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Tenía 4 años cuando alguien la secuestró de su cama una madrugada: la caída del “hombre del sombrero mágico” cuatro décadas después

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Rebecca contó que una persona de contextura delgada que tenía barba, la piel oscura y llevaba un “sombrero mágico” se había llevado a su hermana Jessica durante la noche. Rebecca tenía apenas seis años y fue la única testigo del secuestro en una noche oscura de junio de 1986. 38 años después, tras revisar el caso, repasar 3500 páginas de archivos y entrevistar a más de 125 personas, encontraron la respuesta.

Rebecca Gutiérrez (6) está todavía adormilada cuando su madre Debra le pregunta por Jessica (4). La cama de la menor de sus hijas está vacía. ¿Dónde está Jessica? Rebecca revela lo que parece una pesadilla inventada: en medio de la noche entró un “hombre con un sombrero mágico” y se la llevó en brazos. Bajo la escasa luz de luna que entraba por la ventana Rebecca dice haber visto además que tenía barba, que era flaco y de piel oscura.

La noche previa

El jueves 5 de junio Jessica se acostó a dormir como siempre en la cama de al lado de la de su hermana Rebecca, en su casa de South Lake Drive, en Red Bank, Carolina del Sur, Estados Unidos. Eran alrededor de las 23:30. Su madre Debra hizo lo mismo en el cuarto de al lado y, durante esa madrugada, nada perturbó su sueño. No hubo miedos, premoniciones, ruidos, nada. Ellas y sus hijas descansaban, a pocos metros de distancia, en el lugar más seguro en el que podían estar: su propia casa.

Pero cuando a la mañana siguiente, a las 7:30, Debra entró a despertar a sus hijas y encontró la cama de Jessica vacía, un terror inexplicable empezó a sacudirla por dentro. Despertó a Rebecca quien le habló del sujeto con sombrero mágico que se había llevado a su hermana dormida. Debra incrédula recorrió la casa llamándola por su nombre. Salió por el barrio. Hubo pronta denuncia, se sumaron vehículos todo terreno, voluntarios, helicópteros que la rastrearon desde el aire. Nadie pudo hallar nada, ni una prenda, ni un rastro. El secuestro de la menor tenía que haberse producido entre las 23:30 y antes de que amaneciera.

Los medios de la zona de la casa de la familia se ocuparon de la desaparición de Jessica. El caso quedó estancado por añosLos medios de la zona de la casa de la familia se ocuparon de la desaparición de Jessica. El caso quedó estancado por años

Que una chica de 4 años desaparezca de su propia cama conmueve a cualquiera. Las familias de la zona entraron en alerta y el caso ocupó los titulares de los medios locales. ¿Cómo podía ser que en medio del silencio de la noche alguien se introdujera por la ventana de la habitación de las chicas y se llevara a una de ellas? Era aterrador. La policía reconstruyó el recorrido del intruso y dedujo había salido por la puerta principal con Jessica dormida y en brazos. Levantaron huellas en la casa y en la ventana que había quedado abierta del cuarto de las menores.

Pocas pistas

Del lado exterior, hallaron una huella digital no del todo completa. También encontraron una madera que se habría usado para mantener abierta la ventana mientras la persona ingresaba. En el suelo, bajo esa misma abertura, recolectaron una colilla y un envoltorio vacío de un paquete de cigarrillos marca Vantage. Los detectives pusieron en la lista de investigados al círculo cercano de la menor. El padre de las chicas vivía en California. Rápidamente fue descartado como posible sospechoso. Otro de los hombres en la mira de los policías fue un ex novio de Debra Gutiérrez: J. R. Gordon. Se lo citó a declarar en varias oportunidades, pero no encontraron nada que lo vinculara con Jessica. El primer investigador del caso, quien murió años atrás, dejó notas escritas sobre su entrevista con Gordon. Allí manifestó preocupación porque el interrogado había demostrado una total falta de empatía con el drama de la desaparición y había admitido tener problemas con el consumo de drogas y de alcohol.

Hubo alguien más en la lista de los citados a declarar: un conocido de la familia Gutiérrez llamado Thomas Eric McDowell. Poco después de la desaparición de Jessica ese joven de 25 años, quien había salido durante dos meses con Debra y había reparado justamente la ventana de la habitación de las, se había ido a vivir a otro estado. A pesar de la colaboración del FBI con el caso, la investigación quedó estancada. No se pudo avanzar con ninguna pista.

Debra, por su parte, luego de la desaparición de su hija, enfrentó un total “colapso mental”. Pasados los años el caso terminó siendo archivado y la familia quedó sumida en un limbo desesperante. Ocasionalmente, pasaba algo y la policía entrevistaba a alguien. La búsqueda se reactivó por cortos lapsos en 2008 y en 2015. Así fue hasta 2021.

Vencer a la impunidad

Fue pasada la pandemia, en septiembre de 2021, que la policía de Lexington y el FBI reabrieron oficialmente el caso. El FBI proveyó personal especializado del equipo de Child Abduction Rapid Deployment Team (Equipo de despliegue rápido para chicos secuestrados) que trabajaron en estrecha colaboración con la policía y los fiscales de Carolina del Sur. No revelaron qué fue exactamente lo que los condujo hasta el culpable, pero lo lograron.

La madre y la hermana de Jessica jamás dejaron de buscarla. Entre los primeros sospechosos estaba finalmente el secuestrador y asesinoLa madre y la hermana de Jessica jamás dejaron de buscarla. Entre los primeros sospechosos estaba finalmente el secuestrador y asesino

El alguacil del condado de Lexington, Jay Koon, explicó que. con un equipo conformado con más de diez agentes especiales, después de “revisar el caso nuevamente”, de repasar 3500 páginas de los archivos y de entrevistar a más de 125 personas, llegaron hasta Thomas Eric McDowell. Era aquel sujeto que había sido considerado posible sospechoso y entrevistado al comienzo del caso. El mismo que había salido con Debra, que curiosamente había reparado la ventana por la que el secuestrador había entrado y que, poco después de la desaparición, se había trasladado a Carolina del Norte, un estado vecino.

Para realizar dicho traslado ahora los investigadores sabían que había robado una camioneta. En agosto, solamente dos meses después de lo ocurrido con Jessica, McDowell había violado a una mujer mayor de edad. La víctima había podido escapar y llamar al 911 desde la vivienda de un vecino para describir con precisión el auto en el que el sujeto se movilizaba. La policía lo interceptó, lo persiguió y logró detenerlo. McDowell fue arrestado, juzgado y, finalmente, sentenciado a 27 años de cárcel el 16 de marzo de 1987. Pasó más de una década en prisión. Al salir McDowell se instaló en Wake Forest.

La ficha con su historial delictivo, el hecho de que hubiera vivido en el área de Jessica y de que conociera a la familia resultó muy llamativo para los expertos detectives. Decidieron comparar la huella que tenían de la ventana de la habitación de Jessica y Rebecca Gutiérrez con la de este ex convicto violador. Tenían, en la actualidad, la tecnología apropiada para hacerlo con certeza. El análisis fue positivo. Coincidía ciento por ciento. Era el desconocido que había estado en la casa. Las otras pruebas eran los cigarrillos, que si bien no podían analizarse porque no tenían suficiente ADN, eran de la misma marca que fumaba McDowell.

Se supo también otro detalle siniestro: en 2008 McDowell había testificado a favor de su hermano Eddie en un juicio, en California, por asesinato, intento de violación y robo ocurridos en 1984. Para intentar defenderlo de esa acusación Thomas McDowell reveló que ambos habían sufrido abusos físicos y psicológicos durante su infancia. La justificación no alcanzó. Tampoco le serviría a él. Eddie McDowell fue condenado a la pena capital. Por fin la perseverancia de los investigadores combinada con el rastro violento dejado por el propio McDowell habían vencido a la impunidad.

La culpa de la hermana mayor

El jueves 6 de enero de 2022, a las 7:50, la policía de Wake Forest arrestó a Thomas Eric McDowell (61 en ese entonces) en su propia casa ubicada en la calle North White, en un suburbio de Raleigh, en Wake Forest, Carolina del Norte. No le dieron la posibilidad de quedar en libertad condicional antes de ser extraditado a Carolina del Sur. Hizo su primera aparición en los tribunales al día siguiente, el viernes 7 de enero.

Rebecca Gutiérrez, hermana de Jessica, en el juicio. La culpa la torturó desde la noche del secuestroRebecca Gutiérrez, hermana de Jessica, en el juicio. La culpa la torturó desde la noche del secuestro

Cuando se lo comunicaron a Debra ella no se mostró del todo sorprendida de que fuera él, lo había señalado como posible sospechoso con anterioridad. Había salido con él un par de meses durante 1986, además, era quien le había ayudado a reparar la ventana del cuarto de sus hijas unos días antes de la desaparición. Su candidato había resultado un perverso depredador que tenía toda la información que necesitaba para cometer el crimen.

Debra habló y dijo estar agradecida a Dios por haber llegado a ver la detención de McDowell: “Recé para que me ayudara a atravesar la espera; esperamos por esto mucho tiempo”.

Rebecca fue más dura: “Mi madre ha peleado tanto durante 36 años para obtener justicia que en este punto rezamos por una condena a la pena capital (…) Aunque esto no signifique un cierre, porque nunca tendremos un real cierre. Pero al menos empezaremos el proceso de sanación que tanto necesitamos de nuestras heridas. Expresamos gratitud a todos los que estuvieron involucrados en el arresto de este monstruo diabólico”.

La fiscal Heather Weiss sostuvo en su alegato final en el juicio contra McDowell que lo ocurrido era “la peor pesadilla para una madre y la peor pesadilla para una hermana, de la que nunca podrán despertarse”; que el trabajo del jurado era responder quién había asesinado a Jessica y que “McDowell era la única persona que podía responder por ello”.

Durante las audiencias Rebecca dio su testimonio. Contó que esa noche se despertó, abrió los ojos y vio a un hombre con sombrero parado frente a ella. Observó cómo él alzaba a su hermana y la ponía sobre su hombro derecho para irse por la puerta del dormitorio. A la mañana siguiente cuando su madre le preguntó por Jessica, ella le explicó que se la había llevado el hombre del “sombrero mágico”. Los abogados defensores del acusado la cuestionaron por no haber gritado ni avisado a su madre. Rebecca respondió que con solo 6 años el miedo la había paralizado y le había impedido moverse o hablar. Y confesó haber vivido, desde aquella noche con una culpa inmensa por no haber gritado: “Lo veo cada noche antes de irme a dormir. Esa cara no se me borrará nunca, aún cuando intento olvidarla. Lo he revisado una y otra vez en mi mente, preguntándome qué hubiera pasado si yo hubiera gritado y despertado a mi madre”. Reveló que en 2007, ya con 27 años, la policía la había vuelto a convocar para mostrarle una serie de fotos. Ella había escogido una de un hombre con sombrero. La foto era efectivamente de McDowell y había sido tomada en 1992.

La defensa de McDowell la cuestionó diciendo que en su primera declaración, con 6 años, había dicho que el hombre que había visto era negro. Rebecca explicó que en aquel entonces se había sentido sumamente abrumada porque había mucha gente preguntándole cosas; que la habitación estaba a oscuras y que solo había un poco de luz de luna entrando por la ventana. La jueza le remarcó al jurado que esa noche de junio la luna era menguante y que solo podía verse el 5 por ciento de su superficie. Por eso, la menor se había equivocado. McDowell era blanco. Rebecca creyó que era negro porque lo había visto en sombras.

El compañero de celda

Los internos de la cárcel con quienes había compartido celda McDowell habían contado a las autoridades que el acusado había confesado frente a ellos su responsabilidad en el caso. El convicto Michael Fowler declaró en el juicio. Sostuvo: “Me dijo que había irrumpido entrando por una ventana y se había llevado a una pequeña a un sitio donde la violó, la mató y la desmembró con un machete”.

La acusación apuntó a convencer al jurado con su prueba más fuerte: la huella dactilar recolectada en 1986 y con la que lo habían identificado. El analista de huellas, James Hickman, aseguró que la huella del dedo del medio de su mano izquierda era la misma que la hallada en la ventana. La defensa arguyó que no se podía poner fecha a cuándo había dejado allí la huella su defendido, ya que este había trabajado en la casa. Hickman respondió que eso podía quizá estimarse por la fecha en que había ido la mujer de limpieza a la casa.

Thomas Eric McDowell, fue condenado a cadena perpetuaThomas Eric McDowell, fue condenado a cadena perpetua

Los fiscales reconstruyeron cómo el acusado trepó hasta la ventana e ingresó al dormitorio. También señalaron que fumaba la marca de cigarrillos Vantage, la misma del envoltorio vacío hallado en el piso. La apariencia del acusado también fue corroborada por varios: en ese tiempo McDowell era alto, delgado, llevaba el pelo largo y usaba sombrero. Un primo de McDowell, que declaró en el juicio, confirmó que el acusado había cambiado su apariencia poco después de la desaparición de Jessica. Lo había encontrado por casualidad en casa de su padre y vio que ya no usaba sombrero, se había cortado el pelo y afeitado la barba.

Entre los testigos estuvo, también, una ex novia de McDowell, Patricia Healer. Ella mostró al jurado una foto de su padre posando con un sombrero que pertenecía a su novio del momento, Thomas McDowell. La imagen fue clave: era el mismo sombrero de Cowboy que había visto Rebecca y descripto como “mágico”.

Un jurado convencido

Habían tenido que transcurrir 38 años hasta el juicio y para que el culpable estuviera sentado en la silla de los acusados por el secuestro y posterior asesinato de la menor de la que jamás se halló el cuerpo. Se le mostró a los doce miembros del jurado el video filmado por los policías el 6 de junio de 1986 donde se podía ver el marco de la ventana removido y apoyado en el piso, el palo, el envoltorio del paquete de cigarrillos y la colilla. La analista de ADN Adrienne Hefney testificó que ni en la colilla ni en el palo pudo encontrarse suficiente ADN para ser analizado e identificado. Más allá de la huella dactilar de McDowell, todo el resto constituía prueba circunstancial. Por el estrado desfilaron veintidós testigos.

Debra rogó que el acusado “confiese dónde está el cuerpo de mi hija. Solo Dios y él saben dónde, así que espero que eventualmente me lo deje saber porque yo ya tengo un lugar para que Jessica esté cerca de su familia”.

En febrero de 2024, en menos de dos horas, el jurado lo encontró culpable y la jueza Debra McCaslin fue la encargada de darle el veredicto: cadena perpetua.

Varias fotos de la pequeña Jessica y una creación digital de cómo hubiese sido su rostro de grande que se utilizó para buscarlaVarias fotos de la pequeña Jessica y una creación digital de cómo hubiese sido su rostro de grande que se utilizó para buscarla

McDowell con 63 años sabe que morirá en la cárcel. “Después de mucho tiempo, finalmente, obtuvimos justicia por Jessica Gutiérrez y su familia. Si bien no podemos traerla de nuevo, la persona responsable de su muerte pasará el resto de su vida tras las rejas”, concluyó el fiscal general de Carolina del Sur, Alan Wilson, “El veredicto de hoy no podría haber ocurrido sin el trabajo duro y dedicado de mujeres y hombres en la oficina de los fiscales y del departamento de policía de Lexington y la colaboración del FBI. Deseamos que los queridos familiares de Jessica puedan descansar, a partir de hoy, un poco mejor”, agregó.

Debra, la madre de Jessica, aseguró sentirse “realmente bendecida porque el jurado hizo lo correcto y porque sacaron a un hombre malo de las calles”. Hoy Jessica Gutiérrez tendría 42 años. Debra jamás podrá resignarse a su ausencia y reflexiona: “Si no estás segura en tu casa… ¿Dónde vas a estar segura entonces?”.

Una verdad demoledora que no tiene respuesta.

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Casación confirmó el procesamiento de un hombre acusado de abuso sexual en un vuelo internacional

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El máximo tribunal penal del país rechazó una queja presentada por la defensa y ratificó la continuidad del proceso contra un pasajero denunciado por su accionar en un vuelo de Miami a Buenos Aires

La Cámara Federal de Casación Penal ratificó este jueves la continuidad del proceso penal contra un hombre acusado de haber cometido el delito de abuso sexual contra una pasajera durante un vuelo comercial desde la ciudad de Miami, Estados Unidos, hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Con su decisión, el máximo tribunal penal del país dejó firme el procesamiento sin prisión preventiva dictado en primera instancia y luego confirmado por la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata.

El caso se inició a partir de una denuncia que presentó la víctima al aterrizar. En su exposición, relató que durante el trayecto aéreo, mientras dormía en su asiento, el pasajero que se encontraba a su lado -identificado con las iniciales J.G.H.– colocó su mano sobre su pierna derecha y luego la introdujo en el interior de su pantalón.

La instrucción penal quedó en manos del Juzgado Federal de Lomas de Zamora, con competencia en el aeropuerto Ministro Pistarini“. En ese marco, el hombre quedó imputado bajo el delito de ”abuso sexual simple en una resolución que luego sería revisada y confirmada por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, que admitió que el procesamiento fuese sin prisión preventiva.

El procesamiento una sin detención cautelar implica que, si bien el juez instructor consideró reunidas las condiciones para vincular formalmente al imputado a la causa penal, no se acreditaron riesgos concretos de fuga o de entorpecimiento de la investigación para ordenar su arresto. De acuerdo con el artículo 312 del Código Procesal Penal, la prisión preventiva sólo puede dictarse cuando existen motivos fundados que así lo justifiquen.

La denunciante reseñó los hechosLa denunciante reseñó los hechos al llegar al Aeropuerto Internacional de Ezeiza (EFE/Luciano González)

En el caso de J.G.H., ni el juzgado ni la Cámara de La Plata encontraron razones suficientes para imponerle una medida preventiva contra su libertad ambulatoria, concediéndole así la posibilidad de transitar el proceso penal en su contra sin restricciones.

Así las cosas, contra el fallo de la Alzada la defensa particular de J.G.H. presentó un recurso de casación por considerarlo arbitrario sin fundamentos. Y al serle denegado, interpuso una queja para llevar su caso ante el máximo tribunal penal, que ahora también resultó desestimada.

La resolución fue adoptada por la Sala III de la Casación Federal, integrada por los jueces Carlos Mahiques, Juan Gemignani y Mariano Borinsky, quienes en sintonía remarcaron que la resolución impugnada “no reviste la calidad de sentencia definitiva ni se equipara a ella” para analizarla en esta instancia. Además, indicaron que “la defensa no ha logrado acreditar fundadamente la existencia de una cuestión federal de entidad suficiente, ni la concurrencia de alguna circunstancia que imponga la habilitación de la competencia de esta Cámara como tribunal intermedio conforme las pautas sentadas por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el precedente ‘Di Nunzio’”.

Los magistrados destacaron que “la garantía a la doble instancia ha sido satisfecha”, ya que el imputado obtuvo “pronunciamientos concordantes” en primera instancia y en la Alzada. De ese modo, la Sala III resolvió “declarar inadmisible la queja por recurso de casación denegado, con costas”, en los términos de los artículos 478, 530 y 531 del Código Procesal Penal de la Nación.

Con todo, el episodio en el avión quedó encuadrado bajo el artículo 119, primer párrafo, del Código Penal, que establece:“Será reprimido con reclusión o prisión de seis (6) meses a cuatro (4) años el que abusare sexualmente de una persona cuando ésta fuera menor de trece (13) años o cuando mediare violencia, amenaza, abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido consentir libremente la acción”.

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Un año sin Loan: la Justicia no deja de buscarlo luego de que la causa se elevara a juicio oral

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El 8 de mayo Loan Danilo Peña cumplió 6 años en algún lugar. Nadie sabe si le hicieron una torta, si le pusieron globos o le dieron regalos o, simplemente, ese día pasó como uno más. Incluso, en este 2025, debería haber empezado la escuela Primaria y, para esta altura, su cuaderno tendría que estar lleno de letras escritas por primera vez por él. Sin embargo, desde hace 365 días, no hay rastros de ese nene que fue a buscar naranjas tras un almuerzo en la casa de su abuela en el paraje Algarrobal de CorrientesDesapareció. Y su ausencia duele; a María, su mamá, la atormenta más que a nadie: “Me hace falta mucho mi hijo. Él es mi compañerito más chiquito y me hace falta un montón”.

Un año después, y con la angustia acumulada y la ansiedad cruel de la espera, María sigue en la misma casa donde el nene creció en la localidad correntina de 9 de Julio. Ahí lo espera junto a José, su marido, y el resto de su familia. Todavía recuerda cómo lo vio irse contento ese 13 de junio de 2024 con su papá a caballo a la casa de su abuela Catalina para un almuerzo por el día de San Antonio. Era la primera vez que iba de visita al Algarrobal. Y allí se esfumó.

Por la desaparición de Loan, hay siete detenidos y procesados a un paso de ir al juicio oral por la sustracción y el ocultamiento del menor: la tía del chico Laudelina Peña, y la pareja de la mujer, Antonio BenítezDaniel Oscar Ramírez, Mónica del Carmen Millapi, la ex funcionaria María Victoria Caillava, el capitán de navío (RE) Carlos Guido Pérez y el ex comisario Walter Adrián Maciel.

A un año de la desaparición de Loan, su madre reclama respuestas

Para los investigadores, tanto los fiscales como la jueza de Goya, Cristina Pozzer Penzo; existió “un plan coordinado” para llevarse a Loan ese día lejos de la guarda de su papá y “se montó una escena para hacer creer que se había perdido, incluyendo la plantación de un botín en un lodazal y la difusión de una falsa noticia sobre su hallazgo”.

“En ninguna oportunidad se hallaron rastros fehacientes del niño que lo ubicaran fuera de la órbita del naranjal”, remarcaron los fiscales Mariano de Guzmán, de la Fiscalía Federal de Goya, y Marcelo Colombo Alejandra Mángano, de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).

María y José y susMaría y José y sus hijos. Sólo falta Loan

Para los investigadores, Laudelina, Benítez, Ramírez y Millapi “alejaron del cuidado de su padre a Loan durante el almuerzo, lo condujeron hacia una zona fuera de su alcance visual”. El ex comisario Maciel es señalado como quien, “valiéndose de su cargo, montó un falso escenario de búsqueda e impartió y ejecutó distintas medidas con la finalidad de entorpecer e imposibilitar el hallazgo del menor”.

Cronología de los hechos

  • 13 de junio de 2024, por la mañana: Loan y su padre José llegan a caballo a la casa de Catalina, en el paraje Algarrobal, para participar de un almuerzo familiar.
  • 13:52: Se toma la última fotografía en la que se registra a Loan con otros menores y adultos caminando hacia el naranjal, ubicado a unos 500 metros de la casa de Catalina.
  • Entre las 13:52 y 14:25: Loan es visto por última vez en la zona del naranjal en compañía de Benítez, Ramírez y Millapi. Los niños presentes refirieron que desapareció en ese lapso.
Los detenidos Caillava y PérezLos detenidos Caillava y Pérez con la abuela Catalina
Las fotos del almuerzo trasLas fotos del almuerzo tras el cual desapareció Loan
  • 14:25: Benítez realiza una llamada a Laudelina Peña desde el naranjal. La comunicación dura más de 9 minutos.
  • 15:24: Comienzan los registros de intentos de comunicación telefónica de José con la madre del niño y con vecinos del lugar.
  • 15:37: Caillava informa a un miembro de la comisaría de 9 de Julio sobre la desaparición del menor.
La mayoría de los queLa mayoría de los que están en la foto están presos
  • 16:15: María llega al paraje Algarrobal en moto, se encuentra con Laudelina cerca de la escuela abandonada, y comienza la búsqueda del niño.
  • Entre las 16 y las 17: Llegan al lugar policías, vecinos y familiares que participan en la búsqueda inicial.
  • 14 de junio de 2024: A primeras horas de la madrugada, se difunde erróneamente la noticia de que LDP había sido encontrado, lo que genera confusión y desvía la investigación inicial. En la tarde, se encuentra el botín izquierdo del niño en un lodazal en un campo, lo que los fiscales consideran una “plantación” deliberada de evidencia. Laudelina luego admitiría que fue ella quien plantó ese calzado.
  • 15 de junio de 2024 en adelante: Se llevaron a cabo operativos de búsqueda más amplios, con participación de fuerzas federales y provinciales, pero sin hallazgos concluyentes sobre el paradero del niño.
El naranjal de 9 deEl naranjal de 9 de Julio
El botín de Loan PeñaEl botín de Loan Peña

Pese a que la causa se encamina al juicio, en el Juzgado Federal de Goya no se dan por vencidos: “Se siguen otras líneas investigativas de búsqueda”, explicaron a este medio allegados al despacho. Continúan buscando a Loan.

Me preguntó por qué, para qué. Una criatura, un inocente. No se entiende esto. La verdad, es muy difícil, muy difícil. Pero no bajo los brazos. Voy a hacer todo lo que haga falta, voy a seguir con esto, voy a seguir porque yo quiero saber qué pasó, quiero encontrarlo. No pierdo la fe ni la esperanza de que van a lograr encontrarlo y que está vivo”, cierra María la charla, pero no la espera por volver a ver a su hijo.

Laudelina Peña, la tía detenidaLaudelina Peña, la tía detenida y quien plantó el botín del nene

La causa paralela

Como si la causa por la desaparición de Loan no fuera lo suficientemente tremenda, en el medio la Justicia descubrió la irrupción de un grupo de personas que se hacían pasar por profesionales de la Fundación Lucio Dupuy y que hoy están procesados y también camino al juicio oral por haber retenido a menores que estuvieron con el niño y haber manipulado sus declaraciones para entorpecer la investigación, además de defraudar a la administración pública.

Ese es un expediente paralelo a la causa madre que tiene 10 imputados, uno solo detenido: Nicolás Gabriel Soria, alias “El Americano o el Yanqui”. El resto de los acusados son: Elizabeth CutaiaPablo NogueraLeonardo RubioAlan CañeteDelfina TabordaVerónica Machuca YuniValeria LópezPablo Núñez y Federico Rossi Colombo.

De acuerdo al expediente, les endilgan los delitos de privación ilegítima de la libertadestafa calificada por defraudación a la administración pública y encubrimiento. A ello se suman cargos adicionales como suministro gratuito de estupefacientesresistencia a la autoridadfalso testimonioviolación de secretos y usurpación de títulos, imputados en distintos grados de participación, según cada caso.

Seis de los 10 imputadosSeis de los 10 imputados por la causa paralela a la desaparición de Loan

¿Cómo operaban? Según la Justicia, tras la desaparición de Loan y con el mecanismo de las fuerzas federales en marcha y la conmoción social por el caso, los acusados, bajo el pretexto de ayudar, obstaculizaron las diligencias judiciales y policiales.

Incluso, habrían simulado realizar actividades benefactoras mientras en realidad desviaban la atención de la investigación. Se destacó la organización de una reconstrucción de los hechos de manera privada y sin autorización judicial, un movimiento que para la Justicia estuvo diseñado para manipular el curso normal de los procedimientos legales.

*/Producción audiovisual y guion: María Belen Etchenique / Edición: Leo Aquiba Senderovsky / Locución y presentación: Bárbara Villar

 

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Alerta en Bariloche: un grupo comando robó 78 armas, municiones y una caja fuerte con dólares, euros y libras

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El Ministerio Público de Río Negro y la policía provincial investigan el atraco, que tiene características particulares. La víctima es coleccionista y cazador. Los ladrones huyeron en una camioneta

La Policía provincia y el Ministerio Público de Río Negro avanzan en conjunto para encontrar pistas de los delincuentes que, el miércoles por la tarde, robaron 78 armas de fuego, municiones y una camioneta Renault Oroch, en la que cargaron una caja fuerte con dólares, euros, libras esterlinas y pesos chilenos.

El recuento del botín estuvo a cargo de una familiar de la víctima, quien todavía no viajó a la ciudad rionegrina para analizar lo que se llevaron, por ello la cantidad de armas que sustrajeron es tentativa y podría variar.

En una camioneta Renault Oroch que estaba en el mismo predio cargaron una caja fuerte con 160 mil dólares, 50 mil euros, 1500 libras y 3 millones de pesos chilenos, y huyeron con rumbo desconocido.

La revisión del armamento demandó varias horas, desde la tarde hasta la medianoche de este jueves. Luego se dispuso el secuestro de las armas y su traslado a un sitio seguro para “garantizar su resguardo”, ya que el sitio donde estaban depositadas no cuenta con medidas de seguridad.

El propietario del arsenal es coleccionista y cazador. Aunque todavía no fue confirmado, se cree que la mayoría de las armas están registradas legalmente y cuenta con credenciales de legítimo usuario. Pero para poder confirmarlo las autoridades aguardan que el damnificado viaje a Bariloche y releve lo que se llevaron y lo que quedó.

Mientras tanto, la Policía de Río Negro realiza múltiples operativos para intentar dar con los autores. El atraco habría sido protagonizado por cuatro sujetos, que sabían de la existencia del arsenal en la vivienda.

“No fue un hecho fortuito o aleatorio. Los ladrones sabían lo que buscaban, también dónde estaba y cuándo ingresar” confirmaron a Infobae fuentes con acceso a la investigación. Es que, de acuerdo a lo que trascendió, forzaron la ventana de la habitación donde estaban las armas, las seleccionaron y se ocuparon de la caja fuerte, sin prestar atención a otros elementos de valor que estaban allí.

El vehículo en el que huyeron no pertenece a la familia, sino a un conocido que utiliza el patio como estacionamiento.

El hecho tuvo gran repercusión por la magnitud y las características del botín. Pero también por la preocupación de las autoridades por el ingreso al circuito clandestino de las armas sustraídas. “Son armas que podrían caer en manos de delincuentes y ser utilizadas para delinquir, por eso es importante la investigación que inició la Policía de Río Negro y la Justicia” dijeron desde el municipio local.

El foco está puesto también en las medidas de seguridad que tenía el damnificado en el recinto donde guardaba las armas, ya que la puerta de acceso sólo estaba oculta por un mueble liviano.

Si las armas estaban registradas, como se cree, la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC) debería haber fiscalizado el sitio donde se guardaban y garantizar que se cumpla con determinadas exigencias para ese fin.

La resolución 149 -2024 de ese organismo establece que, quienes tengan en su poder 50 armas o más, deben guardarlas con estrictas medidas de seguridad, con accesos blindados, candados, alarmas sonoras, cámaras o personal de vigilancia, entre otros recaudos.

Los investigadores no detectaron ninguna medida de ese tenor, motivo por el que la información forma parte del expediente investigado.

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