FMI y otras iniciativas. Este miércoles, el oficialismo enfrenta una votación clave en Diputados
Nuevamente, declaraciones públicas del ex presidente Mauricio Macri generaron repercusiones negativas en la Casa Rosada, donde los funcionarios dejaron ver su malestar con el líder del PRO, pero evitaron responderle abiertamente, en medio de las expectativas de alianza electoral con final todavía incierto.
Esta vez, el ex mandatario nacional habló sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia que su sucesor Javier Milei firmó para hacer efectivo el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que luego envió al Congreso para su tratamiento.
Al participar de la Exporural que se realiza en un predio del partido bonaerense de San Nicolás, el referente de la “oposición dialoguista” consideró que la decisión del Gobierno de haber utilizado ese instrumento para acelerar las negociaciones con el organismo de crédito, evidencia “la debilidad institucional en la que estamos”.
Macri cuestionó al Gobierno durante su visita a Expoagro (Expoagro2025/ NA)
“No ayuda a generar confianza, y creo que eso es importante eso. Creo que habría que hacer otro buen acuerdo con el Fondo y darle la mayor institucionalidad posible”, opinó Macri.
En Balcarce 50 estos dichos cayeron muy mal y en el entorno de Milei remarcaron que el ex jefe de Estado “no entiende el proceso jurídico en la Argentina” y aseguraron que no habla en nombre del PRO.
En este sentido, las autoridades nacionales aseguraron que un DNU, si es aprobado por alguna de las Cámaras, “es jurídicamente lo mismo que una ley”, por lo que cuestionaron que el dirigente responda “de cosas que no entiende”.
Efectivamente, como no se trata de un proyecto, sino de un Decreto de Necesidad y Urgencia, tanto el Senado como Diputados debe rechazarlo para que deje de estar en vigencia. Caso contrario, si alguno de los dos recintos lo aprueba, es automáticamente avalado.
Este miércoles, tan solo un día después de las declaraciones de Macri, el oficialismo enfrentará una importante votación en el Congreso, en la que necesitará de la ayuda del PRO.
El bloque de Democracia para siempre, que encabeza Facundo Manes, solicitó una sesión para tratar un conjunto de resoluciones que proponen la creación de una Comisión Investigadora del caso $Libra y la convocatoria a dar explicaciones de varios de los integrantes del Gabinete, incluido el propio Presidente.
El oficialismo enfrenta una dura batalla en la Cámara de Diputados este miércoles (EFE/ Cámara De Diputados De Argentina)
La bancada amarilla, comandada por Cristian Ritondo, se reunió este martes por la tarde para definir la postura que va a tener de cara a ese debate, pero no se habló en ningún momento sobre el acuerdo con el FMI ni las palabras del líder del partido.
A pesar de las tensiones existentes, el PRO tenía previsto sostener su posición de apoyar al Gobierno y votar en contra de todas las medidas vinculadas con la presunta estafa con la criptomoneda, al considerar que se trata de un tema que tiene que estudiar la Justicia.
Por el otro lado, esta fuerza política también tiene una importante influencia en la Comisión Bicameral Permanente de Tratamiento Legislativo, que es la encargada de dictaminar sobre los DNUs que firma el Poder Ejecutivo.
Si bien este cuerpo está presidido por el senador libertario Juan Carlos Pagotto, tiene como vice a un referente del macrismo, el diputado Diego Santilli, que asumió en remplazo de su compañero de banca Hernán Lombardi.
En las últimas horas, Lombardi renunció a su cargo como legislador para asumir como ministro de Desarrollo Económico en la ciudad de Buenos Aires, tras haber sido convocado para ese puesto por el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Santilli quedó como vicepresidente de a Comisión Bicameral Permanente de Tratamiento Legislativo (Jaime Olivos)
El lugar en la mencionada Comisión, entonces, quedó en manos de Santilli, un dirigente que se ha mostrado cercano a Milei y que incluso se especuló con la posibilidad de que se sume a La Libertad Avanza.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes de su entorno, “El Colo” estaría dispuesto a respaldar el Decreto del Presidente, incluso después de las críticas que hizo Macri.
Las palabras de quien es el titular del PRO no modificaron el pensamiento del diputado, que cree que el Gobierno cumplió con su promesa de enviar el acuerdo con el FMI al Congreso, así lo haya hecho mediante un DNU.
Para Santilli, además, es importante que el Poder Ejecutivo cuente con este nuevo programa con el Fondo para “poder sanear el Banco Central y terminar de una vez con el flagelo de la inflación”, y considera que las dos Cámaras “tienen que acompañar”.
Su rostro y el logo presidencial figura en una iniciativa de la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas, vinculada al mentor del presidente, Alberto Benegas Lynch
Coherente con su odio hacia la educación pública, el presidente Javier Milei prestó su imagen y hasta el logo de su gobierno para una beca de la universidad privada vinculada con su mentor político, Alberto Benegas Lynch. Se trata de la Beca Presidencia de la Nación que cubriría hasta el 100% de las cuotas para los beneficiarios que sean elegidos para asistir a la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas (ESEADE).
“El objetivo principal de esta campaña es dar a conocer la nueva Beca ESEADE Presidencia de la Nación, una iniciativa que busca ofrecer oportunidades a estudiantes comprometidos con su desarrollo académico y profesional”, indican en la web oficial de la Casa de Estudios, en donde destacan que la cartelería se desplegará por unas cinco semanas, desde febrero, en diferentes puntos estratégicos de la Ciudad de Buenos Aires, “con el propósito de llegar al mayor número posible de jóvenes interesados en programas de grado y posgrado en áreas como negocios, economía, derecho y gestión”.
Sin embargo, la campaña no solo se extendió en la vía pública, sino también en las redes sociales. Allí, Milei promocionó en su Instagram una publicación en la que se destacaba que la beca tenía que ver con la “formación en las ideas de la libertad”. El posteo llevaba además el logo de la Presidencia de la Nación. Una maniobra que resultaría extraña si se tratara de cualquier otro mandatario.
El propósito de esta beca es «brindar a los jóvenes talentos la posibilidad de acceder a una educación de excelencia, alineada con los principios del libre mercado, el respeto a la propiedad privada y la responsabilidad individual”. Según aclararon, la institución no recibe fondos públicos para la realización de la iniciativa, más allá del impulso del presidente a título personal.
El mencionado posteo de Instagram fue el 2 de febrero, unas dos semanas antes que el presidente promocionara en Twitter la criptoestafa $LIBRA por la cual está siendo investigado por la justicia de Argentina y Estados Unidos.
La ESEADE fue fundada en 1978 gracias al aporte de “múltiples benefactores” y contó con la participación clave de Benegas Lynch, el padre de Bertie, actual diputado nacional de La Libertad Avanza. En 2022, el propio “Prócer”, como Milei llama a su mentor, le otorgó un Doctorado Honoris Causa, cuyo reconocimiento le vale al presidente para que lo denominen Doctor, una figura que llegó a ponerse en duda.